Los cinco minutos de María
Marzo 28
Nada hay más agradable para una madre que hablarle de su hijo y nada podemos ofrecer a la Santísima Virgen que más le agrade que hablar de su Hijo Jesús, darlo a conocer a todos los hombres, predicar y proclamar su Evangelio, transmitir su mensaje de salvación.
No digas que amas a la Virgen si no das a conocer a Jesucristo, si tus palabras pocas veces lo mencionan, si nunca está en tus conversaciones; no digas que amas a la Virgen si no amas a Jesús, pues conoces muy bien que, si vamos a María, es para llegar a Jesús.
Si amas a Jesús, habla de María; si amas a María, habla de Jesús; que el hombre no separe lo que Dios ha unido.
Madre, refuerza nuestro entusiasmo misionero para que anunciemos a tu Hijo en todos los ambientes que frecuentamos.
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