Hoy, 23 de agosto, conmemoramos a Santa ROSA de LIMA, Mística.
SANTA ROSA DE LIMA (1586-1617) nació en Lima, Perú, en una familia numerosa de ascendencia peninsular; era la época en que la América Española estaba dividida en virreinatos.
Con el nombre de Isabel Flores de Oliva vino al mundo quien habría de ser la primera santa del continente americano. Se dice que al nacer ella, su madre vio flotar una rosa encima de la recién nacida, y por eso familiarmente siempre la llamaron Rosa.
Su padre, arcabucero de la guardia virreinal que se asentó en el Perú, era originario de San Juan de Puerto Rico, y su madre había nacido en Lima. Cuando Rosa era todavía niña, la familia se asentó con sus trece hijos en el pueblo minero de Quives, en la sierra peruana.
Sin embargo, años después la situación económica los obligó a regresar a Lima. Es probable que el contacto cotidiano con los míseros trabajadores de minas, en su mayoría indígenas y negros, haya contribuido a sensibilizar su alma.
Para Rosa había sido concertada una boda honorable, pero en contra de la voluntad de sus padres tomó el hábito de la Orden de Predicadores como Terciaria Dominica. Siendo hábil para la costura y el bordado, contribuía con sus labores al presupuesto familiar.
En 1609 construyó con ayuda de un hermano una pequeña ermita de dos metros cuadrados en un extremo del huerto de la casa familiar, y ahí se instaló. Santa Rosa casi no intimaba con nadie, y solamente salía para atender las necesidades espirituales de los negros e indígenas de Lima.
En su ermita se sometía a penitencias extremas, llevaba una cadena atada al cuerpo, portaba una corona de espinas hecha de hierro y dormía sobre tablas. En sus meditaciones buscaba seguir el ejemplo de Santa Catalina de Siena, y varias veces tuvo visiones místicas.
Obligada por sus familiares, en 1614 se trasladó a unas habitaciones en casa de la noble familia de la Maza. En ese lugar se erigió posteriormente el Monasterio de Santa Rosa de Santa María de Lima.
El máximo milagro atribuido a Santa Rosa ocurrió en 1615, cuando los piratas holandeses de Georg Spilbergen amenazaron con tomar Lima. Con gran valentía, la santa reunió a las mujeres de la ciudad en la iglesia del Rosario para rezar por la salvación de todos. Ella trepó al altar, y con los hábitos remangados puso su cuerpo para defender a Cristo en el Sagrario.
Sucedió que el capitán pirata falleció milagrosamente, y los atacantes huyeron en consecuencia. Toda la ciudad le atribuyó a ella el milagro y le reputó un aura de santidad.
Víctima de una grave enfermedad, Santa Rosa de Lima falleció a los 31 años de edad, siendo llorada por las multitudes. Sus restos se veneran todavía en la basílica dominica de Nuestra Señora del Rosario de Lima.
Santa Rosa de Lima fue canonizada en 1671 por el papa Clemente X. Iconográficamente se le representa con un ramo o una corona de rosas. Es la santa patrona del Perú y del Nuevo Mundo.
SANTA ROSA DE LIMA nos enseña la importancia del amor a los miserables y a los marginados.
SANTA ROSA DE LIMA (1586-1617) nació en Lima, Perú, en una familia numerosa de ascendencia peninsular; era la época en que la América Española estaba dividida en virreinatos.
Con el nombre de Isabel Flores de Oliva vino al mundo quien habría de ser la primera santa del continente americano. Se dice que al nacer ella, su madre vio flotar una rosa encima de la recién nacida, y por eso familiarmente siempre la llamaron Rosa.
Su padre, arcabucero de la guardia virreinal que se asentó en el Perú, era originario de San Juan de Puerto Rico, y su madre había nacido en Lima. Cuando Rosa era todavía niña, la familia se asentó con sus trece hijos en el pueblo minero de Quives, en la sierra peruana.
Sin embargo, años después la situación económica los obligó a regresar a Lima. Es probable que el contacto cotidiano con los míseros trabajadores de minas, en su mayoría indígenas y negros, haya contribuido a sensibilizar su alma.
Para Rosa había sido concertada una boda honorable, pero en contra de la voluntad de sus padres tomó el hábito de la Orden de Predicadores como Terciaria Dominica. Siendo hábil para la costura y el bordado, contribuía con sus labores al presupuesto familiar.
En 1609 construyó con ayuda de un hermano una pequeña ermita de dos metros cuadrados en un extremo del huerto de la casa familiar, y ahí se instaló. Santa Rosa casi no intimaba con nadie, y solamente salía para atender las necesidades espirituales de los negros e indígenas de Lima.
En su ermita se sometía a penitencias extremas, llevaba una cadena atada al cuerpo, portaba una corona de espinas hecha de hierro y dormía sobre tablas. En sus meditaciones buscaba seguir el ejemplo de Santa Catalina de Siena, y varias veces tuvo visiones místicas.
Obligada por sus familiares, en 1614 se trasladó a unas habitaciones en casa de la noble familia de la Maza. En ese lugar se erigió posteriormente el Monasterio de Santa Rosa de Santa María de Lima.
El máximo milagro atribuido a Santa Rosa ocurrió en 1615, cuando los piratas holandeses de Georg Spilbergen amenazaron con tomar Lima. Con gran valentía, la santa reunió a las mujeres de la ciudad en la iglesia del Rosario para rezar por la salvación de todos. Ella trepó al altar, y con los hábitos remangados puso su cuerpo para defender a Cristo en el Sagrario.
Sucedió que el capitán pirata falleció milagrosamente, y los atacantes huyeron en consecuencia. Toda la ciudad le atribuyó a ella el milagro y le reputó un aura de santidad.
Víctima de una grave enfermedad, Santa Rosa de Lima falleció a los 31 años de edad, siendo llorada por las multitudes. Sus restos se veneran todavía en la basílica dominica de Nuestra Señora del Rosario de Lima.
Santa Rosa de Lima fue canonizada en 1671 por el papa Clemente X. Iconográficamente se le representa con un ramo o una corona de rosas. Es la santa patrona del Perú y del Nuevo Mundo.
SANTA ROSA DE LIMA nos enseña la importancia del amor a los miserables y a los marginados.
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