miércoles, 10 de abril de 2013

Angelo Carletti de Chivasso, Beato


Presbítero Franciscano, 11 de abril
 
Angelo Carletti de Chivasso, Beato
Angelo Carletti de Chivasso, Beato

Presbítero Franciscano

Martirologio Romano: En Cúneo, del Piamonte, beato Ángel (Antonio) Carletti de Chivasso, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, insigne en la doctrina, la prudencia y la caridad. ( 1495)

Fecha de beatificación: 25 de abril de 1753
Angel Carletti, bautizado con el nombre de Antonio, nació en 1411 en Chiavasso, en el Piamonte. Estudió en su ciudad natal y luego en Bolonia, donde obtuvo la láurea en derecho canónico y civil. Culto, brillante, docto, tenía por delante una brillante carrera, y su madre ya le había escogido mujer de acuerdo con su condición. Pero el joven secretamente ya había decidido desposarse con la pobreza evangélica, la dama de san Francisco y sus frailes.

Dio este paso cuando tenía 33 años, después de la muerte de su madre. Sus bienes los dividió por mitades entre su hermano y los pobres. La Orden de los Hermanos Menores, que poco antes había perdido a San Bernardino de Siena, lo recibió con su ingenio, su fe, su espíritu de renuncia. Con tales dotes, Fray Angel de Chiavasso fue predicador, estudioso y teólogo, polemista y maestro de almas.

Se confiaron a su dirección personajes como el duque de Savoya Carlos I, y la Beata Paula Gambara Costa, condesa de Binasco y Santa Catalina de Génova. Y precisamente para ayudar a los directores de almas compuso su «Suma de los casos de conciencia», tratados con delicadeza verdaderamente angelical.

Por encargo de Sixto IV predicó la cruzada contra los turcos que ocupaban a Otranto, en 1480. Fue apóstol en los valles alpinos contra los herejes, obteniendo espectaculares y conmovedoras conversiones. Pobrísimo por renuncia voluntaria, fue gran benefactor de los pobres, a quienes defendió de los prepotentes y de los usureros.

Los breves papales no lograron alejarlo de las responsabilidades importantes de la Orden, entre ellas la de Vicario General de la Orden. Después de la edad de ochenta años finalmente pudo volver a ser el humilde hermano en el convento de Cuneo, donde murió en 1495, y donde todavía hoy se venera su cuerpo incorrupto.

El 10 de diciembre de 1520, en Wittemberg, el monje rebelde Martín Lutero, arrojó a las llamas no sólo la bula papal de excomunión, sino también el «Código de derecho canónico», la «Suma de los casos», del beato Carletti, llamada comúnmente «Suma angélica», y que el reformador alemán definía como «más que diabólica». Angel Carletti había muerto un cuarto de siglo antes, en 1495 y es cierto que si todos los religiosos de la época hubieran sido como él, la polémica de los reformadores habría perdido mucho de su atractivo.


Beato Ángel Carletti de Chivasso, religioso presbítero
fecha: 11 de abril
fecha en el calendario anterior: 12 de abril
n.: c. 1411 - †: 1495 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Benedicto XIV 25 abr 1753
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Cúneo, del Piamonte, beato Ángel (Antonio) Carletti de Chivasso, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, insigne en la doctrina, la prudencia y la caridad.

Ángel Carletti nació en el pueblecito de Chivasso. Sus padres pertenecían a la nobleza del Piamonte. Estudió en la Universidad de Bolonia, donde se doctoró en derecho civil y canónico. Cuando volvió al Piamonte, fue nombrado senador. Mientras vivió su madre, el beato llevó una vida ejemplar en el mundo, dedicado al cumplimiento de sus deberes senatoriales, a la oración y a visitar a los enfermos. A la muerte de su madre, repartió sus posesiones entre su hermano y los pobres antes de entrar en el convento de los franciscanos observantes de Génova. Los superiores del beato cayeron en la cuenta de sus excepcionales cualidades, de su gran celo misionero y le admitieron pronto al sacerdocio. Inmediatamente emprendió fray Ángel una intensa campaña de evÁngelización. Predicó con gran celo y elocuencia hasta en los más remotos pueblecitos de las montañas y valles del Piamonte, haciendo caso omiso de las inclemencias del tiempo y de las dificultades del camino. Amaba a los pobres con predilección: los buscaba en las ciudades, los visitaba en sus enfermedades y, con frecuencia, pedía limosna para ellos. Hizo cuanto pudo en su favor; en particular, apoyó la fundación de los «Montes de piedad» para salvarles de los abusos de los usureros. Pero entre sus penitentes no se contaban únicamente los pobres. Santa Catalina de Génova le consultaba con frecuencia y Carlos I, duque de Saboya, se confesaba con él. El beato escribió un libro de teología moral, comocido como la «Summa Ángelica», que fue muy popular. En el cargo de superior se mostró muy celoso de conservar la regla en toda su pureza. Por sus extraordinarias cualidades, fue reelegido tres veces para el cargo de vicario general.

Cuando la flota de Mahoma II tomó la ciudad de Otranto, el papa Pío VI pidió misioneros para contrarrestar la invasión del Islam. Los observantes se distinguieron en la tarea de alentar al pueblo y el beato Ángel, en particular, escogió para sí los puestos de mayor peligro. En 1491, cuando tenía ya ochenta años, aceptó el oficio de comisario apostólico para evÁngelizar a los valdenses de los valles del Piamonte. Dios premió su fervor e intrepidez con un éxito extraordinario. El beato ganó a la fe a muchos herejes y católicos renegados; rehusó, sin embargo, aceptar la dignidad episcopal que el papa Inocencio VIII le ofreció para premiar sus esfuerzos.

En 1493, fray Ángel renunció finalmente a su cargo y empezó a prepararse para la muerte. Siempre se había mostrado muy humilde. Cuando era vicario general, vestía los hábitos que los otros desechaban y se complacía en ayudar en los quehaceres más bajos; al fin de su vida, pidió permiso de salir a mendigar para los pobres. Pasó los dos últimos años en el convento de Cuneo del Piamonte, donde murió a los ochenta y cuatro años de edad. Su culto fue aprobado en 1753. Se cuenta que, cuando Lutero quemó públicamente, en 1520, la bula de excomunión, arrojó también a las llamas la Summa de Santo Tomás y la Summa Ángelica de Ángel de Chivasso, que consideraba como obras del demonio.

Los principales hechos externos de la vida del beato se hallan en los Annales Ordinis Minorum de Wadding. La mejor biografía es la de C. Pellegrino, Vita del beato Ángelo Carletti (1888). Ver también Léon, Auréole Séraphique, vol. II.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

No hay comentarios: