martes, 5 de noviembre de 2013

BELLAS REFLEXIONES II

OFENSAS ENTERRADAS

Ofensas enterradas
 


Un buen día yo enterré una ofensa que dolía.
Creí que podría olvidarla si la dejaba escondida.
El agravio iba creciendo.
Cada día lo tapaba.
No logré dejarlo atrás.
Mucho, mucho me costaba.
La alegría me abandonó, no conocí sino penas.
Incapaz era de amar, tenía el alma en cadenas.
A la vera de aquel hoyo clamé con el alma a Dios:
«Sana esta herida profunda, 
Tú que eres el Dios de amor».

Sentí entonces Su presencia; en Sus brazos me sentí.
Enjugó mis agrias lágrimas, hizo azul el cielo gris.
Sincerándome con Él, le expliqué mi gran afrenta.
Me prestó Su atento oído mientras yo le daba cuenta.
Cavé, ahondé y arranqué la afrenta que me oprimía, 
y entregándola el Maestro libre al fin quedé aquel día.

Así fue como Él quitó la negrura de mi alma 
y algo hermoso fue a nacer; 
donde había estado la llaga.

Cuando vi en qué convirtió mi tormento y mi pesar, 
aprendí a dárselo a Él y no enterrarlo jamás.
 

EL AMOR Y EL TIEMPO


El amor y el tiempo 


Hubo un tiempo en el que en una isla muy pequeña, confundida con el paraíso, habitaban los sentimientos como habitamos hoy en la tierra. En esta isla vivían en armonía el Amor, la tristeza, y todos los otros sentimientos. Un día en uno de esos que la naturaleza parece estar de malas, el amor se despertó aterrorizado sintiendo que su isla estaba siendo inundada.

Pero se olvidó rápido del miedo y cuidó de que todos los sentimientos se salvaran. Todos corrieron y tomaron sus barcos y corrieron, y subieron a una montaña bien alta, donde podrían ver la isla siendo inundada pero sin que corriesen peligro.

Sólo el amor no se apresuró, el amor nunca se apresura. Él quería quedarse un poquito más en su isla, pero cuando se estaba casi ahogando el amor se acordó de que no debía morir. Entonces corrió en dirección a los barcos que partieron y gritó en busca de auxilio.

La Riqueza, oyendo su grito, trató luego de responder que no podría llevarlo ya que con el oro y con la plata que cargaba temía que su barco se hundiera.

Pasó entonces la Vanidad que también dijo que no podría ayudarlo, una vez que el amor se hubiese ensuciado ayudando a los otros, ella, la Vanidad, no soportaba la suciedad.

Por detrás de la Vanidad venía la Tristeza que se sentía tan profunda que no quería estar acompañada por nadie. 
Paso también la Alegría, pero esta tan alegre estaba que no oyó la suplica del amor.

Sin esperanza el Amor se sentó sobre la última piedra que todavía se veía sobre la superficie del agua y comenzó a menguar.

Su llanto fue tan triste que llamó la atención de un anciano que pasaba con su barco. El viejito tomó al Amor en sus brazos y lo llevó hacia la montaña más alta, junto con los otros sentimientos.

Recuperándose, el amor le preguntó a la Sabiduría quién era el viejito que lo ayudo... a lo que ésta respondió..... "El Tiempo"..... el Amor cuestionó: ..."¿Por qué solo el Tiempo pudo traerme aquí?".... La Sabiduría entonces respondió:

"Por que sólo el Tiempo tiene la capacidad de ayudar al Amor a llegar a los lugares más difíciles"...
 

ORAR, SIMPLEMENTE ORAR


Orar, simplemente orar 


Un pobre campesino regresaba del mercado al atardecer. Descubrió de pronto que no llevaba su libro de oraciones. Se hallaba en medio del bosque y se le había salido una rueda de su carreta.

El pobre hombre estaba afligido pensando que aquel día no iba a poder recitar sus plegarias. Entonces oró de este modo: He cometido una verdadera estupidez, Señor. He salido sin mi libro de rezos. Tengo tan poca memoria que sin él no sé orar. De modo que voy a decir cinco veces el alfabeto muy despacio. Tú, que conoces todas las oraciones, puedes juntar las letras y formar las plegarias que ya no recuerdo.

Y Dios dijo a sus ángeles: De todas las oraciones que he escuchado hoy, ésta ha salido sin duda alguna, la mejor. Una oración que ha brotado de un corazón sencillo y sincero.
 

 

¿POR QUÉ ESTOY EN EL MUNDO?


¿Por qué estoy en el mundo?
Autor: Padre Mariano Blas 

Estoy en este mundo porque Dios me dio la vida, porque me quiere. Y así, he vivido veinte, treinta, cuarenta o más años, envuelto, cobijado por su amor. Y me creó para algo importante; no para el egoísmo, no para la mediocridad, menos todavía para la desdicha. Me creó para ser feliz aquí y allá, para ser útil, para realizar algo útil.

A estas alturas de la vida ¿como habré realizado el sueño de Dios? ¿Qué sentido tiene para mí la vida? Soy su criatura. Todo es regalo de Dios en mí, existo de favor y de cariño de un creador, y los siguientes días de mi vida seguiré viviendo por el cariño de mi Padre.

¡Gracias! tendría que ser una de las palabras más repetidas, más maravillosas. La debería decir todos los días, a todas horas. Gracias al amanecer, gracias al mediodía, gracias al atardecer, gracias por este día, gracias por los días que están por venir.

Yo soy el que escribo cada día la vida de un desdichado o de un hombre feliz y realizado. Con mis actos de amor o con mis egoísmos construyo el palacio o la choza en la que viviré por toda la eternidad. A nadie podré culpar de mi pobreza, porque tengo a mi disposición todos los materiales que saben utilizar los santos para construir sus bellos castillos de bondad.

Hoy he hecho de mi vida lo que yo he querido. Hoy he sido un santo o un pecador. Posiblemente he sido un mediocre. Por decisión mía. Pero mañana también puedo, por propia decisión, cambiar radicalmente de manera de vivir. Puedo ser un santo, si me lo propongo.
 

AYÚDAME, SEÑOR...


AYÚDAME, SEÑOR...

Ayúdame Señor, que mis fuerzas flaquean,
Ayúdame, Tu que tanto conoces mi pesar,
Ayúdame a no perder nunca la sonrisa
Y a regalar siempre alegría a los demás.
Ayúdame Señor, a perdonar a quien me hiere,
Y a olvidar las injusticias que hacen mal,
Ayúdame a mitigar el dolor del que sufre
Y a extender mi mano con dulzura y mucha paz.
Ayúdame Señor, a no pecar preparando el camino
Que a Ti me lleve en poco tiempo mas,
Y a sembrar el sendero que hacia Ti hoy transito
Con semillas de amor, de fe y de humildad.

 

LOS CINCO DEFECTOS DE JESÚS


LOS CINCO DEFECTOS DE JESÚS

Primer defecto: Jesús no tiene buena memoria

En la cruz, durante su agonía, Jesús oyó la voz del ladrón a su derecha:
«Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino». Si hubiera sido yo, le habría contestado: «No te olvidaré, pero tus crímenes tienen que ser expiados, al menos, con 20 años de purgatorio». Sin embargo Jesús le responde: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso». Él olvida todos los pecados de aquel hombre. La parábola del hijo pródigo nos cuenta que éste, de vuelta a la casa paterna, prepara en su corazón lo que dirá: «Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros». Pero cuando el padre lo ve llegar de lejos, ya lo ha olvidado todo; corre a su encuentro, lo abraza, no le deja tiempo para pronunciar su discurso, y dice a los siervos, que están desconcertados: «Traed el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en la mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío había muerto y ha vuelto a la vida; se había perdido y ha sido hallado». Jesús no tiene una memoria como la mía; no sólo perdona, y perdona a todos, sino que incluso olvida que ha perdonado.

Segundo defecto: Jesús no sabe matemáticas

Si Jesús hubiera hecho un examen de matemáticas, quizá lo hubieran suspendido. Lo demuestra la parábola de la oveja perdida. Un pastor tenía cien ovejas. Una de ellas se descarría, y él, inmediatamente, va a buscarla dejando las otras noventa y nueve en el redil. Cuando la encuentra, carga a la pobre criatura sobre sus hombros. Para Jesús, uno equivale a noventa y nueve, ¡y quizá incluso más! ¿Quién aceptaría esto?. Cuando se trata de salvar una oveja descarriada, Jesús no se deja desanimar por ningún riesgo, por ningún esfuerzo.


Tercer defecto: Jesús no sabe de lógica

Una mujer que tiene diez dracmas pierde una. Entonces enciende la lámpara para buscarla. Cuando la encuentra, llama a sus vecinas y les dice: «Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido». ¡Es realmente ilógico molestar a sus amigas sólo por una dracma! ¡Y luego hacer una fiesta para celebrar el hallazgo! Y además, al invitar a sus amigas ¡gasta más de una dracma! Ni diez dracmas serían suficientes para cubrir los gastos...
Jesús, como conclusión de aquella parábola, desvela la extraña lógica de su corazón: «Os digo que, del mismo modo, hay alegría entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».

Cuarto defecto: Jesús es un aventurero

El responsable de publicidad de una compañía o el que se presenta como candidato a las elecciones prepara un programa detallado, con muchas promesas. Nada semejante en Jesús. Su propaganda, si se juzga con ojos humanos, está destinada al fracaso. Él promete a quien lo sigue procesos y persecuciones. A sus discípulos, que lo han dejado todo por él, no les asegura ni la comida ni el alojamiento, sino sólo compartir su mismo modo de vida. A un escriba deseoso de unirse a los suyos, le responde: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».

El pasaje evangélico de las bienaventuranzas, verdadero «autorretrato» de Jesús, aventurero del amor del Padre y de los hermanos, es de principio a fin una paradoja, aunque estemos acostumbrados a escucharlo:
«Bienaventurados los pobres de espíritu..., bienaventurados los que lloran..., bienaventurados los perseguidos por... la justicia..., bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos».

Pero los discípulos confiaban en aquel aventurero. Desde hace más de dos mil años y hasta el fin del mundo no se agota el grupo de los que han seguido a Jesús. Basta mirar a los santos de todos los tiempos. Muchos de ellos forman parte de aquella bendita asociación de aventureros. ¡Sin dirección, sin teléfono, sin fax...!

Quinto defecto: Jesús no entiende ni de finanzas ni de economía

Recordemos la parábola de los obreros de la viña: «El Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. Salió luego hacia las nueve y hacia mediodía y hacia las tres y hacia las cinco.., y los envió a sus viña». Al atardecer, empezando por los últimos y acabando por los primeros, pagó un denario a cada uno.

Si Jesús fuera nombrado administrador de una comunidad o director de empresa, esas instituciones quebrarían e irían a la bancarrota: ¿cómo es posible pagar a quien empieza a trabajar a las cinco de la tarde un salario igual al de quien trabaja desde el alba? ¿Se trata de un despiste, o Jesús ha hecho mal las cuentas? ¡No! Lo hace a propósito, porque -explica-: «¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero?, ¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?».

Y nosotros hemos creído en el amor

Pero preguntémonos: ¿por qué Jesús tiene estos defectos?
- ¡Porque es Amor¡. El amor auténtico no razona, no mide, no levanta barreras, no calcula, no recuerda las ofensas y no pone condiciones.

Autor: Cardenal Francisco Xavier Nguyen Van Thuan
 

DEBEMOS SER SENCILLOS, HUMILDES Y PUROS


Debemos ser sencillos, humildes y puros
Autor: San Francisco de Asís

La venida al mundo del Verbo del Padre, tan digno tan santo y tan glorioso, fue anunciada por el Padre altísimo, por boca de su santo arcángel Gabriel, a la santa y gloriosa Virgen María, de cuyo seno recibió una auténtica naturaleza humana, frágil como la nuestra. Él, siendo rico sobre toda ponderación, quiso elegir la pobreza, junto con su santísima madre. Y, al acercarse su pasión, celebró la Pascua con sus discípulos. Luego oró al Padre diciendo: Padre mío, si es posible, que pase y se aleje de mí ese cáliz.

