En Sta. Marta: Cuando Dios nos da un misión, nos prepara para ella
En la homilía de este viernes, el Santo Padre invita a dejarse conducir por el Señor
Francisco en la homilía de Santa Marta ha recordado este viernes que cuando el Señor quiere confiarnos una misión, “nos prepara” para hacerla “bien”. Y nuestra respuesta debe basarse en la oración y la fidelidad.
Un día se puede ser un valientes adversarios de la idolatría al servicio de Dios y al día siguiente deprimirse a tal punto de querer morir porque alguno, durante nuestra misión, nos ha asustado. Así, ha explicado el Santo Padre, que para equilibrar estos dos extremos de la fuerza y de la fragilidad humana está y estará siempre Dios, siempre que se permanezca fiel a Él.
El Papa ha tomado la historia del profeta Elías como modelo de la experiencia de cada persona de fe. El pasaje litúrgico del día muestra a Elías en el Monte Oreb que recibe la invitación a salir de la caverna donde se encontraba y a presentarse a la presencia de Dios. Se materializa un fuerte viento, un terremoto y un fuego, pero en ninguno de ellos Dios se manifiesta. Después llega un soplo delicado de brisa y es aquí que Elías reconoce que “el Señor pasaba”, ha indicado el Papa.
Y prosigue: “el Señor no estaba en el viento, en el terremoto, en el fuego, sino que estaba en ese susurro de una brisa ligera, en la paz o, como dice el original con una expresión bellísima: ‘El Señor estaba en un hilo de silencio sonoro’. Parece una contradicción: estaba en ese hilo de silencio sonoro. Elías sabe discernir donde está el Señor, y el Señor lo prepara con el don del discernimiento. Y después, da la misión”.
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