Apologética
El primero en usar el término con ambas connotaciones es John Henry Newman quien intitula su autobiografía espiritualista Apología Pro Vita Sua en 1864. Pero las primeras referencias pueden ser encontradas en la Apología de Sócrates (en la cual Platón narra la defensa de Sócrates durante su proceso), pero también algunas obras de apologetas de comienzos de la cristiandad como las dos Apologías del Mártir San Justino, dirigidas al emperador Marco Aurelio.
Actualmente el término hace referencia al método de estudio empleado en algunos casos particulares, por grupos o individuos que promueven causas sistemáticamente, justificando ortodoxias, o negando a conveniencia algunos actos e incluso crímenes. La «lógica» apologética se basa en el «blanqueamiento» de las causas que apoya, principalmente a través de la omisión de los hechos negativos (percepción selectiva) y la exageración de los argumentos y hechos positivos; ambas técnicas comunes en la retórica clásica.
Apologética en las religiones
Apologética cristiano católica en la historia
La Iglesia primitiva
En la antigua iglesia Cristiana existieron maestros apologéticos, como lo son: Pablo (2 Corintios 10:5), Pedro (1 Pedro 3:15), Judas (Jud 1:3), etc. La defensa que todos ellos hacían era mayormente hacia los Judíos, los cuales eran tropiezo para los nuevos creyentes cristianos. Otra corriente que aumentó la apologética en el Paleocritianismo fue cuando comenzó el Gnosticismo cristiano, el cual después Ireneo de Lyon condenó como herejía en el 180 d. C.
El mejor ejemplo de defensa del primer siglo se encuentra en el Nuevo Testamento, el cual contiene que existió un hombre llamado Apolos que practicó la apologética de una manera audaz. En el libro de los Hechos se le menciona más precisamente: «Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor...» Hechos 18:24,25 (RV)
Y más adelante: «y llegado él allá, fue de gran provecho a los que por la gracia habían creído; porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo»
Era Patrística
S. II, la literatura cristiana es sobre todo apologética. Contra judíos, paganos y emperadores. Justino Mártir muestra el cumplimiento de la profecía bíblica en el Cristianismo. En el s. III, Tertuliano continua con brillantez la apologética. En Alejandría Clemente compuso una exhortación a la conversión «El Protreptico». Orígenes sucede a Clemente, escribe Contra Celso. Con estos autores la apologética alcanzó refinamiento filosófico. En el s. IV Arnobio y Lactancio suceden a Minucio Félix, s III, se dirigen a los romanos para su conversión. Eusebio de Cesarea en su Preparación evangélica responde a Porfirio. Él y Atanasio ven el derrumbamiento del paganismo en el Imperio. En el s. V Teodoreto de Ciro realiza una Summa contra el paganismo. En Occidente la apologética brilla con Agustín, contra los maniqueos, La ciudad de Dios. Su obra la continúan Orosio, Salviano; y los papas León I el Magno y Gregorio I.
El Medioevo
Hay una parte apologética en la obra de Isidoro de Sevilla; pero la parte más importante de la apologética cristiana medieval comienza a partir del siglo VII, cuando pasa a responder al desafío que supuso la expansión del islam. Juan Damasceno escribió diálogos entre cristianos y musulmanes. Escriben debates semejantes Pedro Damián (siglo XI) y Ruperto de Deutz (siglo XII). Pedro Abelardo escribe un diálogo no polémico entre un filósofo, un judío y un cristiano. En el siglo XIII Tomás de Aquino escribe la Summa contra gentiles, donde aborda temas como la existencia de Dios, la inmortalidad del alma, la Trinidad y la Encarnación. Nicolás Donin (un judeoconverso) protagonizó el debate de 1240 en París que concluyó con la quema de doce mil libros hebreos. Raimundo Martí participó en una comisión similar formada en Aragón en 1264, y escribió obras apologéticas contra judíos y musulmanes. Entre 1413 y 1414 se desarrolló la llamada Disputa de Tortosa, que protagonizó el judeoconverso Jerónimo de Santa Fe. Otros autores apologéticos que escribieron contra los musulmanes fueron Juan de Torquemada y Dionisio Cartujano.
Desde el s. XIV escotistas y ockamistas sostienen que es posible alcanzar la fe por la sola razón. Durante el Renacimiento Marsilio Ficino elabora una síntesis entre la filosofía platónica y la fe cristiana. Defiende la inmortalidad del alma y la divinidad de Cristo.
Del siglo XVI al siglo XVIII
Lutero desprecia la razón para tratar de asuntos espirituales. La Revelación se ha de aceptar sobre la fe. Melanchthon usa la razón para la preparación a la fe. Juan Calvino en su obra Instituciones de la Religión Cristiana (1559) defiende el carácter Revelado de la Sagrada Escritura sobre argumentos de Scoto y los Nominalistas. Los católicos del s. XVI se ocupan de las disputas con protestantes. Juan Luis Vives escribe sobre «La verdad de la fe cristiana», de la necesidad y fundamentos de la religión cristiana para la salvación. Al final aborda los asuntos de judíos y musulmanes. Moisés Amyrant escribe sobre la indiferencia religiosa. Jacques Abbadie escribe contra la crítica bíblica de Spinoza. Los católicos del s. XVII acusan a los protestantes de enfatizar la razón. Pascal en sus Pensamientos apuesta por el corazón. Algunos católicos del s. XVII intentan demostrar casi matemáticamente el hecho de la Revelación, influidos por el racionalismo. Los apologetas anglicanos defienden la religión revelada. S. Clarke defiende la Teología Natural y que el NT concuerda con la razón. A finales del s. XVIII W. Paley reúne los argumentos contra escépticos, contra deistas e historiadores escépticos. Apologetas alemanes, protestantes y católicos defienden la historicidad de los Evangelios. En Francia, Rousseau y Voltaire fueron criticados por los católicos. Se defienden las verdades de la Teología Natural, la posibilidad y necesidad de la Revelación.
Siglo XIX
Al final del s. XVIII se reacciona contra el Racionalismo de la Ilustración. En Alemania se introduce una nueva apologética, el instinto religioso que da origen a la fe. Se defiende el monoteísmo como modelo de religión. En Francia renace el Catolicismo Romántico. El papado era esencial contra la anarquía religiosa. Para entrar en la fe es necesario aceptar la revelación. España dio dos distinguidos apologetas católicos, Jaime Balmes y Juan Donoso Cortés. En Alemania G. Hermes sostenía que la razón practica demuestra que la aceptación de la fe es esencial para el imperativo moral. En Italia G. Perrone se centra en la religión revelada, replico a los críticos racionalistas de los Evangelios. En Inglaterra J. Newman investiga el camino personal hacia la fe, considerando al cristianismo como la única religión que colma la aspiración de la fe natural. En los EEUU dos conversos del protestantismo O. Brownson y I. Hecker, reavivaron la apologética. El concilio Vaticano I (1870) enseñó que el asentimiento a la revelación cristiana esta justificado sobre dos argumentos. Apoya dos estilos de apologética: uno bíblico e histórico, y otro experimental y eclesial. La apologética protestante siguió varias tendencias. Hegel y sus seguidores intentaron demostrar la conformidad entre dogma cristiano y la evolución del mundo. Kierkegaard atacó el hegelianismo como una distorsión del cristianismo. Neokantianos intentaron manifestar los beneficios de la fe cristiana. En Inglaterra se hace una apologética más personal y afectiva. La crítica bíblica y el evolucionismo biológico se aceptan, los apologetas protestantes se dividen en dos escuelas: una conservadora que rechaza los avances y otra liberal que acoge los avances de la ciencia.
Siglo XX
M. Blondel estudia el dinamismo de la voluntad (L'Action, 1893). Que sólo se satisface con el don sobrenatural. La apologética debe demostrar que el cristianismo satisface el deseo sobrenatural inherente, «método de inmanencia». En Alemania, la apologética recoge la fenomenología. Los años 30 y 40 se producen avalanchas de historias de conversos, T. Merton, E. Gilson y J. Maritain. T. Chardin intenta una síntesis entre ciencia y fe. Neoortodoxos, K. Barth y R. Bultmann rechazan la apologética. P. Teillich responde a Barth, que la apologética es omnipresente en la Teología Sistemática. El anglicanismo dio agudos apologetas laicos como G. K. Chesterton (quién luego se convertiría al catolicismo) y C. S. Lewis. Corrientes protestantes encuentran en el Jesús histórico la norma de la fe. Pannenberg insiste que la verdad de fe debe concordar con la razón universal. En la teología posterior a 1940 hubo un resurgir de la apologética blondeliana. K. Rahner se acerca pero rechaza el voluntarismo de Blondel. H. U. von Balthasar se opuso a Rahner por ser excesivamente antropocéntrico. Aunque la apologética se ha practicado desde los orígenes, tiene dudosa reputación. Muchos apologetas se han resistido al racionalismo apologético para demostrar el hecho de la Revelación cristiana. En la teología actual la apologética es inseparable de la fe y la teología.
Apologetas contemporáneos
Véase también: Anexo:Apologistas cristianos modernos.
La siguiente es una lista parcial de apologistas de diferentes denominaciones cristianas:
- Alfredo Jalife-Rahme
- Alister McGrath
- Alvin Plantinga
- Benedicto XVI
- Billy Graham
- C. S. Lewis
- Dietrich von Hildebrand
- Eduardo Verástegui
- Emiliano Tardif
- Ergun Caner
- Flaviano Amatulli Valente
- Francis J. Beckwith
- G. K. Chesterton
- Jimmy Akin
- John Henry Newman
- Jorge Loring
- José Antonio Sayés
- José María Iraburu
- Josh McDowell
- Juan Manuel de Prada
- Kiko Argüello
- Louis-Auguste Sabatier
- Manuel Guerra Gómez
- Martín Valverde
- Matthew Slick
- Maximiliano Kolbe
- Michael Novak
- Miguel Agustín Pro
- Nathan Söderblom
- Óscar Romero
- Patrick Madrid
- Peter Kreeft
- Phillip E. Johnson
- Pío de Pietrelcina
- Raniero Cantalamessa
- Raúl Hasbún
- Ravi Zacharias
- Ricardo Castañón Gómez
- Robert Barron
- Santiago Martín Rodríguez
- Scott Hahn
- Uta Ranke-Heinemann
- William A. Dembski
- William Lane Craig
Véase también
Bibliografía adicional
- Enrique Mur (2006). Escritores conversos: la inspiración espiritual en una época de incredulidad (2ª edición). Ediciones Palabra. ISBN 978-84-9840-022-9. http://books.google.com/books?id=l4F1bbYuJEkC.
