Presbítero, Educador y Fundador, 7 de abril | |||||||||||||||||||||||||
Juan Bautista de La Salle fue el primero que organizó centros de formación de maestros, escuelas de aprendizaje para delincuentes, escuelas técnicas, escuelas secundarias de idiomas modernos, artes y ciencias. Su obra se extendió rapidísimamente en Francia, y después de su muerte, por todo el mundo. En 1900, Juan Bautista de La Salle fue declarado Santo. En 1950, a causa de su vida y sus escritos inspirados, recibió el título de Santo Patrono de los que trabajan en el ámbito de la educación. Juan Bautista mostró cómo se debe enseñar y tratar a los jóvenes, cómo enfrentarse a las deficiencias y debilidades con compasión, cómo ayudar, curar y fortalecer. Hoy, las escuelas lasalianas existen en 85 países del mundo. Consulta Escritos de San Juan Bautista de la Salle Juan Bautista de La Salle
Vida y ObraEra el primogénito de una familia acomodada que vivió en Francia hace 300 años. Juan Bautista de La Salle nació en Reims, recibió la tonsura a la edad de 11 años y fue nombrado canónigo de la Catedral de Reims a los 16. Cuando murieron sus padres tuvo que encargarse de la administración de los bienes de la familia. Pero, terminados sus estudios de teología, fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678. Dos años más tarde, obtuvo el título de doctor en teología. En ese período de su vida, intentó comprometerse con un grupo de jóvenes rudos y poco instruidos, a fin de fundar escuelas para niños pobres.En aquella época, sólo algunas personas vivían con lujo, habia muchas personas ricas y poderosas pero había muchos mas pobres. La gran mayoría vivía en condiciones de extrema pobreza: los campesinos en las aldeas y los trabajadores miserables en las ciudades. Sólo un número reducido podía enviar a sus hijos a la escuela. La mayoría de los niños tenían pocas posibilidades de futuro. Conmovido por la situación de estos pobres que parecían "tan alejados de la salvación" en una u otra situación, tomó la decisión de poner todos sus talentos al servicio de esos niños, "a menudo abandonados a sí mismos y sin educación". Para ser más eficaz, abandonó su hogar en Reims y se fue a vivir con los maestros, renunció a su canonjía y su fortuna y a continuación, organizó la comunidad que hoy llamamos Hermanos de las Escuelas Cristianas. Su empresa se encontró con la oposición de las autoridades eclesiásticas que no deseaban la creación de una nueva forma de vida religiosa, una comunidad de laicos consagrados ocupándose de las escuelas "juntos y por asociación". Los estamentos educativos de aquel tiempo quedaron perturbados por sus métodos innovadores y su absoluto deseo de gratuidad para todos, totalmente indiferente al hecho de saber si los padres podían pagar o no. A pesar de todo, De La Salle y sus Hermanos lograron con éxito crear una red de escuelas de calidad, caracterizada por el uso de la lengua vernácula, los grupos de alumnos reunidos por niveles y resultados, la formación religiosa basada en temas originales, preparada por maestros con una vocación religiosa y misionera a la vez y por la implicación de los padres en la educación. Además, de La Salle fue innovador al proponer programas para la formación de maestros seglares, cursos dominicales para jóvenes trabajadores y una de las primeras instituciones para la re-inserción de "delincuentes". Extenuado por una vida cargada de austeridades y trabajos, falleció en San Yon, cerca de Rouen, en 1719, sólo unas semanas antes de cumplir 68 años. Juan Bautista de La Salle fue el primero que organizó centros de formación de maestros, escuelas de aprendizaje para delincuentes, escuelas técnicas, escuelas secundarias de idiomas modernos, artes y ciencias. Su obra se extendió rapidísimamente en Francia, y después de su muerte, por todo el mundo. En 1900, Juan Bautista de La Salle fue declarado Santo. En 1950, a causa de su vida y sus escritos inspirados, recibió el título de Santo Patrono de los que trabajan en el ámbito de la educación. Juan Bautista mostró cómo se debe enseñar y tratar a los jóvenes, cómo enfrentarse a las deficiencias y debilidades con compasión, cómo ayudar, curar y fortalecer. Hoy, las escuelas lasalianas existen en 80 países del mundo. Vocación sacerdotalNacido en una familia acomodada de juristas, era el hijo primogénito de Luis de La Salle y de Nicolasa Moët. Su padre le había preparado una carrera jurídica, pero Juan Bautista tenía vocación religiosa. Durante su infancia, Juan Bautista de La Salle se complacía en ejercicios serios, la oración y la lectura de libros. A muy temprana edad se sintió impulsado por el deseo de consagrarse a Dios en el estado eclesiástico. Fue su firmeza y determinación lo que motivó a sus padres a darle consentimiento. El 11 de marzo de 1662, a 7 semanas antes de cumplir los 11 años, cursaba sus estudios en el Collège des Bons Enfants.La Salle recibe una canonjíaEl 17 de marzo de 1668 recibe las órdenes menores en Reims y el 9 de enero de 1667 se convirtió en canónigo en Reims sustituyendo al primo hermano de su abuelo Pedro Dozet.Toda esta vocación fue puesta en espera debido a la muerte de parte de sus seres queridos. Su madre el 19 de julio de 1671, y su dre el 9 de abril de 1672. Asumiendo la tutela de sus hermanos y hermanas; encontrando un nuevo padre en su primo Nicolás Roland, tan sólo 9 años mayor que él. Canónigo y teologal de la catedral de Reims. Tomó de nuevo por las tardes sus cursos de teología, y el 11 de julio de 1672 se dirigió a Cambray para recibir el subdiaconado. Estudió teología en París a partir de 1670 y durante 4 años, de 1672 a 1676 concilió sus actividades de canónigo con sus obligaciones familiares. Esto lo recordaría más tarde cuando quisiera inculcar el espíritu a los maestros de las escuelas, llamados por él “Hermanos”. Fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678 y el 27 de abril del mismo año, fallece su primo Nicolás Roland. Finalmente, en 1680, recibió el título de doctor en teología. ObraAdrian Nyel, personaje crucial en la vida de Juan Bautista de La Salle, muy celoso de la educación cristiana en los pobres, ha ayudado a abrir escuelas gratuitas para niños y niñas tanto en Reims como en sus alrededores. Desde los 22 años contrajo un contrato que lo ligaba a la oficina de los pobres del hospital general de Rouen. Se ocupa de la enseñanza de los niños y se dedica a catequizarlos.La señora Maillefer, originaria de Reims y prima de San Juan bautista, patrocinaba en ese tiempo, el proyecto para abrir escuelas para pobres con Nicolás Roland, pero con su muerte se suspende este proyecto. Aun así la señora Maillefer no renuncia a su idea y le deja el proyecto a Adrián Nyel, a quien envía a Reims portando dos cartas una para la Superiora de las Hermanas del Niño de Jesús y otra para su Primo Juan Bautista de la Salle. A principios de 1679 Juan Bautista de la Salle alquila una casa, en la que funda una escuela gratuita para los pobres y en 1681 comienza a recibir a varios enseñantes pobres, donde les fija un reglamento, en primer lugar el de acostarse, el segundo para la Oración, el tercero para las Santas Misas y para las comidas. En 1683 renuncia a sus bienes y el 25 de mayo de 1684 funda la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, para a continuación abrir escuelas profesionales, escuelas dominicales y hogares de educación para los jóvenes que vivían en la calle. En 1684 funda en Reims la que la mayoría considera la primera escuela de profesores. En 1688 abre las primeras escuelas en París. Introdujo dos innovaciones: la lección no era impartida individualmente sino en una clase y se enseñaba a leer en francés, no en latín. Estas novedades revolucionaron la pedagogía en Francia. Fue un pionero en la fundación de Escuelas de Formación de Maestros Rurales (Escuelas Normales), escuelas especiales para jóvenes con condenas judiciales, escuelas técnicas y escuelas secundarias para lenguas modernas, letras y ciencias. Juan Bautista de la Salle escribió un buen número de obras escolares y espirituales. Entre las primeras destaca La Guía de las Escuelas Cristianas, uno de los mejores libros de pedagogía del siglo XVII y el que se hizo dominante en las escuelas francesas de varones hasta nuestro siglo. Hay que destacar de él que fue un libro colectivo en el que Juan Bautista de la Salle recogió su propia experiencia pedagógica y la de los primeros Hermanos. También podíamos destacar como manual importante el titulado Reglas de la Cortesía y Urbanidad Cristianas. De lectura obligatoria por los escolares, son consejos para la buena educación francesa adaptados a los hijos de los artesanos y los pobres que acudían a sus escuelas. Escribió también silabarios, salterios y catecismos para uso escolar. Entre las obras de carácter espiritual es de destacar el libro Meditaciones. En las 16 tituladas: Meditaciones para el tiempo de retiro (apenas 40 folios) traza un completo itinerario espiritual para los maestros cristianos. Para la formación de los hermanos, crea en Vaugirard en 1692 el primer noviciado y en 1698 termina de redactar las reglas de la Congregación. Juan Bautista de la Salle muere el 7 de abril de 1719 en Saint-Yon, Ruan. Fue beatificado en 1888 y canonizado el 24 de mayo de 1900 por el Papa León XIII. Su festividad se celebra el 7 de abril. En 1937 sus reliquias fueron trasladadas a Roma. El 15 de mayo de 1950, el Papa Pío XII lo nombró patrón de los maestros. A menudo se confunde el Instituto que fundó, los Hermanos de las Escuelas Cristianas (más conocidos simplemente como Hermanos de la Salle), con la congregación de los hermanos cristianos, fundada por Edmund Ignace Rice. Los primeros miembros de esta congregación se inspiraron en la obra de Juan Bautista de la Salle. El término lasaliano suele confundirse también con salesiano, adjetivo propio de la Congregación Salesiana fundada en el s. XIX. Entre las aportaciones de De La Salle a la Pedagogía encontramos: 1. Ordenamiento de los alumnos por grupos de nivel. 2. Horario definido para las clases. 3. Enseñanza en lengua vernácula (la lengua de los alumnos en lugar del latín). 4. Apertura de la primera Correccional en Francia. 5. Apertura de la primera Escuela de formación para maestros que se conoce. 6. Su obra "Conduite des Ècoles" que fungió como manual pedagógico básico para los educadores católicos y muchos otros desde el siglo XVIII y hasta principios del XX. 7. Interpretación de la cortesía y amabilidad como formas de caridad. Lo desarrolla en su obra. 8. Desarrollo de una Teología de la Educación. 9. Es precursor de la actual escuela Secundaria. Véase también
Bibliografía recomendada
Referencias
|
San Juan Bautista de la SalleEducador
(año 1719)
Es el fundador de los Hermanos Cristianos y nació en Francia en 1651.
