Hoy, 25 de agosto, conmemoramos a SAN LUIS IX, Rey.
SAN LUIS IX (1214-1270) nació en Poissy, en el seno de la familia reinante de Francia en aquella época.
Hijo de Luis VIII, rey de Francia, y de Blanca de Castilla, San Luis Rey recibió una educación muy devota por parte de su madre, quien fue reina-regente durante su minoría de edad, pues él fue coronado apenas a la edad de once años.
San Luis IX contrajo matrimonio con Margarita, hija de Ramón Berenguer V de Provenza, con quien tuvo once hijos. Como padre de familia se mostró siempre humilde y paciente.
Su vida y su gobierno se distinguieron por su religiosidad y su ascetismo. Perteneció como seglar a la Orden Franciscana; mandó construir numerosas iglesias y monasterios, entre ellos la Sainte-Chapelle de París para atesorar las reliquias de santos veneradas en esa ciudad; además, siempre se preocupó por los enfermos y los pobres.
Tras derrotar en 1242 al invasor rey de Inglaterra Enrique III en Tailebourg, con lo que consolidó la fuerte posición de Francia en la Europa medieval, San Luis se dio a la tarea de organizar la séptima Cruzada en Tierra Santa, la cual tendría lugar entre 1248 y 1254.
Desembarcó San Luis IX en Egipto y tomó la ciudad de Damieta, para de ahí dirigirse a Palestina, de donde rescató a combatientes cristianos de Cruzadas anteriores. Sin embargo, en el Nilo su ejército contrajo la peste, lo que condujo a una derrota militar en la que el rey fue hecho prisionero.
Ya sea por un rescate milagroso o por una fuerte cantidad de oro que se entregara a cambio a los sarracenos, San Luis Rey consiguió regresar a Francia en 1250, se supone que llevando consigo como reliquia un clavo de la cruz de Cristo.
En París continuó gobernando con piedad y justicia. Fundó la Universidad de la Sorbona, en 1257, y se dedicó a preparar la octava Cruzada. Ésta se llevaría a cabo en el norte de África hasta el año 1269.
En esta ocasión lo acompañó su hermano Carlos de Anjou, rey de Nápoles, cuyos intereses eran más comerciales que religiosos. San Luis consiguió capturar el antiguo burgo de Cartago, parte de la actual ciudad de Túnez en la república del mismo nombre.
Empero, la octava y última Cruzada fue un desastre. Todo el ejército contrajo disentería, incluido el propio San Luis Rey, quien ahí falleció en 1270, sin haber tenido éxito en ninguna de las guerras santas que emprendió.
Los restos mortales de San Luis IX fueron trasladados a St-Denis, en París, donde empezó a ser venerado en toda Francia. A la vez, a partir de Nápoles su culto se extendió por Italia, llegando luego a Alemania y a España.
San Luis Rey representa el ideal de monarca cristiano de la Edad Media. Fue canonizado en 1297 por el papa Bonifacio VIII.
SAN LUIS IX nos muestra la importancia de la fe activa y la paciencia ante las situaciones adversas.
SAN LUIS IX (1214-1270) nació en Poissy, en el seno de la familia reinante de Francia en aquella época.
Hijo de Luis VIII, rey de Francia, y de Blanca de Castilla, San Luis Rey recibió una educación muy devota por parte de su madre, quien fue reina-regente durante su minoría de edad, pues él fue coronado apenas a la edad de once años.
San Luis IX contrajo matrimonio con Margarita, hija de Ramón Berenguer V de Provenza, con quien tuvo once hijos. Como padre de familia se mostró siempre humilde y paciente.
Su vida y su gobierno se distinguieron por su religiosidad y su ascetismo. Perteneció como seglar a la Orden Franciscana; mandó construir numerosas iglesias y monasterios, entre ellos la Sainte-Chapelle de París para atesorar las reliquias de santos veneradas en esa ciudad; además, siempre se preocupó por los enfermos y los pobres.
Tras derrotar en 1242 al invasor rey de Inglaterra Enrique III en Tailebourg, con lo que consolidó la fuerte posición de Francia en la Europa medieval, San Luis se dio a la tarea de organizar la séptima Cruzada en Tierra Santa, la cual tendría lugar entre 1248 y 1254.
Desembarcó San Luis IX en Egipto y tomó la ciudad de Damieta, para de ahí dirigirse a Palestina, de donde rescató a combatientes cristianos de Cruzadas anteriores. Sin embargo, en el Nilo su ejército contrajo la peste, lo que condujo a una derrota militar en la que el rey fue hecho prisionero.
Ya sea por un rescate milagroso o por una fuerte cantidad de oro que se entregara a cambio a los sarracenos, San Luis Rey consiguió regresar a Francia en 1250, se supone que llevando consigo como reliquia un clavo de la cruz de Cristo.
En París continuó gobernando con piedad y justicia. Fundó la Universidad de la Sorbona, en 1257, y se dedicó a preparar la octava Cruzada. Ésta se llevaría a cabo en el norte de África hasta el año 1269.
En esta ocasión lo acompañó su hermano Carlos de Anjou, rey de Nápoles, cuyos intereses eran más comerciales que religiosos. San Luis consiguió capturar el antiguo burgo de Cartago, parte de la actual ciudad de Túnez en la república del mismo nombre.
Empero, la octava y última Cruzada fue un desastre. Todo el ejército contrajo disentería, incluido el propio San Luis Rey, quien ahí falleció en 1270, sin haber tenido éxito en ninguna de las guerras santas que emprendió.
Los restos mortales de San Luis IX fueron trasladados a St-Denis, en París, donde empezó a ser venerado en toda Francia. A la vez, a partir de Nápoles su culto se extendió por Italia, llegando luego a Alemania y a España.
San Luis Rey representa el ideal de monarca cristiano de la Edad Media. Fue canonizado en 1297 por el papa Bonifacio VIII.
SAN LUIS IX nos muestra la importancia de la fe activa y la paciencia ante las situaciones adversas.
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