martes, 6 de diciembre de 2011

DISPONED VUESTRO CORAZON PARA QUE EL SEÑOR LO TRANSFORME








1. "Una voz grita: En el desierto preparadle un camino al Señor" Isaías 40, 1. Son muchos los que niegan a Dios, la Iglesia, todo lo sobrenatural, porque se han hecho una caricatura de Dios, o de la Iglesia y de lo sobrenatural. Pero el Dios de Jesús, el que El nos ha revelado, es un Dios enternecido por la desolación humana, es un Dios que, cuando mira el pecado, mira también el dolor y la tristeza que nos causa, como un padre que ha dejado en manos de su hijo un arma de fuego, y comprueba que, haciendo mal uso de su libertad, la ha usado indebidamente, y el hijo amado se ha herido.

2 "Consolad, consolad a mi pueblo". Palabras de Dios tan humanas, tan llenas de emoción. Se está preparando la "Encarnación". Se acerca "Navidad". Un Dios que viene a consolar, un Dios que habla al corazón. El pueblo de Dios necesitaba ser consolado. Habían transcurrido dos siglos desde las palabras duras de Isaías que les anunciaban el castigo: opresiones, luchas, destierro, habían sido el amargo pan de cada día, hasta hoy. Sin tierra, sin templo, sin ley, vivían humillados y caminaban emigrantes por Babilonia, añorando su patria y su templo. Esto desgastaba su fe en Yahve. Y el Deuteroisaías inicia el ministerio de consolar y animar al pueblo. Así entendemos la primera lectura, que anuncia el pregón del Bautista: Preparadle un camino al Señor que llega, como pastor que apacienta el rebaño, que lleva en brazos a los corderitos y cuida de las madres. "Dios tiene mucha paciencia porque no quiere que nadie se pierda, sino que todos se conviertan" 2 Pedro 3,8.. "Hablad al corazón de Jerusalén: Decidle que su culpa está pagada". Nos habla de la misericordia de su corazón. Dios está conmovido. No quiere el castigo del pecador, sino su arrepentimiento. El Dios de misericordia que no condena, ni reprocha, ni nos hace mala cara, viene en busca de la oveja perdida.

3 "Allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios". "Preparadle un camino en el desierto". Isaías está profetizando a Juan. Todos los Profetas han ido al desierto. Hoy, como nunca, estamos necesitados de hombres que vayan al desierto y vengan del desierto. Los hombres tenemos necesidad de ir al desierto. Al silencio donde Dios habla. Silencio ambiental, afectivo, mental. Porque se vive en la superficie. Pemán en Cisneros, cuando toda España está mirando a Europa y América, hacia fuera, dice que "parece una moza que está todo el día asomada a la ventana, y le pregunta, ¿no hay nada dentro qué hacer?".

4. Generalmente se vive a nivel zoológico, a nivel de sentidos. Consiguientemente se tienen unos sentidos muy desarrollados. Se vive poco a nivel profundo, mayor o menor. Los niños, con una gran viveza de reflejos, son incapaces de pensar, de razonar. A ésta se le llama la época de la imagen. El fácil resorte de los poderes que propugnan y utilizan la de-formación de una sociedad descerebrada, es proporcionarle dosis elevadas de imágenes, que muevan los sentimientos, o más bien los instintos, para debilitarles y conseguir impedirles que piensen y reflexionen. Es la táctica del listo. Mientras uno distrae a la víctima, el compinche le roba la cartera. La diferencia que hay entre el hombre inteligente y el listo, es que el listo, se cree tan listo, que no se da cuenta de que el otro se da cuenta. El inteligente, mide y calcula y valora. El pillo también calcula y valora, pero no lo que dirá la historia, sino cómo te robará la cartera. Hoy vivimos en un mundo de "listos", que nos han arruinado moralmente y materialmente. Necesitamos entrar dentro. Y esto cuesta, cuando se ha perdido el hábito de reflexionar, pensar, razonar. Nos parece que abusan de nuestro tiempo cuando nos instruyen y, ya de niños, se han acostumbrado a pedir: "Corta el rollo". Y no es que no haya rollos. Pero, sobre todo, es que se está perdiendo la capacidad que diferencia al hombre de los animales, de pensar. De reflexionar. Cosa que no facilitan las cuatro horas diarias de televisión que constatan las estadísticas. Vayamos pues al desierto a escuchar a Dios, que llega lleno de ternura.

5 El bautismo de Juan es un rito de iniciación a la comunidad mesiánica que se va reuniendo. De ahí partirá la tradición cristiana y convertirá el bautismo en la integración de los nuevos creyentes en un pueblo que espera el Reino de Dios. Juan preparaba el camino del Señor, para que recorrieran el camino de la conversión. Predicaba que se convirtieran Marcos 1, 1. Convertirse es un cambio de actitud, una vuelta a Dios, que comporta arrepentimiento, enmienda, reconciliación con Dios y con los hermanos. Paso de la soberbia a la humildad, de la ira a la paciencia, del egoismo a la misericordia, gratitud y compasión; de la rebeldía a la observancia y obediencia, y del querer siempre tener razón, a la afabilidad con los hermanos. Decía santa Teresa: "cuanto más santas, más conversables con las hermanas".

6. Danos tu luz, Señor, para que comprendamos que es necesario que se derrumbe el mundo del pecado y que mantengamos la esperanza de que después de la noche todo será ya nuevo: "Después de la desintegración de este mundo esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en la que habite la justicia. Procurad que Dios os encuentre en paz con él, inmaculados e irreprochables 2 Pedro 3,8

7 Dispongámonos a ofrecer a Dios en el sacrificio del altar, que renueva el de la Cruz, nuestros deseos y nuestras esperanzas, para que cuando llegue el Señor nos encuentre preparados y dispuestos.

8 Digamos con el salmista: Voy a escuchar lo que dice el Señor . La salvación está ya cerca de sus fieles y la gloria habitará en nuestra tierra. El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto" Salmo 84.
El fruto bendito de tu vientre, oh María, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar. Ante la admiración de cielo y tierra, engendraste a tu santo Creador, y permaneces siempre virgen. Recibe el saludo del ángel Gabriel, y ten piedad de nosotros pecadores.

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