Sin embargo, sometió su voluntad a la del Padre. Y la voluntad del Padre fue que su Hijo bendito y glorioso, a quien entregó por nosotros y que nació por nosotros, se ofreciese a sí mismo como sacrificio y víctima en el ara de la cruz, con su propia sangre, no por sí mismo, por quien han sido hechas todas las cosas, sino por nuestros pecados, dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas. Y quiere que todos nos salvemos por él y lo recibamos con puro corazón y cuerpo casto.

¡Qué dichosos y benditos son los que aman al Señor y cumplen lo que dice el mismo Señor en el Evangelio: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, y al prójimo como a ti mismo! Amemos, pues, a Dios y adorémoslo con puro corazón y con mente pura, ya que él nos hace saber cuál es su mayor deseo, cuando dice: Los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad. Porque todos los que lo adoran deben adorarlo en espíritu y verdad. Y dirijámosle, día y noche, nuestra alabanza y oración, diciendo: Padre nuestro, que estás en los cielos; porque debemos orar siempre sin desanimarnos.

Procuremos, además, dar frutos de verdadero arrepentimiento. Y amemos al prójimo como a nosotros mismos. Tengamos caridad y humildad y demos limosna, ya que ésta lava las almas de la inmundicia del pecado. En efecto, los hombres pierden todo lo que dejan en este mundo tan sólo se llevan consigo el premio de su caridad y las limosnas que practicaron, por las cuales recibirán del Señor la recompensa y una digna remuneración.

No debemos ser sabios y prudentes según la carne, sino más bien sencillos, humildes y puros. Nunca debemos desear estar por encima de los demás, sino, al contrario debemos, a ejemplo del Señor, vivir como servidores y sumisos a toda humana criatura, movidos por el amor de Dios. El Espíritu del Señor reposará sobre los que así obren y perseveren hasta el fin, y los convertirá en el lugar de su estancia y su morada, y serán hijos del Padre celestial, cuyas obras imitan; ellos son los esposos, los hermanos y las madres de nuestro Señor Jesucristo.

Oración

Dios todopoderoso, que otorgaste a san Francisco de Asís la gracia de asemejarse a Cristo por la humildad y la pobreza, concédenos caminar tras sus huellas, para que podamos seguir a tu Hijo y entregarnos a ti con amor jubiloso. Por nuestro Señor Jesucristo.
 

BIENAVENTURANZAS DE LOS AMIGOS DICHOSOS


Bienaventuranzas de los amigos dichosos

Dichosos:

Los que ponen su alegría en alegrar a otros, porque ellos experimentarán la alegría de Dios.

Los que se hacen dignos de que sus amigos les confíen sus secretos, porque de ellos es el reino de los corazones.

Los que alaban, los que colaboran, los que dan, los que entregan, porque con la misma medida que midieren serán medidos.

Los que hacen favores a sus amigos, aún ahorrándoles la molestia de pedirlos; porque ellos conocerán que el gozo de dar es mayor que el de recibir.

Los que siguen amando a sus amigos cuando los ven caídos en desgracia, más aún los que aportan su dinero, su tiempo y su bondad para que no caigan, porque ellos serán levantados en sus días.

Los que aman a Jesucristo que amó incluso a los desconocidos, a los ingratos, a los molestos, porque ellos cumplen el mandato nuevo del Amor.

Los que tienen hambre y sed de amor como quiere Cristo, porque ellos serán saciados con la amistad de la familia de Dios.

Los que aman con corazón limpio, porque ellos verán a Dios.

 

GRANDES METAS


Grandes metas


Un maestro que quería enseñarles una lección a sus alumnos.

Les dio la oportunidad de escoger entre tres exámenes, uno de 50 preguntas, otro de 40 y un último de 30.

A los que escogieron el de 30 les puso una "C" sin importar que hubieran contestado todas bien.

A los que escogieron el de 40, les puso una "B" aún y cuando más de la mitad estuvieran incorrectas.

Y a los que escogieron el de 50, les puso una "A" no obstante que se hubieran equivocado en casi todas.

Los estudiantes no entendían. El maestro respondió:
"Queridos alumnos, no estaba examinando sus conocimientos, pero "sí" su determinación de apuntarle a lo alto."

Le apunto a lo alto, sabiendo que así estaré más cerca de mis sueños, que si me conformo con pequeños objetivos.

Le apunto a lo alto, sabiendo que Dios me ha capacitado para florecer donde estoy ahora, si busco dar mi mayor esfuerzo.

Le apunto a lo alto, con fe en que Dios terminará la obra que comenzó en mí, si prosigo adelante con determinación y no me doy por vencido.

"Dios, según su bondadosa determinación, es quien hace nacer en ustedes los buenos deseos y quien los ayuda a llevarlos acabo."
Filipenses 2,13
 

HOY SEMBRARÉ


HOY SEMBRARÉ: 

Hoy sembraré una sonrisa…para que haya más alegría.

Hoy sembraré una palabra consoladora…para cosechar serenidad.

Hoy sembraré un gesto de caridad…para que haya más caridad.

Hoy sembraré una oración…para que el hombre esté más cerca de Dios.

Hoy sembraré palabras y gestos de verdad…para que no crezca la mentira.

Hoy sembraré serenidad de acciones…para colaborar con la paz.

Hoy sembraré un gesto pacífico… para que haya menos nervios.

Hoy sembraré en mi mente una buena lectura…para el gozo de mi espíritu.

Hoy sembraré justicia en mis gestos y palabras…para que reine la verdad.

Hoy sembraré un gesto de delicadeza…para que haya más bondad.
 

NO HAY CASUALIDAD... ESE ES DIOS


No hay casualidad... Ese es Dios


Alguna vez te has sentado por allí y de repente sientes deseos de hacer algo agradable por alguien a quien le tienes cariño?
ESE ES DIOS...que te habla a través del Espiritu Santo.

Alguna vez te has sentido derrotado y nadie parece estar alrededor tuyo para hablarte?
ESE ES DIOS... Él quiere hablar contigo

Alguna vez has estado pensando en alguien a quién amas y no has visto por largo tiempo y la próxima cosa que pasa es verlo o recibir una llamada de esa persona?
ESE ES DIOS...no existe la coincidencia.

Alguna vez has recibido algo maravilloso que ni siquiera pediste?
ESE ES DIOS...que conoce los secretos de tu corazón.

Alguna vez has estado en una situación problemática y no tenías indicios de cómo se iba a resolver y de pronto todo queda resuelto sin darte cuenta?
ESE ES DIOS...que toma nuestros problemas en sus manos les da solución.

Alguna vez has sentido una inmensa tristeza en el alma y al día siguiente la tristeza ha pasado?
ESE ES DIOS...que te dio un abrazo de consuelo y te dijo palabras dulces.

Alguna vez te has sentido tan cansado de todo, al grado de querer morir y de pronto un día sientes que tienes la suficiente fuerza para continuar?
ESE ES DIOS...que te cargó en sus brazos para darte descanso.

Alguna vez has sentido que tienes tantos problemas y las cosas ya se están saliendo de su cauce y de pronto un día todo está resuelto?
ESE ES DIOS...que tomó todas las cosas y las puso en su lugar.

Todo es tan sencillo como....PONERSE EN MANOS DE DIOS...

¿Piensas que este mensaje te fue enviado accidentalmente?...
FUE DIOS...que me iluminó y me recordó que estas ahí, que eres mi amigo
 

NO HAY QUE RENDIRSE


No hay que rendirse

Esta historia parece un chiste, bueno, en realidad lo era, pero deja un gran mensaje:

Se cuenta que en una ocasión dos locos decidieron escaparse del manicomio, para lograr su propósito tenían que volar unas diez paredes que protegían el hospital psiquiatrico. Para ellos eso no sería problema alguno, estaban resueltos a escaparse.
Al emprender la travesía se desarrolla la siguiente acción:
Juan ( llamaremos a uno ) le pregunta a Pedro ( el otro ) al brincar la primera pared, que si estaba cansado, a lo que Pedro respondió que no. Juan insistió en su pregunta y le recordó que, en caso afirmativo podrían devolverse.

