martes, 9 de agosto de 2011

Homosexualidad y lesbianismo





Atención: Esta sección trata un tema escabroso y no es apta para menores ni para otras personas vulnerables.

Queridos Hermanos:

Una razón por la que incluímos esta sección es proclamar la verdad y la evidencia de los hechos, y también denunciar el homosexualismo como actividad, no el hecho de sentir la inclinación en sí. Hacer esta proclamación es parte del amor que se le debe al prójimo y de promover su dignidad como persona.

No se trata de atacar a nadie que sienta la inclinación homosexual. Es muy distinto "sentir" la inclinación, que "ceder" a ella, y caer en la actividad homosexual. Sin embargo, bajo ninguna circunstancia estamos a favor de que se lance ningún tipo de ataque físico o verbal hacia las personas homosexuales sea cual sea su comportamiento.

Todos los seres humanos sentimos apetencias y distintas inclinaciones, unas son ordenadas, y otras desordenadas.

A todos los seres humanos nos corresponde trabajar para alcanzar las distintas virtudes humanas y contrarrestar nuestras inclinaciones desordenadas. Todas las virtudes auténticas promueven al ser humano como persona y como ser social o ser en relación. La templanza es una de ellas y es la raíz de la virtud de la castidad. Todas las virtudes convergen en la caridad.

Hay grandes esperanzas y soluciones para quien necesita vencer el hábito desordenado de ceder a la actividad homosexual. Una de ellas, es habituarse a repetir acciones virtuosas de servicio de amor desinteresado a los demás, sin hacer discriminaciones por los afectos que se sienten o no se sienten por las personas. Es cuestión de acostumbrarse a la generosidad al tratar a todas las personas, con naturalidad. Para ello, es importante recurrir a la ayuda de la fe, a los sacramentos, a través de la Iglesia, y a programas concretos de asistencia. También en esta sección nos referimos a ello.

El mal y la muerte vinieron como consecuencia del pecado. Pero el ser humano es capaz de ser redimido y llegar a grandes virtudes, ser feliz y merecer la Vida Eterna. Dios llamó a todos los seres humanos a vivir esa dignidad desde el principio, como hijos/as de Dios. Dios es bueno y generoso, dador de todo bien, y nos da las gracias para vivir una vida virtuosa.


La postura de Human Life International

Carta a aquellos hermanos/as nuestros/as que tienen inclinaciones homosexuales

La homosexualidad: La verdad con amor sobre un tema delicado

Lo que usted debe saber sobre el homosexualismo

Mito y realidad de la atracción por el mismo sexo

¿Qué hacer ante la homosexualidad?

¿Cómo salir de la adicción sexual?

Homosexualismo y discriminación

La “orientación sexual” y la cultura norteamericana

El problema del homosexualismo y de las uniones de hecho

La legitimación de las uniones homosexuales

Adopción por homosexuales, ¿qué interés prevalece?

Mitos acerca del homosexualismo

Informe sobre la homosexualidad, por la Asociación de Médicos Católicos de EE.UU.

Temas de debate: La homosexualidad en la historia del mundo

Homosexualismo y SIDA

El vínculo entre el homosexualismo y la pederastia

Activismo "gay"

La "educación" sexual a favor del homosexualismo

Influencia gay en los escolares

Homosexualismo y aborto

La homosexualidad y el transexualismo

Mito y realidad de la atracción por el mismo sexo

Factores causantes de la homosexualidad

Varón y mujer los creó

La curación de la homosexualidad

Ayuda para las personas homosexuales

Cómo ayudar a la persona con inclinaciones homosexuales a ayudarse a sí misma

Testimonios de ex homosexuales

"Salí del closet" para vivir la castidad

Argumentos en pro del homosexualismo y sus respuestas

A los padres que tienen hijos homosexuales

Cómo enfrentar el problema de la homosexualidad desde el punto de vista cristiano

Lo que dice la Biblia sobre la homosexualidad

El problema del homosexualismo: un delicado reto para la iglesia

Lo que dicen otras iglesias sobre la homosexualidad

Sugerencias para los obispos católicos sobre el tema de la homosexualidad

La enseñanza de la Iglesia Católica sobre la homosexualidad

Información adicional: Noticias, catálogo y enlaces

La enseñanza de la Iglesia Católica
sobre la homosexualidad

La enseñanza de la Iglesia Católica sobre la homosexualidad

El problema del homosexualismo : Un delicado reto para la Iglesia

Sobre la no admisión a los seminarios a hombres con tendencias homosexuales

Los obispos de la Iglesia Católica en el Perú defienden la familia

Los obispos de la Iglesia Católica en el Perú defienden la familia

Carta pastoral "La verdad con amor: Una respuesta pastoral a la homosexualidad"

¿Cuál es la posición de la Iglesia Católica frente al problema de la homosexualidad?

