Somos amados por Dios desde la eternidad y creyendo y pensando en esto es como podemos dar sentido a nuestra vida. | |
No le damos a nuestra existencia ningún sentido. Al morir quizá nuestro epitafio pueda decir así: "Aquí yace una persona que nunca supo por qué ni para qué vivía". Esa forma de pasar por la vida es como estar en un aeropuerto y no tomar ningún avión. Necesitamos una dirección y ver si es la correcta. Somos un llamado de Dios. Dios existe y El nos escogió. Las probabilidades de que existamos son un auténtico milagro. Nuestra madre nos llevó, -y quiso llevarnos-nueve meses en su seno y nos cuidó. Dios pensó en nosotros desde el principio y no solo nos escogió sino que veló por nosotros, conoce todos nuestros sentimientos, voluntades, debilidades y pecados. Se compadece y comparte todas nuestras emociones. Se da cuenta de nuestro semblante tanto si reímos como si lloramos y nos ama más que nosotros mismos nos amamos. Rehúsa lastimarnos tanto como lo hacemos nosotros. Somos su obra y al ponernos en este mundo ha volcado en nosotros las capacidades para que tengamos una experiencia de su amor, donde entre nuestra inteligencia y voluntad. Somos criaturas amadas por El desde la eternidad y creyendo y pensando en esto es como podemos dar sentido a nuestra vida. Y por todo esto le debemos a Dios una respuesta. Todos estamos en su dirección aunque no lo queramos. El no nos va a presionar, respeta nuestra libertad, pero sí espera nuestra respuesta. Y en nosotros está el dársela o no. Somos sus hijos, El es nuestro Padre. San Ignacio decía: "El hombre fue creado para alabar a Dios" y San Agustín: "El corazón del hombre anda angustiado hasta encontrar a Dios" ¿Cual es el sentido que nosotros le damos a nuestra vida? Tenemos unos "talentos" que nos han sido entregados y de ellos se nos pedirá cuenta. Ahora es el momento de hacerlos rendir. La santidad no es llegar a los altares sino al cielo. Hay santos canonizados pero hay otros muchos que no. Pero el que llega al cielo es santo. Venimos de Dios y a Dios volvemos. Este pensamiento nos dará paz en medio del dolor y del sufrimiento y sobre todo nos dará una respuesta a esa gran interrogante que los hombres de todos los tiempo se han hecho y nos hacemos más que nunca en los actuales, plenos de desorientación e incredulidad. Aceptemos esta respuesta diáfana, sencilla e inconmensurablemente hermosa. A sí ya sabemos por qué llegamos aquí, para qué estamos aquí y a donde vamos después de aquí. Hagamos un proyecto de vida, vale la pena. |
*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
miércoles, 13 de noviembre de 2013
Dale un sentido, un objetivo a tu vida
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