Obispo, 19 de febrero | |||
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San Bonifacio de Lausana, obispo
fecha: 19 de febrero
n.: c. 1180 - †: c. 1260 - país: Bélgica
canonización: culto local
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
n.: c. 1180 - †: c. 1260 - país: Bélgica
canonización: culto local
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En el monasterio de Camera, cerca de Bruselas, en Brabante, sepultura de san Bonifacio, que fue obispo de Lausana y después abrazó la vida ascética junto al monasterio cisterciense del lugar.
patronazgo: protector contra la fiebre.
San Bonifacio nació en Bruselas. A los diecisiete años fue e estudiar a París, donde llegó a ser uno de los más conocidos profesores de la Universidad. Permaneció siete años en dicha ciudad; pero, a raíz de una disputa entre los maestros y los estudiantes, los discípulos se negaron a seguir asistiendo a las clases de Bonifacio. Esto lo decidió a Iransladarse de París a Colonia, donde enseñó en la escuela de la catedral durante dos años, hasta que fue elegido obispo de Lausana. Trabajó celosa e infatigablemente en su diócesis durante los ocho años de su episcopado. Fue víctima de numerosos ataques de quienes le comprendían mal. Tal vez sus relaciones con la Universidad de París le habían hecho perder el hábito de tratar con tacto a las gentes difíciles, pues el santo parece haber denunciado desde el pulpito las debilidades de su clero.
Habiendo incurrido en la enemistad del emperador Federico II, Bonifacio fue atacado y gravemente herido en 1239. Persuadido de que no era apto para desempeñar el puesto de obispo, fue a Roma a rogar al papa que le permitiese renunciar al gobierno de la diócesis; y el papa accedió a su deseo. El santo volvió a Bruselas, donde se refugió en un convento de religiosas cistercienses, cuya abadesa le había invitado. Su amor a la regla del Cister le movió a vivir en dicha abadía hasta su muerte, aunque nunca ingresó en la orden. Se considera a san Bonifacio el primer obispo sin sede, predecesor de los corepíscopos de la Edad Media. Existen abundantes pruebas de que, durante los dieciséis o más años que residió en La Cambre, consagró varias iglesias y altares y ejerció otras funciones episcopales. Su culto fue aprobado para la Orden Cisterciense en 1702.
Aparte de las dos cortas biografías que se hallan en Acta Sanctorum, febrero, vol. III, se encontrará un gran número de informaciones sueltas en las crónicas, privilegios, etc. J . F. Kieckens, Etude historique sur St. Boniface (1892), se sirvió en ese tipo de documentos, como también el P. Rattinger en los dos artículos que publicó en Stimmen aus María Laach (1896), y A. Simón y R. Aubert en Boniface de Bruxelles (1945).
Habiendo incurrido en la enemistad del emperador Federico II, Bonifacio fue atacado y gravemente herido en 1239. Persuadido de que no era apto para desempeñar el puesto de obispo, fue a Roma a rogar al papa que le permitiese renunciar al gobierno de la diócesis; y el papa accedió a su deseo. El santo volvió a Bruselas, donde se refugió en un convento de religiosas cistercienses, cuya abadesa le había invitado. Su amor a la regla del Cister le movió a vivir en dicha abadía hasta su muerte, aunque nunca ingresó en la orden. Se considera a san Bonifacio el primer obispo sin sede, predecesor de los corepíscopos de la Edad Media. Existen abundantes pruebas de que, durante los dieciséis o más años que residió en La Cambre, consagró varias iglesias y altares y ejerció otras funciones episcopales. Su culto fue aprobado para la Orden Cisterciense en 1702.
Aparte de las dos cortas biografías que se hallan en Acta Sanctorum, febrero, vol. III, se encontrará un gran número de informaciones sueltas en las crónicas, privilegios, etc. J . F. Kieckens, Etude historique sur St. Boniface (1892), se sirvió en ese tipo de documentos, como también el P. Rattinger en los dos artículos que publicó en Stimmen aus María Laach (1896), y A. Simón y R. Aubert en Boniface de Bruxelles (1945).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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