ApologéticaEtim.: del griego, apologetikos, defensa
Apologética: La ciencia teológica que explica y defiende la doctrina de la religión. Demuestra las razones de la doctrina ante las objeciones de sus adversarios. Establece la credibilidad de la revelación cristiana basado en la evidencia de los milagros y el testimonio de la historia. También expone errores con el fin de proteger la integridad de la fe. Ya en el segundo siglo llamaban "apologista" a San Justino, mártir y a otros que se esforzaban por presentar el cristianismo a la cultura greco-romana. Se le llama también teología fundamental.
"necesitamos una nueva apologética, que se adapte a las necesidades de hoy, que tenga en cuenta que nuestra tarea no es vencer con los argumentos sino conquistar almas. (...) Una apologética de este tipo necesitará respirar un espíritu de humanidad, aquella humildad y compasión que son necesarias para comprender las ansiedades y los interrogantes de las personas". Juan Pablo II, Mayo 2002
"Muchas personas odian a la Iglesia Católica y a sus enseñanzas, pero no creo que pueda encontrar cinco personas que verdaderamente la odien a ella y a sus enseñanzas por lo que en realidad son. Ellos odian lo que ellos creen que es la Iglesia y sus enseñanzas"1
1- Archbishop Sheen: "Many people hate the Catholic Church and her teachings, but I do not believe I could find five people who really hate her and her teachings for what they really are. They hate what they think are the Church and her teachings."
Introducción ¿Qué es la Apologética? ¿Para que sirve?
Estén siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera que les pida razón
de la esperanza que ustedes tienen.
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(1 Pe 3, 15)
INTRODUCCION A LA APOLOGÉTICA
La mentira se descubre si se examina detenidamente y eso lo sabe el mentiroso,
por eso evitará a toda costa dedicar más de un minuto a la explicación de los hechos,
cambiará de tema, se ofenderá y tratará de retirarse. No lo dejes ir.[1]
refleja muy bien hoy día, una
realidad dada en todos campos
no sólo el religioso. Y es que
estamos expuestos a la calumnia,
a la desinformación y la negación;
muchas veces sin más argumento
que el subjetivo: no me gusta,
no creo, no me parece, prefiero
pensar que…siendo que estos
no son realmente argumentos
que puedan corresponder a un
análisis serio o por lo menos
teniendo en cuenta los criterios
del método científico[2]
Refiriéndonos al ámbito religioso,
hoy día hay una oferta abundantísima
de credos, doctrinas y creencias,
para todos se podría decir,
y que para poder sobrevivir en audiencia se han tenido que valer de argucias,
ofrecimientos mágicos y denigración de los rivales. Por ejemplo, José Luis de Jesús
Miranda se hace llamar Jesús Hombre y dice que es Cristo que vino por segunda vez,
hace que sus fieles se tatúen con el 666
Otro caso es el de Moon, fundador de la Iglesia de la Unificación,
quien en 2004 se proclamó como el Mesías en un congreso en Estados Unidos
Incluso la misma ciencia tiene sus exponentes en este sentido,
y vemos hoy día como un personaje como Richard Dawkins
ataca la existencia de Dios mismo con frases como esta:
Nosotros explicamos nuestra existencia combinando el
principio antrópico y el principio de selección natural de Darwin.
Esta combinación proporciona una explicación completa
y profundamente satisfactoria de todo lo que vemos y sabemos.
La hipótesis divina no sólo es innecesaria. No es en absoluto
parsimoniosa. No solamente no necesitamos a Dios para explicar
el universo y la vida. Dios aparece en el universo como algo
flagrantemente superfluo. Por supuesto, no podemos demostrar
la inexistencia de Dios, como tampoco podemos demostrar la
inexistencia de Thor, las hadas, los duendes
Todo este tipo de situaciones con las que se enfrenta
el católico hace necesario que esté preparado para dar
respuestas convincentes de su fe, sabiéndola defender,
de manera que no parezca un fanático irracional sino una
persona consciente que sigue la Verdad, y que esta verdad
es un regalo para todo aquel que la busque con sinceridad.
La labor de defender la fe es una obligación de todos pero
requiere un arduo trabajo, donde siempre estaremos
conscientes que la gracia de Dios es el principal elemento
cuando se ejecuta esta tarea, pues sin la gracia de Dios nada
podremos hacer, y esa gracia viene de Cristo:
“Yo soy la vid, ustedes los sarmientos.
El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto,
porque separados de mí, nada pueden hacer”. (Jn 15, 5)
Pero así mismo, para poder corresponder a la gracia de Dios,
es necesario que el católico se forme y se prepare, estudie
su doctrina y sobre todo la haga vida y no letra muerta.
Puede que nos digamos a nosotros mismos: yo no nací
para esto o no soy capaz, no tengo el talento, la paciencia
o el tiempo; pero si nos mueve el deseo ardiente de defender
el Evangelio de Cristo, lo haremos.
En la antigüedad existió un personaje llamado Demóstenes,
quien es reconocido como el mejor orador de la época.
Demóstenes fue una persona que desde pequeña tuvo problemas
con el habla y enfrentó la burla, pero con dedicación y esfuerzo
logró vencer esa dificultad y convertirse en el mejor orador[4]
En la misma Escritura podemos citar el ejemplo de Gedeón quien
al ser llamado por Dios, le colocó trabas al llamado:
El Señor se volvió hacia él y le dijo: "Ve, y con tu fuerza salvarás
a Israel del poder de los madianitas. Soy yo el que te envío".
Gedeón le respondió: "Perdón, Señor, pero ¿cómo voy a salvar
yo a Israel, si mi clan es el más humilde de Manasés y
yo soy el más joven en la casa de mi padre?".
"Yo estaré contigo, le dijo el Señor, y tú derrotarás a Madián
como si fuera un solo hombre". (Jue 6, 14-16)
Por esa misma respuesta al llamado de Dios para defender
la fe surge la Apologética, como la forma en que de manera
racional podemos exponer las razones de nuestra fe ante los
no creyentes y dar respuestas concretas a los católicos que
la requieran para afianzar su fe.
¿QUÉ ES LA APOLOGETICA?
Lo primero será responder a esta pregunta para poder saber
hacia donde nos dirigimos en ese curso. Vamos a cita una
definición dada por la Enciclopedia Católica:
Apologética significa ampliamente hablando, una forma
de apología[5]. El término se deriva del adjetivo latino
Apologeticus, el cual proviene del adjetivo griego: Apologetikos.
Definiendo Apologética como una forma de apología,
nosotros entendemos recientemente la palabra en su
significado primario como una defensa verbal contra un
ataque verbal, una falsa acusación o una justificación de
una acción o línea de conducta errada hecha objeto de censura.
Tal, por ejemplo, es la Apología de Sócrates, la Apología de
Jhon Henry Newman. Este es el único sentido dado al término
como fue usado por los antiguos Griegos y Romanos, o
por los franceses o alemanes de hoy día.[6]
Hoy día el término Apologética, como dice el Dr Riaño Gil,
se aplica a la defensa y justificación racional de toda la religión católica;
realiza una legitimación científica y perennemente válida de toda la fe[7].
Quiere decir que cuando la Teología define algo que debemos aceptar,
la Apologética explica el por qué lo debemos aceptar, de ahí la
necesidad de ella en estos tiempos donde constantemente la fe
está siendo bombardeada e incluso dentro de fieles que se dicen
llamar católicos pero van en contra del Magisterio de la Iglesia.
Es en esta parte donde hoy día más encuentra acogida la
Apologética, dentro del mismo seno de la Iglesia, pues puede
enfrentar los retos que tienen los católicos para ayudarlos a vivir mejor su fe.
Otra definición bastante amplia es la siguiente de un artículo en EWTN:
Bien podemos decir que la Apologética es la
Ciencia de los por qué en cuestión de Religión,
pues ella contesta todos los por qué que se han
hecho, que se hacen o que se harán al Catolicismo.
Ella da razón de todo cuanto ésta enseña.[7]
Así, la apologética es una apología pero en temas de fe, y por
tanto está relacionada con la Teología como expresamos
líneas arriba. La Teología define y se basa en unos
supuestos aceptados y creídos por la autoridad divina
y eclesiástica de donde provienen[8], siendo la fe el don
con el cual son recibidos, mientras la Apologética busca
de manera racional y sistemática explicar el por qué debemos
aceptar los enunciados de la Teología Dogmática. Por ejemplo,
la Teología define que fuera de la Iglesia no hay salvación,
pero es la Apologética la que busca explicar este dogma ante
quienes se levanten en contra sin entenderlo realmente, dando
las razones de en qué forma se aplica y cual es el contexto de
entenderlo.
Por eso la misma Enciclopedia Católica en inglés expresa:
La Apologética por otro lado, al menos en teoría sigue a la fe.
La primera empieza donde la última termina.
Inicios de la Apologética Católica
Justino Martir, 160 D.C. Apologista griego
La historia de la Apologética en el Cristianismo
empezó muy temprano, ya en el siglo II surgieron los
Padres apologistas, quienes empiezan a defender de
manera sistemática la doctrina cristiana ante las persecuciones
romanas y el rechazo de los judíos.
Entre los principales exponentes de esta época están Justino
Martir, Arístides, Teófilo de Antioquia, Ireneo de Leyon, Cuadrato,
entre otros. Sus obras son de un manejo ejemplar de las
razones sistemáticas para justificar sus creencias ante los ataques
y difamaciones que sufrían de los enemigos. Incluso los apologistas
del siglo II debieron enfrentar también las herejías que empezaron
a surgir al seno de la Iglesia como lo fue el gnosticismo y
Otro peligro—más insidioso, y mucho más grave—fue
la aparición de herejías en el seno de la Iglesia. Se trata
fundamentalmente de dos errores: el gnosticismo y el montanismo.
Mientras el primero es partidario de un cristianismo adaptado al
ambiente cultural-religioso del momento—y, por tanto, vaciado de su
contenido estrictamente sobrenatural—, los montanistas predicaban la
renuncia total al mundo.
Para mayor ilustración mostraremos un extracto de una apología de
estos padres para que el lector pueda familiarizarse con la forma de defensa
que usaban, corresponde a una obra llamada Carta a Doiogneto, escrita hacia el año 180 D.C
II. Refutación del judaísmo.
¿Por qué los cristianos no practican la misma religión que los judíos?
Los judíos, en cuanto se abstienen de la idolatría y adoran a un solo
Dios de todas las cosas al que tienen por Dueño soberano, piensan
rectamente. Pero se equivocan al querer tributarle un culto semejante
al culto idolátrico del qué hemos hablado. Porque los griegos muestran
ser insensatos al presentar sus ofrendas a objetos insensibles y
sordos; pero éstos hacen lo mismo, como si Dios tuviera necesidad
de ellas, lo cual más parece propio de locura que de verdadero culto
religioso. Porque el que hizo «el cielo y la tierra y todo lo que en ellos
se contiene» (Sal 145, 6) y que nos dispensa todo lo que nosotros
necesitamos, no tiene necesidad absolutamente de nada, y es él quien
proporciona las cosas a los que se imaginan dárselas... No es necesario
que yo te haya de informar acerca de sus escrúpulos con respecto a los
alimentos, su superstición en lo referente al sábado, su gloriarse en
la circuncisión y su simulación en materia de ayunos y novilunios:
todo eso son cosas ridículas e indignas de consideración. ¿Cómo
no hemos de tener por impío el que de las cosas que Dios ha
creado para los hombres se tomen algunas como bien creadas,
mientras que se rechazan otras como inútiles y superfluas?
¿Cómo no es cosa irreligiosa calumniar a Dios, atribuyéndole que él
nos prohíbe que hagamos cosa buena alguna en sábado?
¿No es digno de irrisión el gloriarse en la mutilación de la carne
como signo de elección, como si con esto ya hubieran de ser
particularmente amados de Dios?... Con esto pienso que habrás
visto suficientemente cuánta razón tienen los cristianos para apartarse
de la general inanidad y error y de las muchas observaciones y el orgullo de los judíos(11).
La Apologética católica enfrentó varios períodos más en su desarrollo.
Ya vimos el primero contra los judíos y paganos.
Un segundo período se vivió contra el Islamismo y la
Filosofía, un tercer período contra el Protestantismo
en el siglo XVI, y un último período contra el Racionalismo
en el siglo XIX[12]
¿PARA QUE LA APOLOGETICA HOY?
Hoy día la Apologética no es un privilegio de
cuantos sino un llamado evangelizador de todos.
La fe está siendo atacada desde todos los frentes:
grupos cristianos fundamentalistas, religiones,
ateísmo, nueva era; y es algo que no podemos negar
ni quedarnos únicamente evangelizando dentro de
la Parroquia. Debemos lanzar las redes como pide Cristo.
¿Cuál es la realidad que enfrentamos?
Las estadísticas del crecimiento de las sectas
y movimientos alternos muestran como su crecimiento
viene aumentando a medida que pasan los años.
Comparto unas estadísticas tomadas de un libro de
Martin Zavala[13], gran apologista católico:
Grupos fundamentalistas
§ En América Latina cada hora 400 personas
abandonan la Iglesia Católica.
§ En 1900 eran 250,000 para el año 1990
ya son 46 millones en América latina.
§ En Guatemala aproximadamente el
25% de la población ya es evangélica. (hoy día se estima que es el 50%)
§ En el Salvador cerca del 30% ya no son
católicos y han pasado a diversas sectas.
§ En Brasil de seguir el mismo ritmo de
crecimiento para el 2050 la mitad de la población sería evangélica.
§ En México, a pesar de no ser de los mas
dañados en este aspecto, en 1970 el total de protestantes
era 880,000 actualmente ya son cerca de cinco millones.
§ En Estados Unidos todas las sectas tienen un
altísimo ritmo de crecimiento. Algunas llegan a más del 1000%.
Grandes Religiones
Así mismo con otras religiones sucede algo similar.
Por ejemplo con los judíos han pasado algunos
inconvenientes como el surgido en el 2009 cuando un
programa israelí pasó unos videos de burla y blasfemia
contra la Virgen y Jesús[14]. También pueden mencionar
las torturas y matanzas infringidas por los musulmanes
contra los católicos[15]. Todo esto surgido de la intolerancia
e incomprensión de la doctrina católica como Revelación de Dios.
Errores al interior de la Iglesia
Y ni qué decir de aquellos que estando dentro de la Iglesia se
levantan contra ella cuestionando la autoridad del Magisterio
actual como los lefevbristas o sedevacantistas.
La Apologética entonces busca responder preguntas cruciales
que se plantean ante la fe católica como por ejemplo:
¿por qué soy católico?, ¿Dios fundó una Iglesia?
¿Qué garantía hay de que la Iglesia Católica es la fundada por Cristo?
¿Es Cristo Dios o el anunciado por los profetas? ¿Es la Biblia inspirada?
Estas preguntas las responde la Apologética teniendo en cuenta
las circunstancias del mundo en que vivimos, siempre buscando
llegar a dar respuesta a los nuevos dilemas que se presentan en cada época.
Así que la Apologética se enfoca para responder a:
- Los creyentes que necesitan confirmar su fe.
Muchos católicos aman al Señor de corazón,
viven felices en la Iglesia pero muchas veces no
tienen las herramientas para evangelizar, no tanto
por ellos sino por los que se les acercan. La Apologética
se presenta a ellos como la oportunidad de vivir un catolicismo
por convicción, como dirá el folleto referido de EWTN lineas arriba:
La excelencia de la Apologética consiste,
pues, en llevarnos a ser católicos por
convicción, a profesar TRIUNFALMENTE
nuestra religión
, por estar plenamente convencidos de
que el Catolicismo es la Religión Verdadera,
de que es la RELIGION DE DIOS.
- Los no católicos, que sea por ignorancia, resentimiento
u odio, se enfilan contra la Iglesia para desvirtuarla e
imponer su credo como el verdadero. A estos debemos
tener siempre la valentía y la humildad para mostrar la
verdad de la Iglesia. La Apologética se presenta ante
ellos como una oportunidad de diálogo para esclarecer
sus errores y mostrar la verdad de la doctrina católica
El Concilio Vaticano II, en el documento Unitatis Redintegratio
expresa frente a los hermanos separados[16] :
La fe católica hay que exponerla al mismo tiempo
con más profundidad y con más rectitud, para que tanto
por la forma como por las palabras pueda ser
cabalmente comprendida también por los hermanos separados.
Finalmente, en el diálogo ecumenista los teólogos
católicos, bien imbuidos de la doctrina de la Iglesia,
al tratar con los hermanos separados de investigar
los divinos misterios, deben proceder con amor a
la verdad, con caridad y con humildad. Al confrontar
las doctrinas no olviden que hay un orden o
"jerarquía" de las verdades en la doctrina
católica, por ser diversa su conexión con el
fundamente de la fe cristiana. De esta forma
se preparará el camino por donde todos se
estimulen a proseguir con esta fraterna emulación
hacia un conocimiento más profundo y una exposición
más clara de las incalculables riquezas de Cristo (Cf. Ef., 3,8).
- Los no creyentes, los ateos y agnósticos que consideran
innecesario a Dios y falsa toda creencia en una divinidad.
A estos hay que mostrarles con el uso de la ciencia
como esta no contradice a Dios. Dice el Concilio Vaticano
Segundo al respecto: El remedio del ateísmo hay que
buscarlo en la exposición adecuada de la doctrina
y en la integridad de vida de la Iglesia y de sus miembros
Como vemos, la labor de la Apologética es muy amplia y
muy rica en contenido, pues es poder explicar la doctrina
católica a todo el que la necesite. Esto fue entendido por
Juan Pablo II, quien en un discurso a los Obispos de Canadá
dio las pautas de la Apologética correcta. Coloco el extracto
completo pues creo es muy necesario para que vayamos
entendiendo el por qué de este curso y la finalidad para
ponerlo al servicio de la Iglesia[17]:
6. Enseñar la fe y evangelizar significa proclamar al
mundo una verdad absoluta y universal; pero debemos
hablar de un modo apropiado y coherente, que permita
a la gente acoger dicha verdad. Reflexionando sobre lo
que eso implica, Pablo VI especificó estas cuatro cualidades:
perspicuitas, lenitas, fiducia y prudentia, es decir, claridad,
mansedumbre, confianza y prudencia (cf. Ecclesiam suam, 75).
Hablar con claridad quiere decir que debemos explicar de manera
comprensible la verdad de la Revelación y las enseñanzas de
la Iglesia. No sólo debemos repetir, sino también explicar.
En otras palabras, hace falta una nueva apologética, que
responda a las exigencias actuales y tenga presente que
nuestra tarea no consiste en imponer nuestras razones,
sino en conquistar almas, y que no debemos entrar
en discusiones ideológicas, sino defender y promover el
Evangelio. Este tipo de apologética necesita una "gramática"
común con quienes ven las cosas de forma diversa y no
comparten nuestras afirmaciones, para no hablar lenguajes
diferentes, aunque utilicemos el mismo idioma.
Esta nueva apologética también tendrá que estar animada
por un espíritu de mansedumbre, la humildad compasiva
que comprende las preocupaciones y los interrogantes de
los demás, y no se apresura a ver en ellos mala voluntad
o mala fe. Al mismo tiempo, no ha de ceder a una interpretación
sentimental del amor y de la compasión de Cristo separada de la
verdad, sino que insistirá en que el amor y la compasión
verdaderos plantean exigencias radicales, precisamente porque son
inseparables de la verdad, que es lo único que nos hace libres (cf. Jn 8, 32).
Hablar con confianza significa que, a pesar de que otros puedan
negar nuestra competencia específica o reprocharnos las faltas
de los miembros de la Iglesia, nunca debemos perder de vista
que el evangelio de Jesucristo es la verdad a la que aspiran
todas las personas, aunque nos parezcan alejadas, reticentes u hostiles.
Por último, la prudencia, que el Papa Pablo VI define sabiduría
práctica y buen sentido, y que san Gregorio Magno considera la
virtud de los valientes (cf. Moralia, 22, 1), significa que debemos
dar una respuesta concreta a la gente que pregunta:
"¿Qué hemos de hacer?" (Lc 3, 10. 12. 14). El Papa Pablo VI
concluyó afirmando que hablar con perspicuitas, lenitas,
fiducia y prudentia, "nos hará discretos. Nos hará maestros"
(Ecclesiam suam, 77). Queridos hermanos en el episcopado,
estamos llamados a ser ante todo maestros de la verdad, que
no dejan de implorar "la gracia de ver la vida en su totalidad,
y la fuerza de hablar eficazmente de ella"
(Gregorio Magno, In Ezechielem, I, 11, 6).
La Apologética requiere claridad para no imponer sino
conquistar almas, humildad para preocuparse por los
interrogantes de los demás, confianza para saber
sortear los reproches y reconocer que la Verdad está en
Cristo, y prudencia para saber responder lo que se nos pregunta.
Resumen
La Apologética es la defensa sistemática de la fe católica,
busca llegar a los creyentes, a los no católicos y a los no
creyentes, para cada uno se exige un compromiso de responder
los retos presentados. Busca explicar lo que la Teología define
por fe en la autoridad divina y eclesiástica.
Se inició desde el siglo II como respuesta a los ataques judíos
y romanos que enfrentó el Cristianismo. Entre sus exponentes
están Justino Martir, Teófilo de Antioquía y Aristides.
Su importancia hoy día es fundamental ante el crecimiento
de las sectas y enemigos de la fe.
Debe basarse en la confianza, humildad, claridad y
mansedumbre, y sobre todo estar siempre sujeta a la
gracia de Dios, sin la cual nada podemos hacer.
Preguntas para reflexionar
- ¿Diferencio entre apología y apologética?
- ¿Qué relación hay entre Teología y Apologética?
- ¿A quienes se dirige la Apologética?
- ¿Qué valores debe tener la Apologética hoy día?
- ¿Siento real interés en continuar y aprender con el curso?
Para profundizar más puedes consultar la bibliografía utilizada en este tema.
BIBLIOGRAFIA DE CONSULTA
[2] "Método científico es el modo ordenado de proceder para el conocimiento de la verdad, en él ámbito de determinada disciplina científica."
[4] Cuando era niño, Demóstenes tenía un defecto de elocución en el habla.
Esquines se burlaba de ello, y se refería a él en sus discursos por el apodo
que le ponían, Bátalo, que al parecer podrían haber inventado o bien sus
pedagogos o bien sus propios compañeros de juegos. Según Plutarco,
durante el primer discurso público del joven Demóstenes, la audiencia s
e burlaba de su problema de elocución (dificultad en pronunciar la /R/) y
su extraño y correoso estilo, que estaba plagado de largas frases con
argumentos formalistas hasta un extremo duro y desagradable. Afirmaba el
de Queronea que tenía una debilidad en la voz, un habla extraña y difícil
de entender y una falta de aire que, al romper y desenlazar las frases,
oscurecía mucho el sentido y el significado de lo que decía. Demóstenes
llevó a cabo un estricto programa para superar esas deficiencias y mejorar
su locución. Trabajó la dicción, su voz y sus gestos hasta el punto que su
ahínco y su devoción se volvieron proverbiales. (Tomado de Wikipedia)
[5] Según la RAE: Discurso de palabra o por escrito, en defensa o alabanza
de alguien o algo.
Apologética Mariana
- ¿QUIÉN ES LA VIRGEN MARÍA?
- ¿POR QUÉ MARÍA ES CENTRO DE ATAQUE HOY EN DÍA?
- ¿POR QUÉ LA IGLESIA ES LA GRAN DEFENSORA DE MARÍA?
- ¿POR QUÉ LA IGLESIA LLAMA A MARÍA MADRE DE DIOS?
- ¿TUVO MARIA MÁS HIJOS?
- ¿QUÉ RELACION TUVO JOSÉ CON MARÍA?
- ¿POR QUÉ LA IGLESIA DICE QUE MARÍA NO TUVO PECADO? Jesús
estuvo bajo la Ley. En la ley, el pecado lo transfería la madre (Salmo 51, 7). Jesús NO puede tener pecado por lo tanto, por el poder de Dios, María fue preservada del pecado. En tanto a su maternidad, la palabra griega que se traduce llena de gracia es: Kecharito, la cual quiere decir que fue, que es y que será llena de gracia. La gracia es la ausencia del pecado. María se proclama en el Magnificat "Me alegro en el Dios que me salva" faltan 33 años para el calvario y la Salvación y ya María se proclama en presente Salvada.
María, que en hebreo quiere decir "Señora" o según otros, "Mar profundo de Tristeza", es la mujer con la cual se abre la promesa en la antigua alianza (Gen. 3:15) y con la cual cierra Simeón la antigua profecía (Lc. 2, 25-35). Es la Mujer que ha tenido un mayor contacto con la Santísima Trinidad en la historia. El Padre la selecciona entre todas las mujeres, El Espíritu Santo engendró un hijo en sus entrañas y la segunda persona tomó carne y sangre en su vientre. Si por Eva entró el pecado en el mundo, por la Virgen María entró la Salvación.
Desde el Génesis fue profetizada la "Enemistad entre la Mujer y el demonio" (Gen. 12, 13-18). También está escrito que el demonio hará la guerra a los hijos de la Mujer. Esta es la razón por la cual María es centro de división entre los cristianos y no de unión.
Porque María es nuestra Madre ya que la recibimos de Jesús en la Cruz, (Jn. 19, 25-28). Juan representa a toda la Iglesia, además, la gran promesa en Gn. 3, 15 dice que quienes podrían vencer a la descendencia de la serpiente, serían los hijos o descendencia de la Mujer. Nosotros somos la descendencia de la Mujer, esta Mujer es la Virgen María. Si el pueblo de Israel, son los hijos en la Fe de Abraham, nosotros somos los hijos en la Fe de María, la primera que acepto a Cristo como Señor y Salvador, la primera que recibió la unción del Espíritu Santo (Lc. 1).
En el evangelio de San Lucas 1, 39-45, Isabel, llena del Espíritu Santo dijo, "Que favor que la Madre de mi Señor venga a mí". La palabra griega para definir Señor que utiliza Isabel es "Kurios" que es la misma que se utiliza en la versión griega del Antiguo Testamento para traducir "Adonai". Cuando una persona habla bajo la unción del Espíritu Santo es Él quien habla, luego fue el mismo Espíritu Santo quien llama a María, Madre de Dios.
En el evangelio de San Marcos, se mencionan cuatro hermanos de Jesús, Santiago, José, Juda y Simón los cuales nunca son llamados hijos de María. La palabra hebrea "Aha" se utiliza como hermano, tío, primo, pariente; por ejemplo en Génesis 13, 8 se menciona a Lot como "hermano, Aha" de Abraham, sin embargo son tío y sobrino (Gen 12, 5). En el mismo evangelio de Marcos 15, 40 se nombran a José y Santiago como "hijos" de María; en Juan 19, 25 se aclara que esta María era hermana (Aha) de la Madre de Jesús. En Hechos 1, 13 se mencionan a Simón y Judas como seguidores del Maestro.
La relación de José con la Virgen María fue la de proveer legalidad y sostén al Redentor. En Mateo 2, 3 el Ángel le dice a José, "Toma al Niño y a su Madre". La forma hebrea para referirse a la mujer de José, es la Madre de Jesús. San Mateo 1, 18 dice "No la conoció hasta que parió a su hijo primogénito". Él "hasta", indica anterioridad, no condiciona lo que ocurrió después. En Segunda de Samuel 6, 23 dice "Micol hija de Saúl, no tuvo más hijos hasta, que murió". ¿Tuvo hijos después de muerta?
Esto no está en la Biblia. La Asunción de María no esta bíblicamente expresada, pero está en la tradición de la Iglesia. Muchas personas se preguntan, ¿por qué no está en la Biblia? Podríamos, responderles, tampoco Martín Lutero está y sabemos que existió.
Estos fueron hechos que sucedieron después de terminados los libros que componen los Evangelios, sin embargo aunque no está en la Biblia, ésta no la contradice, pues antes de María, Henoc en Gen 5, 24 y Elías en II de Reyes 2, 11 fueron llevados en cuerpo y alma al cielo.
Dice la Palabra "El que se humilla será ensalzado". María se humilla a esclava (Lc 1, 38) y Jesús la ensalza a lo opuesto que es, Reina, ¿lógico verdad?. Además en I Reyes 2, 19 dice que en el Reino de David la madre del Rey se sienta a la derecha del Rey. Jesús es Rey (Jn 18, 37) es heredero del reino de David (Lc 1, 32) por lo tanto el lugar de María es un trono a la derecha de su Hijo que es Rey.
En Juan 2, 1-12 María demostró hasta la saciedad su poder de intercesión.
- "Pero es que hay un solo intercesor y es Cristo".
Cierto, ante el Padre solo existe un sólo intercesor que es Jesús, pero ante Jesús, María intercede por nosotros. Al igual que un pastor evangélico ora por un enfermo ante Jesús, de la misma manera María ora por nosotros.
- "Pero María esta muerta"
Falso, Lucas 20, 38 dice": Que Dios no es Dios de muertos sino de vivos, porque para El todos viven". Además Apocalipsis 6, 9-10 y 8, 3 nos muestra a las almas clamando a DIOS aun después de abandonar este mundo.
- LOS CATÓLICOS ADORAN A MARÍA
No, la Iglesia no se cansa de proclamar que nosotros honramos a María como lo hacia Jesús y la proclamamos bendita, cumpliendo la profecía bíblica (Lc 1, 48) pero la adoración es única y propia de Dios y María es criatura.
- ¿POR QUE REZAN EL ROSARIO SI NO ESTÁ EN LA BIBLIA?
- ALGUNAS PERSONAS DICEN QUE LAS APARICIONES DE MARÍA SON COSAS DEL DEMONIO.
No hay oración más Bíblica que el rosario. Todos los misterios están en la Biblia. El Padre Nuestro, también esta en la Biblia así como la primera parte del Ave María. El Rosario es una oración más Bíblica que muchas que se hacen en algunas iglesias. En cuanto a la repetición, dice Marcos 14, 39 que Jesús repetía muchas veces la misma oración, el rosario es una meditación en una oración.
Falso. María según Apocalipsis 12, tiene la misión de anunciar la segunda venida de Cristo. En las apariciones, María, no trae al mundo mensajes propios, trae un mensaje Evangélico de conversión, arrepentimiento y retorno a las Escrituras. El demonio no puede predicar conversión a Jesús. Y los frutos de Paz, conversión y alegría que se ven en las personas que asisten a estos eventos no pueden venir del maligno. Dice la Escritura que atribuir al demonio las obras de Dios es pecado contra el Espíritu Santo y éste no es perdonado (Mateo 12, 22-32).
Hermanos, dice Timoteo 2, 23-24 que la Biblia es para edificación no para discusión. Ama a María y Ella te llevara al JESUS que tanto buscas, pues ella lo conoce muy bien, lo llevó en su vientre por nueve meses, lo alimentó, cuidó y guió por 30 años. Nadie lo conoce como Ella. Nadie le da Gloria a Dios quitándole Honra a María, pues la Honra de María es la gloria de Dios.
Comenzaré colocando una lista inicial tomada del portal católico Corazones.org,
1) Apologética.org
2) Apologética.americas
3) Apologeticacatolica.org
4) Apóstoles.org -Misioneros de la Palabra
5) BuenaNueva.net
6) Catholicapologetics.com
7) Conocereisdeverdad.com
8) DefiendeTuFe.org
9) DefiendeTuFe.com
10) Diálogo Religioso
11) ForoCatolicoDePatriarca
12) Infpage.com/concordancia
13) Interrogantes.net
14) Luxdomini.com/apologetica
15) Mercaba
16) Mi_fe_catolica.blogspot.com
17) Non Praevalebunt
18) refugiodelsenor.org
19) San Miguel
20) SiempreFiel.org
21) Siloe
22) TeologoResponde.com.ar
23) LaVerdadCatolica.org
24) Unrealbug.com/ (Actualmente fuera de línea)
25) Libroscatolicos.org
26) Miscelánea teológica
27) Página de apologética de Corazones.org
Otros sitios de apologética anexados en base a sugerencias:
28) Blog Agua Viva
29) Blog Apologética Universal
30) Blog Reforma y apostasía (3 votos)
31) Blog Razones para nuestra esperanza
32) Churh Forum
33) conoZe.com (2 votos)
34) Catholic.net (2 voto)
35) ewtn.com/spanish/preguntas (1 voto)
36) patristica.info (1 voto)
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