jueves, 4 de abril de 2013

Pedro Calungsod, Santo


Catequista Mártir, 2 de abril
 
Pedro Calungsod, Santo
Pedro Calungsod, Santo

Catequista Laico y Mártir

Martirologio Romano: En el pueblo de Tomhom, de la isla de Guam, en Oceanía, mártires Beato Diego Luis de San Vitores, presbítero de la Compañía de Jesús, y San Pedro Calungsod, catequista, que fueron cruelmente precipitados al mar, en odio a la fe cristiana, por algunos apóstatas y nativos seguidores del paganismo (1672).

Fecha de beatificación: 5 de marzo de 2000 por el Papa Juan Pablo II.

Fecha de canonización: 21 de octubre de 2012 por el Papa Benedicto XVI
Pedro Calungsod era un adolescente cuando salió de la Filipinas para las islas Ladrones en el Pacífico Oriental en 1668.

El jóven catequista era parte de un grupo de misioneros jesuitas que habían ido a traer a Cristo al pueblo Chamarro.

La vida era dura en las islas. Los víveres frequentemente tardaban en llegarles y eran sujetos a tifones.

A pesar de las privaciones, Pedro y los misioneros tuvieron éxito evangelizando a la gente. Las islas cambiaron de nombre a Las Marianas en honor a la Virgen María.

No tardaron en circular rumores acerca del agua que usaban los misioneros para bautizar a los conversos. Decían que era venenosa, y como algunos bebes morían después de su bautismo, muchos creyeron en los rumores.

El 2 de Abril de 1672, Pedro y un sacerdote jesuita, el Padre Diego, bautizaron a un bebe sin el consentimiento del Padre. El Padre se enfureció y empezó a aventarle lanzas a Pedro.

El Padre Diego no le permitía a sus compañeros cargar armas así es que no pudieron defenderse. Pedro fue herido en el pecho y en la cabeza. El Padre Diego le dió una absolución sacramental y después a él mismo le dieron muerte. Los asesinos echaron los cadaveres al mar y los restos de estos mártires nunca se recobraron.

Al recibir las noticias, los compañeros de Pedro dijeron: "¡Jóven afortunado! ¡Qué bién recompensados fueron sus cuatro años de servicio constante a Dios en esta misión tan dificil: ha ganado la primera entrada al cielo a nuestro superior, Padre Diego!".

Pedro era un buen jóven, un catequista virtuoso, un asistente constante y un buen Católico cuya perseverancia en la fe hasta el martirio comprobó que era un buen soldado de Cristo.

El Padre Diego Luis de San Vitores fue beatificado en 1985. Quince años después, el 5 de marzo de 2000, su compañero Pedro Callungsod fue también beatificado por S.S. Juan Pablo II.

El milagro para su canonizacion

El pasado 19 de diciembre de 2011 la Santa Sede aprobó oficialmente el milagro aceptado por la Congregación para la Causa de los Santos, que no se dio en circunstancias confusas o remotas, sino en los quirófanos de un hospital de la ciudad filipina de Cebú en 2003.

Varios medios de comunicación afirman que la beneficiada por este milagro llevaba dos horas "clínicamente muerta" cuando el cirujano cardíaco rezó por ella pidiendo la intercesión del entonces Beato Pedro. Otros afirman que sufría "muerte cerebral". No hay un comunicado oficial de la Iglesia que haya difundido la naturaleza médica concreta del caso.

Los medios más detallistas citan al vicepostulador de la causa, Ildebrando Leyson, quien asegura que la mujer, una empresaria que ni siquiera había oído hablar nunca del beato, sufría un "coma de grado 3 en la escala Glasgow". El grado tres es el peor, el más bajo (no hay Glasgow 2 ni 1 ni 0), es el que se da cuando, tras un traumatismo cerebral, no se responde ni a estímulos auditivos, ni al dolor, ni a la luz en los ojos. La empresaria llevaba dos horas en este estado (que si no es la muerte es su antesala) a causa de un infarto de corazón.

Hoy está sana, alegre, trabaja en la ciudad de Leyte y piensa acudir a la canonización, según adelantó en el Cebu Daily News el cardenal y arzobispo emérito Ricardo Vidal, gran promotor del santo. Los médicos locales, como los de la comisión médica vaticana, no atribuyen su recuperación a la medicina ni a una causa conocida.

Oración
San Pedro Calungsod,
joven inmigrante, estudiante, catequista,
misionero, amigo fiel, mártir,
nos inspiras con tu fidelidad
en tiempos de adversidad,
con la valentía con la que enseñaste
en medio de hostilidades y
con tu amor al dar tu vida por el evangelio.
Haz tuyos nuestros problemas,
e intercede por nosotros
ante el trono de gracia
y misericordia para que al recibir
la ayuda del cielo seamos alentados
a proclamar y vivir el evangelio
aquí en la tierra.
Amen.
San Pedro Calungsod y beato Diego Luis de San Vitores, mártires
fecha: 2 de abril
†: 1672 - país: U.S.A.
canonización: B: Juan Pablo II 6 oct 1985 (Diego Luis) y 5 mar 2000 (Pedro) - C: Benedicto XVI 21 oct 2012 (Pedro)
hagiografía: Abel Della Costa
En el pueblo de Tomhom, en la isla de Guam, en Oceanía, san Pedro Calungsod, catequista, y beato Diego Luis de San Vitores, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús, mártires, que por odio a la fe cristiana fueron cruelmente precipitados al mar por algunos apóstatas y nativos seguidores del paganismo.
oración:
Oh Dios, que por el ministerio y el martirio del bienaventurado sacerdote Diego Luis y del catequista Pedro revelaste a los aún no creyentes la luz del Evangelio y el amor a Cristo, concede, por su intercesión, hacernos también nosotros testigos de la verdad evangélica y de la caridad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén (oración litúrgica).

Diego Luis de San Vitores nació en la ciudad de Burgos el año 1627, de nobilísima familia. Fue alumno del Colegio Imperial de Madrid y, vencida la resistencia del padre, ingresó a los 13 años en el noviciado de Villarejo de Fuentes de la Compañía de Jesús, donde ya desde el principio sobresalió por el fervor de su piedad y la agudeza de su ingenio. Ordenado sacerdote en 1651 y terminada la Tercera Probación, se dedicó al magisterio universitario en Alcalá de Henares, y a varias formas de apostolado hasta que el Prepósito General Gosvino Nickel le concedió, por fin, marchar a las misiones extranjeras. El año 1660 dijo adiós a la patria y, durante un bienio, trabajó intensamente en la ciudad de México hasta que hubo barco para las Islas Filipinas. Desempeñó allí de 1662 a 1666 los cargos de Maestro de Novicios, Prefecto de Estudios y Profesor de teología al mismo tiempo que ejercitaba con gran celo el apostolado entre los indígenas. Pero ansiaba sobre todo anunciar a los habitantes de las Islas Marianas a Cristo, de quien nada hasta entonces habían oído; y allá finalmente, superado todo género de dificultades, llegó en 1668. Vivió cuatro años la experiencia misionera.
La obra de evangelización se propagó en esos años por todo el archipiélado, las conversiones eran numerosas; y mientras tanto se levantaba una oposición a la obra por parte de un curandero chino, un tal Cocho, que sublevaba a los indígenas afirmando que el agua del bautismo estaba envenenada, y por eso morían los niños; en realidad lo que ocurría es que los bautizaban cuando estaban ya gravemente enfermos, y algunos, efectivamente, morían, no a causa del bautismo, desde luego.
El P. Diego iba de una isla a otra, confortando a los misioneros, y apoyando a la población nativa. Acompañado del joven catequista filipino Pedro Calungsod, el 2 de abril de 1672 se acercó al pueblo de Tomhom, en la isla de Guam, y habiendo sabido que había nacido una niña de un cristiano que había renegado, de nombre Matapang, trató de convencerlo de que la bautizara; el hombre reaccionó con violencia, lo rechazó, y fue a la aldea, donde buscó la ayuda de un tal Hiaro para matarlos; este último era un beneficiario de la bondad de los misioneros, y en un principio rehusó, pero entre medio, con el consentimiento de la madre, el P. Diego bautizó a la niña. Cuando supo esto, se desencadenó la ira de Matapang, que lanzó varias flechas que se clavaron en el pecho del catequista Pedro; el P. Diego se acercó a darle la absolución, y Hirao acabó la obra matando a los dos.
El Padre Diego fue beatificado por SS Juan Pablo II el 6 de octubre de 1985, el catequista Pedro Calungsod Bissaja el 5 de marzo de 2000, y este último fue canonizado por Benedicto XVI el 21 de octubre de 2012.
Fragmentos biográficos tomados de Antonio Borrelli en Santi e Beati y una introducción hagiográfica a la misa propia del beato Diego, que puede leerse aquí.

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