martes, 21 de octubre de 2014

ORACIÓN POR EL DÍA DEL PROFESOR CELEBRADO EN CHILE 16 DE OCTUBRE.


Sus discípulos lo llamaban maestro, por su forma de enseñar sobre Dios, por eso le pedimos a Jesús que sea el maestro de todos los profesores y profesoras del colegio los Jazmines, Melipilla Chile.

Para guiarlos en su  quehacer pedagógico, porque Jesús aprecia su labor y al igual como una vez destino a enseñar a sus apóstoles es el quien les dice: <>
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Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos enseñando,  a los más pequeños les enseñaba a través de parábolas para que entendieran todos su mensaje.
Y es de esta misma manera que te pedimos ayudes a enseñar a nuestros docentes, para que todos los estudiantes podamos aprender.
Al ver Jesús la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos como ovejas que no tiene pastor. Entonces dijo a los discípulos << La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos>> (Mt. 9, 35-38).
Son muchos los llamados que Dios realiza, pero son muy pocos los que escuchan y quieren enseñar.
Son ustedes nuestros profesores y profesoras los que Dios ha llamado y los que Jesús ha elegido para realizar esta hermosa labor de enseñar.
Las exigencias son inmensas, las personas disponibles pocas; las metas propuestas altísimas, la cultura cambiante.
Pero en el empeño se cuenta con la garantía de la gracia del Señor, que estará con ustedes si enseñan teniéndolo a él como maestro, porque quien enseña con amor, está realizando la pedagogía de Jesús.  (Mt 28-18)

No es más grande la persona que sabe más, sino aquel que sabe enseñar lo que sabe.
Jesús se su maestro; para que enseñen con paciencia.
Aprecien a sus alumnos.
 Porque todos aprendemos en la medida que somos valorizados y guiados con amor.
Jesús guía a las profesoras y profesores de nuestro Colegio Los Jazmines y se su maestro. Para que cuando estén agotados en ti repongan sus fuerzas.
Para que todo esto se haga realidad pidamos todos juntos a nuestro padre que está en el cielo:
Padre Nuestro que estas en el cielo.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal.

Amén.

Y a nuestra Madre Santísima digamosle también:

AVEMARÍA 

Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

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