Nació en Reims y murió en Rouen, las dos ciudades que hizo famosas Santa Juana de Arco.(año 1719)
Su vida coincide casi exactamente con los años del famoso rey Luis XIV.
Probablemente su existencia habría pasado desapercibida si se hubiera contentado con vivir de acuerdo a su clase social adinerada, sin preocuparse por hacer ninguna obra excepcional en favor del pueblo necesitado. Pero la fuerza misteriosa de la gracia de Dios encontró en él un instrumento dócil para renovar la pedagogía y fundar las primeras escuelas profesionales y las más antiguas escuelas normales y fundar una Comunidad religiosa que se ha mantenido en principalísimos puestos en la educación en todo el mundo. Este santo fue un genio de la pedagogía, o arte de educar.
Si San Juan Bautista de la Salle viviera hoy aquí en la tierra abriría los ojos aterrado al ver que la educación se ha secularizado, o sea se ha organizado como si Dios no existiera y sólo se preocupa por hacer de los seres humanos unos animalitos muy buen amaestrados, pero sin fe, sin mirar a la eternidad ni importarle nada la salvación del alma. Porque para él, lo imprescindible, lo que constituía su obsesión, era obtener la salvación del alma de los educandos y hacerlos crecer en la fe. Si no hubiera sido por estos dos fines, él no habría emprendido ninguna obra especial, porque esto era lo que en verdad le interesaba y le llamaba la atención: hacer que los educandos amaran y obedecieran a Dios y consiguieran llegar al reino eterno del cielo.
Juan Bautista había estudiado en el famoso seminario de San Suplicio en París y allí recibió una formidable formación que le sirvió para toda su vida. Fue ordenado sacerdote y por su posición social y sus hermosas cualidades parecía destinado para altos cargos eclesiásticos, cuando de pronto al morir su director espiritual lo dejó como encargado de una obra para niños pobres que el santo sacerdote había fundado: una escuela para niños y un orfelinato para niñas pobres, dirigido por unas hermanitas llamadas de El Niño Jesús. Allí en esa obra lo esperaba la Divina Providencia para encaminarlo hacia la gran obra que le tenía destinada: ser el reformador de la educación.
La Salle le dio un viraje de 180 grados a los antiguos métodos de educación. Antes se enseñaba a cada niño por aparte. Ahora La Salle los reúne por grupos para darles clases (en la actualidad eso parece tan natural, pero en aquel tiempo era una novedad). Antiguamente se educaba con base en gritos y golpes. El padre Juan Bautista reemplazaba el sistema del terror por el método del amor y de la convicción. Y los resultados fueron maravillosos. La gente se quedaba admirada al ver cómo mejoraba totalmente la juventud al ser educada con los métodos de nuestro santo.
No les enseñaba solamente cosas teóricas y abstractas, sino sobre todo aquellos conocimientos prácticos que más les iban a ser de utilidad en la vida diaria. Y todo con base en la religión y la amabilidad.
La Salle empezó a reunir a sus profesores para instruirlos en el arte de educar y para formarlos fervorosamente en la vida religiosa. Y con los más entusiastas fundó la Comunidad de Hermanos de las Escuelas Cristianas que hoy son unos 15,000 en más de mil colegios en todo el mundo. Y siguen siendo una autoridad mundial en pedagogía, en el arte de educar a la juventud. El éxito de los Hermanos Cristianos fue inmenso desde el principio de su congregación, y ya en vida del santo abrieron colegios en muchas ciudades y en varias naciones. Un 15 de agosto los consagró San Juan Bautista a la Santísima Virgen y han permanecido fervorosos propagadores de la devoción a la Madre de Dios.