- No has escuchado que te dije que no, estoy dispuesto a escaparme de aquí, no soporto más seguir encerrado - contestó Pedro.
Al escuchar la respuesta Juan prosiguió el camino.
La misma escena se repite cada vez que vuelan una pared, mientras ambos siguen firmes su viaje hacia la libertad.
Cuándo solo les falta una pared para alcanzar la libertad se desarrolla nuevamente el mismo diálogo:

- Pedro, estás cansado - , le pregunta Juan a su compañero.
- Sí - , contestó Pedro con ojos brotados y sudores de corredor de campo y pista.
- Ah pues vamos a devolvernos! - le gritó Juan.
A lo que Pedro sin reparo alguno contestó.
- Sí, vamos a devolvernos, porque estoy muy cansado y falta mucho por llegar -
Y de esa manera, ambos locos decidieron dar marcha atrás y recorrer el largo camino porque se sentían cansados, sin pensar que solo les faltaba un pequeño esfuerzo más para alcanzar la libertad.

El cuento parece simple, pero encierra una gran enseñanza.
Cuántas veces hemos emprendido una carrera para alcanzar alguna meta. Durante la misma hemos puesto todo nuestro esfuerzo y empeño en lograrla, sin embargo, cuando aparecen los obstaculos en el camino y casi se nos agotan las fuerzas, entonces decidimos dar marcha atrás y echar por la borda todo el trabajo que hemos realizado sin detenernos a pensar que con un esfuerzo más lo logramos.

Jesús dijo: "El que toma el arado y mira hacia atrás no es digno del reino de los cielos"

Con esta historia tienen mucho sentido las palabras de Jesús, pues no seríamos dignos no porque el no quisiera, sino porque nosotros mismos nos rendimos.
 

CREO EN TI


CREO EN TI 

Cuando llega la dificultad y las pruebas, en los momentos de angustia, de duda o enfermedad, es bueno decir al Señor que seguimos creyendo en El. 

1. Señor, Tu siempre me has dado 
La fuerza necesaria, 
y, aunque débil, 
Creo en Ti. 

2. Señor, Tu siempre me has dado 
La paz de cada día, 
y, aunque angustiado, 
Creo en Ti. 

3. Señor, Tu siempre me has guardado 
En la prueba, 
Y, aunque estoy en ella, 
Creo en Ti. 

4. Señor, Tu siempre has alumbrado 
Mis tinieblas, 
Y, aunque no tengo luz, 
Creo en Ti.

 

EL PESCADOR


EL PESCADOR

Un banquero especialista en inversiones estaba en el muelle de un pueblecito caribeño cuando llegó un bote con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño. El banquero elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había tomado pescarlos. 
El pescador respondió que sólo un poco tiempo. El banquero luego le preguntó por qué no permanecía más tiempo y sacaba más pescado. El pescador dijo que él tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia. 

El banquero luego preguntó: "Pero, ¿qué haces con el resto de tu tiempo?"

El pescador dijo: "Duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hago siesta con mi esposa, María, y me acerco todas las noches al pueblo donde tomo vino y toco la guitarra con mis amigos. Tengo una vida placentera y ocupada."

El banquero replicó: "Soy un MBA de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar más tiempo en la pesca y con los ingresos, comprar un bote más grande. Con los ingresos del bote más grande podrías comprar varios botes, con lo que en un tiempo podrías tener una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario, lo podrías hacer directamente a un procesador y eventualmente abrir tu propia procesadora. Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este pequeño pueblo e irte a la Capital, donde dirigirías tu empresa en expansión."

El pescador preguntó: "Pero, ¿cuánto tiempo tarda todo eso?" A lo cual respondió el banquero: "Entre 15 y 20 años."

"¿Y luego qué?" El banquero se rió y dijo que esa era la mejor parte. "Cuando llegue la hora deberías anunciar un IPO (Oferta inicial de acciones) y vender las acciones de tu empresa al público. Te volverás rico, tendrás millones."

"Millones... y ¿luego qué?" El banquero le respondió: "Luego te puedes retirar. Te mudas a un pueblecito de la costa donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, hacer la siesta con tu mujer, acercarte todas las noches al pueblo para tomar vino y tocar la guitarra con tus amigos."

El pescador respondió: "¿Acaso eso no es lo que tengo ya?"

Cuántas vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidad que ya se tiene pero que muchas veces no vemos.

EL BORDADO DE DIOS


EL BORDADO DE DIOS 

Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho. Yo me sentaba cerca de ella, y le preguntaba qué estaba haciendo, ella me respondía que estaba bordando. Siendo yo pequeño, observaba el trabajo de mi mamá desde abajo, por eso siempre me quejaba, diciéndole que sólo veía hilos feos. Ella me sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente me decía: "Hijo, ve afuera a jugar un rato, y cuando haya terminado mi bordado, te pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo desde arriba". Me preguntaba, ¿por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros, y por qué me parecían tan desordenados desde donde' yo estaba?. Más tarde, escuchaba la voz de mamá diciéndome: "Hijo, ven y siéntate en mi regazo". Yo lo hacia de inmediato, y me sorprendía y me emocionaba al ver la hermosa flor, o el bello atardecer en el bordado. No podía creerlo, desde abajo sólo veía hilos enredados.

Entonces mi mamá me decía: "Hijo mío, desde abajo se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que había un plan arriba. Yo tenía un hermoso diseño. Ahora míralo desde mi posición..., ¡qué bello!".

Muchas veces, a lo largo de los años he mirado al Cielo, y he dicho: "Padre, ¿qué estás haciendo?". Él responde: "Estoy bordando tu vida". Entonces yo le replico: "Pero se ve tan confuso, es un desorden. Los hilos parecen tan oscuros, ¿por qué no son más brillantes?" El Padre parecía decirme "Mi niño, ocúpate de tu trabajo confiando en Mí y un día te traeré al Cielo, y te pondré sobre mi regazo y verás el plan desde mi posición. Entonces entenderás…”

ESTOY SIEMPRE CONTIGO


ESTOY SIEMPRE CONTIGO

¿Me necesitas? Estoy aquí contigo.
No puedes verme, sin embargo soy la luz que te permite ver
No puedes oírme, sin embargo hablo a través de tu voz.
No puedes sentirme, sin embargo soy el poder que trabaja en tus manos.
Estoy trabajando en ti, aunque desconozcas Mis senderos.
Estoy trabajando, aunque no reconozcas Mis obras.
No soy una visión extraña. No soy un misterio.
Sólo en silencio absoluto, más allá del "yo" que aparentas ser
puedes conocerme, y entonces sólo como un sentimiento y como Fe.
Todavía estoy aquí contigo, Todavía te oigo.
Todavía te contesto.
Aunque me niegues, estoy contigo.
En los momentos en que más solo crees encontrarte, Yo estoy contigo.
Aún en tus temores, estoy contigo.
Aún en Tu dolor, estoy contigo.
Estoy contigo cuando oras y cuando no oras.
Estoy en ti y tu estás en Mí.
Sólo en tu mente puedes sentirte separado de Mí, pues sólo en tu
mente están las brumas de "lo tuyo" y "lo mío".
Sin embargo, tan solo con tu mente puedes conocerme y sentirme.
Vacía tu corazón de temores ignorantes.
Cuando quites el "yo" de en medio, estoy contigo.
Por ti mismo no puedes hacer nada, pero Yo todo lo puedo.
Yo estoy en todo.
Aunque no puedas ver bien, el bien está allí, pues Yo estoy allí.
Sólo en Mí el mundo tiene significado; sólo de Mí toma el mundo forma;
Sólo por Mí el mundo sigue adelante
Soy la ley en la cual descansa el movimiento de las estrellas y el
crecimiento de toda célula viva.
Soy el amor que es el cumplimiento de la ley.
Soy seguridad, Soy paz
Soy unificación, Soy la ley por la cual vives.
Soy el amor en el que puedes confiar. Soy tu seguridad.
Soy tu paz, Soy uno contigo, YO SOY.
Aunque falles en encontrarme, Yo nunca dejo de encontrarte.
Aunque tu fe en Mi es insegura. Mi fe en ti nunca flaquea
Porque te conozco, porque te amo.
Mi bien amado, estoy aquí, contigo.

CONSERVA TU TENEDOR


CONSERVA TU TENEDOR

Una mujer, a quien le habían diagnosticado una enfermedad terminal y le habían dado tres meses de vida estaba poniendo sus cosas "en orden". Le pidió al sacerdote que fuera a su casa para discutir ciertos aspectos de sus deseos finales. Le dijo qué canciones quería que cantaran en su funeral, qué lecturas le gustaría que leyeran y con qué ropas querría ser enterrada. También pidió que la enterraran con su Biblia favorita. Cuando el sacerdote estaba preparándose para irse, de pronto la mujer recordó algo muy importante para ella y dijo: "hay una cosa más". "¿Qué es?", preguntó el sacerdote. "Esto es muy importante", continuó la mujer, "quiero que me entierren con un tenedor en la mano derecha".

El sacerdote se quedó parado mirando a la mujer sin saber qué decir.

- "Esto le sorprende, ¿no?", dijo la mujer.

- "Bueno, para ser honesto, estoy extrañado por su petición", dijo el sacerdote.

La mujer explicó: "recuerdo que en todos los años de concurrir a comidas en la iglesia, cuando se retiran las fuentes del plato principal, alguien inevitablemente dice ‘conserva tu tenedor’. Era mi momento favorito porque sabía que algo mejor venía... como torta de chocolate o pastel de manzana, algo maravilloso y sustancial. De modo que quiero que la gente me vea en mi ataúd con un tenedor en la mano y quiero que pregunten: ‘¿Para qué es el tenedor?’. Entonces quiero que por favor les diga: ‘Conserva tu tenedor.... aún falta lo mejor.’

"Los ojos del sacerdote se llenaron de lágrimas de alegría cuando se despidió de ella. Sabía que era una de las últimas veces que la vería antes de morir. Pero también sabía que la mujer entendía mejor que él lo que era la Gloria. Ella sabía que algo mejor venía.

En el funeral, la gente que se acercaba al ataúd veía el vestido que más le gustaba, su Biblia favorita y el tenedor en la mano derecha. Una y otra vez el sacerdote escuchaba la pregunta "¿Para qué es el tenedor?" y él sonreía. Durante su mensaje, el sacerdote les contó la conversación que había tenido con la mujer poco tiempo antes de morir. También les contó sobre el tenedor y lo que simbolizaba para ella; les contó cómo él no podría dejar de pensar en el tenedor y quizás ellos tampoco podrían hacerlo. Tenía razón.

De modo que la próxima vez que tomes un tenedor, deja que te recuerde muy suavemente que aún falta lo mejor.

EL HIJO MÁS SAGAZ

El hijo más sagaz 

Una historia de Etiopía nos presenta a un anciano que, en su lecho de muerte, llamo a sus tres hijos y les dijo:

- No puedo dividir en tres los que poseo. Eso dejaría muy pocos bienes a cada uno de vosotros. He decidido dar todo lo que tengo, como herencia, al que se muestre mas hábil, mas inteligente, mas astuto, mas sagaz. Dicho de otra forma, a mi mejor hijo. He dejado encima de la mesa una moneda para cada uno de vosotros. Tomadla. El que compre con esa moneda algo con lo que llenar la casa se quedara con todo.

Se fueron.

El primer hijo compró paja, pero solo consiguió llenar la casa hasta la mitad.

El segundo hijo compró sacos de pluma, pero no consiguió llenar la casa mucho mas que el anterior.

El tercer hijo -que consiguió la herencia- solo compro un pequeño objeto. Era una vela. Espero hasta la noche, encendió la vela y llenó la casa de luz.

LAS DOS RANAS


LAS  DOS RANAS


Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.

Cuando vieron cuan hondo este era, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.

Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serian inútiles.

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió, se 
desplomo y murió. La otra rana continuo saltando tan fuerte como le era posible.

Una vez mas, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenia caso seguir luchando. Pero la rana salto cada vez con mas fuerzas hasta que finalmente logro salir del hoyo.

Cuando salio, las otras ranas le dijeron: "nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos". La rana les explico que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse mas y salir del hoyo.
Moraleja

1. La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento compartida con alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo al finalizar el día.

2. Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que acabe por destruir. Tengamos cuidado con lo que decimos.

3. Una persona especial es la que se da tiempo para animar a otros.

En la NASA, hay un poster muy lindo de una abeja, el cual dice así:
"Aerodinamicamente el cuerpo de una abeja no esta hecho para volar, lo bueno es que la abeja no lo sabe"

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