domingo, 21 de agosto de 2011

MASTURBACION

En saber más sobre la masturbación del hombre y la mujer


La masturbación sigue siendo un tema tabú, más para las mujeres que para los hombres, aunque sea menos que en los siglos pasados (en el siglo XIX y principios del XX los pensionistas de los establecimientos escolares debían dormir con las manos encima de la sabana y de la manta para evitar tocarse).

En nuestros días los hombres hablan fácilmente de sus hazañas entre ellos y las mujeres de las cualidades o defectos de sus compañeros, pero ni los hombres ni las mujeres hablan de la masturbación con facilidad.

¿Qué es la masturbación ?


Es toda la actividad erótica que comporta una auto estimulación voluntaria teniendo como meta llegar al orgasmo.

No se considerado como masturbación (incluso si la técnica es semejante) la estimulación manual entre dos personas, lo que se llama`` petting´´.

Frecuencia de la masturbación


90% a 95% de los hombres dicen haberlo hecho al menos una vez en sus vidas, y las mujeres 80% a 85% .

La frecuencia es máxima en el periodo de la adolescencia (dos a tres veces por semana para los chicos y una a dos veces para las chicas) y disminuye con los años, aunque hay periodos en que el porcentaje se eleva por causa de ausencia de pareja o por tener una pareja incompetente sexualmente.

Hay que saber que los niños de 4 a 5 años exploran y descubren el cuerpo lo que conduce a menudo a la masturbación inquietando a los padres que terminan por ir al pediatra que les tranquiliza.

¿Cuáles son las técnicas de masturbación ?


Son numerosas en función de la cultura de las experiencias pasadas y de las costumbres comportamentales personales. La forma más común de la masturbación es en el caso de la estimulación directa de los órganos externos(la verga y la región vulva clitoridiano).

En el hombre la manipulación del pene consiste en extender el cuerpo de la verga con las manos y en efectuar movimientos bastante vigorosos de adelante hacia atrás ( con o sin cubrir el glande por el prepucio). La estimulación directa del glande y la parada puede hacerse al principio pero se convierte rápidamente muy sensible y desagradable cuando la excitación es fuerte.

En la mujer, la estimulación directa se hace al nivel de los pequeños labios ( sobre todo internos) y alrededor del clítoris, evitando el glande clitoridiano que es también muy sensible en cuanto la excitación es fuerte. Los movimientos manuales de la mujer son mucho mas lentos y suaves que los del hombre. Lo más común es que la mano de la mujer pase de los pequeños labios a la región clitoridiana y hacia la entrada de la vagina y la otra mano puede al mismo tiempo presionar el monte de Venus o acariciar los senos (la sola estimulación de los senos es raro que provoque un orgasmo).

Otras mujeres utilizan la técnica de la presión en el nivel del monte de Venus o del bajo vientre y al mismo tiempo contractan los muslos y el culo.

Tanto la mujer como el hombre puede utilizar varios objetos para masturbarse. Es habitual frotarse encima de la sábanas, o una toalla, un cojín etc. Se puede introducir objetos en la vagina o en el ano.

En el hombre como en la mujer, el ritmo y la presión de las caricias aumenta con la excitación hasta llegar al orgasmo.

Tanto los hombres como las mujeres acompañan la masturbación con fantasías eróticas. La fantasía siendo el motor esencial del orgasmo.


Consecuencia psicológica y médica de la masturbación

No, la masturbación no te convierte ni en sordo ni en estúpido, ni en histérico, ni en estéril ni te produce granos en la cara..

No existe ninguna consecuencia médica de la masturbación ni psicológica excepto si se convierte en algo convulsivo; se entra entonces en el caso del TOC (trauma obsesivo compulsivo).

Desde hace 20 años que hago consultas de sexología me he percatado que existe una relación directa entre los hombres que sufren de eyaculación precoz y que durante la adolescencia tenían por costumbre masturbarse rápidamente con la única meta evacuar una tensión sexual. Este frenesí masturbatoria puede llevar a un problema de eyaculación precoz. Hay que aprender a masturbarse con tiempo y sin centrar todas las caricias en el sexo como la única finalidad la de la eyaculación rápida.

Este dato es importante sobre todo para los adolescentes, y tal vez la culpabilidad ligada a la masturbación explique esta costumbre de la rapidez en el momento de la masturbación.

Hay que desculpabilizar la masturbación y repetir que no es nefasta para la salud ni para la sexualidad posterior si tomamos el tiempo de masturbarnos. Hay que aprender a masturbarse todo el cuerpo y no sólo el sexo puesto que la masturbación es un acto sexual y como cuando se está con otra persona no hay que centrarse sólo en los genitales ni en el hecho de eyacular.

Aprenda hacer de la masturbación un placer de la caricia sin un fin sistemático, es un buen ejercicio para conseguir más tarde una sexualidad satisfactoria .

No hay que olvidar que la masturbación es aconsejada para los hombres adultos cuando no tienen pareja para evitar un riesgo de esclerosis de los vasos cavernosos. Y tanto para el hombre como para la mujer es aconsejada para mantener una actividad erótica cerebral que podría disminuir con el tiempo.

Un consejo para las mujeres que no han conocido nunca el orgasmo : la mejor manera de descubrir su cuerpo es masturbándose ya que es más fácil conseguir un orgasmo sola que con su compañero. He comprobado que mujeres que sufren de vaginismo o de anorgasmia utilizan poco la masturbación o la han utilizado poco durante la adolescencia

En la pareja la masturbación puede ser un elemento erótico o un placer diferente que no se debe olvidar.

Terminemos con la terminología del ``petting´´ (caricias entre los dos miembros de una pareja) : la técnica es la misma que durante la masturbación, por eso el hombre no debe olvidar que no debe acariciar directamente el glande clitoridiano, que se debe ser más dulce y sobre todo estar a la escucha de la mujer. Hablar los dos de vuestros deseos y de lo que os gusta, no olvidéis que lo que le gusta a uno puede que no le guste al otro.


Adicción a la masturbación

Debilita la fuerza de voluntad, la confianza en sí mismo, y perturba el desarrollo de la personalidad

Adicción a la masturbación
Adicción a la masturbación

El vicio solitario (masturbación) consiste en abusar del propio cuerpo excitando los órganos genitales para procurarse voluntariamente el placer hasta el orgasmo. A veces, se comienza por mera curiosidad; pero si no se corrige esta inclinación se convierte en un vicio obsesivo que esclaviza a la persona y le desinteresa por todo lo demás: como le pasa al drogadicto.

Dice André Léonard, Profesor de la Universidad de Lovaina: «Por su misma naturaleza, la masturbación contradice el sentido cristiano de la sexualidad, vivida como alianza de amor. (...) El ejercicio de la facultad sexual queda privado de toda referencia afectiva con una pareja, en la medida en que el sujeto se repliega sobre sí mismo, en el disfrute de sí mismo. (...) La masturbación, privada del amor, deja a menudo insatisfecho a quien se entrega a ella. Conduce al vacío y al disgusto». Debes tener el coraje de pensar, y también decir, que la masturbación es un mal. Escucharás con frecuencia argumentos que intentan defender que se trata de un comportamiento inofensivo, tan anodino como el beber, comer o transpirar. Es preciso desmontar esas razones. (...) «No es ciertamente el pecado más grave que puedas cometer. Pero eso no impide que te hagas su esclavo, que te habitues a una sexualidad egoísta, y que asfixie en ti la vida espiritual».

La masturbación puede llegar a ser algo obsesivo en la persona. Hace del placer sexual algo egoísta, cuando Dios lo ha hecho para ser compartido dentro del matrimonio. Conozco casos de matrimonios fracasados porque uno de los dos, esclavizado por la masturbación, se negaba a las naturales expresiones de amor dentro del matrimonio. Quien se deja esclavizar del vicio de la masturbación puede arruinar la armonía sexual de su matrimonio. Una mujer joven se quejaba en la consulta de un médico de que su marido tenía con ella muy pocas relaciones sexuales. Él reconoció, delante de ella, que prefería masturbarse.

Quien tiene la desgracia de verse esclavizado de esta mala costumbre debe poner el mayor esfuerzo en corregirse cuanto antes. Este vicio encadena fuertemente, cada vez es más difícil desligarse de él, y cuando tiene esclavizada a una persona, la envilece, la embrutece, anula su voluntad, destroza su carácter, perturba el desarrollo de su personalidad, debilita la fe, produce desequilibrio nervioso, hace egoístas e incapacita para amar a otra persona.