Al principio algunos le fallaron porque el santo era tan bondadoso que no podía imaginar mala voluntad en ninguno de sus discípulos. Para él todo el mundo era bueno, y por mucho que lo hubieran ofendido estaba siempre dispuesto a perdonar y a volver a recibir al que había faltado. Y tuvo la prueba dolorosísima de ver que algunos lo engañaron y se dejaron contagiar por el espíritu del mundo. Pero luego sus asesores lo convencieron para que no aceptara a ciertos sujetos no confiables y que expulsara a algunos que se habían vuelto indignos. Y el santo aceptando con toda humildad y mansedumbre los buenos consejos recibidos procedió a purificar muy a tiempo su congregación.
Siendo de familia muy rica, repartió todos sus bienes entre los pobres y se dedicó a vivir como un verdadero pobre. Los últimos años cuando renunció a ser Superior General de su Congregación, pedía permiso al superior hasta para hacer los más pequeños gastos. Los viajes aunque a veces muy largos, los hacía casi siempre a pie, y pidiendo limosna para alimentarse por el camino, durmiendo en casitas pobrísimas, llenas de plagas y de incomodidades.
Una vez pasó todos los tres meses del crudísimo invierno, en una habitación sin calefacción y con ventanas llenas de rendijas y con varios grados bajo cero. Esto le trajo un terrible reumatismo que durante todo el resto de su vida le produjo tremendos dolores y las anticuadas curaciones que le hicieron para ese mal lo torturaron todavía mucho más.
En su juventud, por ser de familia muy adinerada, había gozado de una alimentación refinada y muy sabrosa. Cuando se dedicó a vivir la pobreza de una comunidad fervorosa y en la cual, los alimentos eran rudos y desagradables, tenía que aguantar muchas horas sin comer, para que su estómago fuera capaz de recibirle esos alimentos tan burdos.
Su sotana y su manto eran tan pobres y descoloridos, que un pobre no se los hubiera aceptado como limosna.
Su humildad era tan grande que se creía indigno de ser el superior de la comunidad. Estaba siempre dispuesto a dejar su alto puesto y alguna vez que por calumnias dispuso la autoridad superior quitarlo de ese cargo, él aceptó inmediatamente. Pero todos los Hermanos firmaron un memorial anunciando que no aceptaban por el momento a ningún otro como superior sino al Santo Fundador y tuvo que aceptar el seguir con el superiorato.
No se cansaba de recomendar con sus palabras y sus buenos ejemplos, a sus religiosos y amigos que la preocupación número uno del educador debe ser siempre el tratar de que los educandos crezcan en el amor a Dios y en la caridad hacia el prójimo, y que cada maestro debe esforzarse con toda su alma por tratar de que los jovencitos conserven su inocencia si no la han perdido o que recuperen su amistad con Dios por medio de la conversión y de un inmenso horror al pecado y a todo lo que pueda hacer daño a la santidad y a todo lo que se oponga a la eterna salvación.
Pasaba muchas horas en oración y les insistía a sus religiosos que lo que más éxito consigue en la labor de un educador es orar, dar buen ejemplo y tratar a todos como Cristo lo recomendó en el evangelio: "haciendo a los demás todo el bien que deseamos que los demás no hagan a nosotros".
San Juan Bautista de la Salle murió el 7 de abril de 1619 a los 68 años. Fue declarado santo por el Sumo Pontífice León XIII en el año 1900. El Papa Pío XII lo nombró Patrono de los Educadores del mundo entero.
Santo educador: tú que recomendabas que se le concediera la máxima importancia a la clase de religión, considerándola la más provechosa de todas en todo colegio y escuela, pídele al buen Dios que la clase de religión vuelva a estar en primerísimo lugar en nuestros centros de educación y no vaya a ser reemplazada jamás por otras asignaturas menos importantes. Y ruégale a Dios que nos envíe muchos y santos y muy fervorosos profesores de religión.
Fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos Lasallistas)
Patrón de los maestros
Fiesta: 7 de abril
Ver también: El amor de Cristo nos apremia - De sus meditaciones
Otros: Escritos del Santo | Escritos Breves
Enlaces: sallejerez
Patrón de los maestros
Fiesta: 7 de abril
Ver también: El amor de Cristo nos apremia - De sus meditaciones
Otros: Escritos del Santo | Escritos Breves
Enlaces: sallejerez
San Juan Bautista nace en la ciudad de Reims, Francia, el 30 de abril de 1651. Es contemporáneo del gran Rey Luis XIV, llamado el Rey Sol. Su familia es muy acomodada y su madre piadosa. Es el mayor de 10 hijos.
Ya a los 10 años de edad desea ser sacerdote. A los 15 años Juan Bautista es nombrado canónigo en el cabildo de Nuestra Señora de Reims, uno de los más ilustres del reino. Al cumplir sus 18 años terminó los estudios medios en el Colegio Bons-Enfants de Reims, se graduó de Maestro en Artes e ingresó al famoso Seminario de San Sulpicio en París.
Ya a los 10 años de edad desea ser sacerdote. A los 15 años Juan Bautista es nombrado canónigo en el cabildo de Nuestra Señora de Reims, uno de los más ilustres del reino. Al cumplir sus 18 años terminó los estudios medios en el Colegio Bons-Enfants de Reims, se graduó de Maestro en Artes e ingresó al famoso Seminario de San Sulpicio en París.
A los 19 años quedó huérfano de padre y madre y tomó la responsabilidad de educar sus seis hermanos menores (tres otros murieron de pequeños). A los 22 años, Juan Bautista De La Salle obtuvo la Licenciatura en Teología, en la Soborna. Es ordenado sacerdote a los 27 años, en 1678.
Pocos meses después de su ordenación ayudó al Señor Adriano Niel en la fundación de una escuela de caridad en Reims. Al poco tiempo muere su director espiritual, Nicolás Roland, dejando la Comunidad de las Hermanas del Niño Jesús que había fundado. Juan Bautista se hace cargo de proveer por ellas.
A los 30 años El Padre De La Salle era doctor en Teología. Parecía estar encaminado hacia altos cargos eclesiales. Pero sentía la llamada de Dios a la formación de los pobres. El 24 de Junio de 1680 Juan Bautista se comienza a reunir con un grupo de maestros en su casa de familia. Allí, durante el día les da formación humana, pedagógica y cristiana.
A los 30 años El Padre De La Salle era doctor en Teología. Parecía estar encaminado hacia altos cargos eclesiales. Pero sentía la llamada de Dios a la formación de los pobres. El 24 de Junio de 1680 Juan Bautista se comienza a reunir con un grupo de maestros en su casa de familia. Allí, durante el día les da formación humana, pedagógica y cristiana.
Fundación
Al año siguiente, el 24 de Junio de 1681, el Padre De La Salle se traslada con sus maestros a vivir en una casa de alquiler en la Calle Nueva, Parroquia de San Esteban. Este evento marca el nacimiento de la Comunidad de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
Al año siguiente, el 24 de Junio de 1681, el Padre De La Salle se traslada con sus maestros a vivir en una casa de alquiler en la Calle Nueva, Parroquia de San Esteban. Este evento marca el nacimiento de la Comunidad de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
La espiritualidad de los Hermanos se caracteriza por su espíritu de fe que consiste en ver, juzgar, amar y obrar siempre a la luz del Evangelio; es decir, de la vida y doctrina de Jesucristo.
El Padre La Salle introdujo muchas reformas en la educación. En su esfuerzo por llegar a cuantos pobres pudiese, Juan Bautista decidió no enseñarles latín, lo cual fue un principio revolucionario. Introdujo también la enseñanza de niños en grupo, pues hasta entonces se educaba a cada niño por separado.
En 1688 abrió una escuela gratis en Paris para jóvenes pobres. También fundó universidades en Reims y Saint-Denis para entrenar a maestros.
En Agosto de 1683, El Padre De la Salle renunció a ser canónigo de la Catedral de Reims para dedicarse plenamente a la dirección de las Escuelas Cristianas y la formación de su comunidad de maestros.
Amor a los pobresDurante el invierno de 1684 una hambruna desoló a Francia. El Padre De La Salle repartió sus bienes a los pobres hasta quedarse el mismo pobre. Su propósito se mantiene fijo: Educar a los pobres.
En Junio de 1686 el Padre De La Salle propuso a los maestros de su comunidad consagrarse a Dios para servir en el mundo y no como monjes. El Domingo 9 de Junio ocho Hermanos, todos ellos directores, emitieron sus primeros votos en compañía de Juan Bautista De La Salle: obediencia, asociación y estabilidad. Los hermanos para entonces ya vivían en pobreza y celibato.
En Junio de 1686 el Padre De La Salle propuso a los maestros de su comunidad consagrarse a Dios para servir en el mundo y no como monjes. El Domingo 9 de Junio ocho Hermanos, todos ellos directores, emitieron sus primeros votos en compañía de Juan Bautista De La Salle: obediencia, asociación y estabilidad. Los hermanos para entonces ya vivían en pobreza y celibato.
El 15 de agosto: Consagración a la Santísima VirgenEl Padre De La Salle consagró su comunidad a la Virgen.
Pruebas muy dolorosas no faltaron. Algunos maestros se dejaron llevar por la mentalidad del mundo. Juan Bautista trató de convencerles pero al final debió despedir a algunos. Pero la obra avanza. En vida del santo, su congregación abrió escuelas en muchas ciudades.
Una vez establecida la congregación renunció a ser Superior General y se sometió al nuevo superior en completa obediencia. Casi siempre viajaba a pié, pidiendo alimento y alojamiento.
El viernes santo del 7 de abril de 1719, el Padre De La Salle, su salud quebrantada, muere en Rouen a la edad de 67 años.
El viernes santo del 7 de abril de 1719, el Padre De La Salle, su salud quebrantada, muere en Rouen a la edad de 67 años.
Beatificado el 19 de Febrero de 1888 por el Papa León XIII,
Canonizado el 24 de Mayo de 1900 por el mismo Papa.
EL 15 de Mayo de 1950, el Papa Pío XII nombra a San Juan Bautista de la Salle patrón de los educadores.
Canonizado el 24 de Mayo de 1900 por el mismo Papa.
EL 15 de Mayo de 1950, el Papa Pío XII nombra a San Juan Bautista de la Salle patrón de los educadores.
En la actualidad 6,500 Hermanos y 64,000 colaboradores de la Comunidad de Hermanos de las Escuelas Cristianas están en 82 países, con 1080 centros docentes y educan 860,000 alumnos aproximadamente.
San Juan Bautista de la Salle, presbítero y fundador
fecha: 7 de abril
fecha en el calendario anterior: 15 de mayo
n.: 1651 - †: 1719 - país: Francia
canonización: B: León XIII 19 feb 1888 - C: León XIII 24 may 1900
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fecha en el calendario anterior: 15 de mayo
n.: 1651 - †: 1719 - país: Francia
canonización: B: León XIII 19 feb 1888 - C: León XIII 24 may 1900
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Memoria de san Juan Bautista de la Salle, presbítero, que en Reims, en la región de Normandía, en Francia, se dedicó con ahínco a la instrucción humana y cristiana de los niños, en especial de los pobres. Instituyó la Congregación de Hermanos de las Escuelas Cristianas, a causa de lo cual soportó muchas tribulaciones, si bien fue merecedor de gratitud por parte del pueblo de Dios.
patronazgo: patrono de la enseñanza cristiana, de los profesores y educadores.
refieren a este santo: Beato Nicolás Roland
oración:
Señor, tú que has elegido a san Juan Bautista de la Salle para educar a los jóvenes en la vida cristiana, suscita maestros en tu Iglesia que se entreguen con generosidad a la formación humana y cristiana de la juventud. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
El fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas nació en Reims, el 30 de abril de 1651. Sus padres descendían de familias nobles. Bajo la dirección de su piadosa madre, Juan Bautista dio desde niño muestras de una piedad anunciadora de que, un día, sería sacerdote. A los once años de edad, recibió la tonsura y, a los dieciséis, fue nombrado miembro del capítulo de la catedral de Reims. En 1670, ingresó en el seminario de San Sulpicio, en París; ocho años después fue ordenado sacerdote. Su noble figura, su educación refinada, su cultura y las relaciones de su familia, parecían destinar al joven a una brillante carrera de dignidades eclesiásticas. Pero Dios tenía otros designios sobre él, aunque Juan Bautista no sospechaba nada hasta el momento en que uno de los canónigos de Reims, en su lecho de muerte, le confió la dirección de una escuela y un orfanatorio de niñas, y el cuidado de las religiosas encargadas de ellos.
En 1679, Juan Bautista conoció a Adrián Nyel, un laico que había ido a Reims a fundar una escuela de niños pobres. El canónigo de la Salle le alentó cuanto pudo, y así pronto se inauguraron dos escuelas, tal vez un poco prematuramente. El joven canónigo tomó cada vez mayor interés en la obra y empezó a ocuparse de los siete profesores que trabajaban en las escuelas. En 1681 alquiló una casa para ellos, los invitaba a comer a la suya y, poco a poco, les infundió los altos ideales educativos que empezaban a tomar forma en su mente. A pesar de que los modales un tanto groseros de los profesores le molestaban, el santo les ofreció alojamiento en su propia casa para poder vigilar de cerca su trabajo. El resultado fue desalentador, pues dos de los hermanos del santo partieron al punto para no convivir con aquellos palurdos y, cinco de los profesores le abandonaron al poco tiempo, porque no querían o no podían someterse a la severa disciplina que el santo les imponía. El reformador supo esperar y Dios premió su paciencia. Al poco tiempo, se presentaron otros candidatos para formar el primer núcleo de la nueva congregación. El santo abandonó la casa paterna y se fue a vivir con sus profesores en un edificio de la Rue Neuve. El movimiento se dio a conocer gradualmente y empezaron a llegar peticiones de diferentes ciudades para que enviase a sus profesores. En parte, por razón de sus múltiples ocupaciones, y en parte también, para no disfrutar de rentas y asemejarse a sus discípulos, san Juan renunció a su canonjía.
En seguida se le planteó el problema de cómo debía emplear su fortuna personal, que no deseaba conservar. ¿Debía consagrarla al desarrollo de la incipiente congregación, o más bien darla a los pobres? El santo fue a París a consultar al P. Barré, un hombre de Dios muy interesado en la educación, cuyos consejos le habían ayudado en otras ocasiones. El P. Barré se opuso absolutamente a la idea de que el santo emplease sus bienes en su propia fundación. Juan Bautista de la Salle, después de pedir fervorosamente a Dios que le iluminase, determinó vender sus posesiones y distribuir el producto entre los pobres. Su ayuda no pudo ser más oportuna, pues la región de Champagne atravesaba por un período de carestía. A partir de entonces, la vida de Juan Bautista fue todavía más austera. Como estaba acostumbrado a comer muy bien, tenía que ayunar hasta que el hambre le obligaba a comer cualquier platillo, por mal preparado que estuviese.
Pronto inauguró cuatro escuelas. Pero su principal problema era la formación de los profesores. Finalmente, en una junta con doce de sus hijos, se decidió a redactar una regla provisional. Según ella los profesores harían anualmente un voto de obediencia hasta que se viese claramente si tenían o no vocación. En la misma junta se adoptó para la nueva congregación el nombre de Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. La primera prueba que sufrieron fue una epidemia. El santo la atribuyó a su falta de previsión y convenció a sus hijos para que eligiesen a otro superior; pero el vicario general de la diócesis le obligó a tomar de nuevo el gobierno, en cuanto la noticia llegó a sus oídos. A decir verdad, eran muy necesarias la prudencia y la habilidad de san Juan Bautista de la Salle, pues las circunstancias iban a hacer que la nueva congregación se desarrollase mucho más de prisa de lo que se había previsto y que ampliase, al mismo tiempo, su campo de actividades. Hasta entonces, los miembros de la congregación habían sido hombres maduros; pero por aquella época empezaron a presentarse candidatos de quince a veinte años. Por una parte, hubiese sido una lástima rechazar aquellas vocaciones tan prometedoras; pero por la otra, era imposible que hombres tan jóvenes pudiesen adaptarse al rigor de una regla trazada para hombres maduros. Para resolver el problema, san Juan Bautista instituyó, en 1685, una especie de noviciado. Reservó para los jóvenes una casa especial, redactó para ellos una regla más sencilla, y los puso bajo el cuidado de un hermano con experiencia, aunque él conservaba la supervisión general. Pero al poco tiempo, se presentó otro problema semejante y a la vez diferente: los párrocos de los alrededores enviaban al santo algunos jóvenes para que los formase como profesores y los enviase después, a enseñar en sus parroquias. San Juan Bautista fundó otra casa especial para ese tipo de candidatos y se encargó de su formación. Así quedó establecido en Reims, en 1687, el primer instituto para la formación de profesores, al que siguieron el de París (1699) y el de Saint-Denis (1709).
Entre tanto, había proseguido el trabajo de la enseñanza de los niños pobres en Reims. En 1688, a instancias del párroco de San Sulpicio de París, san Juan Bautista fundó una escuela en dicha parroquia. En realidad se trataba de la última de las escuelas fundadas anteriormente por M. Olier, que se clausuraron una tras otra por falta de profesores suficientemente preparados. El éxito de los Hermanos de las Escuelas Cristianas fue tan grande, que pronto abrieron otra escuela en el mismo barrio. San Juan Bautista confió la dirección de las escuelas de París al hermano L'Heureux, hombre muy dotado y capaz, a quien el fundador había escogido por sucesor y estaba preparando para el sacerdocio. San Juan Bautista de la Salle tenía la intención de formar algunos sacerdotes para que se encargasen de la dirección de cada una de las casas, pero la inesperada muerte del hermano L'Heureux le hizo pensar que Dios no quería que pusiese en práctica ese proyecto. Después de muchas oraciones, el santo llegó a la conclusión de que la congregación debía limitarse estrictamente a la enseñanza y que era mejor excluir de ella las diferencias entre sacerdotes y hermanos. Así pues, el fundador decretó que ni los Hermanos de las Escuelas Cristianas podían ordenarse sacerdotes en ningún caso, ni la congregación podía recibir a ningún sacerdote. Tal vez sea éste el mayor sacrificio que puede exigirse de una congregación masculina. El decreto sigue en vigor en nuestros días. Durante la estancia del fundador en París, habían surgido algunas dificultades en Reims. Esto movió a san Juan Bautista a comprar una casa en Vaugirard, a donde los hermanos pudiesen retirarse de tiempo en tiempo para recuperar las fuerzas del cuerpo y del espíritu. Con el tiempo, esa casa se convirtió también en noviciado. Allí fue donde, hacia 1695, redactó el fundador las reglas definitivas, en las que hablaba ya de votos perpetuos. También escribió allí su tratado sobre la «Dirección de Escuelas», en el que su sistema revolucionario de la educación en las escuelas primarias, que aun produce magníficos frutos en la actualidad, tomó su forma definitiva. El sistema de san Juan Bautista de la Salle venía a reemplazar el método de instrucción individual y el llamado «sistema simultáneo»; insistía en la necesidad de que los alumnos guardasen silencio durante las clases y daba la debida importancia al aprendizaje de las lenguas vernáculas, pues hasta entonces el latín ocupaba el primer puesto. Los Hermanos de las Escuelas Cristianas se habían dedicado exclusivamente a los niños pobres. Pero en 1698, el rey Jaime II de Inglaterra, que estaba desterrado en Francia, pidió al santo que abriese una escuela para los hijos de sus partidarios irlandeses. San Juan Bautista inauguró entonces una escuela para cincuenta niños de la nobleza. Por la misma época fundó la primera «Academia Dominical» para los artesanos jóvenes; en ella se impartía la instrucción secundaria, la enseñanza del catecismo y se consagraba, naturalmente, algún tiempo al juego. Las Academias Dominicales llegaron a ser muy populares.
