Los cinco minutos de María
Agosto
Una noche oscura rompe la ilusión de encontrar a Dios entre la claridad. Ilumina, Madre, nuestro corazón que busca la verdad.
Si a mi lado vienes, nada temerá. Si tu luz alumbra nuestra oscuridad, marcharemos juntos hasta conseguir llegar a la verdad.
Acompaña, Madre, nuestra soledad en este caminar, pues contigo siempre yo podré marchar buscando la verdad.
Virgen, causa de nuestra alegría, que penetre en mí la felicidad y la alegría que lleva consigo la vida cristiana.
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