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Gildas de Rhuys, Santo |
Abad
Martirologio Romano: En la Bretaña Menor (hoy Francia), san Gildas, llamado «Sabio», abad, que escribió sobre la ruina de Bretaña, llorando las calamidades de su pueblo, increpando a la maldad de príncipes y clérigos. Fundó el monasterio de Rhuys, junto al mar, y murió en la isla de Houat (570).
Envuelto en brumas nórdicas, san Gildas es el santo de la Bretaña, Gales, Cornualles e Irlanda, cuando estas tierras que se miran en el misterio constituían el último reducto de la raza celta, arrinconada por sucesivas invasiones, con un baño de cultura latina y mezclando con el cristianismo la fantástica poesía de sus antepasados.
No obstante, aunque de él se cuenten tantos prodigios (como el de navegar sentado en una capa), no pertenece a la leyenda. Su existencia está bien documentada, fue un miembro destacado de la iglesia celto-cristiana en Britania cuyo renombrado conocimiento y estilo literario le hicieron ganarse la designación de Gildas Sapiens (Gildas el Sabio). Fue ordenado sacerdote y en sus escritos muestra su preferencia por el ideal monástico. Fragmentos de cartas escritas por él nos revelan que creó una Regla para la vida monástica, que era más austera que la Regla escrita por su contemporáneo San David, y que establecía las oportunas penitencias por su incumplimiento.
Debió de nacer en el oeste de Inglaterra, quizá se formó en el sur de Gales, durante un tiempo hizo vida eremítica y visitó Irlanda influyendo en el desarrollo de la Iglesia irlandesa. Por fin pasó al continente, a la península armoricana, y allí, en la isla de Houat, cerca de Quiberon, fundó la abadía de Rhuys.
De él conservamos la obra más antigua que se conoce sobre la historia de Inglaterra: "De Excidio Britanniae" o "Sobre la Ruina de Britania", es un sermón que consta de tres partes en el cual Gildas condena los actos de sus contemporáneos, tanto laicos como religiosos. En la primera parte, Gildas narra, de forma breve, la historia de la Britania Romana, desde su conquista hasta los tiempos en los que él vive.
En la segunda parte, que comienza con la aseveración: "Britania tiene reyes que, sin embargo, son tiranos; tiene jueces que, sin embargo, son todos impíos". Gildas narra la vida y acciones de cinco gobernantes contemporáneos: Constantino de Dumnonia; Aurelio Canino; Vortiporio de Demetae -ahora conocido como Dyfed-; Cuneglasus, al parecer de "La Casa del Oso" -puede ser la "Fortaleza del Oso", Dinarth, en Llandrillo-yn-Rhôs, cerca de Llandudno, al norte de Gales-; finalmente, Maglocunus o Maelgwn. Sin excepción, los describe como crueles, codiciosos y que viven en pecado.
La tercera parte comienza con las palabras: "Britania tiene predicadores, siendo todos mentirosos; numerosos pastores, siendo unos desvergonzados; clérigos que son todos astutos saqueadores". Gildas continúa con su "Jeremiad" contra el clero de su época, pero no usa nombres en esta parte y, por lo tanto, no arroja mucha luz sobre la historia de la iglesia cristiana de esta época.
La visión que se presenta en este trabajo sobre una tierra devastada por invasores saqueadores y el desgobierno de funcionarios corruptos, ha sido ampliamente aceptada por los expertos durante siglos, debido a que en ella no sólo cupo la idea aceptada de la invasión, bárbaros que acabaron con la civilización romana dentro de los límites del antiguo imperio, sino porque también explica la difícil cuestión de por qué la antigua Britania fue una de las pocas partes del Imperio romano que no adquirió una Lengua Romance como hicieron Francia y España. Sin embargo, hay que recordar que la intención de Gildas es la de predicar a sus contemporáneos a la manera de un profeta del Antiguo Testamento, y no la dejar constancia de hechos históricos: si bien Gildas hace una de las primeras descripciones del Muro de Adriano, omite los detalles allí donde no contribuyen a su mensaje. No obstante, "De Excidio Britanniae" se trata de uno de los trabajos más importantes no sólo sobre la Edad Media sino de la Historia de Inglaterra, ya que es uno los pocos trabajos escritos en la antigua provincia romana que ha logrado llegar hasta nuestra época.
En "De Excidio Britanniae", Gildas menciona que el año de su nacimiento fue el mismo en el que tuvo lugar la Batalla del Monte Badon, cerca del año 500. Los Annales Cambriae indican que su muerte fue en el año 570, mientras que los Anales de Tigernach, dicen que fue en el 569. Por su expreso deseo, tras su muerte, su cuerpo fue puesto en una barca, que luego fue abandonada en alta mar, ritual muy utilizado por las poblaciones costeras nórdicas. Más la barca fue luego encontrada encallada en la costa de Rhuys, el 11 de mayo siguiente, y el cuerpo fue entonces inhumado en la iglesia del monasterio.
Por el año 919, por temor a las invasiones normandas, los monjes de Rhuys trasladaron el cuerpo de su fundador a Bourg-Dieu, junto a Chateauroux (Indre), en el interior de la Bretaña, donde fue edificada una iglesia en su honor.
La abadía de Rhuys fue reconstruida, a inicios del siglo XI, por san Félix, y llegó a ser el centro de la espiritualidad de toda la región, allí se encuentran las tumbas de numerosos descendientes de los duques de Bretaña, y se mantuvo intacta hasta la Revolución Francesa.
Hoy el monasterio está ocupado por las Hermanas de la Caridad de San Luis, y en el coro románico de la iglesia monacal, que en la actualidad es templo parroquial, se encuentra, tras el altar mayor, la tumba y alguna reliquia del abad san Gildas.
San Gildas «el Sabio», abad
fecha: 29 de enero †: 570 - país: Francia otras formas del nombre: Gildas de Rhuys, Badonicus canonización: culto local hagiografía: Santi e Beati
En la Bretaña Menor, san Gildas, llamado «Sabio», abad, que escribió sobre la ruina de Bretaña, deplorando las calamidades de su pueblo e increpando a la maldad de príncipes y clérigos. Fundó el monasterio de Rhuys, junto al mar, y murió en la isla de Houat.
Fue alrededor del 1060 cuando Vital, abad del monasterio de Rhuys, situado a orillas del mar en la región de Vannes, escribió la «Vita» del fundador del monasterio, san Gildas. El propio autor asegura haberse inspirado en antiguos documentos y tradiciones, pero al mismo tiempo amplió su relato con episodios y datos edificantes o folclóricos, según la tendencia de los hagiógrafos de su tiempo, de tal modo que hoy es imposible distinguir entre la parte histórica y la legendaria.
Gildas nació a fines del siglo V en Gran Bretaña, a orillas del río Clyde, río escosés, de una familia de príncipes. Tras la primera infancia, fue confiado al santo abad Iltuto, fundador del monasterio de Llaniltud Fawr, en Gales, célebre centro cultural con multitud de discípulos, en el que tuvo como compañeros a los santos celtas Sansón de Dol. Pablo de León y Lunario.
Hacia los 20 años, Gildas se trasladó a Gales "para recoger la doctrina de otros estudiosos de la filosofía y las divinas letras"; fue ordenado sacerdote en el 518 y decidió hacer obra misionera, y a través de su predicación reconducir al cristianismo casi desaparecido las regiones septentrionales de Gran Bretaña.
Poco más tarde fue llamado por santa Brígida de Kildar († 525 c.) a Irlanda, para revitalizar la iglesia local, que después de la muerte del obispo evangelizador san Patricio († 461 c.), estaba en plena decadencia. Gildas restableció la disciplina en los monasterios, y con otros fundó la célebre escuela de Armagh, provocando numerosas conversiones.
Vuelto a Inglaterra, junto a dos estudiosos bretones, David y Cadoc, compuso una «Misa nueva» para la iglesia celta, después se retiró al sur del territorio francés de la Armórica (antiguo nombre de la Península de la Bretaña, llamada Britania por los bretones que se refugiaron allí en el siglo V), viviendo en soledad en el islote de Houat, en pleno océano. Pero su presencia orante, si bien oculta y aislada, bien pronto fue notoria para los pescadores de la región, y la noticia se difundió, tanto que numerosos discípulos se le acercaron. Por esto Gildas consideró necesario fundar un monasterio para acogerlos, edificio que fue construido en el lugar de una antigua fortaleza romana, en la vecina península de Rhuys, estrecho de tierra de la Francia septentrional, frente a la isla de Houat.
Después de cierto tiempo, sin embargo, volvió a emprender la vida solitaria junto a Bieuzy, otro santo eremita bretón, en la ribera del Blavet, a los pies del pico de Castennec. En este lugar habría escrito el «De excidio et conquestu Britanniae» («Ruina y conquista de Britania»), que le procuró el nombre de «sabio», y, siempre cerca de este lugar, habría resucitado a Trífida, madre de Trémoro, que había sido asesinada por su marido, el tirano de Conomer.
Seguidamente recorrió la Cornovala armoricana, siempre predicando, provocando conversiones y fundando monasterios, y luego, llamado por el rey Ainmir, retornó a Irlanda. Al fin se trasladó de nuevo a Rhuys, pero en uno de sus retiros de soledad en la isla de Houat, murió el 29 de enero del 570 (aprox). Por su expreso deseo, su cuerpo, puesto en una barca, fue dejado en el mar, ritual muy utilizado por las poblaciones costeras del norte. Pero la barca fue luego encontrada encallada en la arena en la costa de Rhuys, el 11 de mayo siguiente, y el cuerpo fue entonces inhumado en la iglesia del monasterio.
Hacia el 919, por temor a las correrías normandas, los monjes de Rhuys trasladaron el cuerpo de su fundador san Gildas a Bourg-Dieu, junto a Chateauroux (Indre), en el interior de la Bretaña, donde fue edificada una iglesia en su honor; la abadía de Rhuys a inicios del siglo XI fue revalorizada por san Félix, y llegó a ser el centro de la espiritualidad de toda la región, tumba de numerosos descendientes de los duques de Bretaña, y conservada intacta hasta la Revolución Francesa.
Hoy el monasterio esta ocupado por las Hermanas de la Caridad de San Luis, y en el coro románico de la iglesia abacial, en la actualidad parroquia, se venera junto al altar mayor la tumba y algunas reliquias de san Gildas.
Traducido para ETF de un artículo de Antonio Borrelli en Santi e Beati.
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