En algún lugar, en algún momento, oí a alguien decir: "La pasión no es solo voluntad, ni una mera demanda, es un fuego que arde y que es encendido por un mero fósforo, un fósforo compuesto de entusiasmo cubierto de una experiencia de fracaso, teniendo que levantarse y probar".
A lo largo del camino he sido formada de manera que puedo relacionarme con esta afirmación con mucha empatía y sensibilidad. Yo era una mediocre para mis maestros, tan sólo otra muchacha para mis amigos y tan sólo otra chica en este mundo, tuve mucho más que probar, mucho más por lo que vivir.
Cada día que pasa, nunca supe cómo mirar el futuro, cómo estaría, qué haría y qué querría. La vida, una palabra sencilla, tenía un significado demasiado simple para mí de tan sólo vivir y hacer mis tareas. Y estas tareas que tenía eran las que una chica normal que asiste al colegio tendría. Entiendo que aquello era parte de mí por mucho tiempo. |
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