«No se puede abusar del organismo. La naturaleza pasa después la factura. El cuerpo humano tiene sus límites. No se pueden gastar las energías destinadas al desarrollo integral de la persona humana». Incluso para Freud «el masturbador incurre en riesgo de bloquear el desarrollo y maduración de su psicoafectividad». «La práctica habitual de la masturbación conduce a graves desequilibrios nerviosos».

Todos los médicos están de acuerdo que cuando la masturbación es frecuente, conduce a la neurastenia. Y cuando la masturbación es un vicio esclaviza como todos los vicios.

«La masturbación es, con frecuencia, expresión de egocentrismo, (...) indicio de un desarollo retardado o detenido de la personalidad».

«Cuando la masturbación se convierte en hábito, debe ser calificada como falta de madurez. (...) Cuando la masturbación presenta síntomas de psicosis y neurosis, debe buscarse la ayuda de un profesional que la someta a un tratamiento adecuado.(...) Las fuentes que dan pábulo a la fantasía -lecturas, televisión, cine- han de considerarse como la base de muchas acciones que no deberían haber tenido lugar, si no hubiesen sido estimuladas».

Hay maníacos sexuales «que buscan el placer una y otra vez por sí mismo, y caen, como los drogadictos, en el círculo de una insaciable repetición, con el fin de superar en cada nuevo intento, las incesantes frustraciones.

«La masturbación hecha costumbre da por lo general seres psíquicamente replegados sobre sí mismos, especialmente incapaces de elevarse a un auténtico amor sexual».

El vicio de la masturbación es causa de muchos fracasos en los estudios y en el deporte. Esto lo saben muy bien los estudiantes y los deportistas.

«Cuando un ser humano se habitúa a satisfacer un instinto en una forma determinada, puede llegar a perder, a través de un mecanismo psicológico, el deseo o la atracción por todas las demás formas. El hábito de saciar el hambre sexual de una forma anormal y viciosa, puede llegar a provocar la repelencia por el acto natural, con lo cual el masturbador entra de lleno en el campo de la incapacidad sexual psicológica».

El vicio de la masturbación lleva a la eyaculación precoz en el matrimonio, que impide acomodarse al ritmo de la mujer que es más lenta, y es causa de graves problemas en la armonía sexual matrimonial. Los médicos americanos que habían tratado a muchachas que se masturbaban, descubrieron que después de casarse resultaban esposas frígidas.

«No es inteligente considerar la masturbación como algo natural, pues causa una serie de trastornos en el adolescente. No sólo en el campo religioso, sino en el afectivo, psicológico, intelectual, etc., donde se hacen sentir sus malos efectos. (...). El que en plena adolescencia el joven sienta fuertemente el impulso sexual, tiene un profundo valor educativo. (...). Más tarde en su vida conyugal, muchas veces tendrá que dominar sus inclinaciones».

Estas partes del cuerpo deben respetarse con delicadeza, y sólo tocarlas por necesidad, limpieza, higiene, etc. Pero nunca tocar estos órganos sólo por gusto. Con eso no se juega.

Éste es un pecado degradante, repugnante, inconcebible en una persona delicada. Sin embargo, si después te da vergüenza confesarlo, entonces la desgracia es doble e irreparable.

Si tuviste la desgracia de la caída, no permitas la de la vergüenza de confesarlo. Acude a un sacerdote y ábrele tu conciencia para que te perdone y te ayude a salir de tan triste estado. Ten confianza. Tienes remedio. Muchos empezaron esta mala costumbre sin conocer su importancia. Bien porque lo descubrieron de un modo casual, bien porque fueron enseñados por otra persona que intencionadamente quitó importancia al asunto. Pero la masturbación es un vicio que puede esclavizar fuertemente y transformar el carácter de la persona, y hasta su ideología religiosa.

La masturbación puede llevar a perder la fe. Muchas incredulidades han empezado en la masturbación». El joven siente inclinación a masturbarse, oye que la Iglesia lo prohíbe, y siente la tentación de dejar la Iglesia que le prohíbe lo que le gusta hacer, y quizás le cuesta trabajo evitar. «Pero, por otro lado, no podemos olvidar que la masturbación no contribuye a la superación del problema sexual o de la tensión de un momento dado. Conduce, por sí misma, a la larga, a una erotización mayor y a una obsesión creciente, de modo que a la larga el problema no se soluciona. El sexo, no lo olvidemos, (Chauchard no se cansa de repetirlo) está sobre todo en la cabeza. Tiene una capacidad obsesionante tal, que la solución del problema sólo se logra cuando el hombre consigue entregar su pensamiento a tareas que le ilusionen. La solución al problema del sexo, y a una obsesión excesiva, sólo se encuentra de modo indirecto, cuando el hombre consigue centrar su pensamiento en algo que le ilusiona. He sido testigo de cómo muchachos que se han entregado con ilusión a una ocupación deportiva, incluso en presencia de chicas, o a otro tipo de ocupación, no tenían problema alguno sexual; mientras éste surgía siempre que se dejaban llevar por el ocio».

Es fácil que quienes han contraído el hábito de la masturbación experimenten un fuerte sentimiento de culpabilidad capaz de destruir todo estímulo de vida y de producir un permanente complejo de inferioridad.
El único tratamiento pastoralmente eficaz es el de procurar abrir horizontes hacia expresiones plenas de la afectividad y hacia tareas culturales, profesionales, sociales y religiosas, que den sentido a sus vidas.
La gravedad de cada acto masturbatorio no siempre es fácil determinarla pues depende de muchas circunstancias y pueden darse atenuantes de la responsabilidad. Sin embargo se debe poner un serio empeño en evitarlo por el peligro de caer en la esclavitud del hábito.

«Los trastornos afectivos y algunas situaciones neuróticas provocan frecuentemente manifestaciones de autoerotismo, que alcanza, a veces, un carácter convulsivo claramente psicopático...Está comprobado que la masturbación ejerce siempre una mala influencia, sobre todo en la psicología juvenil. Debilita la fuerza de voluntad, la confianza en sí mismo, y perturba el desarrollo de la personalidad. Crea melancólicos e introvertidos y, en el fondo, egoístas. La masturbación es una satisfacción sexual egoísta, que marca a la persona y la incapacita para el verdadero amor».

La masturbación es, muchas veces, un recurso barato y triste; una compensación, un consuelillo de segunda clase por algún otro éxito de cualquier otro tipo que no hemos sido capaces de conseguir. Con todo, no todos los actos masturbatorios son de la misma gravedad. Cuando un joven tiene interés en corregirse y pone los medios que tiene a su alcance aunque tenga caídas, éstas pueden tener atenuantes a su culpabilidad. Siempre se puede acudir a Dios pidiéndole ayuda, pues Él nunca abandona a los que acuden a Él, pidiéndole ayuda para algo bueno y conveniente. Y como dice San Pablo: Todo lo puedo en Aquel que me conforta.

En la adolescencia, la masturbación puede aparecer como algo pasajero. Como eso de los granos. Pero si es repetitivo, puede degenerar en hábito; y esto es grave. Lo lógico es que deje un sentimiento de culpa. Sin duda es mejor dominarse que dejarse vencer. Dominarse es señal de adultez. La victoria es señal de madurez. La caída es señal de debilidad; por eso deja sentimiento de culpa.

«En la edad madura, la masturbación puede ser síntoma de algo más serio, sobre todo si es persistente. Puede indicar un estado de adolescencia mental, o alguna otra deficiencia psíquica. Se encuentra, desde luego, en muchos tipos de demencia senil y en el alcoholismo. En general puede aparecer en todos los estados mentales, en los que se dé una descohesión de la personalidad que tenga por consecuencia una pérdida de control de los instintos más primitivos». Dice el célebre moralista Häring: «No se puede decir que la pasión destruye la imputabilidad moral de los pecados contra el sexto mandamiento, pues si así fuera sólo un pecado diabólico sería mortal».

A veces las caídas en la masturbación no son por una intención lujuriosa. Son consecuencia de una depresión, una angustia, una ansiedad que no permite conciliar el sueño, etc. Casos así pueden remediarse con algún sedante inofensivo RECOMENDADO POR UN MÉDICO. En una conferencia que le oí en 1976 al Dr. D. José Mª Poveda Ariño, Jefe del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid, titulada Ciencia y Doctrina Moral Sexual, dijo que la masturbación es un fenómeno evitable por cualquier persona normal. Y en los casos en que esta superación parezca difícil es perfectamente asequible con los productos que un médico puede recomendarle.

En enero de 1976 el Vaticano publicó un documento sobre Moral Sexual donde dice: «El uso deliberado de la facultad sexual, fuera de las relaciones conyugales normales, contradice esencialmente la finalidad de esta facultad» (nº5). También dice este documento que «la masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado» (nº9). Esto significa que el acto, "en sí mismo", es siempre materia de pecado grave ("objetivamente malo"). Para determinar si el acto de una persona concreta es pecado grave también habrá que considerar si se cumplen las otras condiciones del pecado grave: que tenga uso suficiente de razón como para saber lo que está haciendo y la malicia del acto, y que consienta plenamente al mismo.

En 1983 el Vaticano ha publicado otro documento sobre la educación sexual (Orientaciones educativas sobre el amor humano)donde dice: «La masturbación es un grave desorden moral». Y aunque sólo Dios conoce la responsabilidad moral subjetiva de cada acto, «de ningún modo se puede sostener que en el campo sexual no se cometen pecados mortales».

Pero no has de considerar pecado todos los tocamientos en tus órganos genitales. Pueden ser pecado los tactos encaminados a excitar el placer sexual; pero otros actos que se hacen por necesidad o por higiene, no son pecado alguno. Y en las conmociones orgánicas que sientas involuntariamente, reprime el consentimiento, y en paz. No has pecado contra la pureza. Aprende a distinguir entre el sentir y el consentir. Puede ser que a veces sientas movimientos contra tu voluntad en tus órganos genitales. Acostúmbrate a prescindir de esas sensaciones.

El pecado no está en el sentir, sino en el consentir. En el noveno mandamiento te expongo el modo de luchar contra estas tentaciones molestas. Pero si tuvieras la desgracia de haberte complacido voluntariamente en ese placer sexual, entonces manchaste tu pureza.

El orgasmo, que es la sacudida que experimenta el cuerpo con la satisfacción del placer sexual, es derecho exclusivo de casados. Una persona soltera no puede ni procurárselo voluntariamente ni aceptarlo si lo experimenta involuntariamente. A veces el orgasmo se produce imprevistamente. En ese caso tampoco es lícito saborearlo voluntariamente, aunque no se pueda evitar la sensación placentera. Pero cuando ocurre durmiendo no es pecado alguno.

El placer venéreo completo, el orgasmo, buscado directamente, sólo está permitido dentro del matrimonio, dentro del acto conyugal.


1.- Oraciones para librar a nuestros hermanos.

Oración:

Padre Santo, con la intercesión de tu amado Hijo Jesucristo y la iluminación del Espíritu Santo, asiste a todos nuestros hermanos y hermanas que están aquejados por el grave problema de la masturbación. Muchos de hechos sufren al no poder librarse de esta práctica que está en contra de tu Voluntad Divina. Haz que aquellos que no sientan culpa, comprendan que se trata de un desorden que debe ser conversado con un sacerdote.

Te pedimos que los libres:

De las cadenas de la soledad,

De la baja autoestima,

De la inseguridad,

De la intranquilidad del alma,

Del aburrimiento y la ansiedad,

De los estados depresivos,

De los estados de ira,

Del odio hacia si mismos,

De las obsesiones sexuales,

De buscar ocasiones que estimulen esta práctica, como algunas películas de la televisión por cable, la pornografía, la música con letras provocativas y las fantasías sexuales.

De la tentación de masturbarse,

De la masturbación compulsiva,

De la esclavitud de la masturbación.

De las culpas y recriminaciones.

De la falta de amor y atención del cónyuge cuando están casados.

De pensamientos modernos que la catalogan como parte del desarrollo personal y no como una grave falta que degrada al hermano.

De pensar que podrán salir de este hábito sin asistencia espiritual.

De creer que este tema es de poca importancia.

De hacer del sexo un ídolo.

De la vergüenza de confesarse con un sacerdote.

Oración:

Te pedimos Padre Santo que los asistas y los ayudes para que nuestros hermanos comprendan que muchas veces es el mismo demonio quien los mantiene encadenados y sumidos en la desesperación y en el convencimiento permanente de que son incapaces de vencerla.

Te pedimos que libres:

A los niños,

A los adolescentes,

A los adultos solteros,

A los adultos casados,

A los separados,

A los viudos,

A los ancianos,

A los seminaristas,

A los religiosos,

A las religiosas,

A los sacerdotes y diáconos

Que aquellos que sufren de este flagelo comprendan:

Que siempre van a tener la asistencia amorosa de Dios, si lo solicitan.

Que no importa cuantas veces recaigan siempre está el perdón de Dios a las almas que tienen el firme propósito de cambiar.

Que Él siempre continúa dándonos la gracia de volver a intentarlo una vez más, a pesar de las frecuentes caídas del pasado.

Que en el confesionario no debe omitirse por ser un problema moral.

Que deben solicitar la ayuda de un sacerdote, quien verá si es necesario la ayuda sicológica.

Que después de cada caída, pedir perdón y volver a intentarlo.

Que deben tratar siempre de estar en el mundo real y no en el de la fantasía.

Que no están solos, hay muchas personas que sufren de lo mismo.

Que esta costumbre, si no le ponen freno los aleja de Dios y de los sacramentos y que pueden en ciertos casos hacerlos perder la salvación eterna.

Que el masturbador tiene que aprender a decir “no” en bien de un sano fortalecimiento.

Que si una persona es sincera en su vida espiritual, en su esmero por amar a Dios, es probable que no consienta el acto de la masturbación.

Que nosotros vuestros hermanos en Cristo, que ya rompimos las cadenas, rezamos por ustedes.

Que sin la ayuda de Dios es imposible vencerla.

Oración:

Padre Santo, haz que todas las personas que sufren por esta causa, puedan manejar y eliminar esta práctica. Asiste a todos tus hijos que sufren por este flagelo y toma nuestras oraciones, para que puedan romper las cadenas que los atan. Te pedimos también que los protejas de los dardos incendiarios del demonio.

Que comprendan que siempre estará tu asistencia y perdón y que si vuelven a caer, no se aflijan y que acudan a los consejos de un sacerdote, por Jesucristo Nuestro Señor, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

2.- Oraciones para librarme de este flagelo

Oración:

Padre Santo, con la intercesión de tu amado Hijo Jesucristo y la iluminación del Espíritu Santo, asísteme porque estoy aquejado por el grave problema de la masturbación. Sufro al no poder librarme de esta práctica que está en contra de tu Voluntad Divina y sé que estoy haciendo sufrir a Jesús nuevamente. Padre Santo ayúdame a salir de esta cárcel.

Te pido que me libres:

De las cadenas de la soledad,

De la baja autoestima,

De la inseguridad,

De la intranquilidad del alma,

Del aburrimiento y la ansiedad,

De los estados depresivos,

De los estados de ira,

Del odio hacia mí mismo,

De mis obsesiones sexuales,

De buscar ocasiones que estimulen esta práctica, como algunas películas de la televisión por cable, la pornografía, la música con letras provocativas y las fantasías sexuales.

De la tentación de masturbarme,

De la masturbación compulsiva,

De la esclavitud de la masturbación.

De mis culpas y recriminaciones.

De la falta de amor y atención de mi cónyuge (sólo si es casado)

De librarme de pensamientos modernos que la catalogan como parte de mi desarrollo personal y no como una grave falta que me degrada como ser humano.

De pensar que podré salir de este hábito sin asistencia espiritual.

De creer que este tema es de poca importancia.

De hacer del sexo un ídolo.

De la vergüenza de confesarme con un sacerdote.

Oración:

Te pido Padre Santo que me asistas, me ayudes y me protejas y ahora comprendo que muchas veces es el mismo demonio quien me mantiene encadenado y sumido en la desesperación y en el convencimiento permanente de que soy incapaz de vencerla.

Me preocupo por mis hermanos que sufren de lo mismo, te pido que libres:

A los niños,

A los adolescentes,

A los adultos solteros,

A los adultos casados,

A los separados,

A los viudos,

A los ancianos,

A los seminaristas,

A los religiosos,

A las religiosas,

A los sacerdotes y diáconos

Ahora comprendo:

Que siempre voy a tener la asistencia amorosa de Dios, si lo solicito.

Que no importa cuantas veces recaiga siempre tendré el perdón de Dios si tengo el firme propósito de cambiar.

Que Él siempre continúa dándome la gracia de volver a intentarlo una vez más, a pesar de las frecuentes caídas del pasado.

Que en el confesionario no debo omitir este pecado por ser un problema moral.

Que debo solicitar la ayuda de un sacerdote, quien verá si es necesario obtener ayuda sicológica.

Que después de cada caída, pediré perdón a Dios y volveré a intentarlo.

Que debo tratar siempre de estar en el mundo real y no en el de la fantasía.

Que no estoy solo, hay muchas personas que sufren de lo mismo.

Que esta costumbre, si no le pongo freno me aleja de Dios y de los sacramentos y que puedo perder la salvación eterna.

Que tengo que aprender a decir “no” en bien de un sano fortalecimiento.

Que ahora comprendo que si una persona es sincera en su vida espiritual, en su esmero por amar a Dios, es probable que no consienta el acto de la masturbación.

Que hay otros hermanos en Cristo, que ya rompieron las cadenas y que rezan por mí, para libertarme.

Que si no le pido ayuda a mi Dios es imposible vencerla.

Oración:

Padre Santo, haz que todas las personas que sufren por esta causa al igual que yo, puedan manejar y eliminar esta práctica. Asiste a todos tus hijos que sufren por este flagelo y toma mis oraciones, para que podamos romper las cadenas que nos atan. Te pido también que nos protejas de los dardos incendiarios del demonio.

Comprendo que siempre estará tu asistencia y perdón y que si vuelvo a caer, no me afligiré y acudiré a los consejos de un sacerdote lo antes posible, por Jesucristo Nuestro Señor, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

3.- Oración Final.

Padre Bueno, te encomendamos a todos las personas que han rezado y meditado estas oraciones, ya sea porque quieren ayudar a sus hermanos, o bien porque están padeciendo este grave problema. Ten a bien escucharlos a todos y asístelos en tan importante tarea. Ten misericordia de todos nosotros, perdona y olvida nuestros pecados y llévanos a gozar eternamente de tu Gloria. Amén

4.- Consideraciones

¿Qué es la masturbación?

Es la estimulación de los órganos sexuales externos hasta el punto del orgasmo realizado por uno mismo o por un tercero, mediante el movimiento de la mano u otros contactos físicos, o bien por otros medios (fotografías, videos, etc.) o imaginaciones (masturbación síquica), o bien por la combinación de estímulos físicos y síquicos. Para que exista pecado, la masturbación debe ser con pleno conocimiento. Si es involuntaria, no es pecado, pero siempre consultarlo con el sacerdote (semidormido – semidespierto, o sin voluntad; un impulso incontrolable, la persona no quiere, pero la realiza).

Nota: Realizar actos involuntarios es típico del pecado original, herimos a personas con nuestros dichos sin quererlo, una pareja de pololos o novios pueden fornicar y conseguir un embarazo sin haber deseado llegar a consumar el acto sexual. Un adulterio también se puede dar, en fin cualquier acto. Por lo tanto jamás juzgar al prójimo. Dar amor, amor y amor.

Nuestro Padre nos ha dicho que pidamos: "Padre Eterno, te pedimos una transformación de cuerpo y alma a semejanza de nuestro primeros padres antes del pecado original" (Tenían plena voluntad de sus actos, el alma dominaba las pasiones....).

1.- La masturbación es mal llamada el Vicio Solitario, nombre a nuestro juicio equivocado, porque no se está solo, está Dios por cierto, y el demonio acompaña siempre al masturbador. Lo mira y se ilusiona que alguna vez poseerá esa alma y siempre estará maquinando como mantenerla encadenada Crea en nosotros, el demonio aunque no se ve, está a su lado, si cree que está en total soledad, se equivoca. Hay un enemigo que le mira.

2.- Debe comprenderse que esta costumbre puede llevarlos a otras desviaciones que los alejen de Dios definitivamente, pierdan la fe y la Vida Eterna.

3.- Que cuando se decide abandonarla, el demonio usará toda su perversidad para retenerlos. Su ardid es variado, no solo a través de la mente sino utilizará otras formas de hacerlos caer. En esta etapa se deberá estar atentos a lo que sucede y alejados de cualquier circunstancia que en el pasado los haya llevado a la masturbación. Debemos aclararles que al demonio no le interesa el acto en sí, ni la forma como lo hacen, tampoco como son sus genitales, sólo le interesa que ofendan a Dios, alejarlos de Él y retórnalos a su mundo de tinieblas.

4.- El demonio no los abandonará y jamás perderá la esperanza de regresarlos. Esto será una lucha de todos los días a menos que se lleve una vida espiritual activa y por medio de la oración pedir la protección de la Santísima Trinidad y de San Miguel. Sólo entonces, los dardos incendiarios llegarán pero no les alcanzarán. Se podría pensar que después de cinco años, se está medianamente a salvo, pero jamás se deberá bajar la guardia, porque el peligro de recaer está siempre presente.

5.- En la adolescencia, cuna de esta práctica, el joven decidido deberá evitar la presión de sus amigos varones, contarles cual es su empeño y rechazar las invitaciones a masturbarse acompañados (práctica muy común entre los adolescente varones y que no tiene ninguna connotación homosexual). No está demás incentivarlos a dejar esa práctica y dedicarse a una vida más sana y deportiva.

6.- El joven empeñado en resistirla, debe eliminar todo el material pornográfico que posea y evitar cualquier tipo de estímulo sexual que en el pasado lo llevó a la masturbación.

7.- Comprender que esta costumbre no se puede detener de golpe, hay que trabajar mucho para vencerla.

8.- Cuando se recaer, analizar profundamente que la ocasionó, para evitar ese detonante en el futuro. Levantarse, mirar a nuestro Padre y seguir intentándolo.

9.- Acudir siempre al sacerdote sin vergüenza y pedirle ayuda, él tiene más experiencia y los ayudará.

10.- Se dice que en La Biblia no aparece en ninguna parte un rechazo a la masturbación, lo que no es del todo correcto, pues se desprende su desaprobación en algunas de las Cartas de San Pablo. Dios lo decidió así por lo complejo del tema, era más fácil decir "No fornicarás", pero del todo complejo rechazar la masturbación por los matices y casos diversos que pueden existir. Pero nadie podría ni siquiera suponer que se trata de un acto correcto.

Veamos por ejemplo a San Pablo en Corintios 7,9: "Pero si no pueden guardar continencia es mejor casarse que abrasarse (quemarse)". En la misma carta en 7,3 San Pablo nos dice : "El marido pague a la mujer e igualmente la mujer pague al marido" (cuidado aquí el marido o mujer por desatento podría estar llevando al conyugue al adulterio o masturbación).

Pero veamos otra cita de San Pablo en Gálatas 5, 34: " Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias". Entonces, si recomienda el matrimonio a los que no tienen el don de la castidad y rechaza las pasiones de la carne por Cristo Jesús, quiere decir que no es correcto alguna actividad sexual fuera de la unión carnal del matrimonio. Leer también Colosenses 2, 4 en adelante.

Por lo tanto, quienes nos quieren hacer creer que esta práctica no es rechazada por Dios, se equivocan rotundamente.

Que se sepa:

Que los actos masturbatorios en pareja (un hombre y una mujer) dentro del matrimonio católico, con las manos, boca, lengua u otra forma, como preámbulo de la relación sexual natural (vaginal) y completa (hasta llegar al término) no constituyen falta, siempre que se realicen no como un fin en sí mismo, sino como un medio para la consumación del acto sexual. (Como todas las cosas, pueden haber casos excepcionales, que deben ser consultados con un sacerdote).

Que se sepa:

Que nuestro amado Padre, no es un Dios represivo, como muchos creen, muy por el contrario. Él quiere que el acto sexual bendecido por Él se encause en la forma correcta: procreación, es decir crear vida y también como expresión del amor de los esposos. Dios no está en contra del placer carnal es más; lo bendice porque Él lo hizo así, pero debe llevarse a cabo, de la forma como Él lo ha dispuesto. Él es nuestro Padre, el pone las leyes y nosotros sus hijos debemos acatar las órdenes de Nuestro Padre amado. Un hijo(a) debe consentir a su Padre.


Esta página está inspirada en algunos escritos de sacerdotes católicos y en nuestra propia experiencia de laicos varones.

Documento

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