jueves, 3 de enero de 2013

Epifanía La manifestación del Señor

Epifanía del Señor
6 de enero

 
Los Reyes Magos siguen la estrella a Belén
La Epifanía es una de las fiestas litúrgicas más antiguas, más aún que la misma Navidad. Comenzó a celebrarse en Oriente en el siglo III y en Occidente se la adoptó en el curso del IV. Epifanía, voz griega que a veces se ha usado como nombre de persona, significa "manifestación", pues el Señor se reveló a los paganos en la persona de los magos.

Tres misterios se han solido celebrar en esta sola fiesta, por ser tradición antiquísima que sucedieron en una misma fecha aunque no en un mismo año; estos acontecimientos salvíficos son la adoración de los magos, el bautismo de Cristo por Juan y el primer milagro que Jesucristo, por intercesión de su madre, realizó en las bodas de Caná y que, como lo señala el evangelista Juan, fue motivo de que los discípulos creyeran en su Maestro como Dios.
Para los occidentales, que, como queda dicho más arriba, aceptaron la fiesta alrededor del año 400, la Epifanía es popularmente el día de los reyes magos. En la antífona de entrada de la misa correspondiente a esta solemnidad se canta: "Ya viene el Señor del universo. en sus manos está la realeza, el poder y el imperio". El verdadero rey que debemos contemplar en esta festividad es el pequeño Jesús. Las oraciones litúrgicas se refieren a la estrella que condujo a los magos junto al Niño Divino, al que buscaban para adorarlo.
Precisamente en esta adoración han visto los santos padres la aceptación de la divinidad de Jesucristo por parte de los pueblos paganos. Los magos supieron utilizar sus conocimientos-en su caso, la astronomía de su tiempo- para descubrir al Salvador, prometido por medio de Israel, a todos los hombres.
El sagrado misterio de la Epifanía está referido en el evangelio de san Mateo. Al llegar los magos a Jerusalén, éstos preguntaron en la corte el paradero del "Rey de los judíos". Los maestros de la ley supieron informarles que el Mesías del Señor debía nacer en Belén, la pequeña ciudad natal de David; sin embargo fueron incapaces de ir a adorarlo junto con los extranjeros. Los magos, llegados al lugar donde estaban el niño con María su madre, ofrecieron oro, incienso y mirra, sustancias preciosas en las que la tradición ha querido ver el reconocimiento implícito de la realeza mesiánica de Cristo (oro), de su divinidad (incienso) y de su humanidad (mirra).
A Melchor, Gaspar y Baltasar -nombres que les ha atribuido la leyenda, considerándolos tres por ser triple el don presentado, según el texto evangélico -puede llamárselos adecuadamente peregrinos de la estrella. Los orientales llamaban magos a sus doctores; en lengua persa, mago significa "sacerdote". La tradición, más tarde, ha dado a estos personajes el título de reyes, como buscando destacar más aún la solemnidad del episodio que, en sí mismo, es humilde y sencillo. Esta atribución de realeza a los visitantes ha sido apoyada ocasionalmente en numerosos pasajes de la Escritura que describen el homenaje que el Mesías de Israel recibe por parte de los reyes extranjeros.
La Epifanía, como lo expresa la liturgia, anticipa nuestra participación en la gloria de la inmortalidad de Cristo manifestada en una naturaleza mortal como la nuestra. Es, pues, una fiesta de esperanza que prolonga la luz de Navidad.
Esta solemnidad debería ser muy especialmente observada por los pueblos que, como el nuestro, no pertenecen a Israel según la sangre. En los tiempos antiguos, sólo los profetas, inspirados por Dios mismo, llegaron a vislumbrar el estupendo designio del Señor: salvar a la humanidad entera, y no exclusivamente al pueblo elegido.
Con conciencia siempre creciente de la misericordia del Señor, construyamos desde hoy nuestra espiritualidad personal y comunitaria en la tolerancia y la comprensión de los que son distintos en su conducta religiosa, o proceden de pueblos y culturas diferentes a los nuestros.
Sólo Dios salva: las actitudes y los valores humanos, la raza, la lengua, las costumbres, participan de este don redentor si se adecuan a la voluntad redentora de Dios, "nunca" por méritos propios. Las diversas culturas están llamadas a encarnar el evangelio de Cristo, según su genio propio, no a sustituirlo, pues es único, original y eterno.


Reyes MagosEpifanía
La manifestación del Señor
El Evangelio de San Mateo (2,1-12) relata la historia de los magos. Ver también: La liturgia del día. Ver también del Oficio de Lectura

Epifanía significa "manifestación". Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos:
  • Su Epifanía ante los Magos de Oriente: Manifestación a los paganos.
  • Su Epifanía del Bautismo del Señor: Manifestación a los judíos por medio de San Juan Bautista.
  • Su Epifanía de las Bodas de Caná: Manifestación a Sus discípulos y comienzo de Su vida pública por intercesión de su Madre María.
Los Magos
Ver también: Magos de Oriente -enseñanza.

La Epifanía que mas celebramos en el occidente es la de los Magos, la manifestación a los paganos. Esta debe ser causa particular de alegría y agradecimiento para nuestros pueblos, convertidos del paganismo.
Dios llama a todos los pueblos, de todas las razas, culturas y religiones. Pero la llamada requiere respuesta. Hay que salir de donde estamos e ir al Señor hasta encontrarlo en los brazos de María.
"Reyes Magos"
En aquella época, los persas llamaban "magos" al sacerdote. Mas tarde la tradición les llamó "reyes", por alusión al salmo 72,10-11 : "Los reyes de occidente y de las islas le pagarán tributo. Los reyes de Arabia y de Etiopía le ofrecerán regalos. Ante él se postrarán todos los reyes y le servirán todas las naciones"
De oriente: El oriente, para los judíos, era Arabia, Persia o Caldea.
La estrella que vieron ha suscitado varias hipótesis. Antiguamente se dijo que fue un cometa. Pero estudios astronómicos parecen indicar que fue la conjunción de los planetas Saturno y Júpiter >>>
Sus nombres y regalos
Sus nombres no aparecen en la Biblia, solo sabemos que vienen de oriente. Pero la tradición les ha dado nombres:
  • Melchor, tradicionalmente un anciano blanco con barbas, trae como regalo oro que representa la realeza de Cristo.
  • Gaspar, joven, de piel morena, trae incienso, representando la divinidad de Cristo.
  • Baltasar, de raza negra, ofrece al Niño Dios mirra (sustancia que se utiliza para embalsamar cadáveres) representando Su humanidad, el sufrimiento y la muerte del Señor.
Las tradiciones populares han ido añadiendo detalles sobre lo que en verdad se conoce. Por ejemplo, se dice que los reyes eran, uno rubio, uno moreno, otro negro.
Muy posible los magos conocían algunas profecías mesiánicas de los judíos porque estos residían en todos los países, por eso llegaron a Jerusalén y acuden al palacio de Herodes preguntando por el rey de los judíos, cuya estrella habían visto.
Los Padres de la Iglesia reconocían en la adoración del Niño por los Reyes Magos, la aceptación de la divinidad de Jesucristo por parte de los pueblos paganos. Los magos no eran parte del pueblo de Israel, pero supieron utilizar sus conocimientos (astronomía) para descubrir al Salvador. Se cumplió primero en ellos la profecía de que por medio de Israel, Dios se manifestaría a todos los hombres. Jesús vino para salvar a todos, no solo los judíos.
Herodes descubre en el anuncio del nacimiento de un rey una amenaza para sus intereses. Utiliza la mentira con intenciones criminales. No se sentía seguro en su trono porque los judíos lo odiaban. Era hijo del idumeo Antipatro, quien ayudó a los romanos a conquistar a Palestina. Su título de rey se lo debía a los romanos y los judíos no aceptaban que un extranjero fuese su rey. Herodes se había casado con una princesa judía pero la mandó a asesinar junto con los hijos que tuvo con ella.
Los sumos sacerdotes y los maestros de la ley, por su parte, supieron informar a los Reyes Magos sobre donde debía nacer el Mesías según las profecías (Miqueas 5,2): en Belén de Judá; sin embargo ellos mismos no fueron a adorarlo.
Los magos buscaban a Dios en las estrellas, pero estas les guiaron para encontrarlo en la tierra, en la humildad, junto con María, Su Madre.

 Epifanía



 


 
Epifanía (hacia 1589), de Roland de Mois.
La Epifanía (por etimología del griego: επιφάνεια que significa: "manifestación; un fenómeno ") es un acontecimiento religioso. Para muchas culturas las epifanías corresponden a revelaciones o apariciones en donde los profetas, chamanes, médicos, brujos u oráculos interpretaban visiones más allá de este mundo.
Es también una fiesta cristiana en la que Jesús toma una presencia humana en la tierra, es decir Jesús se "da a conocer".

 Introducción

El término Epifanía puede ser entendido[1] para traducir el concepto de "gloria de Dios" que indica las huellas de su paso o, más simplemente, su presencia. En el Nuevo Testamento, en las cartas paulinas tardías, se refiere a la entrada de Cristo en el mundo, presentada como la del emperador que viene a tomar posesión de su reino (latín: adventus, de ahí el tiempo de Adviento como preparación a la Navidad). A partir de este significado, el término se usó en Oriente para indicar la manifestación de Cristo en la carne y a continuación, a partir del siglo IX, para designar la fiesta de la revelación de Jesús al mundo pagano. Esta es la fiesta que se sigue celebrando el día 6 de enero.
En la narración de la Biblia Jesús se dio a conocer a diferentes personas y en diferentes momentos, pero el mundo cristiano celebra como epifanías tres eventos, a saber:
En realidad la fiesta de epifanía que más se celebra es la que corresponde al día 6 de enero de cada año en la que los tres magos, según la tradición (en las traducciones de Biblias protestantes, y ya actualmente en las últimas traducciones de las biblias católicas, elaboradas en colaboración ecuménica e interconfesional, se menciona el adjetivo sabios) denominados: Gaspar, Melchor y Baltasar que aparecen del oriente para adorar la primera manifestación de Jesús como niño ofreciendo tres regalos simbólicos: oro, incienso y mirra. En realidad, la Biblia no habla del número de los magos, o sabios, ni tampoco de sus nombres. Ha sido la tradición posterior la que ha identificado su número y nombres. Los restos de los magos descansan en la Catedral de Colonia en Alemania.

 Orígenes

La Epifanía es una de las fiestas litúrgicas católicas más antiguas, más aún que la misma Navidad. En Egipto y Arabia se celebraba el solsticio de invierno en el año 361.
En el siglo XV existía en Florencia una hermandad denominada la "Compagnia dei Magi" se trataba de una de las congregaciones más importantes de la ciudad. Esta hermandad imitaba cada cinco años el viaje de los Reyes Magos por las calles de Florencia, encuadrándose entre los episodios más suntuosos de la ciudad toscana.

Día de los Reyes Magos

En algunos países este día es tradicional hacer regalos a los niños conmemorando los presentes que los Magos llevaron al Niño Jesús, según cuenta el evangelio de San Mateo. Este evangelio menciona que unos Magos siguieron una brillante estrella para adorar y llevar regalos al Niño Jesús.
Según la tradición, Gaspar, Melchor y Baltasar (según ciertas creencias representan a Europa, Asia, y África respectivamente) llegaron en un caballo, en un camello y un elefante (o en tres camellos dependiendo del país) trayendo consigo oro, incienso y mirra.

Costumbres por región

 España

En España, la tradición es que los niños escriban una carta a los Magos y que se envía días antes del día de Epifanía. En este día, popularmente conocido como Noche de Reyes (de la noche del 5 de enero al día 6 de enero) se consume el deseado roscón de reyes que contiene un haba, desde antiguo (esta tradición puede remontarse a la época romana) el que la encontraba era el rey de la reunión (lease Caro Baroja "El Carnaval"), en la actualidad el imperio de las casas comerciales han impuesto que una sorpresa en forma de figurilla corresponda al coronado, castigando al que recibe el haba a pagar el roscón.
En muchos lugares es también tradición dejarles algo de comer y beber (normalmente algún licor o vino, y dulces) a los Reyes Magos y a sus camellos. Los platos al día siguiente aparecen vacíos, y en su lugar aparecen los regalos.
El día anterior se realiza una cabalgata de Reyes Magos en diferentes lugares y ciudades de España donde aparecen los magos con los regalos que durante esa noche ofrecerán a los niños.
Antes de irse a dormir, se coloca un zapato de cada persona de la casa en fila, y los reyes ponen los regalos de cada uno junto al zapato correspondiente.

América

Se dice que el fundador de Lima (Perú), Francisco Pizarro impuso a la naciente capital el mágico nombre de Ciudad de los Reyes porque coincidió con la fecha en que los Reyes Magos se encaminaron a Belén, al igual que el gobernador y sus compañeros andaban buscando en los arenales entre Lima y Pachacámac el lugar más adecuado para establecer la nueva capital. Sea esta historia cierta o no lo real es que cada 6 de enero tres policías montados y vestidos como los magos de Oriente cabalgan por el centro de la ciudad llevando tres ofrendas que depositarán en el Nacimiento (Belén) que hace la Municipalidad al lado de su local Institucional. La costumbre en Perú, no obstante de la celebración de los reyes Magos ha caído en desuso, cambiándose por otra: En el interior de dicho país y en algunas zonas de Lima, se acostumbra celebrar la Bajada de Reyes el mismo día; que consiste en una pequeña celebración mientras el Nacimiento es desmontado y guardado para la próxima Navidad. Algunas personas festejan con vecinos y familiares e incluso algunas instituciones privadas han adoptado esta celebración.
En casi toda la región, en la noche del 5 de enero los pequeños ponen una carta para los Tres Reyes Magos dentro de sus zapatos debajo del árbol de Navidad antes de irse a dormir, y de esta forma hacen saber a los Reyes Magos cuantos niños viven en esa casa. En Puerto Rico, República Dominicana, Argentina y Uruguay en la Víspera de Reyes los niños cortan grama fresca y la ponen en una caja de zapatos junto con agua para que los camellos de los Tres Reyes Magos tengan alimento a lo largo de su travesía.
Aunque muchas familias dan regalos a sus hijos en Navidad, el día de Reyes sigue siendo una de las más importantes tradiciones.
El ritual empieza en la tarde o a la hora de cenar. La familia comparte una deliciosa rosca, el pan está hecho con Flor de Naranja y mantequilla, decorado con frutas cristalizadas (rosca de reyes en México, Argentina y Uruguay).
En México, dentro de la rosca se encuentra una o varias figuras pequeñas en forma de niño que representa al niño Jesús. Quien encuentre el muñeco en su trozo de rosca debe preparar una fiesta el 2 de febrero, día de la Candelaria, ofreciendo tamales y atole (una bebida que se espesa con harina de maíz que se sirve caliente). Mucha gente no quiere que le toque el muñequito debido a esta tradición, pero recibir el muñequito es una bendición para el año que va empezando. En ese día se presenta al niño Dios del nacimiento al templo en una canasta adornada con velas.

Epifanía en el arte

La Adoración de los Magos ha sido representada multitud de veces en el arte. Algunas de ellas son:

Referencias

  1. según Giacomo Cannobio, en los Setenta

La Epifanía del Señor



LOS REYES MAGOS.
Es una tradición muy arraigada en nuestro país, sobre todo en los estados del centro y sur, celebrar el 6 de enero a los "Reyes Magos", recordando aquel episodio del Evangelio en el que unos Magos de Oriente llegaron a adorar y dar regalos a Jesús "Rey de los Judíos", según la manifestación de una gran estrella. (Cf. Mt 2, 1-12) Esta fiesta es una tradición cargada de significado. En realidad celebramos la Manifestación del Señor a todo el mundo, es decir la Epifanía. Dios se les revela, no sólo a los pastores, no sólo a los judíos, también a aquellos hombres de ciencia, ricos y poderosos que se ponen en camino desde tierras lejanas, en busca de la estrella que interpretan como una manifestación de la presencia de Dios; significa que el Hijo de Dios debe ser reconocido por todos los hombres, de todos los lugares, de todos los tiempos.


Los Magos de Oriente se postran ante Jesús Niño y lo adoran, con sus regalos hablan de lo que ellos encuentran en Él: El oro se le ofrece sólo a los reyes, por lo que reconocen en Jesús al Rey; el incienso se le ofrece sólo a Dios, por lo que revelan que Jesús es Dios; y la mirra es un perfume que reconoce en Jesús Rey, Hijo de Dios, también a un Hombre.
Es una bella historia que merece nuestra reflexión. Además de que es una oportunidad para continuar meditando en el gran Misterio de la Encarnación, y para compartir en familia las bendiciones y gracias que este milagro nos trajo.


Tradición.
La tradición mexicana nos invita a compartir la "Rosca de Reyes", costumbre también llena de significados importantes: el pan en forma de rosca evoca a Dios Eterno, que no tiene principio ni fin; las frutas dulces con que se decora nos recuerdan la gracia que Jesús nos trae; el muñequito escondido entre la masa representa al Niño Jesús que todos debemos buscar, quien lo encuentra se llena de tanto gozo que desea compartirlo con todos, por lo que promete una fiesta el próximo día dos de febrero, día de la "Candelaria" (luz) o Presentación del Señor. Jesús es la "Luz para iluminar a todos los pueblos" (Lc 2, 32). Y los bautizados hemos sido iluminados con esa Luz de Cristo.
Los cristianos siempre tenemos el compromiso de buscar, encontrar y compartir a Jesús con los demás.



Historia.
La fiesta de la Epifanía es de origen Oriental y surgió en forma similar a la Navidad de Occidente.
Los paganos celebraban en Oriente, sobre todo en Egipto, la fiesta del solsticio invernal el 25 de diciembre y el 6 de enero el aumento de la luz. En este aumento de la luz los cristianos vieron un símbolo evangélico. Después de 13 días del 25 de diciembre, cuando el aumento de la luz era evidente, celebraban el nacimiento de Jesús, para presentarlo con mayor luz que el dios Sol. La palabra epifanía es de origen griego y quiere decir manifestación, revelación o aparición. Cuando la fiesta oriental llegó a Occidente, por celebrarse ya la fiesta de Navidad, se le dio un significado diferente del original: se solemnizó la revelación de Jesús al mundo pagano, significada en la adoración de los "magos de oriente" que menciona el Evangelio.



Significado.
Hoy la Iglesia celebra la Epifanía para recordar la Manifestación del Señor a todos los hombres con el relato de los Magos de Oriente que nos narra el Evangelio (Mt 2, 1-12). Aquellos hombres que buscaban ansiosamente simbolizan la sed que tienen los pueblos que todavía no conocen a Jesús.
La Epifanía, en este sentido, además de ser un recuerdo, es sobre todo un misterio actual, que viene a sacudir la conciencia de los cristianos dormidos.
Para la Iglesia la Epifanía constituye un reto misional: o trabaja generosa e inteligentemente para manifestar a Cristo al mundo, o traiciona su misión. La tarea esencial e ineludible de la Iglesia es trabajar para llevar a Cristo a todos aquellos que no lo conocen.
La llegada de los magos, que no pertenecen al pueblo elegido, nos revela la vocación universal de la fe. Todos los pueblos son llamados a reconocer al Señor para vivir conforme a su mensaje y alcanzar la salvación.
La descripción que hace el Evangelio de la llegada de los magos a Jerusalén y luego a Belén, la reacción de Herodes y la actuación de los doctores de la ley, encierra una carga impresionante de enseñanza.


  • Unos hombres extranjeros que siguen el camino indicado por la estrella, para adorar al recién nacido Rey de los judíos.

  • Los conocedores de las Escrituras en Jerusalén que quedan indiferentes ante aquella luz del cielo, que anuncia el acontecimiento esperado por siglos.

  • La envidia del rey Herodes ante el temor de que surja un rey "mayor" que él.


Ante este relato tan cargado de significado, nos queda reflexionar seriamente:


  • ¿Somos como aquella Jerusalén, "conocedora de las Escrituras", pero incapaz de reconocer y menos de seguir el camino de la Luz de Cristo?

  • O ¿somos como los magos de oriente, en búsqueda siempre de la verdad y dispuestos a ponerse en camino hacia Jesús, Rey y Señor de la historia?



2 de Febrero "La candelaria". La presentación del Señor.
Si encontraste el "muñequito" de la Rosca de Reyes, que representa al Niño Jesús, en este día 2 de febrero, haces una fiesta para compartir con los demás esa gran alegría. Jesús, la "Luz del Mundo", participa de esa luz a cada bautizado por lo que el cristiano tiene el deber de "iluminar" a los demás con la luz de Cristo.


Simeón dijo de Jesús que es "Luz para iluminar a todos los pueblos" (Lc 2, 32). En el siglo V se comenzaron a usar las veladoras para subrayar esas palabras del profeta, dándole más colorido a la celebración, por esto la tradición llama a la fiesta de la Presentación del Señor "día de la Candelaria".
A esta fiesta se le llamó también de la Purificación de María, se celebra 40 días después del nacimiento de Jesús, cuando María y José, cumpliendo con la doble prescripción de Moisés, acuden al templo a presentar al Niño Jesús, para ofrecerlo a Dios y llevar ofrendas por la purificación de la Madre.
Cada fiesta que los cristianos celebramos nos debe llevar a un compromiso, en este caso, hemos de recordar las palabras de Jesús:


"Ustedes son luz para el mundo. No se puede esconder una ciudad edificada sobre un cerro. No se enciende una lámpara para esconderla en un tiesto, sino para ponerla en un candelero a fin de que alumbre a todos los de la casa Así pues, debe brillar su luz ante los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre de ustedes que está en los cielos". (Mt. 5, 14-16)

Es oportuno ahora reflexionar:
¿Qué hago con la Luz de la Fe que Dios me regaló en mi bautismo?
¿Mi vida sirve para "iluminar" a otros, evitando que caminen en la oscuridad?




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