lunes, 4 de noviembre de 2013

Godofredo de Amiens, Santo


Obispo, 8 Noviembre
 
Godofredo de Amiens, Santo
Godofredo de Amiens, Santo

Monje
Noviembre 8



Etimológicamente significa “paz de Dios”. Viene de la lengua alemana.

En junio de 2002 se habla mucho de la Convención Europea como una forma de llegar a su propia identidad, teniendo en cuenta las raíces de su pasado...Hay que tener confianza en los valores de la solidaridad, la subsidiaridad y la transparencia...La libertad religiosa debe ser reconocida a nivel de la Comunidad Europea.

Vino al mundo en el año 1066 en Soissons y murió aquí mismo en 1115.

De joven vio que su vocación se inclinaba por ser monje. A los 30 vivía muy feliz como un sencillo religioso en la abadía de Mont-Martin.

En pocos años supo darle prosperidad a la abadía y a todos los alrededores.

Cuando el arzobispo se enteró de quién era este monje, le ofreció que se hiciera cargo de la abadía de san Remigio, la más importante de su diócesis.

Godofredo le contestó diciéndole que no quería. De hacerlo, sería como un hombre que deja a su mujer para irse con otra más guapa.

No obstante, se pensó el tema de la obediencia y, al final, aceptó no ser abad sino obispo de Amiens.

Proveniente de una vida monacal, forjada en la austeridad, empezó por reformar al clero que estaba sumido en la simonía y no administraba los sacramentos. Una gran degradación moral y religiosa.

Y no solamente quiso reformar al clero, sino que también se puso duro con los señores que acampaban por sus fueros.

Estos últimos se unieron para hacerle la vida imposible. Se encontró de pronto sin amigos.

Por eso, una noche salió huyendo a la Cartuja para esconderse y vivir en paz.

Lo encontraron y le obligaron a volver a la diócesis. Pero estaba ya extenuado de fuerzas y murió poco después en la abadía de San Crispín de Soissons.


San Godofredo de Amiéns, obispo
fecha: 8 de noviembre
n.: c. 1066 - †: 1115 - país: Francia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Soissons, de Francia, muerte de san Godofredo, obispo de Amiens, que educado en la vida monástica desde los cinco años, padeció mucho en su labor incansable de dar solución a las luchas en la ciudad entre señores y plebeyos, así como por su dedicación a la reforma del clero y del pueblo.

A los cinco años de edad, Godofredo fue confiado al cuidado del abad de Mont-Saint-Quentin. Más tarde, el santo tomó el hábito y recibió la ordenación sacerdotal. Fue elegido abad del monasterio de Nogent, en Champagne. La comunidad constaba de una docena de monjes, y la disciplina monástica estaba en tan mal estado como los edificios. Bajo la dirección de san Godofredo, el monasterio empezó a prosperar. En vista de ese éxito, el arzobispo de Reims y su capítulo trataron de imponer al santo el gobierno de la gran abadía de san Remigio. Godofredo interrumpió las deliberaciones, citó con vehemencia varios cánones en contra y añadió: «¡No permita Dios que yo abandone a una esposa pobre para casarme con una rica!» Sin embargo, en 1104, fue elegido obispo de Amiens. Su residencia era verdaderamente digna de un discípulo de Cristo, pues Godofredo no olvidó nunca que era monje. En efecto, vivía muy modestamente: en cierta ocasión en que le pareció que su cocinero le trataba demasiado bien, fue a la cocina, tomó los mejores platillos y los repartió entre los pobres y los enfermos.

En el gobierno de la diócesis el santo era firme, severo e inflexiblemente justo. Un día de Navidad en que había ido a cantar la misa en presencia del conde de Artpis, en Saint-Omer, se negó a aceptar las dádivas de los nobles hasta que éstos aceptaron vestirse y vivir con mayor sencillez. San Godofredo obligó a la abadesa de San Miguel de Doullens a ir a pie a Amiens a recibir una reprimenda por haber tratado injustamente a una religiosa. Según se cuenta, el santo le mandó que buscase por toda la ciudad a la religiosa, a la que él había escondido en su propia casa. San Godofredo reclamó enérgicamente la jurisdicción sobre la abadía de Saint-Valéry. Lo que originó esa larga disputa fue que los monjes no quisieron que el obispo bendijese los manteles de los altares de su iglesia. San Godofredo tuvo que luchar mucho contra la simonía y en favor del celibato eclesiástico en su diócesis. Se cuenta que, por esa razón, una mujer intentó darle muerte. La energía del santo le hizo muy impopular entre las gentes de vida poco edificante; ello desalentó mucho a Godofredo, quien llegó a pensar en renunciar a su cargo y hacerse cartujo. Hay que reconocer que, en ciertos casos, era excesivamente severo. Por ejemplo, prohibió que se comiese carne los domingos de cuaresma. En noviembre de 1115, partió a tratar ciertos asuntos con su metropolitano; murió durante el viaje, en Soissons, donde fue sepultado.

Nuestra principal fuente de información es lo que Guiberto de Nogent cuenta sobre san Godofredo en su autobiografía. La biografía latina escrita por un monje de Soissons llamado Nicolás es mucho más detallada y no carece de valor en ciertos aspectos; pero el autor trata de exaltar a su biografiado y algunas de sus afirmaciones son ciertamente incorrectas. Nicolás escribió alrededor de 1138. A. Poncelet publicó en Acta Sanctorum, nov., vol. III, los principales pasajes de Guiberto y la biografía de Nicolás, con una luminosa introducción. Véase también A. de Colonne, Histoire de la ville d'Amiens (1899), vol. I, pp. 123-142; C. Brunei, en Le moyen üge, vol. XXII (1909), pp. 176-196; y J. Corblet, Hagiographie d'Amiens (1870), vol. II, pp. 373-445.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
 

No hay comentarios: