Los cinco minutos de María
Hay innumerables riquezas en la vivencia de nuestra unión a Cristo y entre ellas una de las más propias para entusiasmarnos es la devoción a María, considerada como una participación y continuación en nosotros de la piedad filial de Jesús para con su Madre.
Nadie conoció a Jesús como ella; nadie mejor que ella puede ser nuestra guía; nadie como ella nos puede enseñar el amor de Jesús.
Virgen Santísima, condúceme siempre por el camino que lleva a la unión a Jesús y los hermanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario