Hoy… Las Puertas se Abrirán y No se Cerrarán
“Así dice el Señor a su ungido, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes, para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán” Isaías 45:2.
Gracias Señor por este día y por esta oportunidad de caminar por el sendero marcado por tu voluntad y misericordia. Gracias por que hoy me recuerdas que me has tomado de la mano derecha.
Hoy, recuerdo cuando era niño y en alguna ocasión camine con mi padre mientras él me tomaba por la mano de derecha. Su mano fuerte y cariñosa me daban seguridad y animo.
Hoy, mi corazón se llena de tu seguridad, porque me tomas también de la mano derecha para llevarme por todos los parajes y caminos preparados para mi.
Como no he de alabarte hoy, Señor si puedo caminar con firmeza sabiendo que tus propósitos son claros y definidos. Sujetar y Desatar. Hay muchas cosas que necesitarán hoy ser sujetadas y muchas cosas que necesitan ser desatadas. Cuantas personas, situaciones y circunstancias exigirán sujeción y liberación. Este día no es para perderlo, sino para ganarlo en la realización de tus propósitos claros.
Ahora, Señor mi corazón se goza, porque el versículo de hoy me dice que no solamente me tomas de la mano derecha y me das la oportunidad de Sujetar y desatar, pero además me concedes el privilegio de ver que tú me abres puertas y estas puertas no se cerrarán. Entiendo Señor que estas puertas pueden ser oportunidades pero que aún más alla de esto , puerta es símbolo de autoridad.
Con tu autoridad podré entrar en autoridad y esa autoridad que rodeará mi vida, nadie, ninguna otra autoridad la podrá cerrar. El mundo, las circunstancias difíciles y aún el enemigo espiritual querrán bloquear mi camino, pero no podrán porque tú eres quién abre las puertas.
Tu mano es fuerte y poderosa y con tu mano toda puerta será abierta. Hoy, confieso que ninguna puerta se podrá cerrar y la seguridad de que el Señor me lleva de la mano es absolutamente cierta.
“Señor, es cierto que hoy no veo mucho delante de mi, pero tu palabra en esta ocasión viene para asegurarme que me tomas de la mano derecha y me concedes la oportunidad de sujetar y desatar. Pero, también gracias por la hermosa oportunidad de ver como tu presencia me abre puertas y esas puertas no se cerrarán.
Ayúdame hoy, Señor a estar atento a aquello que debo sujetar y aquello que debo desatar, para no perder la hermosa oportunidad de sentirme usado en tu precioso y útil propósito para mi vida.
Amen.
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