martes, 12 de febrero de 2013

Nostriano de Nápoles, Santo

Obispo, 14 de febrero
Nostriano de Nápoles, Santo
Nostriano de Nápoles, Santo

Obispo

Martirologio Romano: Conmemoración de san Nostriano, obispo de Nápoles (c. 450).
Es el decimoquinto en la lista episcopal del diácono Juan. Se distinguió en defender su rebaño de la insidia de las herejías que cuales serpientes querían ingresar en Nápoles. En el otoño de 439, caída Cartago en manos de los Vándalos de Genserico, una gran cantidad de clérigos –escribió el historiador de aquellos hechos, Víctor de Vita– fue obligada a dejar la tierra natal.

Privados de todo, fueron puestos sobre embarcaciones muy precarias, pero milagrosamente algunos lograron salvarse y arribar a la costa napolitana y fueron acogidos con atenta cortesía por el obispo Nostriano. Entre los prófugos estaban los santos obispos Gaudioso de Abitinia y Quodvultdeus de Cartago.

Este último, viviendo en Nápoles, desenmascaró a Floro, quien «no lejos de Nápoles» hacía propaganda al pelagianesimo impregnada también de maniqueísmo. Casi indudablemente Floro es el mismo obispo pelagiano, condenado en el concilio de Efeso (431) junto a Celestio, Pelagio y Julián de Eclana y que convenció al mismo Julián para que retomara la pluma para replicar el libro De Nuptiis et Concupiscentia, obra de San Agustín. Parece que Floro se hubiera establecido en Cabo Miseno, ya que predicó ilícitamente atribuyéndose el mérito y la virtud de san Sosso, un mártir muy venerado en aquella ciudad de la península Flegrea.

En la obra «De promissionibus et praedictioni-bus Dei», que se atribuye ya a Quodvultdeus, se cuenta que el obispo de Nápoles mandó el justo "germano" –evidentemente magistrado de la ciudad– el cura Herio y a otros clérigos a arrestar y expulsar al predicador hereje.

Nostriano recibió el afecto de la ciudad también por su obra pública, construyó las termas para uso del clero y los fieles, estaban situadas en las inmediaciones del Foro., en la calle que documentos de los siglos X al XIII llaman “vicus Nostrianus” o “platea Nostriana”.

Nostriano habría muerto entre el 452 y el 465, después de diecisiete años de episcopado. El 16 de agosto 1612, fue encontrada, bajo el altar mayor de la iglesia de San Gennaro all´Olmo, una antigua urna de mármol, sobre cuyo borde estaban inscritas las palabras: Corpus S. Nostriani Episcopi. En julio de 1945 la urna fue trasladada a la iglesia de los Santos Felipe y Santiago.

Desconocido en los antiguos calendarios napolitanos, Nostriano tuvo culto oficial después de encontrar las reliquias. El Calendario del Cardenal Arzobispo Decio Carafa, 1619, fijó la fiesta para el 16 de agosto, pero en el 1633 el nombre de Nostriano ya no constaba en el calendario diocesano. La fiesta fue restablecida el 14 febrero tan sólo para la Diócesis de Nápoles, con un decreto de la Sagrada Congregación de Ritos del 2 mayo 1878. Su nombre fue incluido en el Martirologio Romano en época reciente.
San Nostriano de Nápoles, obispo
fecha: 14 de febrero
†: c. 450 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: León XIII 2 may 1878
hagiografía: Santi e Beati
Conmemoración de san Nostriano, obispo de Nápoles.
refieren a este santo: San Quodvultdeus de Cartago

Es el décimo quinto en la lista episcopal de Nápoles elaborada por el diácono Juan. Se distinguió por la defensa de su grey de las insidias de la herejía que acechaba a las puertas de Nápoles. En octubre del 439, caída Cartago en manos de los Vándalos de Genserico, una gran multitud de eclesiásticos («maxima turba clericorum», escribía el historiador de estos hechos, Víctor de Vita) fue obligada a dejar la tierra natal. Despojados de todo, fueron puestos en precarias embarcaciones, pero algunos que alcanzaron a salvarse milagrosamente, y se aproximaron a la costa napolitana, fueron recibidos con gran solicitud por el obispo Nostriano.

Entre los prófugos estaban el obispo Gaudioso de Abitinia y Quodvultdeus de Cartago. Este último, deteniéndose en Nápoles, desenmascaró la propaganda que hacía del pelagianismo «no muy lejos de Nápoles» Floro, quien también estaba embebido de maniqueísmo. Casi con seguridad, este mismo Floro fue el obispo condenado en el Concilio de Éfeso (431) junto a Celestio, Pelagio y Julián de Eclano. En el libro «De promissionibus et predicationibus Dei», que se atribuye habitualmente a san Quodvultdeus, se narra que el obispo de Nápoles, es decir, Nostriano mandó al propio «germano» -evidentemente magistrado de la ciudad-, al sacerdote Herio y a otros clérigos a arrestar y expulsar al herético predicador.

Nostriano resultó también beneficioso para la ciudad por una obra de utilidad pública: las termas para uso del clero y de los fieles, construidas en la región augustal, en las inmediaciones del Foro, en el zona que documentos de los siglos X al XIII llaman «Vicus Nostrianus» y «Platea Nostriana», y que en documentos posteriores se pasó a llamar «S. Ianuarii ad diaconiam». A esta iglesia, llamada San Gennaro all'Olmo, fueron trasladados sus restos hacia el siglo X desde las catacumbas de san Gaudioso, donde habían sido sepultados.

Nostriano habría muerto entre el 452 y el 465, después de diecisiete años de episcopado, tal como le atribuye la Crónica de los obispos. El 16 de agosto de 1612 se sacó a la luz, bajo el altar mayor de la mencionada iglesia de San Gennaro all'Olmo, una antigua urna de mármol, en cuyo borde estaban escritas estas palabras: «Corpus S. Nostriani Episcopi». En julio de 1945 la urna fue trasladada y emplazada en la iglesia de los Santos Felipe y Santiago. Desconocido por los antiguos calendarios diocesanos, Nostriano recibió culto desde el descubrimiento de sus reliquias. El calendario del arzobispo Decio Carafa, de 1619, fijaba la fiesta el 16 de agosto, y en 1633 el nombre de Nostriano quedaba ya inscripto en el calendario diocesano. La fiesta fue trasladada al 14 de febrero, sólo para la diócesis de Nápoles, con decreto de la Sagrada Congregación de Ritos del 2 de mayo de 1878, y recientemente fue inscripto en el Martirologio Romano. Aunque en el decreto de confirmación de culto -como en muchos otros casos- se aceptó su título tradicional de santo, el rango de celebración corresponde a beato, es decir, a culto puramente local.

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