 | | Fe y Obras | El cristiano católico sabe, y tiene conocimiento de que es así, que son importantes tanto la Fe como las Obras. Por eso no encierra su vida en un mero conocimiento de lo que es su creencia sino que ha de tener el valor suficiente como para llevarla a la práctica en su vida ordinaria.
Así la fe sustenta aquello que se hace y las obras dan muestras de que la fe no está muerta sino que, arraigando en el corazón del católico, se hace real, cierta, propia de quien se sabe hijo de Dios y, con lo que hace, lo muestra al mundo. A esto bien se le puede llamar "unidad de vida" o, simplemente, hacer lo que a cada cual, en su fe católica, le corresponde hacer.
Es Fe y Obras un intento de acercarse a la realidad católica desde diversos puntos de vista. Así, desde el comentario al Evangelio de cada día pasando por la contemplación de lo que para los católicos supone llevar una vida de la que se pueda predicar que es propia de quien se considera hijo de Dios y no olvidando temas como el ecumenismo, la labor de los Pontífices o la defensa de la vida, tratamos de poner sobre la mesa aquellos temas que consideramos importantes para el conocimiento del católico.
Tampoco podemos olvidar aquellos tesoros que tenemos los que nos consideramos hermanos de Cristo y tenemos, por ejemplo, en los santos y beatos a personas que nos han precedido en la fe y han sido, son, ejemplo de entrega a Dios y, así, al prójimo al que han amado como a sí mismos dando, en muchas ocasiones, su vida por una fe que les sostenía en el mundo que les había tocado vivir.
Por otra parte, habiendo, como hay, mucha producción escrita católica que se publica en la red de redes llamad Internet, no podemos olvidar la labor llevada a cabo por los hermanos en la fe que en diversos sitios publican lo que entienden sea importante para llevar a cabo la evangelización. Recogemos, así, en “Palabras de hermanos en la Fe” aquello, parte, de lo que los mismos publican en otros lugares del amplio mundo de la red.
Y eso tratamos de hacer desde Fe y Obras sabiendo que, con la ayuda de Dios y con confianza plena en su Providencia, todo lo que procuremos tendrá destino bueno y benéfico. | |
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