miércoles, 15 de abril de 2015

Consagración al Inmaculado Corazón de María de los 33 Mi Inmaculado Corazón triunfará


dulzura-maternal










Pasos para cada día:
1. Rezo del santo Rosario, meditado y con letanías de la Virgen
2. Meditación del día y una virtud.
3. Coronilla de protección.
4. Letanías al Inmaculado Corazón de María.
5. Oración final
6. Consagración (para el día de la festividad o al terminar los 33 días.



1er. Rezo del Santo Rosario
Gozosos: lunes y Sábados
Dolorosos: martes y miércoles.
Luminosos: jueves
Gloriosos miércoles y domingos.

Jaculatorias para rezar en cada decena del Santo Rosario:

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y llevad al cielo todas las almas, especialmente las más necesitadas de vuestra misericordia.


Dios mío yo creo, adoro, espero y os amo, os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman.


Santísima Trinidad: Padre, Hijo y espíritu Santo, os adoro profundamente, os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los Tabernáculo del mundo, en reparación de los ultrajes, de los sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es ofendido.
Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María os pido por la conversión de los pobres pecadores.


Día 15. Mi Inmaculado Corazón triunfará


Hijos carísimos: Mi Inmaculado Corazón triunfara sobre este mundo hedonista y materialista, mundo salido de los canones de Dios, mundo que corres a una velocidad vertiginosa que los llevara al despeñadero.


Mi Inmaculado Corazón triunfará sobre esta Iglesia fragmentada, oscurecida por la masonería, dividida por neo-corrientes y pensamientos que sustraen de la verdad. Mi Inmaculado Corazón triunfará sobre el hombre impío, hijo de la perdición que llevará al caos, a la muerte espiritual a muchas almas, almas de fe endeble, tambaleante.


Mi Inmaculado Corazón triunfará sobre el gran cisma que dividirá la Iglesia, cisma que conducirá a la confusión y relajación religiosa, cisma que llevará a la desobediencia de la autoridad infalible del Papa, cisma que llevará al enfrentamiento de cardenales contra cardenales, obispos contra obispos, sacerdotes contra sacerdotes, fieles contra fieles; cisma que atacará la doctrina sana y al Magisterio de la Iglesia, cisma que querrá arrasar con todo lo que se llame tradición, cisma que oscurecerá la Iglesia sumergiéndola en densas tinieblas, cisma que hará de algunos jerarcas y prelados de la Iglesia: herejes y anatemas; cisma que ya se está gestado en el interior de la Iglesia, cisma que converge a la masonería eclesiástica, masonería que ha creado un plan maestro para destruir la Iglesia. Plan siniestro salido de los abismos del infierno que llevará a la Iglesia a la gran hecatombe; hecatombe en la que muchos perderán la fe, hecatombe en la que muchos no sabrán diferenciar la falsa Iglesia de la verdadera Iglesia, hecatombe en que muchos adorarán al falso cristo, hecatombe que llevará a la Iglesia al más completo abandono y a la más terrible desolación.


Mi Inmaculado Corazón triunfará a pesar de la infidelidad de algunos hijos predilectos, hijos que no someten su sacerdocio ministerial bajo mi preot4ección maternal, hijos que no saben perseverar, aceptar el peso de la cruz en el momento de la prueba, hijos que abren la puerta a la tentación y por eso colapsan, pasan al bando de los desobedientes, de los impíos.


Mi Inmaculado Corazón triunfará a pesar de los baches por los que ha pasado la Iglesia a través de la historia.


Mi Inmaculado Corazón triunfará porque el bien prevalecerá sobre el mal, Satanás y sus secuaces serán derrotados en este final de los tiempos.


Mi Inmaculado Corazón triunfará, las almas víctimas serán pequeños pararrayos del Pararrayos que es Jesucristo, Victima Divina.


Mi Inmaculado Corazón triunfará: el ejército de la bestia negra y el dragón rojo serán debilitados.


Mi Inmaculado Corazón triunfará; la Eucaristía es la máxima de las manifestaciones de Jesús en la tierra, el mundo se volverá Eucarístico, girará en torno del altar.


Mi Inmaculado Corazón triunfará: la humanidad entera me amará, sentirá la necesidad de mi protección e intercesión Maternal.


Mi Inmaculado Corazón triunfará porque después de la horrorosa crisis de la Iglesia, profetizado por mí en la Salette, entrará en la era de la paz, era en la que el sacerdote será llamado: hermano sacerdote, el obispo: hermano Obispo y el Papa: hermano Papa.


Mi Inmaculado Corazón triunfará: la consagración abreviará el tiempo de tribulación que estáis viviendo, adelantará los acontecimientos para que pronto veáis abrir las puertas de la Nueva Jerusalén.


Mi Inmaculado Corazón triunfará porque veréis descender del cielo a una mujer vestida de sol, parada sobre la luna con corona de doce estrellas. Doce estrellas que hacen referencia a las doce tribus de Israel, pueblo elegido por Dios para preparar la venida del Hijo de Dios. Doce estrellas que hacen referencia a los doce apóstoles que fueron el fundamento sólido para la edificación de la Iglesia.


Doce estrellas que hacen, también, referencia a los apóstoles de los últimos tiempos, apóstoles consagrados por entero a mí, apóstoles formados en mi escuela maternal.


Mi Inmaculado Corazón triunfará porque el tiempo se ha cumplido, os aproximáis al retorno glorioso de Cristo.


Mi Inmaculado Corazón triunfará porque tengo a mi servicio soldados del Ejército Victorioso, soldados que difundirán la consagración a mi Corazón Maternal y el Apostolado de Reparación. Reparación tan necesaria en este tiempo de tribulación, tiempo en el que todo tendrá que cumplirse.


Virtud de la Bondad


Hijos míos: sed bondadosos de corazón porque el alma que posee esta virtud se hace semejante al Sagrado Corazón de Jesús, porque cuando estuvo de paso en la tierra dejó huellas imborrables en mi camino, huellas que ni las tormentas impetuosas, ni los vientos fuertes pudieron destruir.


Trató con bondad y dulzura al pecador, alma desgraciada poseído por el espíritu del desorden moral. Sus palabras dulces calaban en la profundidad de sus corazones, sus Palabras invitaban a un cambio, a una conversión verdadera de corazón.


Trato de bondad a los peregrinos y forasteros que se cruzaban en su camino porque una palabra tierna mueve al cambio, a la conversión; una palabra sarcástica endurece el corazón, lo hiere, lo resiente.


Trato con bondad a las muchedumbres que caminaban tras de Él en busca de un milagro o porque sus predicaciones les reconfortaban.


Trato de bondad a la mujer pecadora, mujer infra gante, descubierta, mujer recriminada, censurada, su trato afable, ablando la dureza de su corazón.


Trató con bondad a Dimas y a Gestas pero sólo uno de ellos se dejó seducir por sus clamores ante el Padre.


Trató con bondad a Zaqueo, recaudador de impuestos, su cordialidad le obligó a devolver mucho más de lo que había usurpado.


Jesús os trata con bondad a todos vosotros porque sois la razón de su descenso a la tierra, sois el motivo de su crucifixión y de su redención; sois el deleite de su Corazón que palpita de amor por toda la humanidad. La bondad destruye la prepotencia; la dulzura y la amabilidad las coaccionan al cambio. La bondad es néctar del Cielo que dulcifica la amargura de los corazones, es melaza de amor que agrada a toda creatura.


3. Coronilla de Protección
(Se reza en un rosario común)


En cada Padre Nuestro:
Ave María Purísima, sin pecado concebida, hija de San Joaquín y santa Ana, María Santísima.


En cada Ave María (diez veces)
V. ¿Quién como Dios?
R. Nadie como Dios.


En cada Gloria:
V. Huid poderes malignos
R. venció Cristo el Señor.


Al final del Rosario:
V. Corazones Triunfantes de Jesús y de María.
R. Reinad en mi vida y en mi corazón. Amén.


Letanías al inmaculado Corazón de María

V/ Señor, ten piedad.
R/ Señor, ten piedad de nosotros.
V/Cristo, ten piedad.
R/Cristo ten piedad de nosotros.
V/Señor, ten piedad.
R/Señor, ten piedad de nosotros.
V/Cristo, óyenos.
R/Cristo óyenos.
V/Cristo, escúchanos.
R/Cristo, escúchanos.
V/Dios, Padre celestial.
R/Ten Misericordia de nosotros.
V/Dios, Hijo Redentor del mundo.
R/Ten Misericordia de nosotros.
V/Dios, Espíritu Santo
R/Ten Misericordia de nosotros.
V/ Trinidad Santa, un solo Dios.
R/ Ten Misericordia de nosotros.
Santa María, Corazón Inmaculado de María. Ruega por nosotros.
Corazón de María, lleno de gracia. Ruega por nosotros.
Corazón de María, vaso de amor más puro. Ruega por nosotros.
Corazón de María, consagrado integro a Dios. Ruega por nosotros.
Corazón de María, preservado de todo pecado. Ruega por nosotros.
Corazón de María, morada de la Santísima Trinidad. Ruega por nosotros.
Corazón de María, delicia del Padre en la Creación. Ruega por nosotros.
Corazón de María, instrumento del Hijo en la Redención. Ruega por nosotros.
Corazón de María, la esposa del Espíritu Santo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, abismo y prodigio de humildad. Ruega por nosotros.
Corazón de María, medianero de todas las gracias. Ruega por nosotros.
Corazón de María, latiendo al unisonó con el Corazón de Jesús. Ruega por nosotros.
Corazón de María, gozando siempre de la visión beatifica. Ruega por nosotros.
Corazón de María, holocausto del amor divino. Ruega por nosotros.
Corazón de María, abogado ante la justicia divina. Ruega por nosotros.
Corazón de María, traspasado de una espada. Ruega por nosotros.
Corazón de María, coronado de espinas por nuestros pecados. Ruega por nosotros.
Corazón de María, agonizando en la Pasión de tu Hijo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, exultando en la resurrección de tu Hijo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, triunfando eternamente con Jesús. Ruega por nosotros.
Corazón de María, fortaleza de los cristianos. Ruega por nosotros.
Corazón de María, refugio de los perseguidos. Ruega por nosotros.
Corazón de María, esperanza de los pecadores. Ruega por nosotros.
Corazón de María, consuelo de los moribundos. Ruega por nosotros.
Corazón de María, alivio de los que sufren. Ruega por nosotros.
Corazón de María, lazo de unión con Cristo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, camino seguro al cielo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, prenda de paz y santidad. Ruega por nosotros.
Corazón de María, vencedora de las herejías. Ruega por nosotros.
Corazón de María, de la Reina de Cielos y tierra. Ruega por nosotros.
Corazón de María, de la Madre de Dios y de la Iglesia. Ruega por nosotros.
Corazón de María, que por fin triunfarás. Ruega por nosotros.


Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Ten misericordia de nosotros.



V/ Ruega santa Madre de Dios
R/ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oremos:

Tú que nos has preparado en el Corazón Inmaculado de María una digna morada de tu Hijo Jesucristo, concédenos la gracia de vivir siempre conforme a sus enseñanzas y de cumplir sus deseos. Por Cristo tu Hijo, nuestro Señor. Amén.


5. Oración final.

Santísima Virgen María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, preparadme con vuestras lecciones de amor al segundo advenimiento de vuestro Hijo Jesús.
Avivad mis sentidos para que guarde en mi corazón vuestras enseñanzas, enseñanzas que son doctrina segura que me adentran al cielo. Despertad en mí: celo insaciable por la salvación de mi alma. Desapego al mundo y anhelos de santidad.


Instruidme en la ciencia de la cruz para que acepte con beneplácito el sufrimiento y me haga heredero de uno de los aposentos de vuestro Inmaculado Corazón.


Arropad todo mi ser con vuestros rayos de luz para que seáis mi Maestra y yo vuestro, discípulo que imite vuestras adorables virtudes para ser bien visto ante los ojos de vuestro Hijo. Fortalecedme en este tiempo de la tribulación, cercenad mi corazón con vuestra espada de doble filo y heridlo de amor, para que vuestra presencia siempre me acompañe hasta el día del retorno de Nuestro Señor Jesucristo.


Madre celestial, Maestra del apóstoles de los últimos tiempos, preservad nuestra Iglesia frente a toda apostasía, herejía y cisma.


Conservadnos fieles a la Tradición de la Iglesia e instruidnos con vuestra Sabiduría Divina para que la luz del Espíritu Santo acreciente nuestra fe, nos muestre el camino de salvación y lleve nuestro corazón a la santidad.


Madre celestial, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, guardad al resto santo en vuestro Inmaculado Corazón hasta el día de la segunda llegada de vuestro Amadísimo Hijo Jesús.

Amén.

No hay comentarios: