viernes, 22 de febrero de 2013

José Tous y Soler, Beato

Sacerdote y Fundador, 27 de febrero
José Tous y Soler, Beato
José Tous y Soler, Beato

Sacerdote y Fundador de la
Congregación de las Hermanas Capuchinas
de la Madre del Divino Pastor

José Tous y Soler, sacerdote profeso de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos y fundador de la Congregación de las Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor; nacido el 31 de marzo de 1811 en Igualada (España) y fallecido el 27 de febrero de 1871 en Barcelona (España).

Fecha de beatificación; 25 de abril de 2010 durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI.
Nacido en Igualada el 31 de marzo de 1811 en el seno de una familia profundamente cristiana es el noveno de doce hermanos.

A temprana edad sintió la llamada de Dios y no se echó atrás: opta por seguir a Cristo según la “forma de vida” de Francisco de Asís. A los 15 años, madurada su opción, inicia el postulantado en la Orden de los Frailes Menores Capuchinos. Impulsado por el Espíritu cambia la vida acomodada de su hogar y el prestigio social que han alcanzado los Tous, por la vida pobre, penitente y humilde de los capuchinos.

El 18 de febrero de 1827, con la vestición del hábito franciscano, empieza el Noviciado como fraile menor capuchino. Desde el Noviciado se distinguió por su exquisita fidelidad a la vida de novicio, con una entrega generosa al estudio y a la oración. El Evangelio, María, san Francisco y el amor al prójimo modeló su corazón capuchino.
El 19 de febrero de 1828, Fray José de Igualada, es ya capuchino y comienza su camino hacia el sacerdocio. Seis años de vida escondida, de oración, silencio, de abnegada dedicación al estudio de itinerancia (Calella, Gerona, Valls, Vilanova), vividas en el ambiente franciscano alegre y sencillo de la comunidad capuchina hasta recibir la Ordenación Sacerdotal en Barcelona el 24 de mayo de 1834, a los 23 años. Al año fue destinado al Convento de Santa Madrona.
Pero transcurridos apenas dos meses, el 25 de julio de 1835, la violencia de la revolución le arrancó del convento. Junto con otros hermanos y por consejo de sus superiores, aceptó el exilio fuera de España.

De pueblo en pueblo, al estilo capuchino de aquel tiempo, fray José recorrió la costa mediterránea de Francia hasta Gareccio (Italia). Pero Italia no fue el lugar adecuado para vivir su exilio y en 1837 se instaló en Toulouse (Francia) ejerciendo el sacerdocio ministerial en el Monasterio de las Benedictinas. Allí pudo dedicar tiempo a la contemplación y a la adoración de la Eucaristía y a la ayuda espiritual de las jóvenes del internado.

Empujado por su celo apostólico, regresaba a Cataluña en 1843 para trabajar en la Iglesia local, como sacerdote secular ya que no estaba autorizada la vida conventual. Vivió con sus padres mientras desarrollaba el ministerio sacerdotal en diferentes parroquias. La Eucaristía, la devoción a María, Madre de Jesús Buen Pastor, la Asociación de doncellas de la niña y mártir santa Romana, fueron los medios de los que el P. Tous se sirvió para derramar la Paz y el Bien en la juventud que le buscaba para recibir consejo y orientación.

Los sentimientos de compasión hacia los niños y jóvenes, que el Buen Pastor puso en el corazón del Padre José, convergían con los piadosos deseos de las jóvenes Isabel Jubal, Marta Suñol y Remedio Palos: “Derramar en el tierno corazón de los niños los santos pensamientos y devotos afectos que Dios les comunicaba en la oración”. Después de madurar en la oración y consultar el proyecto, el P. Tous aceptó orientarles. Partiendo de la Regla de Santa Clara, adecua las Constituciones capuchinas de la beata Mª Ángela Astorch para unas Capuchinas Terciarias de Enseñanza. Se establecieron en Ripoll en marzo de 1850 para iniciar la vida comunitaria, y, el 27 de mayo abrían las puertas de la primera escuela.

Los años que le quedan de vida, los dedica a la atención caritativa y prudente a las Hermanas así como a las comunidades que se van formando: San Quirico de Besora, Barcelona y Madrid. En sus escritos a las Hermanas aflora su espíritu capuchino: las Hermanas “están llamadas a la vida mixta de contemplación y acción”. Insiste en que sólo desde el “amor a Jesús” alimentado en la oración, es posible “la unión santa”; que sólo desde la “humildad” es posible la “obediencia”; que el trabajo de las Hermanas es su única fuente de recursos; que “María os conducirá a Jesús”, la forma de renovar la presencia amorosa de Dios en la vida; que es necesario vivir desde la “fe y la confianza en Dios que ya sabe lo que nos conviene”…

Y deja la tierra por el Cielo mientras celebraba la Misa en el convento de Barcelona. Era el 27 de febrero de 1871.

El 19 de diciembre de 2009 S.S. Benedicto XVI autorizó la promulgación del decreto que reconoce un milagro atribuido a la intercesión del Siervo de Dios José Tous, su beatificación se realizó el domingo 25 de abril de 2010 en la Basílica de Santa María del Mar, la ceremonia fue presidida por el Cardenal Tarcisio Bertone.
Beato José Tous Soler, presbítero y fundador
fecha: 27 de febrero
n.: 1811 - †: 1871 - país: España
otras formas del nombre: José de Igualada
canonización: B: Benedicto XVI 25 abr 2010
hagiografía: «L`Osservatore Romano»
En Barcelona, beato José Tous Soler, sacerdote capuchino, fundador del Instituto de Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor, para la formación cristiana de la infancia y la juventud, y dar a conocer a María, Madre del Divino Pastor.

José Tous y Soler nació en Igualada el 21 de marzo de 1811. Ingresó en los capuchinos en el convento de Santa Eulalia de Sarriá el 18 de febrero de 1827 con el nombre religioso de fray José de Igualada. Recibió la ordenación sacerdotal en la capilla del palacio episcopal de Barcelona, el 24 de mayo de 1834, de manos del obispo Pedro Martínez. Poco después vendrían los decretos de exclaustración de julio de 1835, promovidos por el Gobierno de Mendizábal. En esta circunstancia tan adversa para la vida religiosa, el padre Tous fue expulsado del convento barcelonés de Santa Madrona y tuvo que compartir con sus hermanos de comunidad primero el encarcelamiento y después un largo exilio en Italia y Francia. En medio de unas circunstancias difíciles, el padre Tous fue siempre fiel y perseverante, manteniendo la fe y la confianza en Dios así como la observancia de su espiritualidad franciscana y de su condición de religioso capuchino.

Cuando retornó a Barcelona, en el año 1843, se incardinó en la diócesis como sacerdote secular y colaboró pastoralmente en la parroquia de Santa María del Mar, como vicario en la localidad de Esparraguera, y finalmente fue adscrito a la parroquia barcelonesa de San Francisco de Paula. Llevado por su preocupación ante una sociedad que vivía un proceso de descristianización, el 27 de mayo de 1850, con el beneplácito del obispo de Vic, Llucià Casadevall, el padre Tous fundó en la población de Ripoll el Instituto de Terciarias Capuchinas de la Divina Pastora, dedicadas a la formación cristiana de la infancia. Esta congregación, iniciada con un grupo de jóvenes que tenían al padre Tous como consiliario en la parroquia de San Francisco de Paula, se extendió rápidamente y abrió centros educativos en Capellades, Ciempozuelos (Madrid), Sant Quize de Besora, Igualada, etc.

El fundador dedicó muchos esfuerzos a la consolidación de la congregación que, uniendo la contemplación a la acción apostólica, tenía que dedicarse a la educación de la infancia, sobre todo de la infancia femenina. Uno de los consejos que daba a sus religiosas era este: «Enseñad más con amor de madres que con severidad de maestras». Y también les daba este otro consejo: «Derramad en el corazón de la infancia y la juventud los santos pensamientos y devotos afectos que Dios os ha comunicado en la santa oración».

No le faltaron obstáculos en su misión de fundador. En tiempos y circunstancias difíciles, él dijo que «aunque todo sea oscuro, hay que ser fiel a Dios y fiel a los hombres». La congregación que fundó el padre José Tous, llamada actualmente Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor, está presente en colegios, residencias y obras misionales en Roma, en España y en cinco países de América Latina: Nicaragua, Costa Rica, Guatemala, Cuba y Colombia. En Cataluña están presentes en Barcelona (dos colegios), Capellades, Igualada (colegio y casa de espiritualidad en la casa natal del fundador), Pallejà, Premià de Mar, Sabadell y San Pere de Ribes. En el resto de España tienen obras en Madrid (residencia de estudiantes), en Cieza (Murcia) y en Las Arenas (Vizcaya), realizando el servicio según el espíritu que recibieron de su fundador.

Alma contemplativa en medio de su actividad apostólica, el padre Tous nos ha dejado un gran testimonio de fidelidad al sacerdocio, a las raíces franciscanas de su espiritualidad y a su entrega como pedagogo a la obra de la educación de la infancia y la juventud. Precisamente entregó su alma a Dios, en la mañana del 27 de febrero de 1871, mientras celebraba la santa misa para las religiosas y las alumnas del colegio de la calle Jonqueres de Barcelona.

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