La atención pastoral a las personas homosexuales

Respuesta católica a propuestas legislativas pro homosexualidad

Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales de la Congregación para la Doctrina de la Fe

El carácter inmoral de intentar legalizar uniones homosexuales

La homosexualidad no es un derecho

Homosexualismo: Hablan los obispos españoles

Lo que dice la Biblia sobre la homosexualidad

Enlace al documento "Familia, matrimonio y uniones de hecho", del Pontificio Consejo para la Familia

Enlaces Católicos


La homosexualidad y el lesbianismo explicado a los adolescentes


La homosexualidad es la relación erótica o atracción sexual persistente y emocional, hacia alguien del mismo sexo. El lesbianismo es la homosexualidad femenina.

Hay que amar con toda intensidad a los homosexuales y a las lesbianas, pero hay que aborrecer la homosexualidad y el lesbianismo. La Iglesia Católica, a diferencia de otras denominaciones, no se opone al amor entre personas del mismo sexo. Se opone a la obsesión, adicción y relación erótica de quienes tienen definida y comprometida la homosexualidad y el lesbianismo.

La gran mayoría de los homosexuales, lesbianas, transexuales y bisexuales se sienten culpables, acerca de su orientación sexual y les gustaría eliminar esta tendencia física y mental, bien sea que la hayan adquirido desde el nacimiento o que la hayan fomentado voluntariamente, dándose cuenta o no. La frase de “salir del armario” es la que clara y públicamente comunica a la sociedad, las inclinaciones o tendencias homosexuales y lesbianas, y suele ser producida por la presión ejercida por su grupo social.

Los padres

Son los que mejor conocen a sus hijos y tienen que tener el conocimiento, la experiencia y la claridad suficiente, para ver esas iniciales inclinaciones homosexuales, según comiencen a manifestarse. Tienen que estar muy atentos a los signos externos, señales inequívocas de angustia que experimentan los adolescentes y emociones relacionadas con estas actitudes, muchas veces inconfundibles, de las desviadas tendencias sexuales de sus hijos, las cuales suelen aparecer desde muy pequeños y la mayoría de las veces, motivadas por el ejemplo de otros niños o por ese deseo que tienen en sus primeros años, de copiar y experimentar todo, para en cada caso particular, estar muy claros y bien preparados, a la hora de consultarlo con los profesionales y poderles ofrecer el necesario apoyo emocional, familiar, religioso y social.

Es muy importante tener conversaciones bien preparadas con los hijos, que sean claras y tranquilas, para conocer la realidad de la situación, por muy cruda que sea, para poder ver como van desarrollando su tendencia sexual.

También es necesario investigar todas esas facetas, en las amistades que los hijos frecuentan, ya que ahí puede estar la clave de ese querer copiar o emular las actitudes de otros.

En el caso de que las amistades fueran peligrosas, por su insistente influencia de querer involucrarles en ciertas actitudes, o que intenten valerse de medios para abusar de ellos sexualmente. Los depredadores conocen el posible eximente ante la ley que la edad, del consentimiento sexual, que en algunos países comienza a los 14 años. Además cuentan con el posible silencio del adolescente, al que han sometido con amenazas o premios.

El amor a los hijos se demuestra una vez más, en el sereno y constructivo diálogo con ellos, pero que antes esté solidamente preparado, para hacer frente a todas las preguntas e inquietudes. Que los hijos se sientan que pueden dialogar con sus padres, es el principal paso para encontrar la claridad de sus inquietudes. Explicar muy claramente a los hijos las características de las opciones sexuales, no quiere decir que haya que apoyarles en las decisiones que quieran tomar, pues si están equivocados, es necesario y obligatorio para los padres, explicarles con todo detalle y sólidos argumentos, los errores en los que pueden caer en función de sus decisiones.

La definición de la inclinación sexual de los adolescentes, los padres no pueden tomarla como un juego, ni como forma de llamar la atención, ni como una contrariedad, no asumible por los padres. Es una cosa muy seria y delicada, que conlleva el máximo respeto de ambas partes, pues marca el futuro y deja señales imborrables para toda la vida, en los padres y en los adolescentes.

Los padres tienen que tomar las medidas, a tiempo de poder modificar las inclinaciones sexuales anormales. Nunca deben pregonarlo ni ocultarlo, deben hacer ver a los hijos adolescentes, que la sociedad les juzgará por sus actitudes y talentos, así como por la forma de practicar sus virtudes y valores humanos. Los que les critiquen, son los perversos, ya que las lesbianas, homosexuales, transexuales y bisexuales pueden ser por origen genético o psicológico y los doctores y profesionales especializados, deben examinar a los hijos para determinarlo con certeza. Los padres en cuanto se den cuenta del problema que tienen sus hijos, deben intentan eliminar ese padecimiento, recurriendo a los profesionales especializados.

El ejemplo de los padres.

Los hijos preadolescentes y adolescentes, continuamente están observando la actitud de los padres, relacionada con su apariencia física y estética. Los comportamientos excesivos, relacionados con la masculinidad o feminidad, les hacen copiar actitudes impropias de sus edades.

Para las hijas la imitación de la figura sexual de la madre, les queda mucho más confusa, ya que aunque sea como un rol a seguir, también pueden tener por otra parte, su propia feminidad contraria, a lo que están viendo en la casa. Esto suele ser, por el comportamiento algunas veces excesivamente deportivo de la madre o su excesivo culto a la remodelación física del cuerpo, incluyendo sus vestimentas, peinados, maquillajes y deportes violentos, propiamente masculinos.

Preadolescentes y adolescentes.

Durante las edades comprendidas entre los 12 y 18 años, según la edad física y mental de cada joven y de la educación recibida, les empiezan las confusiones sobre su identidad sexual. Comienzan las ganas de explorar y probar, en todo lo relacionado con la sexualidad masculina y femenina, para tratar de afianzar en su definitiva orientación sexual, que aunque casi nunca a esa edad todavía es definitiva, para toda la vida. Ahí es donde empiezan a considerar su lesbianismo, homosexualidad o bisexualidad.

En esas edades llenas de confusiones, es donde aparecen los inductores, poniendo mucha presión en el abonado campo adolescente, para conseguir prosélitos. La mayoría de las veces, los adolescentes están en manos de los inductores al lesbianismo o la homosexualidad, debido a que ya se creen mayores para tomar decisiones propias, sin tener que consultar a los padres, profesores o consejeros espirituales.

Los adolescentes tienen que estar muy bien informados y preparados por sus padres, maestros y asesores religiosos, para poder soportar las enormes presiones externas de los amigos y de los medios de comunicación, que continuamente les insisten en intentan convencerles, de que esa homosexualidad masculina o femenina, es normal. No es cierto que cada uno pueda hacer lo que quiera, sin que tenga que importarle ni los principios morales, ni las consecuencias de sus actos.

Las graves consecuencias de la homosexualidad y del lesbianismo.

Los padres tienen que explicar bien a sus hijos, antes de que las tendencias homosexuales observadas, se conviertan en actitudes, los peligros que conllevan para su salud, principalmente los relacionados con la enfermedades de transmisión sexual clásicas, sífilis, gonorrea, infecciones o enfermedad del intestino gay, hepatitis A, B, C, D, rotura de esfínteres, trauma que provoca incontinencia fecal, hemorroides, fisura anal; edemas, SIDA, la infección por VIH, etc.

Según las estadísticas, la vida de los homosexuales activos, se disminuye en un 40% y es más letal que las drogas y el alcoholismo. La conducta homosexual muestra una promiscuidad compulsiva, sexo anónimo, sexo por dinero, sexo en lugares públicos, sexo con menores, alcoholismo, abuso de drogas, depresión y suicidio.

Deben hacerles saber que esas inclinaciones, les obligarán a aislarse socialmente de sus amistades, que les llegarán problemas de concentración, autoestima y depresiones, además de que se sentirán muy diferentes de sus familiares, amistades. Incluso a ser objetos de burlas y ridículos. Otras graves situaciones que desgraciadamente tendrán que resolver, son el rechazo y la agresión de otros grupos, la discriminación social, para participar en determinados deportes, ser admitidos en determinados clubs, universidades y trabajos.

Si quiere leer otros artículos complementarios, visite www.micumbre.com



Los orígenes de las inclinaciones y los comportamientos homosexuales
Por Richard Fitzgibbons, M.D.


Introducción

En la actualidad, la mayoría de los católicos saben muy poco o nada acerca de las causas emocionales de la inclinación y conducta homosexuales. Tampoco conocen el poderoso papel que la espiritualidad católica puede jugar en la curación de la homosexualidad.

Las razones de esta ignorancia son muchas e incluyen: la escasa difusión de escritos que traten sobre el valor de la fe católica y de los sacramentos para la curación de la homosexualidad; el fracaso de la terapia tradicional en lograr el mismo objetivo; las opiniones en las Asociaciones de Psiquiatría y Psicología de EE.UU de que la homosexualidad no es un desorden; la influencia que poderosos grupos ejercen sobre los medios de comunicación social y sobre la educación, los servicios sociales, los servicios de salud y la política. Además, hay muchas personas y grupos dentro de la misma Iglesia que tratan de desvirtuar la doctrina moral tradicional sobre este tema.

La falta de conocimiento sobre las causas de la homosexualidad se extiende también a aquellos que dirigen a adolescentes y adultos. Los terapistas frecuentemente dicen a aquellos que buscan ayuda en este sentido, que la doctrina de la Iglesia Católica sobre la homosexualidad es insensible hacia los homosexuales, poco científica y errónea. Les aconsejan que se acepten como personas creadas homosexuales por Dios. Desafortunadamente, los que así aconsejan son poco conscientes de los conflictos emocionales que causan la homosexualidad, así como del poder de curación existente a través del perdón y de la espiritualidad católica.

En mi experiencia clínica de los últimos 20 años, he sido testigo de la curación del dolor emocional que causaba la homosexualidad en varios cientos de hombres y mujeres. Su proceso de curación ocurrió, primero, a través de una psicoterapia que identificaba los orígenes de sus conflictos, y luego, por medio del perdón y de una espiritualidad católica.

Tal enfoque es similar al uso de la espiritualidad en el tratamiento del abuso de sustancias. Las mejorías radicales en el tratamiento de este problema ocurrieron sólo después de que la confianza en Dios se propusiera como la piedra angular del tratamiento. Anteriormente, la psicoterapia tradicional, por sí sola, sólo producía mejorías mínimas. El uso de la espiritualidad en el tratamiento de la homosexualidad ha seguido un modelo parecido.

Los orígenes de la homosexualidad

Los conflictos más comunes que predisponen a las personas hacia la homosexualidad son:


1- la soledad y la tristeza,
2- profundos sentimientos de ser inadecuado y la falta de autoaceptación, 3- la desconfianza y el miedo,
4- el narcicismo,
5- el excesivo sentido de responsabilidad,
6- el maltrato sexual en la niñez y
7- el enfado excesivo.


Durante los períodos de tensión, estas dificultades internas se activan. Entonces pueden surgir fuertes tentaciones homosexuales en un intento por encontrar alivio o un escape al dolor emocional inconsciente. Esta dinámica de dolor emocional que puede llevar a la homosexualidad rara vez se manifiesta durante la infancia, pero normalmente se revela al principio de la adolescencia.

http://www.vidahumana.org/vidafam/homosex/factores.html


ojo debo aclarar que la homo sexualidad femenina , se llama LESBIANISMO.



y es que casi todas las lesbianas tienen la cara de hombre o son ahombradas.


CONSEJOS CRISTIANOS PARA PADRES QUE ENFRENTAN LA MODA GAY

Por Omar Marrero

Datos de una investigación del Programa de Salud Pública General y Educación de la Escuela Graduada de Salud Pública, Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, reflejan que hay aproximadamente 20 millones de homosexuales y lesbianas en los Estados Unidos.

