viernes, 22 de noviembre de 2013

EL AÑO DE LA FE

PEDRO Y PABLO EN EL AÑO DE LA FE

Pedro y Pablo en el Año de la Fe
Dos personas que fueron cimientos y puntales de los primeros tiempos de la evangelización cristiana: Pedro y Pablo
 
Pedro y Pablo en el Año de la Fe
Pedro y Pablo en el Año de la Fe
Al llegar la festividad de San Pedro y de San Pablo salen a flote los primeros pasos de nuestra era cristiana, tomando cuerpo y forma, criterio y testimonio en dos personas que fueron cimientos y puntales de los primeros tiempos de la evangelización cristiana: Pedro y Pablo

Era la hora de la verdad:

- De dar razón de las palabras de Jesús hasta los últimos confines de la tierra

- De pasar del dicho al hecho, incluso vertiendo la sangre

- De no seguir con miradas perdidas en el cielo

- De probar la verdad o la fragilidad de la fe en el discipulado


1.SAN PEDRO Y SAN PABLO: SERVIR ANTE TODO

- Son columnas de ese gran edificio espiritual que es nuestra Iglesia

- Son testimonio de un Cristo vivo de, aquellos, que lo supieron escribir con sangre

- Son, tan distintos, que fueron capaces de unirse en lo esencial: ¡por encima de todo el afán evangelizador! Como recientemente nos ha recordado el Papa Francisco, fueron personas (cristianos) contracorriente.

- Son punto de referencia a la hora de tomar un camino u otro en nuestra vida cristiana. Como San Pedro, a veces, corremos el riesgo de quedarnos "con y en los nuestros". Como a San Pablo, qué bien nos vendría si Dios nos tirase de nuestro particular, altivo y querido caballo (orgullo, hipocresía, mentira, debilidad, falsos prejuicios, cobardía…..) para aventurarnos a lo nuevo sin miedo. Muchos, hoy en la Iglesia, siguen entendiendo que el esfuerzo evangelizador ha de ir recompensado por una responsabilidad mayor, con un reconocimiento implícito o explícito por la Jerarquía Eclesial. Afortunadas las palabras del Papa Francisco: "muchos entienden su servicio a la Iglesia como un carrerismo".


2.SAN PEDRO Y SAN PABLO: DIVERSIDAD PARA UNA MISMA FE

- En uno Jesús puso la familiaridad y la cercanía, el compañerismo y hasta le leyó de antemano las contradicciones en las que caería en los aledaños de la Pascua.

- Con el otro, Dios, quiso saltar las fronteras de una Fe que podía haberse quedado encerrada en las cuatro puertas de Palestina

- En uno sobresale aquello de "ser amigo de sus amigos". No le acompañó precisamente ni la ciencia ni las letras, pero tuvo la virtud de ser sencillo como una paloma y noble como el oro. Jesús, le hizo entrega de las llaves de esa gran familia que es nuestra Iglesia.

- Con el otro, Dios hizo el milagro de la conversión radical. Pasó de ser adversario a ser "fan" y propagandista de Jesús. Se sintió derribado de sus esquemas y de sus acepciones, de su sabiduría y de su altanería. Todo lo estimó en basura cuando lo comparaba con el amor/riqueza de Cristo. Pasó de la vehemencia a la docilidad ante su Dios.

Dios no quiere a superhombres para llevar a cabo su Reino. Dios quiere respuestas. Pedro le falló en las horas más decisivas de la Pasión de Jesús. Pablo se convirtió en uno de los más sangrientos perseguidores. Pero, después, con un "sí" uno pasó de ser pescador en Galilea a ser pescador de almas. El otro, de ser un incrédulo, guerrero e intelectual, a un enamorado de la causa de Jesús.

Dos personas distintas con un mismo denominador común: JESÚS... ¡TODO POR JESÚS!


3. LOS NUEVOS "PEDRO" Y LOS NUEVOS "PABLO"

Aún con nuestras historias (buenas o malas), limitaciones (que son otras tantas), con los caminos emprendidos (a veces contrarios a la fe), aún siendo como somos (y mira que somos complicados)... Dios sigue contando con nosotros: pone el tesoro de su Reino en nuestras manos aún a sabiendas que siempre serán empecinadas y constantes vasijas de barro. Y, volviendo al Papa Francisco, qué bueno sería saber, pensar y reflexionar una de sus perlas lanzadas en la capilla de Santa Marta: "nunca he visto que detrás de un cortejo fúnebre vaya un camión de mudanzas". Con nosotros, claro está, se va lo que hemos dado, trabajo, ofrecido y servido.

En esa carne (débil y pecadora) que somos los hombres y mujeres de nuestro tiempo, Dios va manifestándose todos y cada uno de los días. Ojalá seamos capaces de ofrecer a DIOS nuestra vida de tal manera que nos sintamos "menos superhombres" y "más amigos de Dios".

Con todo ello, en este día de los pilares de la Iglesia, tenemos un recuerdo y oración especial por ese testigo del evangelio que nos ensambla con el primer testimonio de los apóstoles y que es signo de unidad, de caridad y de comunión en toda la iglesia: el Papa Francisco. Dios lo acompañe en su intento de renovación, profunda y espiritual, de nuestra Iglesia.
 
Nueve preguntas sobre el Año de la Fe
El próximo 11 de octubre iniciará el Año de la Fe, convocado por Benedicto XVI. Pero, ¿de qué se trata? ¿Qué desea el Santo Padre? ¿Qué se puede hacer? Respuestas a las preguntas que surgen a escasos días del inicio.

1. ¿Qué es el Año de la Fe?
El Año de la Fe “es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo” (Porta Fidei, 6).

2. ¿Cuándo inicia y termina?
Inicia el 11 de octubre de 2012 y terminará el 24 de noviembre de 2013.

3. ¿Por qué esas fechas?
El 11 de octubre coinciden dos aniversarios: el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y el 20 aniversario de la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica. La clausura, el 24 de noviembre, será la solemnidad de Cristo Rey.

4. ¿Por qué el Papa ha convocado este año?
“Mientras que en el pasado era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a los valores inspirados por ella, hoy no parece que sea ya así en vastos sectores de la sociedad, a causa de una profunda crisis de fe que afecta a muchas personas”. Por eso, el Papa invita a una “auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo”. El objetivo principal de este año es que cada cristiano “pueda redescubrir el camino de la fe para poner a la luz siempre con mayor claridad la alegría y el renovado entusiasmo del encuentro con Cristo”.

5. ¿Qué medios ha señalado el Santo Padre?
Como expuso en el Motu Proprio “Porta Fidei”: Intensificar la celebración de la fe en la liturgia, especialmente en la Eucaristía; dar testimonio de la propia fe; y redescubrir los contenidos de la propia fe, expuestos principalmente en el Catecismo.

6. ¿Dónde tendrá lugar?
Como dijo Benedicto XVI, el alcance será universal. “Tendremos la oportunidad de confesar la fe en el Señor Resucitado en nuestras catedrales e iglesias de todo el mundo; en nuestras casas y con nuestras familias, para que cada uno sienta con fuerza la exigencia de conocer y transmitir mejor a las generaciones futuras la fe de siempre. En este Año, las comunidades religiosas, así como las parroquiales, y todas las realidades eclesiales antiguas y nuevas, encontrarán la manera de profesar públicamente el Credo”.

7. ¿Dónde encontrar indicaciones más precisas?
En una nota publicada por la Congregación para la doctrina de la fe. Ahí se propone, por ejemplo:
- Alentar las peregrinaciones de los fieles a la Sede de Pedro;
- Organizar peregrinaciones, celebraciones y reuniones en los principales Santuarios.
- Realizar simposios, congresos y reuniones que favorezcan el conocimiento de los contenidos de la doctrina de la Iglesia Católica, y mantengan abierto el diálogo entre fe y razón.
- Leer o releer los principales documentos del Concilio Vaticano II.
- Acoger con mayor atención las homilías, catequesis, discursos y otras intervenciones del Santo Padre.
- Promover trasmisiones televisivas o radiofónicas, películas y publicaciones, incluso a nivel popular, accesibles a un público amplio, sobre el tema de la fe.
- Dar a conocer los santos de cada territorio, auténticos testigos de fe.
- Fomentar el aprecio por el patrimonio artístico religioso.
- Preparar y divulgar material de carácter apologético para ayudar a los fieles a resolver sus dudas.
- Eventos catequéticos para jóvenes que transmitan la belleza de la fe.
- Acercarse con mayor fe y frecuencia al sacramento de la Penitencia.
- Usar en los colegios el compendio del Catecismo de la Iglesia Católica.
- Organizar grupos de lectura del Catecismo y promover su difusión y venta.

8. ¿Qué documentos puedo leer por ahora?
El motu proprio de Benedicto XVI “Porta Fidei”;
La nota con indicaciones pastorales para el Año de la Fe;
El Catecismo de la Iglesia Católica;
40 resúmenes sobre la fe cristiana.

9. ¿Dónde puedo obtener más información?
Visite la web www.annusfidei.va
Redacción Universo Joven
 
 
El Papa Benedicto XVI abrió el jueves 11 de octubre el Año de la Fe, en la conmemoración del cincuentenario de la inauguración del Concilio Ecuménico Vaticano II. 

Una fecha importantísima, no solo para el recuerdo, sino para continuar ahondando en la Nueva Evangelización, al latido del Sínodo que se celebra durante este mes. 

Con su dibujo, Patxi nos invita a encontrar en la Palabra,
que nos abre el propio Papa, el misterio del Amor de la Trinidad.
 Misterio de amor que ha de inspirar siempre nuestras vidas.

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