San Juan Bautista había tenido que hacer frente a muchas pruebas. A las defecciones de algunos de sus discípulos se añadía el rencor de los profesores laicos, quienes consideraban la actividad del santo como una intrusión en su propio campo. En una ocasión la conducta imprudente de dos hermanos que ocupaban puestos de importancia, puso en peligro la vida misma de la congregación. El arzobispo de París recibió quejas de que se trataba a los novicios con demasiado rigor y mandó al vicario general para que hiciese investigaciones. Los mismos novicios testimoniaron, unánimemente, en favor de su superior; pero el vicario general, que tenía ciettos prejuicios contra la congregación, presentó un informe desfavorable. El arzobispo procedió a deponer del superiorato a san Juan Bautista, quien acogió la sentencia sin una palabra de queja. Pero cuando el vicario general trató de imponer como superior a un extraño, originario de Lyon, todos los hermanos declararon por unanimidad que su verdadero superior era el P. de la Salle y que estaban decididos a abandonar la congregación antes de que aceptar a otro. Posteriormente, el santo les obligó a someterse formalmente; entretanto, el arzobispo echó tierra al asunto y san Juan Bautista fue, como siempre, el superior. Poco después, al trasladarse el noviciado de Vaugirard a una casa más grande en París, así como al fundarse allí unas escuelas relacionadas con él, los profesores-laicos, los jansenistas y todos los que se oponían a la educación de los pobres, organizaron un violento ataque contra la congregación. San Juan Bautista se vio envuelto en una serie de procesos y tuvo que cerrar todas sus casas y escuelas de París. Al cabo de algún tiempo se calmó la tempestad, tan súbitamente como se había desatado y, los Hermanos de las Escuelas Cristianas volvieron a la capital, donde ampliaron todavía más sus instituciones.
En otros países, la congregación se había desarrollado constantemente. En 1700, el hermano Drolin había fundado una escuela en Roma. En Francia se habían abierto las escuelas de Aviñón, Calais, Languedoc, Provenza, Rouen y Dijon. En 1705, se trasladó el noviciado a Saint Yon, en Rouen, donde se inauguró también un internado y un instituto para jóvenes difíciles, que más tarde se transformó en reformatorio. Tales fueron los principios de la congregación de enseñanza más grande que existe actualmente en la Iglesia. Sus obras comprenden desde las escuelas primarias hasta las Universidades. En 1717, san Juan Bautista renunció al cargo de superior. A partir de ese momento, no volvió a dar una sola orden y vivió como el más humilde de los hermanos. Se dedicó entonces a la formación de los novicios y de los internos, para quienes escribió varios libros, entre los que se cuenta un método de oración mental. Era aquella una época particularmente importante de la espiritualidad francesa. En la obra de san Juan Bautista de la Salle se advierte la influencia de Bérulle y de Olier, de la «escuela francesa» de Rancé y de los jesuitas, pero sobre todo, del canónigo Nicolás Roland y del fraile Nicolás Barré, que eran amigos personales del santo. Uno de los rasgos de san Juan Bautista que deben señalarse fue su oposición al jensenismo, manifestada, sobre todo, por la propaganda que hizo a la comunión frecuente y aun diaria. En la cuaresma de 1719, el santo sufrió varios ataques de asma y reumatismo, pero no dejó de practicar las austeridades habituales. Poco después tuvo un accidente que le dejó muy débil. El Señor le llamó a Sí el 7 de abril de 1719, que era Viernes Santo, a los sesenta y seis años de edad. La Iglesia demostró su aprecio por el carácter de ese pensador y hombre de acción tan importante en la historia de la educación, al canonizarle, en 1900. La fiesta de san Juan Bautista de la Salle se celebra en toda la Iglesia de Occidente. En 1950, Pío XII le declaró celestial patrono de todos los que se dedican a la enseñanza.
Abundan las buenas biografías de san Juan Bautista de la Salle, especialmente en francés. Todas ellas se basan en la que escribió J. B. Blain, su íntimo amigo, en 1733. Entre las obras modernas la más importante es, probablemente, la de J. Guibert, Histoire de St. Jean Baptiste de la Salle (1900). Más breves son las biografías de A. Delaire (1900), en la colección Les Saints; F. Laudet (1929), y G. Bernoville (1944). El esbozo biográfico de Francis Thompson fue reeditado en 1911. Las obras completas del santo, traducidas al español y convenientemente prologadas y anotadas, pueden leerse on line o descargarse del sitio de la congregación.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
No hay comentarios:
Publicar un comentario