Uno de los aspectos más significativos sobre la homosexualidad y el lesbianismo es el rechazo de la sociedad ya sea por razones morales, religiosas y hasta legales. El mismo estudio presentó que un 82.6 % de los participantes, mostraron una actitud prejuiciosa hacia los homosexuales y lesbianas. Otro estudio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico, encontró que las personas con mayor actividad religiosa manifestaron un mayor nivel de prejuicio contra los homosexuales y lesbianas. En el mismo estudio, un 65% de los participantes se denominaron como católicos.

Ciertamente, éste es un tema muy delicado de tratar ya que provoca discusiones, debates y hasta molestias. Mi intención no es causarle ninguna herida a nadie, más bien, ofrecer consuelo a los padres que están enfrentando esta realidad en alguno de sus hijos o familiares cercanos.

Lo cierto es, que el prejuicio de muchos se ha convertido en el odio de otros; lo que resulta totalmente contra el Evangelio y la ley del Amor. Recientemente, hemos sido testigos, de cómo se han desatado conductas muy reprobables cuando la violencia y los crímenes de odio hacia los homosexuales les ha costado la vida. Es por esto, que es necesario reflexionar en torno a este asunto.

Aunque no me consta como dato científico, entiendo que cada familia puertorriqueña vive de cerca la realidad de tener un miembro que sea homosexual o lesbiana. Esto es algo que muchos intentan ocultar por las diversas razones y consecuencias sociales que esto representa; si bien, también es cierto que otros los han aceptado sin ningún problema. Algunos sin embargo, se ven en la encrucijada de no poder aceptar la situación, pero al tratarse de alguien muy amado, sienten el deber de hacerlo. Es en este punto donde quiero llevar esta presentación.

La aceptación es un acto voluntario de que algo está bien hecho. La Real Academia Española define aceptación como: "recibir voluntariamente o sin oposición lo que se da, ofrece o encarga; aprobar, dar por bueno; acceder a algo o asumir resignadamente un sacrificio, molestia o privación". Por lo tanto, entiendo que debemos tener mucho cuidado con la aceptación de la homosexualidad de un hijo, o el lesbianismo de una hija. Entiendo que, como acto voluntario nadie debe sentirse obligado a aceptar la conducta “gay”.

Debo aclarar, que esta acción no es contraria al respeto y al amor verdadero que debemos tener con el prójimo. El mismo Jesús dijo: “Mi mandamiento es este, que se amen unos a otros como yo los he amado” (Jn 15,12). Este nuevo mandamiento es muy diferente al primero que decía: “Amar al prójimo como a ti mismo”, puesto que ¿cuando uno no se ama a sí mismo, es capaz de amar al prójimo? Por lo tanto, significa que debemos respetar y amar aunque desaprobemos cualquier acto de pecado, igual como Jesús amó a los pecadores.

Recomiendo que para conocer a profundidad los diversos aspectos de la homosexualidad, se puede hacer referencia al libro Comprendiendo la Homosexualidad del Doctor Jokin De Llara. El autor explica que muchas veces se habla de estos temas fundamentalmente motivados por ideas preconcebidas y por emotividad. Esto nos puede llevar a un callejón sin salida, porque los sentimientos y las emociones pueden no ser objetivos, y no suelen arrojar mucha luz a la hora de comprender una cuestión tan compleja como la homosexualidad. Por ejemplo, querer mucho a un hijo con sentimientos homosexuales, pensar y reconocer que es una buena persona no nos ayuda necesariamente a entender la naturaleza de su homosexualidad y puede, más bien al contrario, cegarnos a la hora de valorarla con objetividad.

Una de las conclusiones del Dr. De Llara es que no se puede afirmar que la actividad homosexual constituye un estilo de vida saludable o indiferente para la salud. Se puede decir, por el contrario, que se acompaña de sufrimiento personal de muchos individuos con orientación y actividad homosexual y de sus seres queridos, por cuestiones relacionadas con la salud. El mismo autor contribuye diciendo: “Por mucho que se quiera difundir que la Iglesia o sus Obispos odian a los homosexuales, el punto número 2358 del Catecismo de la Iglesia Católica dice claramente que las personas con sentimientos homosexuales “deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta”.

Hoy día a los adolescentes que se encuentran en la etapa de su identificación sexual, se les ha hecho más difícil reconocerse e identificarse sexualmente ya que “la normalización de la homosexualidad” a través de la publicidad se ha hecho evidente y fuerte. Últimamente y desde que Ricky Martin decidió el Lunes Santo de 2010 decir abiertamente que era gay, se ha abierto mucho más la aceptación del homosexualismo en nuestra sociedad.

Por lo tanto, todo aquel que esté en la encrucijada de "aceptar" la homosexualidad de un familiar, o de su hijo o hija, debe analizar primero si ese acto representa en usted un cambio en su forma de pensar. Es decir, si "aceptar" el homosexualismo conlleva dar por bueno y moralmente aceptable, todo lo que el acto homosexual implica.

Abel Robert en su libro “El Guerrero Católico” afirma que todo pecado es una aceptación del mal. Cuando un hombre comete un pecado está diciéndole “No” a Dios y “Sí” al demonio. Afirma que el pecado es la puerta que el maligno usa para obtener acceso a tu casa espiritual. Una vez el modelo o patrón de un pecado se ha establecido, los demonios pueden usar esta puerta cada vez que quieran porque el pecado les da la llave.

No es muy difícil entender que la homosexualidad surge como consecuencia de múltiples factores y que esto representa un peligro tanto emocional, físico, social, familiar y, aún más importante, un grave riesgo para la vida espiritual. Entiendo que así como es deber de todos los padres cristianos bautizar a sus hijos para que sean partícipes del Reino, creo que es igualmente importante no dejarse vencer por lo que el mundo nos ofrece como bueno, o proclama como normal o natural. Sé que no se puede dejar de amar a los hijos; tampoco discriminar u odiar a aquellos que han optado por el estilo de vida homosexual. Debemos estar firmes de que lo que se reprueba es el pecado, la acción y no a la persona, aunque parezca difícil de entender o de establecer la distinción. Si se pierde el contacto y las relaciones familiares, se cierran todas las puertas por donde Jesús puede entrar y esa no es la verdadera intención.

Mis recomendaciones para los padres católicos que tienen hijos con inclinaciones homosexuales, son las siguientes:

  • Oración constante, sobre todo, la oración de liberación y sanación interior con verdadera fe.
  • Pedir la intercesión de la Virgen María mediante el rezo del Rosario; la de San Miguel Arcángel y otros Santos. Hacer alguna devoción, ayunos y sacrificios.
  • Mostrarse siempre abierto al diálogo.
  • Evitar los arranques de ira, coraje o frustración delante del hijo o hija.
  • No aceptar consejos de alguien que no habla con la palabra de Dios, porque su consejo no viene inspirado por el Espíritu Santo.
  • Si no se ha consumado ningún acto sexual el enemigo no ha ganado acceso pleno. Si ya se ha experimentado con las relaciones, la evangelización es necesaria.
  • Ministrar a su hijo o hija con su consentimiento y conocimiento pleno hasta asegurarse que haya sido liberado y sanado. Esto puede tomar tiempo. Pero hay que ser pacientes y no perder la fe.

Referencias:

Gaspar Astete S.J. & Sálesman Eliécer, 2005. Nuevo Catecismo Católico Explicado. 20ª Edición Editorial Centro Don Bosco p.p.166 y 199.

Abel Robert, 2010. El Guerrero Católico. Valentine Publishing House LLC. P.p.43

De Ilara Jokin. Comprendiendo la Homosexualidad. Ediciones Universidad de Navarra, S.A. Pamplona. P.p. 7, 8, 10,23.

González Guzmán M., Santos Ortiz M., Davila Torres R., Toro Alfonso J. Attitudes towards homosexual and lesbians among Puerto Rican Public Health graduate students.

José Toro-Alfonso y Nelson Varas-Díaz. Los otros: prejuicio y distancia social hacia hombres gay y lesbianas en una muestra de estudiantes de nivel universitario (Universidad de Puerto Rico, Puerto Rico). International Journal of Clinical and Health Psychology. ISSN 1697-2600 2004, Vol. 4, Nº 3, pp. 537-551



No hay comentarios: