“Bernabé estuvo de acuerdo y quería llevar con ellos a Juan Marcos; pero Pablo se opuso terminantemente ya que Juan Marcos los había abandonado en Panfília y no había continuado con ellos en el trabajo. Su desacuerdo fue tan intenso que se separaron. Bernabé tomó a Juan Marcos consigo y navegó hacia Chipre.” – Hechos 15.37-38
Algunas personas leen este pasaje y piensan, “entiendo el punto de vista de Pablo y estoy de acuerdo con su decisión.” Otros leen el mismo pasaje y piensan, “Pablo cometió un error y hasta quedo como el malo.
Bernabé tomó la decisión correcta.” Aunque algunos días tiendo a acordar con uno y otros días con el otro, ambas decisiones parecen verosímiles y entendibles. Yo diría que todos necesitamos en nuestras vidas personas como Bernabé Y como Pablo.
Juan Marcos, el hombre en cuestionamiento, abandonó a Pablo y a Bernabé. Ellos estaban en Panfília, y Juan Marcos, prácticamente se levantó y se fue sin regresar. Hizo algo que ninguno de nosotros apreciaríamos. Pablo no confiaba en él, y con toda razón. Bernabé quería darle otra oportunidad, también entendible.
Creo que todos necesitamos personas como estas en nuestras vidas; personas que nos van a hacer responsables por lo que hacemos, pero también personas que nos den otra oportunidad. Hay personas en mi vida que no confían en mi por cosas que he hecho, y no están equivocadas en sentirse así.
También hay personas en mi vida que me han levantando y han dicho, “Continuemos por donde quedamos y dejemos que la gracia de Dios trabaje en esto.” Creo que al tener solo uno de estos dos tipos de personas nos dejaría con una perspectiva no saludable, o por lo menos seríamos tentados a ver las cosas un tanto desbalanceadas.
También necesitamos aprender a responder a los demás de ambas maneras. Algunas veces necesitaremos dejar que esas personas vivan en las consecuencias de sus acciones, para que puedan entender el impacto de sus malas decisiones. Por otro lado, algunas veces tendremos que permitir que ellos regresen a nuestro lado, a pesar del pasado.
Dale un vistazo a las relaciones en tu vida. Acepta la manera en que los demás te ven. Algunos puede que no confíen en ti por lo que has hecho, es posible que tendrás que aceptarlo. Algunos otros, tal vez te han dado la bienvenida sin importar cuantas veces has fallado.
Hoy, agradece por ambos, porque ellos te ayudan a ver el panorama completo. En tu propia vida, aprende a mostrar ambos lados de esa moneda y si vas a hacer una mas que la otra, te recomiendo mucha gracia.
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