miércoles, 10 de abril de 2013

Elena Guerra, Beata


Virgen y Fundadora, 11 de abril
 
Elena Guerra, Beata
Elena Guerra, Beata

Fundadora de las Oblatas del Espíritu Santo

Martirologio Romano: En Lucca, Italia, beata Elena Guerra, virgen, que instituyó la Congregación de Oblatas del Espíritu Santo, para la enseñanza de las niñas, e instruyó admirablemente a los cristianos acerca de la cooperación del Espíritu Santo en la economía de la Salvación. ( 1914)

Fecha de beatificación: 26 de abril de 1959 por el Papa Juan XXIII
Elena nació el 23 de junio de 1835.

Una fecha marcaría su vida: el 5 de junio de 1845, fecha de su Confirmación. La preparación para este sacramento y la vivencia de la presencia del Espíritu significaron, para aquella niña de diez años, un paso decisivo en su espiritualidad, que jamás olvidaría.

Y, para conocer más y mejor al Espíritu Santo, comenzó a leer asiduamente la Sagrada Escritura y los Santos Padres, en la lengua en que por entonces podían leerse: el latín.

En 1872, después de una enfermedad, que la retuvo en casa durante años, y de una peregrinación a Roma, fundó la «Congregación de Santa Zita», sin un proyecto claro de vida comunitaria, para la formación de niñas y jóvenes.

La alumna más famosa del colegio de las ««zitinas» de Luca fue Gema Galgani. Más tarde cuando se decidieron a la vida en común, vistieron el hábito religioso y redactaron las Constituciones, recibieron la aprobación del obispo diocesano, monseñor Ghilardi.

Así nació la Congregación de las Oblatas del Espíritu Santo. Elena descubrió la importancia de la «buena prensa», y a escribir folletos y hojas sueltas dedicó todo el tiempo que le dejaba el gobierno de su congregación, y todo el dinero que pudo conseguir de su familia.

Sus escritos tenían un destinatario casi fijo: la mujer en sus distintos estados de vida. Los temas eran varios, aunque poco a poco fue decantándose por lo que constituiría el principal objetivo de su vida y de su apostolado: el Espíritu Santo.

A iniciativa de la Beata Elena Guerra a finales del siglo diecinueve, el Papa León XIII pidió a todos los fieles que celebraran una novena solemne (9 días de oración) perpetuamente entre la Ascensión y Pentecostés por la unidad de la cristiandad.

Murió rechazada, calumniada e incomprendida el 11 de abril de 1914.

El 26 de abril de 1959 Juan XXIII la proclamó beata y apóstol del Espíritu Santo.

BENIGNÍSIMO JESÚS
Benignísimo Jesús,
mandadnos vuestro Espíritu con su Luz,
para que seáis mejor conocido.
Mandádnoslo con su Fuego,
para que seáis más amado.
Mandádnoslo con sus Dones
para que seáis verdaderamente imitado.
Amén.


Beata Elena Guerra, virgen y fundadora
fecha: 11 de abril
n.: 1835 - †: 1914 - país: Italia
canonización: B: Juan XXIII 26 abr 1959
hagiografía: Santi e Beati
En la misma ciudad de Lucca, beata Elena Guerra, virgen, que instituyó la Congregación de Oblatas del Espíritu Santo, para la enseñanza de las niñas, e instruyó admirablemente a los cristianos acerca de la cooperación del Espíritu Santo en la economía de la Salvación.

Escritora, teóloga, apóstol, santa, así habla de ella su biógrafo, el P. Domenico Abrescia. Estudió en su casa italiano, francés, música, pintura, bordado y, a escondidas, también latín. A los 19 años es enfermera entre los enfermos de cólera de Lucca, y a los 22 la ataca un mal que la postra por casi ocho años en el lecho. Y ella mientras estudia a los Padres de la Iglesia, crea un grupo de «Amistad espiritual» entre quienes la visitan, proyecta nuevas formas de vida contemplativa. Una vez curada, estudia y viaja: en 1870 asiste en Roma a una sesión del Concilio Vaticano I; y en Lucca, luego de pruebas y fracasos, nace por su mano una comunidad femenina, aunqeu de vida activa, dedicada a la educación de las jóvenes y consagrada a santa Zita, patrona de la ciudad. Es una comunidad sin votos, una fraternidad de voluntarias de la enseñanza, conducida por ella a través de sus escritos: sus ágiles «librini» (libritos) son eficaces guías para la profundización de la fe. Entre ellas es recogida por cierto tiempo, y hace su primera comunión, santa Gema Galgani.

Más tarde el instituto será reconocido por la Iglesia como congregación religiosa. Con su comunidad, la beata ha tenido conflictos y problemas. Pero decide lanzarse igual a una empresa que va más allá de la congregación, más allá de Luca, más allá de Italia, para recalar en la Iglesia entera. esto lo ha pensado en secreto por años, y ahora comienza: es necesario reconducir a todos los fieles a la conciencia y el amor por el Espíritu Santo, de quien Cristo dijo: «Él os guiará a la verdad completa» (Jn 16,13). Los cristianos están muy escasamente anoticiados de la perspectiva gloriosa que ofrece el «reverso de Babel» (como lo llamará en 1987 Severino Dianich), renovando el evento de la Pentecostés de Jerusalén. Es tiempo de obrar, y nadie la detiene: escribe al papa León XIII, insiste, vuelve a escribir, pedirá incluso audiencia; pide con fuerza por un «retorno al Espíritu», que en el siglo siguiente será vivamente anunciado por movimientos y grupos.

Tres documentos pontificios, entre 1895 y 1902, invitan a trabajar en esta dirección, personalmente querida por León XIII; y el viejo papa da a las Hermanas de Elena el nombre de Oblatas del Espíritu Santo. Clarísimo signo de que en Roma ha sido comprendida. Pero en Lucca, en su propia casa, se le ponen en contra: sus hermanas e hijas espirituales. Y se llega a su dimisión como Madre general de la congregación, e incluso con acompañamiento de inicuas humillaciones. Elena acepta incluso esto, sostenida por las hermanas que le permanecen fiel, y por su límpida visión del ejemplo de amor, que necesita siempre saber sufrir. Es su momento más alto. Que se cierra a la mañana del Sábado Santo, justo después de haberse puesto el hábito de oblata del Espíritu Santo. Era 11 de abril de 1914. Su cuerpo está sepultado en Lucca, en la iglesia de San Agustín. Juan XXIII la proclamó beata en 1959. La fecha de inscripción en el Martirologio es el 11 de abril, mientras que en Lucca se la celebra el 23 de mayo.

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