sábado, 6 de abril de 2013

Gala de Roma, Santa

Viuda, 6 de abril
Gala de Roma, Santa
Gala de Roma, Santa

Viuda

Martirologio Romano: En Roma, santa Gala, hija del cónsul Símaco, la cual, al fallecer su cónyuge, vivió cerca de la iglesia de San Pedro durante muchos años, entregada a la oración, limosnas, ayunos y otras obras santas, y cuyo felicísimo tránsito fue descrito por el papa san Gregorio I Magno ( s. VI).

Etimológicamente: Gala = Aquella que procede de la Galia (región francesa), es de origen latino.
Santa Gala de Roma, era hija de Q. Aurelio Memmio Simmaco, miembro del senado, durante muchos años consejero del Rey Teodorico, que, sin embargo lo mandó matar en Ravenna (525) por sospechas infundadas de traición. Santa Gala fue entregada como esposa a un joven patricio del que no se conoce el nombre. al año del casamiento enviudó, y pese a que querían casarla nuevamente, prefirió consagrarse a Dios, primero en el ejercicio de las obras de misericordia y más tarde retirándose a un monasterio cerca de la Basílica vaticana.

Afirma San Gregorio que vivió muchos años "en la simplicidad del corazón, dedicada a la oración, distribuyendo grandes limosnas a los pobres". La decisión de la joven viuda causó gran impresión en Roma, y sus ecos llegaron lejos. Desde Cerdeña, en donde por segunda vez se encontraba en el exilio, San Fulgencio de Ruspe (que a su paso por Roma había tenido ocasión de conocer a la familia de la santa), le escribió una bellísima carta, casi un pequeño tratado de veintiún capítulos en los que la confirma en la decisión tomada y le imparte consejos ascéticos.

Antes de morir la santa tuvo una visión del Apóstol San Pedro invitándola al cielo. Por esta razón San Gregorio en sus Diálogos, en el libro IV, dice que puede demostrarse la inmortalidad del alma, a través de las apariciones y visiones que tuvieron algunas almas selectas. Según la tradición, mientras la santa llevaba a cabo una de sus obras de caridad se le apareció la Virgen. La milagrosa aparición se recuerda en una pintura del siglo XI que se encuentra en la iglesia de Santa María en Portico en Campitelli. La fiesta conmemorando tales apariciones, por concesión de la Congregación de Ritos se celebra en Roma el 17 julio, mientras que en el Martirologio Romano se conmemora el 5 de octubre. Hacia la mitad del siglo XVII, por obra de M. A. Anastasio Odescalchi, con el permiso de Inocencio XI, se funda en Roma un hospicio bajo el patrocinio de la Santa. Es allí en donde Juan B. De Rossi desenvolvió durante muchos años su actividad. En 1940, se le dedicó a la Santa una iglesia parroquial.
Santa Gala, viuda
fecha: 6 de abril
fecha en el calendario anterior: 5 de octubre
†: s. VI - país: Italia
otras formas del nombre: Galla
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Roma, santa Gala, hija del cónsul Símaco, la cual, al fallecer su cónyuge, vivió cerca de la iglesia de San Pedro durante muchos años, entregada a la oración, a las limosnas, a los ayunos y a otras obras santas, y cuyo felicísimo tránsito fue descrito por el papa san Gregorio Magno.
patronazgo: patrona de las viudas.

Una de las víctimas de Teodorico el Godo, en Italia, fue el noble patricio romano Quinto Aurelio Símaco, que había sido cónsul en 485 y fue injustamente ejecutado en 525. Sus tres hijas se llamaban Rusticiana (la esposa de Berrio), Proba y Galla. El nombre de esta última figura en el Martirologio Romano el día de hoy. En los «Diálogos» de san Gregorio hay un corto relato de su vida y su muerte. Galla quedó viuda un año después de haber contraído matrimonio. Aunque era joven y rica, determinó consagrarse a Cristo en vez de casarse de nuevo. A este propósito, san Gregorio escribe que el matrimonio «empieza siempre con alegría y acaba tristemente»; pero tal generalización es injusta. A pesar de que los médicos dijeron a Galla que si no se casaba iba a crecerle la barba, la joven permaneció firme en su propósito e ingresó en una comunidad de vírgenes consagradas a Dios, cerca de la basílica de San Pedro. Allí vivió muchos años, entregada a la oración y al cuidado de los pobres y necesitados.

Siendo ya de cierta edad, se vio afligida por un cáncer en el pecho. Una noche en que los dolores no la dejaban dormir, se le apareció san Pedro entre dos cirios (porque la santa odiaba tanto la oscuridad material como la espiritual). Galla exclamó: «¿Vos venís a visitarme? ¿Mis pecados están perdonados?» San Pedro inclinó la cabeza diciendo: «Sí, están perdonados». Y añadió: «Ven y sígueme». Pero Galla, que tenía una amiga muy querida llamada Benita, rogó a San Pedro que la llevase también consigo. San Pedro le replicó que ella y otra de las religiosas morirían tres días más tarde y que Benita sería llamada un mes después. San Gregorio relató los hechos cincuenta años después y afirma que «las religiosas del monasterio, que oyeron a sus predecesoras narrar los acontecimientos, podían contarlos hasta el último detalle, como si hubiesen presenciado el milagro». Se supone que la carta de san Fulgencio, obispo de Ruspe, «Sobre el estado de viudez», estaba dirigida a santa Galla. Las reliquias de la santa se conservan, según se dice, en la iglesia de Santa María in Pórtico.

Prácticamente todo lo que sabemos acerca de santa Galla se reduce a lo que dice el artículo de Acta Sanctorum, oct. vol. III. Probablemente la iglesia de San Salvatore de Gallia en Roma estaba dedicada a nuestra santa. Cerca del Vaticano se hallaba el hospicio francés de San Salvatore in Ossibus; dicho hospicio se mudó más tarde a las cercanías de San Salvatore de Galla, y ello explica que el nombre de Galla haya sido substituido por el de Gallia. Véase P. Sepezi, en Bullettino della Com. archeolog. di Roma, 1905, pp. 62-103 y 233-263.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

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