lunes, 21 de abril de 2014

Youssef - Francisco - Bernardo - Bruno


Chárbel Makhlouf

Chárbel Yusef Mahklouf
Charbel.jpg
Nacimiento9 de mayo de 1828
Beqakafra,en el norte del Líbano.
Fallecimiento24 de diciembre de 1898.
Annaya.
Venerado enIglesia Católica
Beatificación5 de diciembre de 1965 porPablo VI
Canonización9 de octubre de 1977 por Pablo VI
Festividad24 de julio
AtributosermitañoJesús SacramentadoVirgen María
PatronazgoUnidad de los Cristianos
Chárbel Makhlouf (en árabeشربل مخلوف Šarbil Majlūf; n. Beqakafra, 8 de mayo de 1828 - m. Annaya, 24 de diciembre de 1898) fue un asceta y religioso maronita libanés (en el siglo, su verdadero nombre era Yusef Antun Majluf (يوسف أنطون مخلوف), Yusef es el equivalente árabe de “José” y Antun lo es de “Antonio”).
Quedó huérfano de padre a la edad de 3 años, y quedó luego al cuidado de su madre, quien posteriormente se casó en segundas nupcias con un hombre devoto que sería posteriormente monje maronita (el hombre casado en el rito maronita, tiene acceso a ordenarse como sacerdote).

Sus años como monje maronita

En 1851, viajó a la localidad de Mayfouq, en cuyo monasterio maronita ingresó como novicio y recibió el nombre de Fray Chárbel, a la edad de 20 años. Permaneció también en Kfifane, donde recibió instrucción de su confesor, San Nimatullah Al-Hardini.
En el monasterio maronita de Annaya, donde vivió hasta su muerte, hizo los votos solemnes en 1853 y fue ordenado sacerdote en1859.
Fray Chárbel se destacó por su amor a Cristo y su vida de oración, ayuno y sufrimientos, la predicación y por la taumaturgia (don de sanar enfermos) que, para los creyentes, continuó incluso después de su muerte.

San Chárbel: Ejemplo de vida consagrada al sacerdocio

Chárbel, con 25 años de edad, se consagró en 1853 al Señor por los tres votos religiosos de obediencia, pobreza y castidad, y tuvo su plena consagración recibiendo, a la edad de 31 años, el sacramento del sacerdocio, el 23 de julio de 1859 en la sede patriarcal de Bkerke, por la imposición de las manos de Monseñor Yusef El-Marid.
En su vida sacerdotal, San Chárbel no hizo más que poner en práctica lo que había aprendido de su maestro espiritual y profesor de Teología, el Beato Nemtala El Hardini, cuando le dijo : "Ser sacerdote, hijo mío, es ser otro Cristo. Para llegar a serlo no hay más que un camino: ¡el del Calvario! Comprométase sin decaimiento. Él lo ayudará". Así Chárbel vivió su consagración religiosa y sacerdotal, imitando a Cristo el sacrificado y haciendo de su misa el centro alrededor del cual se cristalizaría su existencia como sacerdote ermitaño.
Dios llama al sacerdote como llamó a Abraham: "Deja tu tierra natal y la casa de tu padre, y ve al país que yo te mostraré. Yo... te bendeciré. Engrandeceré tu nombre y serás una bendición y por ti se bendecirán todos los pueblos de la tierra" (Gen 12, 1-3). Así Chárbel entendió la misión del sacerdote y dejó atrás su casa, su familia y su tierra para dedicarse a ejercer su ministerio dentro de los límites de su vocación monacal. Su desprendimiento fue total, llegando al punto de rehusarse a ir a su aldea para celebrar una misa en presencia de su madre llamada Brigitte Chediac, la cual no pudo asistir a su ordenación sacerdotal. Pero el espíritu que lo determinó a tomar esta decisión, será siempre el secreto de su mística espiritual y el misterio de su santidad.
Siendo así que durante toda su vida ejerció su labor como sacerdote librándose de las ataduras de la sangre para unirse a los lazos de la gracia y así ser dócil a la acción del Espíritu Santo.

Su muerte y canonización

Chárbel Mahklouf murió en el monasterio maronita de Annaya, en la nochebuena de diciembre de 1898, donde actualmente yacen sus restos incorruptos, se dice que desde su tumba emana un líquido acuoso de sangre, siendo éste un caso de emanación milagrosa de sangre licuada o licuefacción, como los de san Gennaro de Nápoles, san Nicolás de Tolentino y de san Pantaleón en el Monasterio de la Encarnación de Madrid.
Fue beatificado en 1965 y canonizado en 1977, siendo desde ese año, el primer santo del Líbano.Se convirtió en un santo antes que su maestro "San Nematalá Hardini."

Enlaces externos




Francisco de Asís

San Francisco de Asís
San Francesco.jpg
Representación de San Francisco de Asís, en un fresco de Cimabue en la Basílica de Asís, se cree que es la imagen más fiel del santo
Confesor y fundador
NombreGiovanni di Pietro Bernardone
Nacimiento1181/1182
Asís (Italia)
Fallecimiento3 de octubre de 1226 (44 años)1
Asís (Italia)
Venerado enIglesia católicaIglesia anglicana e Iglesia luterana.[cita requerida]
Canonización16 de julio de 1228, en Asís, por el papa Gregorio IX
Principal SantuarioBasílica de San Francisco de Asís (Italia)
Festividad
Atributosestigmascalavera (en representación no sólo del rechazo de la vida de placer, sino de la "hermana muerte"),loboaves
Patronazgoanimalesmedio ambiente,comerciantes (en particular fabricantes de telas, sastres y tejedores), belenismo, Italia,FilipinasQuito (Ecuador),Meycauayan (Filipinas),Arribeños (Argentina), San Francisco (Argentina), Telchac Pueblo (México), Tlaltenco(México), California, EEUU.
Francisco de Asís (en italiano Francesco d’Assisi, nacido Giovanni di Pietro Bernardone) (Asís1181/11824 – ibídem3 de octubre de 1226),1 santo italiano, que fue diácono, fundador de la Orden Franciscana y de una segunda orden conocida como Hermanas Clarisas, ambas surgidas bajo la autoridad de la Iglesia católica en la Edad Media, al contrario de otras hermandades —como los cátaros— que fueron consideradas herejes. De ser hijo de un rico comerciante de la ciudad en su juventud, pasó a vivir bajo la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios. En Egipto, intentó infructuosamente la conversión demusulmanes al cristianismo.5
Su vida religiosa fue austera y simple, por lo que animaba a sus seguidores a hacerlo de igual manera. Tal forma de vivir no fue aceptada por algunos de los nuevos miembros de la orden mientras ésta crecía; aun así, Francisco no fue reticente a una reorganización. Es el primer caso conocido en la historia de estigmatizaciones visibles y externas.6 Fue canonizado por la Iglesia Católica en 1228, y su festividad se celebra el 4 de octubre.2 3 Es conocido también como il poverello d'Assisi («el pobrecillo de Asís», en italiano).

Contexto histórico


Cruz cátara, también cruz deOccitania.
En el siglo XII se concretaron cambios fundamentales en la sociedad de la época: el comienzo de lasCruzadas y el incremento demográfico, entre otros motivos, influyeron en el incremento del comercio y el desarrollo de las ciudades. La economía seguía teniendo su base fundamental en el campo dominado por el modo de producción feudal, pero los excedentes de su producción se canalizaban con mayor dinamismo que en la Alta Edad Media. Aunque todavía no se estaba produciendo una clara transición del feudalismo al capitalismo y los estamentos privilegiados (nobleza y clero) seguían siendo los dominantes, como lo fueron hasta la Edad Contemporánea, los burgueses (artesanos, mercaderes, profesionales liberales y hombres de negocios) comenzaban a tener posibilidades de ascenso social. La Iglesia, protagonista de ese tiempo, también se vio influida por la nueva riqueza: no eran pocas las críticas a algunos de sus ministros que se preocupaban más por el crecimiento patrimonial y sus relaciones políticas de conveniencia.
Debido a ello, diversos movimientos religiosos surgieron en rechazo a la creciente opulencia de la jerarquía eclesiástica en esa época, o se dedicaron a vivir más de acuerdo con los postulados de una vida pobre y evangélica.7 Algunos de ellos medraron afuera de la institución y vivieron a su manera; tales movimientos fueron condenados hasta el punto de considerarlos herejes. Los cátaros, por ejemplo, predicaban entre otras cosas el rechazo a los sacramentos, las imágenes y la cruz.8 Otras organizaciones como la creada por San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán, por el contrario, nacieron bajo sumisión a la autoridad católica y fueron conocidas con el nombre genérico de "los monjes mendicantes". Este movimiento logró que la mayoría de la Iglesia se alejase de la opulencia, vicio que tornaría en el siglo XIV.

Infancia y juventud

Francisco de Asís nació bajo el nombre de Giovanni. Sus padres fueron Pietro Bernardone dei Moriconi y Donna Pica Bourlemont, provenzal; tuvo al menos un hermano más, de nombre Angelo.9 Su padre era un próspero comerciante de telas que formaba parte de la burguesía de Asís y que viajaba constantemente a Francia a las ferias locales. Entre algunas versiones, fue la afición a esta tierra por lo que su padre lo apodó después como Francesco o el francesito; también es probable que el pequeño fuera conocido más adelante de este modo por su afición a la lengua francesa y los cantos de los trovadores.10
Francisco recibió la educación regular de la época, en la que aprendió latín. De joven se caracterizó por su vida despreocupada: no tenía reparos en hacer gastos cuando andaba en compañía de sus amigos, en sus correrías periódicas, ni en dar pródigas limosnas;11 como cualquier hijo de un potentado tenía ambiciones de ser exitoso.
En sus años juveniles la ciudad ya estaba envuelta en conflictos para reclamar su autonomía del Sacro Imperio. En 1197 lograron quitarse la autoridad germánica, pero desde1201 se enfrascaron en otra guerra contra Perugia, apoyada por los nobles desterrados de Asís. En la batalla de Ponte San Giovanni, en noviembre de 1202, Francisco fue hecho prisionero y estuvo cautivo por lo menos un año.12
Desde 1198 el pontificado se hallaba en conflicto con el Imperio, y Francisco formó parte del ejército papal bajo las órdenes de Gualterio de Brienne contra los germanos.13

Estatua de San Francisco en Asís que lo representa regresando a la ciudad tras abandonar la guerra.

La renuncia a los bienes terrenales, según Giotto.
De acuerdo con los relatos, fue en un viaje a Apulia (1205)13 mientras marchaba a pelear, cuando durante la noche escuchó una voz que le recomendaba regresar a Asís. Así lo hizo y volvió ante la sorpresa de quienes lo vieron, siempre jovial pero envuelto ahora en meditaciones solitarias.
Empezó a mostrar una conducta de desapego a lo terrenal. Un día en que se mostró en un estado de quietud y paz sus amigos le preguntaron si estaba pensando en casarse, a lo que él respondió: Estais en lo correcto, pienso casarme, y la mujer con la que pienso comprometerme es tan noble, tan rica, tan buena, que ninguno de vosotros visteis otra igual.14 Hasta ese momento todavía no sabía él mismo exactamente el camino que había de tomar de ahí en adelante; fue después de reflexiones y oraciones que supo que la dama a quien se refería era la Pobreza.
El punto culminante de su transformación se dio cuando convivió con los leprosos, a quienes tiempo antes le parecía extremadamente amargo mirar.15 Se dedicó después a la reconstrucción de la capilla de San Damián. Según los relatos, lo hizo después de haber visto alcrucifijo de esta iglesia decirle: Francisco, vete y repara mi iglesia, que se está cayendo en ruinas.16 Entonces decidió vender el caballo y las mercancías de su padre en Foligno, regresó a San Damián con lo ganado y se lo ofreció al sacerdote, pero este lo rechazó.
Su padre, al darse cuenta de la conducta de su hijo, fue enojado en su búsqueda, pero Francisco estaba escondido y no lo halló. Un mes después fue él mismo el que decidió encarar a su padre. En el camino a su casa, las personas con que se encontró lo recibieron mal y, creyéndolo un lunático, le lanzaron piedras y lodo.

Francisco ante las autoridades eclesiales

Su padre le reprendió severamente, tanto que lo encadenó y lo encerró en un calabozo.17 Al ausentarse el airado padre por los negocios, la madre lo libró de las cadenas. Cuando regresó, fue ella quien recibió las reprimendas del señor de la casa, y fue otra vez en búsqueda del muchacho a San Damián, pero Francisco se plantó con calma y le reafirmó que enfrentaría cualquier cosa por amor a Cristo. Pedro Bernardone, más preocupado por lo perdido de su patrimonio,17 acudió a las autoridades civiles a forzarlo a presentarse, pero el joven rehusó hacerlo con el argumento de no pertenecer ya a la jurisdicción civil, por lo que las autoridades dejaron el caso en manos de la Iglesia.
Francisco se sometió al llamado de la autoridad eclesial. Ante el requerimiento de devolver el dinero frente a su padre y al obispo de Asís, de nombre Guido, no sólo lo hizo, sino que se despojó de todas sus vestimentas ante los jueces, proclamando a Dios desde ese momento como su verdadero Padre. Ante esto, el obispo lo abrazó y le envolvió con su manto.18

Comienzos de la orden

No se sabe con certeza cuántas iglesias en ruinas o deterioradas reconstruyó; entre ellas, a la que más estima tenía era la capilla de laPorciúncula (“la partecita”, llamada así porque estaba junto a una construcción mayor).
Allí fue donde recibió la revelación definitiva de su misión, probablemente el 24 de febrero de 1208,19 cuando escuchó estas palabras del evangelio: No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos... (Lc., 10).20 Así, cambió su afán de reconstruir las iglesias por la vida austera y la prédica del Evangelio. Después de someterse a las burlas de quienes lo veían vestido casi de trapos, ahora su mensaje era escuchado con atención, y al contrario de otros grupos reformadores de la época, el suyo no era un mensaje de descalificaciones ni anatemas.
En unos meses sus discípulos eran once: Bernardo di Quintavalle, Pedro Catani, Gil, Morico, Bárbaro, Sabatino, Bernardo Vigilante, Juan de San Constanzo, Angelo Tancredo, Felipe y Giovanni de la Capella.21
Bajo la pobreza que Francisco predicaba y pedía, los frailes hacían sus labores diarias atendiendo leprosos, empleándose en faenas humildes para los monasterios y casas particulares, y trabajando para granjeros. Pero las necesidades cotidianas hacían la colecta de limosna inevitable, labor que Francisco alentaba con alegría por haber elegido el camino de la pobreza. Comenzó también la expansión del mensaje evangélico, y para ello los estimuló a viajar de dos en dos.22

Audiencia ante el Papa para la aprobación de la regla


Francisco de Asís en la pintura de Francisco Zurbarán.
Hacia abril o mayo de 1209,23 Francisco se decidió a presentarse ante el papa Inocencio III, para que le aprobara la primera regla de la Orden. Con ese fin, él y sus acompañantes emprendieron el viaje a Roma.
Fue bajo la intervención del obispo Guido de Asís como pudo tener audiencia con el Papa. Éste y ciertos cardenales objetaban el programa franciscano por el peligro de crear otra organización nueva, debido a los movimientos anticlericales de la época y a la falta de una mínima base material de la orden; pero bajo la influencia del cardenal Juan de San Pablo y su apoyo, Francisco pudo tener una nueva audiencia para que se considerara la aprobación de su hermandad de pobres.
El Papa por fin aprobó la regla verbalmente, al convencerse de que la ayuda de un hombre como Francisco reforzaría la imagen de la Iglesia con su prédica y su práctica del Evangelio. No se conoce el contenido de esta primera regla.24 Fue por esta época (seis años después de su conversión según Celano)25 cuando fundó, junto a Clara de Asís, la llamada segunda orden.

Rivo Torto

Camino de vuelta a Asís, él y sus acompañantes se ubicaron en un lugar llamado Rivo Torto, donde consolidaron sus principios de vivir en la pobreza, conviviendo entre los campesinos locales y atendiendo a leprosos; desde entonces se hacían llamar a sí mismos Hermanos Menores o Frailes Menores (el nombre fundacional de la congregación es Ordinis Fratrorum Minorum, abreviado O.F.M.).
Después de la estadía en Rivo Torto, buscó una sede para su orden; para ello pidió la ayuda del obispo Guido, pero no consiguió respuesta favorable. Fue un abad benedictino del Monte Subasio quien le ofreció la capilla de la Porciúncula y un terreno adyacente (propiamente la partecitala porcioncita). Francisco aceptó, pero no como un regalo, sino que pagaba como renta canastas con peces.26

Crecimiento y expansión


Francisco dando un sermón a las aves, según fresco de Giotto en la Basílica dedicada al santo.
Dentro del ánimo de la época de los viajes hacia el Este, hizo un intento de ir a Siria para la expansión del Evangelio en la tierra de los llamados «infieles». Esto sucedió probablemente a finales del año 1212 y nuevamente dos años más tarde, pero ambas empresas se frustraron.27
Antes de 1215 el número de frailes se había incrementado, no sólo en Italia sino en el sur de Francia y en los reinos de España. Viajaban los franciscanos de dos en dos y convivían con la gente común; además, establecían ermitas en las afueras de las ciudades.28

Concilio de Letrán

Durante el Concilio de Letrán de 1215, la organización adquirió un fuerte estatus legal; en ese año se decretó que toda nueva orden debía adoptar la Regla de San Benito o la de San Agustín. Para los Frailes Menores no hubo necesidad de esto, por haber sido aceptados seis años antes (aunque de palabra y no oficialmente). En este concilio el Papa Inocencio III tomó la letra Tau como símbolo de conversión y señal de la cruz;29 de ahí en adelante el poverello fue devoto de este símbolo.30
En esa época, el cardenal Hugolino les ofreció a él y a Domingo de Guzmán la posibilidad de formar cardenales de las filas de sus órdenes. Francisco, según las crónicas de Tomás de Celano, acorde con sus principios respondió: «Eminencia: mis hermanos son llamados frailes menores, y ellos no intentan convertirse en mayores. Su vocación les enseña a permanecer siempre en condición humilde. Mantenedlos así, aún en contra de su voluntad, si Vuestra Eminencia los considera útiles para la Iglesia. Y nunca, os lo ruego, les permitáis convertirse en prelados.»31

Indulgencia en la Porciúncula

Bajo el pontificado de Honorio III en 1216, se promovió la indulgencia plenaria a favor de todo aquel que visitara la iglesia de Santa María de los Ángeles de Porciúncula. Obtuvo Francisco esa gracia del Papa para que la peregrinación se realizara una vez al año, pero bajo fuerte oposición, puesto que pocos lugares podían disfrutar de tan alto privilegio.32
Desde el año 121733 organizó capítulos en el que los Frailes Menores se reunían para intercambiar experiencias; para la organización apropiada de los territorios en que los frailes se habían dispersado, organizó también provincias de evangelización.34

Viaje a Oriente


Captura de Damieta durante las cruzadas, óleo deCornelis Claesz. van Wieringen.
Hacia el capítulo de 1219, la orden tuvo sus primeras disensiones respecto de las normas de pobreza dictadas por Francisco. Algunos persuadieron al cardenal Hugolino para que hablara con él, a fin de que la orden fuera dirigida por hermanos «más sabios»35 y de acuerdo con reglas como la de San Benito, a lo que el poverello se opuso recalcando la forma de vida de humildad y simplicidad.35 La innovación que brotó de este encuentro fue la organización de misiones a las llamadas «tierras paganas».
En 1219 se embarcó hacia el oriente, pasando por ChipreSan Juan de Acre y Damieta en el delta del Nilo, donde loscruzados estaban bajo la orden del duque Leopoldo VI de Austria. Allí, Francisco los previno de que había sido alertado por Dios de que no realizaran ningún ataque; ante sus palabras, los soldados se burlaron de él. El resultado de la siguiente batalla fue un desastre para los cruzados.36 Continuó su estadía y el aprecio hacia su persona crecía, incluso algunoscaballeros abandonaron las armas para convertirse en frailes menores.37

Frente al sultán de Egipto


Cuerno entregado por el sultán de Egipto a San Francisco de Asís.
Tomó como misión la conversión de los musulmanes. Para ello se acompañó del hermano Illuminato para adentrarse en esas tierras; al encontrarse con los primeros soldados sarracenos fue golpeado, pero inmediatamente pidió ser llevado ante el sultán de Egipto al-Malik al-Kamil.
Según las crónicas de Buenaventura, el poverello, en su afán de convertirlo al cristianismo, invitó a los ministros religiosos musulmanes a entrar con él en una gran fogata (equivalente a una ordalía o prueba del fuego), para así demostrar qué religión era la verdadera; losmulás rehuyeron la propuesta. Francisco ofreció entrar solo y retó al Sultán a que, si salía ileso, se convertiría al cristianismo e incitaría a su pueblo a hacerlo; el príncipe rechazó también esa posibilidad. Al final, sus pretensiones se frustraron.38 En reconocimiento, el sultán de Egipto entregó a Francisco un cuerno de marfil finamente tallado que habría oficiado de pasaporte en tierras musulmanas y que se conserva en la Basílica de Asís. Tiempo después, Francisco obtuvo del sultán al-Mu'azzam de Damasco, hermano de al-Malik, permiso sólo para visitar Siria y Tierra Santa.39

Crisis y reorganización

La orden, durante su ausencia, sufrió una crisis: hubo disensiones, falta de organización y desacuerdos con la ruda vida diaria. El rumor sobre la muerte de Francisco en el Oriente dio pie a implantar reformas, entre ellas ciertas medidas disciplinarias, ayunos e incluso la institución de una casa de estudio en Bolonia; muchos consideraron estos cambios contrarios a la idea original del fundador. Enterado de estos sucesos, Francisco fue ante el Papa Honorio III y le rogó que designara al cardenal Hugolino para reorganizar la orden.40
Las nuevas disposiciones tuvieron un nuevo Ministro General, Elias Bombarone, y una nueva regla, la de 1221 (Regla no bulada) que entre otros temas trató el año de noviciado, la prohibición del vagabundeo y de la desobediencia ante órdenes contrarias a los principios franciscanos.41

La tercera orden

Ante el incremento de las vocaciones y el peligro de inclusión de gente de dudosa vocación espiritual, nació la llamada Tercera Orden, para permitir a hombres y mujeres laicosvivir el evangelio tras las huellas de Francisco. Obtuvo su estatus legal en 1221 también con la ayuda del cardenal Hugolino. Es en posteriores escritos como se rescata su contenido, porque el original se perdió. Consistía de trece capítulos en los que se reglamentaba la santificación personal de los terciarios, su vida social y la organización de la nueva fraternidad.42
Bajo influencia nuevamente de este cardenal, la orden reabrió el convento de Bolonia para el estudio, a pesar de la convicción de Francisco de la primacía de la oración y la prédica de los Evangelios por sobre la educación formal.43

La regla definitiva


La regla definitiva
Bajo la insistencia de ministros de la orden, fue obligado a redactar una nueva regla, ya que ciertos opositores a la entonces vigente consideraban que le faltaba consistencia y definición, y que eso le impedía obtener una definitiva aprobación del Papado. Nuevamente aceptó las exigencias. Para ello se retiró dos veces a la ermita de Fonte Colombo cerca de Rieti, a redactar una definitiva regla bajo ayuno y oración.44 El 29 de noviembre de 1223, con otra participación del cardenal Hugolino, la regla tuvo su forma definitiva45 y fue aprobada por el Papa Honorio III.

Navidad en Greccio

Terminada la labor de aprobación de la regla definitiva, Francisco decidió retornar a Umbría. Debido a la cercanía de la Navidad, a la que él tenía especial aprecio, quiso celebrarla de manera particular ese año de 1223; para ello convidó a un noble de la ciudad de Greccio, de nombre Juan, a festejar el nacimiento de Jesucristo en una loma rodeada de árboles y llena de cuevas de un terreno de su propiedad.
Pretendió que la celebración se asemejara lo más posible a la natividad de Jesús, y montó un pesebre con animales y heno; pobladores y frailes de los alrededores acudieron a la misa en procesión. Allí el poverello asistió como diácono y predicó un sermón. Aunque no fue la primera celebración de este tipo, es considerada un importante evento religioso, una fiesta única.46

Los estigmas


La estigmatización según un fresco en la Basílica de San Francisco.

San Francisco de Asís recibiendo los estigmas segúnJosé de Arce, imagen del siglo XVII, titular de la Parroquia de San Francisco de Asís y Santuario Mariano de Nuestra Señora de la SoledadLas Palmas de Gran CanariaCanarias.
Francisco asistió en junio de 1224 a lo que fue su último capítulo general de la orden. Hacia principios de agosto resolvió hacer un viaje a un lugar aislado llamado Monte Alvernia, a unos 160 kilómetros al norte de Asís; escogió para este viaje a algunos de sus compañeros: León, Angelo, Illuminato, Rufino y Masseo, a quien el poverello puso al mando del grupo.
Estando en la cima, fue visitado por el conde Orlando, quien llevaba provisiones a los hermanos. Francisco le pidió construirle una cabaña a manera de celda, donde después se aisló. La oración ocupó un lugar central en la vida de Francisco; para ello buscaba la vida eremítica, el silencio y soledad interior. Reforzaba sus plegarias postrándose, ayunando, e incluso, gesticulando.
En ese lugar, León fue testigo de los actos de su soledad: lamentos por el futuro de la orden y estados de éxtasis. Al saber que era espiado, decidió irse a un sitio más apartado en una saliente de montaña. En la fiesta de la Asunción Francisco decidió hacer un ayuno de cuarenta días.
Por órdenes del poverello, León lo visitaba dos veces para llevarle pan y agua. Según los relatos que recogieron los testimonios de León, éste fue testigo de la aproximación y alejamiento de una bola de fuego que bajaba del cielo; por este prodigio, Francisco le comentó que algo grande estaría por ocurrir.47 Le hizo abrir tres veces el misal para encontrar respuesta, y las tres veces se abrió en la historia de la Pasión de Jesús.
Probablemente el 14 de septiembre de 1224,47 oró para recibir dos gracias antes de morir: Sentir la pasión de Jesús, y una enfermedad larga con una muerte dolorosa. Después de intensas oraciones, entonces en un trance profundo —según relato de San Buenaventura48 — el mismo Nazareno se le presentó, crucificado, rodeado por seis alas angélicas, y le imprimió las señales de la crucifixión en las manos, los pies y el costado; posteriormente, sus hermanos vieron los estigmas de Francisco, que él conservó por el resto de su vida.49 Sin embargo, Francisco -al igual que otros santos estigmatizados- hizo todo lo posible para ocultarlos a la vista de los demás por considerarse indigno, no del dolor que sentía, sino de ser portador de las señales de la Pasión de Cristo.50 Por eso, fue desde entonces con las manos metidas entre las mangas del hábito, y con los pies cubiertos por medias y zapatos.

Muerte


Basílica de San Francisco.
Retornó a la Porciúncula acompañado sólo por León; en su camino hubo muestras de veneración al estigmatizado, aparentemente su acompañante hacía saber a todos acerca del prodigio.51 Mientras tanto, su salud —que desde mucho tiempo antes nunca fue buena del todo— empeoraba: El sangrado de sus heridas lo hacía sufrir constantemente. En el verano de 1225 pasó un tiempo en San Damián bajo el cuidado de sus allegados.
Fue durante esta temporada cuando compuso el Cántico del Hermano Sol, que hizo también cantar a sus compañeros.52 Se encaminó luego a Rieti, rodeado del entusiasmo popular por tocarlo o arrancar algún pedacito del paupérrimo sayo que vestía, y se instaló en el palacio del obispo. Después se hospedó en Fonte Colombo, donde fue sometido a tratamiento médico, que incluyó cauterizar con un hierro ardiente la zona desde la oreja hasta la altura de la ceja de uno de sus ojos; según los relatos, Francisco no sintió dolor al «platicar» con el fuego para que no lo dañara.53 Otro intento para ser tratado por renombrados médicos fue hecho enSiena, sin buen resultado.
Deseó volver a la Porciúncula a pasar sus últimos días. Arribó a Asís y fue llevado al palacio del obispo y resguardado por hombres armados, puesto que la localidad estaba en estado de guerra.54 En su lecho escribió su Testamento.15 En sus últimos momentos entonó nuevamente su Cántico al Hermano Sol —al que agregó un nuevo verso dedicado a la hermana Muerte— junto a Angelo y León.55

La tumba de Francisco en Asís
De acuerdo con su último deseo, fue encaminado a la Porciúncula, donde se estableció en una cabaña cercana a la capilla. Murió el 3 de octubre de 1226 a la edad de 44.
Así relata San Buenaventura la verificación de las llagas de Francisco después de su muerte:
"Al emigrar de este mundo, el bienaventurado Francisco dejó impresas en su cuerpo las señales de la pasión de Cristo. Se veían en aquellos dichosos miembros unos clavos de su misma carne, fabricados maravillosamente por el poder divino y tan connaturales a ella, que, si se les presionaba por una parte, al momento sobresalían por la otra, como si fueran nervios duros y de una sola pieza. Apareció también muy visible en su cuerpo la llaga del costado, semejante a la del costado herido del Salvador. El aspecto de los clavos era negro, parecido al hierro; mas la herida del costado era rojiza y formaba, por la contracción de la carne, una especie de círculo, presentándose a la vista como una rosa bellísima. El resto de su cuerpo, que antes, tanto por la enfermedad como por su modo natural de ser, era de color moreno, brillaba ahora con una blancura extraordinaria. Los miembros de su cuerpo se mostraban al tacto tan blandos y flexibles, que parecían haber vuelto a ser tiernos como los de la infancia. Tan pronto como se tuvo noticia del tránsito del bienaventurado Padre y se divulgó la fama del milagro de la estigmatización, el pueblo en masa acudió en seguida al lugar para ver con sus propios ojos aquel portento, que disipara toda duda de sus mentes y colmara de gozo sus corazones afectados por el dolor. Muchos ciudadanos de Asís fueron admitidos para contemplar y besar las sagradas llagas. Uno de ellos llamado Jerónimo, caballero culto y prudente además de famoso y célebre, como dudase de estas sagradas llagas, siendo incrédulo como Tomás, movió con mucho fervor y audacia los clavos y con sus propias manos tocó las manos, los pies y el costado del Santo en presencia de los hermanos y de otros ciudadanos; y resultó que, a medida que iba palpando aquellas señales auténticas de las llagas de Cristo, amputaba de su corazón y del corazón de todos la más leve herida de duda. Por lo cual desde entonces se convirtió, entre otros, en un testigo cualificado de esta verdad conocida con tanta certeza, y la confirmó bajo juramento poniendo las manos sobre los libros sagrados."56
San Buenaventura, Leyenda Mayor de San Francisco 15,4
Al día siguiente, el cortejo fúnebre se encaminó hacia San Damiano y después a San Giorgio, donde fue sepultado.57 Fue canonizado el 16 de julio de 1228. Sus restos se encuentran en la Basílica de San Francisco en Asís.58

Personas allegadas a Francisco de Asís


Clara de Asís.
Clara de Asís. Tuvo como modelo de su conversión a Francisco y lo siguió. Juntos organizaron la Segunda Orden Franciscana o hermanas clarisas. Francisco puso confianza en sus consejos.59
Jacoba de Settesoli. De ascendencia noble romana, y de carácter viril y enérgico, abrazó la vida religiosa al quedar viuda. Al igual que Clara, fue muy apreciada por Francisco.60
Masseo de Marignano. Dedicado a la guardia de las instalaciones.61
Angelo Tarlati. Un militar que dejó las armas para entrar a la orden.62
Junípero. Llamado por Clara el Juglar de Dios; de personalidad jovial, divertida y pintoresca.63 Según los relatos, Francisco dijo alguna vez: «Mis hermanos, si sólo tuviera un bosque lleno de Juníperos…».64 Murió en 1258.
Bernardo de Quintavalle. De los primeros seguidores de Francisco. Murió entre 1240 y 1246.65
Gil. Uno de los más devotos seguidores de la práctica franciscana; realizó viajes a RomaSantiago de Compostela y Tierra Santa. Murió en1262.66
Rufino. Primo de Clara de Asís, de ascendencia noble. De carácter tímido y temeroso de hablar en público; junto a León y Angelo, protagonista de la Leyenda de los tres Compañeros.67
León. Muy cercano a la vida del poverello como su confesor y secretario.68 Testigo de los momentos previos a la estigmatización de Francisco. Luego de recibir los estigmas, Francisco le obsequió la famosa "Bendición a fray León".
Antonio de Padua. Llamado por Francisco "mi obispo". De gran erudición y facilidad de palabra. Fue proclamado Doctor de la Iglesia en 1245.69

Oración y prédica

Al no ser sacerdote, en vez de dar doctrina, practicaba una predicación exhortativa, esto es, incitaba a la conversión y a vivir una vida evangélica; predicaba también con el ejemplo, con su estilo de vida aliada a la pobreza. Su manera de predicar era por medio de laudas, o alabanzas, con el objetivo de llamar la atención de los hombres a honrar al Ser Supremo.70
Según Tomás Celano:
Cuando, estando en público, se sentía de pronto afectado por visitas del Señor, para no estar ni entonces fuera de la celda hacía de su manto una celdilla… Siempre encontraba la manera de ocultarse a la mirada de los presentes…hasta el punto de orar entre muchos sin que lo advirtieran en la estrechez de la nave.71

Escritos de Francisco de Asís y primeras biografías

Entre los escritos reconocidos de Francisco de Asís están:72
Primeras biografías, con fechas probables de autoría:73
  • Leyenda primera (Legenda Prima), de Tomás Celano (1228–1230).
  • Espejo de perfección (Speculum Perfectionis), de autor desconocido.
  • Leyenda segunda (Legenda Secunda), de Tomás Celano (1247).
  • Leyenda mayor de San Francisco (Legenda Maior), de San Buenaventura (1263).
  • Leyenda de los tres compañeros (Legenda Trium Sociorum) (1270–1300).

La figura de Francisco de Asís en las artes


Pintura de Luis Tristán del siglo XVII, en el museo del Louvre.

San Francisco, óleo de Murillo.
La figura del poverello ha sido objeto de las artes, a manera de ejemplo:
En ópera:
En Cine:74
  • Il Poverello d'Assisi (1911), de Enrico Guazzoni.
  • "The Vision Beatiful" de Selig (1912)(?)
  • "Frate Sole" de Ugo Falena y Mario Corsi. Italia 1918.
  • Fratefrancesco (1927), de G. Cesare Antamoro.
  • "San Francisco de Asís" (1944) de Alberto Gout (México)
  • Francisco, juglar de Dios (1959), de Roberto Rossellini.
  • "Francisco de Asís"(1961)de Michael Curtiz, basada en el libro"El mendigo alegre: historia de San Francisco de Asís" de Louis de Wohl.
  • "El niño y el lobo"(Cotolay) (1965) de José A.Nieves
  • "Francisco de Asís" (1966) primer versión en blanco y negro de Liliana Cavani
  • Hermano Sol, Hermana Luna (1972), de Franco Zeffirelli.
  • Francesco (1989),nueva versión de Liliana Cavani.
  • "Francisco, el caballero de Asís"1990 (dibujos animados).
  • "Francisco"(2002) director Michele Soavi
  • "Clara y Francisco"(2007)dirigida por Frabrizio Costa.

Florecillas


Estatua de jardín de San Francisco de Asís.
Los Fioretti —de autor anónimo— son una recopilación de hechos de Francisco, de algunos de los frailes que lo acompañaban y de San Antonio de Padua. Escritas en la segunda mitad del siglo XIV no constituyen una biografía sino una exaltación de las virtudes del poverello y de su vida simple para edificación del lector.76
Por ejemplo, en la historia de Cómo Francisco libró de un lobo feroz a la ciudad de Gubbio, el poverello fue a buscar a la fiera que atacaba a los habitantes de la localidad. Logró hacer un pacto con él al «convencerlo» de no seguir sus fechorías a cambio que los pobladores le darían el sustento que necesitaba. La bestia puso una pata delantera sobre la mano de Francisco en señal de asentimiento. Logró convivir con la gente y murió dos años después de viejo.
Otros: Cómo San Francisco fue a convertir al sultán de BabiloniaCómo un joven regaló unas tórtolas a San Francisco…Cómo San Francisco sanó a un leproso de alma y cuerpo, etc.

Estampilla de la RFA sobre Francisco de Asís.
Tradicionalmente contiene 53 capítulos; a través del tiempo se agregaron otros relatos que tienen como protagonistas a los frailes Junípero y Gil. De éste último hay unos denominados «Doctrina y dichos». Otros narran la estigmatización del santo católico.77

Repercusiones en la actualidad

  • Francisco ha quedado como aquél que, en su espíritu de pobreza y desprendimiento, probablemente más se pareció a Jesús en la historia de la cristiandad. El "Pobre de Asís" sigue conmoviendo por su capacidad infinita de reconciliación con todo y con todos, respetado no sólo por creyentes de todas las religiones, sino también por no creyentes. Es, quizás, el santo más ecuménico, razón por la cual se realizaron encuentros interreligiosos mundiales en Asís, la "ciudad de Francisco".
  • Por su devoción a los animales como criaturas de Dios, ha sido abrazado por la cultura del escultismo particularmente por la relación hacia los lobos. Es el patrono de los veterinarios y de los forestales (Ingenieros de Montes, Ingenieros Técnicos Forestales, Agentes y Guardas Forestales, y otros cuerpos similares) y, por extensión, de los movimientos ecologistas que empeñan sus esfuerzos en el cuidado de la naturaleza y del ambiente.
  • El mundo cristiano está lleno de iglesias y de altares dedicados a él y por él su nombre, antes bastante raro, se hizo habitual en toda Europa. Pío XII lo proclamó, con Catalina de Siena, patrono de Italia el 18 de junio de 1939.78 Tiene numerosos epónimos de ciudades o localidades (la ciudad de San Francisco en los Estados Unidos, por ejemplo).
  • Aunque algunos sostienen que la creación del pesebre es anterior a Francisco, fue sin dudas él quien popularizó el Nacimiento o escena del nacimiento de Jesús. Al entrar a rezar en la ermita de Greccio en la Navidad de 1223, Francisco sintió el deseo de representar en vivo el nacimiento del Niño Jesús, y ese hecho fue decisivo en la universalización de esa tradición. En 1986, a petición de las asociaciones belenistas de todo el mundo, el Papa Juan Pablo II proclamó patrono universal del "Belenismo" a San Francisco de Asís.
  • Francisco no fue el creador de la llamada Oración de la paz de san Francisco («Señor, hazme un instrumento de tu paz...»), poema francés publicado en 1912 y atribuido al fraile italiano desde 1916 hasta fines del siglo XX. Sin embargo, se la considera una síntesis hasta el presente anónima del ideario vivido por el «santo de Asís».79
  • En virtud de la devota peregrinación de San Francisco a Oriente, y de su voluntad de reconciliar a todos los hombres, los franciscanos son custodios de los Santos Lugares. La presencia franciscana en Tierra Santa, que con diversas vicisitudes se ha mantenido siempre, adquirió estabilidad y carácter oficial de parte de la Iglesia en 1342, año en que el papa Clemente VI promulgó dos Bulas: la «Gratias agimus» y la «Nuper carissimae», en las que encomendó a la Orden Franciscana la "custodia de los Santos Lugares". Cuando, en 1992, se cumplieron los 650 años de tales Bulas, Juan Pablo II envió al Ministro General de la Orden un mensaje de felicitación a la vez que de exhortación a perseverar en el encargo recibido de la Iglesia.
  • El Papa Francisco eligió este nombre en honor a san Francisco de Asís el 13 de marzo de 2013.80

Véase también

Notas

  1. ↑ Saltar a:a b Franciscanos.org (fecha de fallecimiento de Giovanni de Bernardone).
  2. ↑ Saltar a:a b Franciscanos.org (santoral franciscano).
  3. ↑ Saltar a:a b Santoral Católico: San Francisco de Asís (4 de octubre). Ewtn.com.
  4. Volver arriba Enciclopedia Católica: San Francisco de Asís
  5. Volver arriba Leonardi, C. (2000). «Francisco de Asís». En Leonardi, C.; Riccardi, A.; Zarri, G.. Diccionario de los Santos. Madrid: San Pablo. p. 830. ISBN 84-285-2258-8. «[...] en 1259 (Francisco) consigue unirse a los cruzados en Oriente y hablar en Damieta con el sultán Malik al-Kamil. El sentido de estos viajes emprendidos evidentemente por un ardiente deseo de convertir a los musulmanes, también nace de la crítica implícita a ciertos métodos de la caballería y por tanto de las cruzadas; en la Regla no bulada (en el c. 16) se dice explícitamente que la conversión de los infieles es ante todo obra de buen ejemplo, prudencia e inmolación.»Recibe el nombre de Regla no bulada la escrita por Francisco en 1221, que no estaba sometida a la aprobación de la curia romana.
  6. Volver arriba Montes de Oca, Francisco (1977), Introducción a «Florecillas de San Francisco de Asís», Ed. Porrúa S.A.: México, pág. LVI.
  7. Volver arriba Montes de Oca, Francisco, pág. XVI.
  8. Volver arriba Montes de Oca, Francisco, pág. XXVI.
  9. Volver arriba Englebert, Omer (1979), St. Francis of Assisi, A Biography, Servant Books: EUA, pág. 11.
  10. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 12.
  11. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 15.
  12. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 21.
  13. ↑ Saltar a:a b Montes de Oca, Francisco, pág. XLI.
  14. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 27.
  15. ↑ Saltar a:a b Testamento de Francisco de Asís.
  16. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 33.
  17. ↑ Saltar a:a b Englebert, Omer, pág. 35.
  18. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 36.
  19. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 43.
  20. Volver arriba Lehmann, Leonardo (1998), Francisco, maestro de oración, Editorial Franciscana Aránzazu: Guipúzcoa.
  21. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 45.
  22. Volver arriba Englebert, Omer, págs. 49–51.
  23. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 62.
  24. Volver arriba Englebert, Omer, cap. 5.
  25. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 109.
  26. Volver arriba Englebert, Omer, págs. 88–89.
  27. Volver arriba Englebet, Omer, págs. 126–127.
  28. Volver arriba Englebert, Omer, págs. 128–129.
  29. Volver arriba Lehmann, Leonardo, pág. 219.
  30. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 142.
  31. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 145.
  32. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 152.
  33. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 157.
  34. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 158.
  35. ↑ Saltar a:a b Englebert, Omer, pág. 173.
  36. Volver arriba Englebert, Omer, págs. 174–175.
  37. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 175.
  38. Volver arriba Englebert, Omer, págs. 177–178.
  39. Volver arriba Engleber, Omer, págs. 177–180.
  40. Volver arriba Englebert, Omer, págs. 182–186.
  41. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 180.
  42. Volver arriba Englebert, Omer, cap. 15.
  43. Volver arriba Englebert, Omer, cap. 16.
  44. Volver arriba Englebert, Omer, págs. 218–219.
  45. Volver arriba Regla bulada A.
  46. Volver arriba Lehmann, Leonardo, pág. 129.
  47. ↑ Saltar a:a b Englebert, Omer, pág. 242.
  48. Volver arriba San Buenaventura: Leyenda mayor de San Francisco, 13–15.
  49. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 243.
  50. Volver arriba Royo Marín, Antonio (2001). Teología de la Perfección Cristiana. Biblioteca de Autores Cristianos. pp. 1040. ISBN 978-84-791-4128-8.
  51. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 248.
  52. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 252.
  53. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 256.
  54. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 260.
  55. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 268.
  56. Volver arriba San Buenaventura (1998 [original en 1262]). José Antonio Guerra (ed.): «Directorio Franciscano: Vida de San Francisco de Asís-Textos de San Buenaventura e ilustraciones de Giotto» (en español)Leyenda Mayor de San Francisco. Biblioteca de Autores Cristianos (BAC 399), Madrid. Consultado el 1 de febrero de 2011.
  57. Volver arriba Englebert, Omer, págs. 273–274.
  58. Volver arriba www.franciscanos.org.
  59. Volver arriba Ellsberg, Robert (2000), All Saints, The Crossroad Publishing Company: New York, pág. 347.
  60. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 196.
  61. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 90.
  62. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 92.
  63. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 95.
  64. Volver arriba Ellsberg, Robert, pág. 213.
  65. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 104.
  66. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 99.
  67. Volver arriba Englebert, Omer, págs. 104–106.
  68. Volver arriba Englebert, Omer, pág. 106.
  69. Volver arriba A fray Antonio, mi obispo, el hermano Francisco, salud. Me agrada que enseñes sagrada teología a los hermanos, con tal que, en el estudio de la misma, no apagues el espíritu de oración y devoción, como se contiene en la Regla. Carta a San Antonio
  70. Volver arriba Lehmann, Leonardo, págs. 64–65.
  71. Volver arriba Lehmann, Leonardo, pág. 23.
  72. Volver arriba www.franciscanos.org.
  73. Volver arriba Montes de Oca, pág. XXXVII.
  74. ↑ Saltar a:a b c www.fratefrancesco.org.
  75. Volver arriba «Cultura franciscana, arte franciscano - Medios».
  76. Volver arriba Montes de Oca, Francisco, pág. LIX.
  77. Volver arriba Montes de Oca, Francisco, pág. LXXI.
  78. Volver arriba Leonardi, C. (2000). «Francisco de Asís». En Leonardi, C.; Riccardi, A.; Zarri, G.. Diccionario de los Santos. Madrid: San Pablo. p. 833. ISBN 84-285-2258-8.
  79. Volver arriba Renoux, Christian (2001) (en francés)La prière pour la paix attribuée à saint François, une énigme à résoudre (1a edición). París: Editions Franciscaines.
  80. Volver arriba La Tercera (16 de marzo de 2013). «Papa explica por qué eligió Francisco como nombre: "Como yo, querría una Iglesia pobre y para los pobres"». Consultado el 10 de octubre de 2013.

Bibliografía[editar]

  • Ellsberg, Robert (2000). All Saints. The Crossroad Publishing Company: New York. ISBN 0-8245-1599-4.
  • Englebert, Omer (1979). St. Francis of Assisi, A Biography. Servant Books: Michigan. ISBN 0-89283-071-9.
  • Florecillas de San Francisco de Asís. Editorial Porrúa: México D.F. 1977.
  • Lehmann, Leonardo (1998). Francisco, Maestro de oración. Ed. Franciscana Arantzazu: Guipúzcoa. ISBN 84-7240-161-8.

Bibliografía adicional (no utilizada directamente en este artículo)[editar]

  • Chesterton, G. K. (1923). San Francisco de Asís. Editorial Bibliotheca Homo Legens..
  • Eloi Leclerc (1987). Exilio y ternura. Marova. 987-1204-23-X.
  • Eloi Leclerc (1987). Sabiduría de un pobre. Marova. 84-269-0142-5.
  • Ignacio Larrañaga (1993). El hermano de Asís. Lumen. ISBN 9974-43-001-1.
  • Spoto, Donald (2004). Francisco de Asís, el santo que quiso ser hombre. Editorial Vergara: Barcelona. ISBN 84-666-1390-0.

Enlaces externos



Bernardo de Claraval

San Bernardo de Claraval
O. Cist.
Bernard of Clairvaux - Gutenburg - 13206.jpg
Proclamado Doctor de la Iglesia en el año 1830 por el papa Pío VIII
Nacimiento1090
Fontaine-lès-Dijon (Borgoña,Francia)
Fallecimiento20 de agosto de 1153
Monasterio de Claraval
Venerado enIglesia católicaIglesia anglicana
Canonización1174
Festividad20 de agosto
Atributosbáculo, libro,
PatronazgoGibraltarAlgecirasapicultores
Bernard de Fontaine, conocido como Bernardo de Claraval (en francés: Bernard de Clairvaux) (castillo de Fontaine-lès-Dijon, (Borgoña), 1090 — Abadía de ClaravalVille-sous-la-FertéChampaña-Ardenas, Francia, 20 de agosto de 1153) fue un monjecisterciense francés y abad de la abadía de Claraval.
Con él, la orden del Císter se expandió por toda Europa y ocupó el primer plano de la influencia religiosa. Participó en los principales conflictos doctrinales de su época y se implicó en los asuntos importantes de la Iglesia. En el cisma de Anacleto II se movilizó para defender al que fue declarado verdadero papa, se opuso al racionalista Abelardo y fue el apasionado predicador de la segunda Cruzada.
Es una personalidad esencial en la historia de la Iglesia católica y la más notable de su siglo. Ejerció una gran influencia en la vida política y religiosa de Europa.1
Sus contribuciones han perfilado la religiosidad cristiana, el canto gregoriano, la vida monástica y la expansión de la arquitectura gótica.2
La Iglesia católica lo canonizó en 1174 como san Bernardo de Claraval, y lo declaró Doctor de la Iglesia en 1830.

Biografía


Casa natal de Bernardo
en Fontaine-les-Dijon.
Nació como Bernardo de Fontaine en el castillo de Fontaine-les-Dijon, en BorgoñaFrancia en el año 1090. Fue el tercero de siete hermanos. Su padre era caballero del duque de Borgoña y lo educó en la escuela clerical de Châtillon-sur-Seine. Después de la muerte de su madre, entró en la Orden del Císter.3
Esta orden había sido fundada pocos años antes por el abad Roberto bajo la regla de san Benito, sólo tenía un monasterio, y por la dureza de la vida que llevaban, tenía pocos miembros.4 Este monasterio se encontraba cercano a su casa paterna5 , siendo Odón, duque de Borgoña, su benefactor, habiendo contribuido a su construcción y donando tierras y ganados.6
Cuando a los 23 años, en el año 1113, ingresó como novicio en la orden del Císter, le acompañaban 4 hermanos, un tío y algunos amigos (hasta 30 personas según otras fuentes). Previamente los había probado durante seis meses, asegurándose de su lealtad y formando un grupo muy unido.7 El convencer a tantos fue una labor ardua, especialmente a su hermano Guido, que estaba casado y tenía dos hijas, y que finalmente dejó a su familia y entró en la orden.8 Posteriormente entrarían en la orden su padre y su hermano menor.3
El año 1115, Esteban Harding, el abad de Císter, ante el doble problema de la masiva presencia del clan de los Fontaine y el repentino hacinamiento que habían provocado en su monasterio, decidió enviar a Bernardo a fundar el monasterio de Claraval, una de las primeras fundaciones cistercienses. Fue designado abad del nuevo monasterio, puesto que desempeñó hasta el final de su vida.7 Fue el obispo de Chalons-sur-Marne, el filósofo Guillermo de Champeaux quien le ordenó sacerdote y le bendijo como abad.2
El inicio de Claraval fue muy duro. El régimen impuesto por Bernardo era muy austero y afectó su salud.5 Guillermo de Champeaux debió intervenir, delegado por el capítulo general del Císter, para vigilar la salud de Bernardo suavizando la falta de alimentación y la mortificación implacable que se imponía a sí mismo. Este se vio obligado a dejar la comunidad y trasladarse a una cabaña que le servía de enfermería y donde era atendido por unos curanderos.9
A lo largo de su vida fundó 68 monasterios distribuidos por toda Europa. Los inicios fueron lentos. En los 10 primeros años sólo se establecieron tres nuevas fundaciones: Tres Fontanas (1118), Fontenay (1119) y Foigny (1121). A partir de 1130 se extienden las primeras abadías por AlemaniaInglaterra y España (Moreruela, 1132).10


Visión de san Bernardo,
María se aparece a san Bernardo.
Filippino Lippi,
Badia Fiorentina, Florencia.
Espiritualmente fue un místico y se le considera uno de los fundadores de la mística medieval. Tuvo una gran influencia en el desarrollo de la devoción a la Virgen María.
Bernardo fue un inspirador y organizador de las órdenes militares, creadas para acoger y defender a los peregrinos que se dirigían aTierra Santa y para combatir el Islam.11 Así, tuvo gran influencia en la creación y expansión de la Orden del Temple, redactó sus estatutos e hizo reconocerla en el Concilio de Troyes, en 1128.
En 1130, el Cisma del antipapa Anacleto lo apartó de la vida monástica en clausura y comenzó una intensa actividad pública en defensa de Inocencio II.12 Estuvo movilizado de 1130 a 1137 e hizo del abad uno de los políticos más influyentes de su tiempo.13
Participó en las principales controversias religiosas de su época. Sostenía que el conocimiento de las ciencias profanas es de escaso valor comparado con el de las ciencias sagradas. Sus sentimientos frente a los dialécticos se revelaron en los enfrentamientos que mantuvo con Gilberto de la Porré y Pedro Abelardo.
La predicación en la Iglesia medieval era esencial y Bernardo fue uno de sus grandes predicadores. Reclamado constantemente por laclerecía local, realizó numerosos viajes por el sur de Francia, Renania y otras regiones.14 También predicó las excelencias espirituales de la vida monástica y convenció a muchos para que ingresasen en la orden cisterciense.15 Se le conocía como Doctor melifluo (boca de miel).
Se desplazaba habitualmente a pie, acompañado de un monje, que hacía de secretario y escribía a su dictado durante los desplazamientos.13
Bernardo predicó en el Languedoc en 1145 a los cátaros o albigenses, siendo elogiado, pero en Verfeil, cerca de Toulouse, se le abucheó. Años después de la muerte de Bernardo, en 1209, los cátaros fueron declarados herejes, y varios cistercienses se pusieron al frente de la cruzada que reprimió este movimiento.16
En 1145, Eugenio III fue nombrado papa. Es el primer papa cisterciense y discípulo de Bernardo. Había coincidido con él en uno de sus viajes y le siguió desde Italia hasta Claraval. Allí pasó 10 años de vida monástica. En 1140, Bernardo lo había enviado a Italia como abad de Tres Fontanes, la 34 fundación de Claraval.17
Su mayor y más trágica empresa fue la Segunda Cruzada, cuya predicación fue por completo obra de Bernardo. Allí apareció con toda su fuerza y con toda su debilidad su ideal religioso.17 Su fracaso afectó negativamente a su influencia y a su figura carismática, excepcional hasta entonces tanto con el poder religioso como político.
En 1153, enfermó del estómago -no retenía la comida y las piernas se le hinchaban-, quedó muy débil y murió.18
Fue canonizado el 18 de junio de 1174 por el papa Alejandro III, siendo declarado Doctor de la Iglesia por Pío VIII en 1830. Su fiesta litúrgica se celebra el 20 de agosto en el aniversario de su muerte, siendo el santo patrón de Gibraltar, de Algeciras,19 20 de los trabajadores agrícolas y del Queen’s College de Cambridge. Sus atributos iconográficosson la pluma, el libro, el perro, el dragón, la colmena y la figura de la Virgen María.

Principales intervenciones públicas

Organización de la Orden del Temple

En el año 1099, los cruzados recuperaron Jerusalén y los lugares santos de Palestina. Los peregrinos eran atacados y robados en los caminos. Algunos caballeros decidieron prolongar su voto y dedicar su vida a la defensa de los peregrinos. En 1127, Hugo de Payens solicitó al papa Honorio II el reconocimiento de su organización.
Recibieron el apoyo del abad Bernardo, sobrino de uno de los nueve Caballeros fundadores y a la postre quinto Gran Maestre de la Orden, André de Montbard. Así, se reunió unconcilio en Troyes para regular su organización.21
En el concilio, solicitaron a Bernardo que redactase su regla, que fue sometida a debate y con algunas modificaciones fue aprobada.22 La regla del Temple fue pues una reglacisterciense, pues contiene grandes analogías con la misma; no podía ser de otra forma ya que el abad era su inspirador. Era típica de las sociedades medievales, con estructuras jerarquizadas, poderes totalitarios, regula la elección de los que mandan y estructura las asambleas para asistirlos y, en su caso, controlarlos.23 Después de esta primera redacción, hubo una segunda debida a Esteban de Chartres, Patriarca de Jerusalén, denominada «regla latina» y cuyo texto se ha mantenido hasta nuestros días.22
Bernardo escribió en 1130, el Elogio de la nueva milicia templaria, que asoció a los lugares de la vida de Jesús con infinidad de citas bíblicas. Intentó equiparar la nueva milicia a una milicia divina:11
Aspira esta milicia a exterminar a los hijos de la infidelidad...combatiendo a la vez en un doble frente: contra los hombres de carne y hueso y contra las fuerzas espirituales del mal.
Elogio de la nueva milicia templaria.11

Intervención en el cisma del antipapa Anacleto en defensa de Inocencio II

Fallecido el papa Honorio II, se produjo una doble elección papal. La mayoría de los cardenales apoyaron al cardenal Pietro Pierleoni que adoptó el nombre de Anacleto II; mientras que una minoría de cardenales se decantaron por Gregorio Papareschi (Inocencio II).
La aparición de dos papas provocó el cisma y enfrentó a media cristiandad que apoyaba a Anacleto II con la otra media, que defendía a Inocencio II. Este último contaba con el apoyo de Bernardo, que se recorrió Europa desde 1130 a 1137, explicando sus puntos de vista a monarcas, nobles y prelados.24
Su intervención fue decisiva en el concilio de Estampes, convocado por rey francés Luis VI. Así mismo, la influencia de Bernardo favoreció la confirmación de Inocencio II, consiguiendo los apoyos de Enrique I de Inglaterra, el emperador alemán Lotario II, Guillermo de Aquitania, los reyes de Aragón, de CastillaAlfonso VII, y las repúblicas deGénova y Pisa. Finalmente, Anacleto fue rechazado como papa y fue excomulgado.3

Controversia con Abelardo

Abelardo, uno de los primeros escolásticos, se había iniciado en la dialéctica y mantenía que se debían buscar «los fundamentos de la fe con similitudes basadas en la razón humana». Así argumentaba:
Me dispuse a explicar los fundamentos de nuestra fe mediante similitudes basadas en la razón humana. Mis alumnos me pedían razones humanas y filosóficas y me reclamaban aquello que pudiesen entender y no aquello sobre lo que no pudiesen discernir. Decían que no servía de nada pronunciar muchas palabras, si no se hacia con inteligencia; que no se podía creer nada que previamente no se hubiese entendido; y que es ridículo que alguien predique nada que ni él ni sus alumnos no puedan abarcar con el intelecto.
Pedro Abelardo, Historia calamitatum
Estas nuevas ideas de Abelardo fueron rechazadas por los que pensaban de forma tradicional, entre ellos el abad. Así en 1139, Guillermo de Saint-Thierry encontró 19 proposiciones supuestamente heréticas de Abelardo y Bernardo de Claraval las remitió a Roma para que fuesen condenadas. En el sínodo de Sens le exigieron a Abelardo retractarse y al no hacerlo, el papa confirmó al sínodo de Sens y lo condenó por hereje a perpetuo silencio como docente.
Bernardo en carta a Inocencio II (Contra errores Petri Abaelardi), refutó los supuestos errores de Abelardo, pues consideraba que la fe sólo debe ser aceptada:25
Puesto que estaba dispuesto a emplear la razón para explicarlo todo, incluso aquellas cosas que están por encima de la razón, su presunción estaba contra la razón y contra la fe. Porque, ¿hay algo más hostil a la razón que tratar de trascender la razón por medio de la razón? y ¿qué hay más hostil a la fe que negarse a creer lo que no puede alcanzarse con la razón?
Contra quaedam capitula errorum Abaelardi.26
Para Bernardo, la verdad que hay tras la creencia en Dios es un hecho directamente infundido por la divinidad y por lo tanto incuestionable. Contra la pretensión de los racionalistas de que la teología debía apoyarse en pruebas, afirmó en un argumento muy conocido:26
La conocemos [la Verdad]. Pero ¿cómo pensamos que la comprendemos? La disquisición no la comprende, pero sí la santidad, si de algún modo es posible comprender lo incomprensible. Pero si no pudiese ser comprendida, el apóstol no habría dicho... «y fundados en la caridad, podáis comprender en unión de todos los santos». Los santos, por tanto, comprenden. ¿Queréis saber cómo? Si sois santos, comprenderéis y sabréis. Si no, sed santos y sabréis por experiencia.
Tractatus de laudibis Parisius.26
La opinión de Bernardo, acerca del mal empleo que hacía Abelardo de la razón, se ganó el apoyo de místicos e irracionalistas, que estuvieron de acuerdo con él.27 }}

Predicación de la Segunda Cruzada


Bernardo de Claraval predicando la Segunda Cruzada enVézelay en 1146.
En la Segunda Cruzada, asumió el papel político más importante de su vida, al convertirse en el predicador de la nueva guerra santa. El fracaso de la misma le supuso el declinar de su influencia política.13
Cincuenta años antes, durante la Primera Cruzada se estableció en Palestina un reino feudal gobernado por nobles franceses. En 1144, los ejércitos del Islam tomaron la ciudad cristiana de Edesa. En 1145, Luis VII de Francia propuso la cruzada y pidió a Bernardo que la predicase. Este respondió que solo el papa le podía encargar esa predicación. El rey realizó la petición al papa.28 Fue entonces, cuando el papaEugenio III, que había sido monje en Claraval y discípulo de Bernardo, pidió al Santo que predicase la cruzada y las indulgencias que de ella se derivaban.29
El Bernardo que predicó la Cruzada mostró una personalidad diferente a lo que había sido hasta entonces. Él entendía la vida interior como unión del alma humana con Dios e identificaba la vida interior con la vida de toda la iglesia, de todo el «cuerpo místico», siendo su concepción de la cruzada básicamente mística. Consideraba que la Iglesia Católica podía llamar a las armas a las naciones cristianas para salvaguardar el orden establecido por Dios. Parece que no tuvo necesidad de comprender el Islam. Según él, si Dios juzgaba necesario que los ejércitos defendieran su reino, si el mismo papa le ordenaba predicar la Cruzada, estaba claro para él que se trataba de una misión divina. Por tanto transmitió a los cristianos que se trataba de una guerra santa, pues así la concebía él.30
En un escrito posterior al papa, así reflexionó sobre la cruzada: «Me lo ordenasteis y obedecí. La autoridad del que me mandaba hizo fecunda mi obediencia. Abrí mis labios, hablé y se multiplicaron los cruzados, de suerte que quedaron vacías las ciudades y castillos, y difícilmente se encontraría un hombre por cada siete mujeres».31
La predicación realizada en Alemania, lo fue en contra de la voluntad del papa, y ganó para la causa al emperador Conrado III y a numerosos príncipes. Según Maschke, «Bernardo es mucho más fogoso como predicador que como hombre de Estado y como político de la Iglesia, electriza a los pueblos de Occidente, infundiéndoles la sola voluntad de acudir a la Cruzada».32
Los cruzados fueron derrotados por el Islam, lo que provocó un gran pesimismo en toda la cristiandad. San Bernardo, que había sido el principal animador y el que había encendido a los pueblos, fue llamado embaucador y falso profeta.29 El fracaso de la segunda Cruzada dañó profundamente la confianza en el pontificado y se habló abiertamente de que la fe cristiana había sufrido un duro revés.32
Bernardo quedó muy afectado, sin embargo pensó que por lo menos había sido criticado él y no Dios. Así lo escribió en De Consideratione, dirigido al papa Eugenio III.29

Su Orden del Císter

Abad del Císter

A los 23 años, en el año 1113, ingresó en la orden del Císter. Dos años después, Esteban Harding, el abad de Císter, le envió a fundar una de las primeras fundaciones cistercienses, el monasterio de Claraval, del que fue designado abad, puesto que ocupó hasta el final de su vida.
La orden, entonces, estaba en formación. Esteban Harding era el tercer abad que tenía la orden, y en 1119 dotó al Císter de una regla propia, la Carta de caridad, en la que se establecían las normas comunitarias de total pobreza, de obediencia a los obispos y de dedicación al culto divino con dejación de las ciencias profanas.
Bernardo participó personalmente en la formación del espíritu cisterciense y fue el artífice de la gran difusión de la orden cisterciense, pasando del único monasterio cuando ingresó a 343 cuando murió, de los que 168 pertenecían a la filiación de Claraval y 68 fueron fundados por él mismo.33
La enorme influencia que alcanzaron los cistercienses se debió a Bernardo que trascendió ampliamente a la orden.34 Ha sido la figura más destacada de la Orden y es venerado como fundador.25
Císter fue una concepción de la vida monástica medieval totalmente distinta a Cluny. La regla cisterciense era, en la práctica, una crítica de la de Cluny.33 Esta crítica a los cluniacenses, la concretó Bernardo en 1124, en su escrito Apología a Guillermo:
La iglesia relumbra por todas partes, pero los pobres tiene hambre. Los muros de la iglesia están cubiertos de oro, pero los hijos de la iglesia siguen desnudos. Por Dios, ya que no os avergonzáis de tantas estupideces, lamentad al menos tantos gastos.
Apología a Guillermo35
A partir de la Apología a Guillermo, la regla cisterciense apareció como una reacción contra los excesos cluniacenses.24 Si durante el siglo XI los monjes cluniacenses habían asumido un gran protagonismo dentro de la iglesia, ocupando sus más altos cargos y ejerciendo su influencia sobre el poder civil, en el siglo XII ese papel les correspondió desempeñarlo a los cistercienses.

Inspirador de la arquitectura cisterciense


Claustro de la abadía de Fontenay.
Su Apología a Guillermo estableció también los criterios teóricos que luego se emplearían en la construcción de todas las abadías cistercienses. En este escrito, Bernardo criticó duramente la escultura, la pintura, los adornos y las dimensiones excesivas de las Iglesias de los cluniacenses. Partiendo del espíritu cisterciense de pobreza y ascetismo riguroso, llegó a la conclusión de que sus monjes, que habían renunciado a las bondades del mundo, no precisaban de nada de esto para reflexionar en la ley de Dios. La crítica la desplegó sobre dos ejes. En primer lugar, la pobreza voluntaria: las esculturas y adornos eran un gasto inútil: despilfarran el pan de los pobres. En segundo lugar, rechazaba también las imágenes porque distraían la atención de los monjes, los apartaban de encontrar a Dios a través de la Escritura.
Cuando, en 1135, tenían unas 90 abadías y aumentaban a un ritmo de 10 nuevas por año, Bernardo debió pensar que la orden estaba consolidada y con un crecimiento desmedido siendo urgente un modelo de abadía que garantizase la uniformidad de la Orden. También debió reflexionar que la orden no podía seguir con las efímeras construcciones de madera y adobe, precisando monasterios en piedra que sirviesen a las generaciones futuras de monjes.
Ello lo concretó en la construcción en piedra de las dos primeras abadías, Claraval II (a partir de 1135) y Fontenay (comenzada en 1137), que se construyeron de forma simultánea. En las dos intervino de forma decisiva, ya que de Claraval era su abad y Fontenay era filial suya. Él fue el inspirador de ambas construcciones y de sus soluciones formales. Para él, la arquitectura cisterciense debía reflejar el ascetismo y la pobreza absoluta llevada hasta un desposeimiento total que practicaban a diario y que constituía el espíritu del císter. Así terminó definiendo una estética de simplificación y desnudez que pretendía transmitir los ideales de la orden: silencio, contemplación, ascetismo y pobreza.
Estas primeras abadías se construyeron en estilo románico borgoñés, que había alcanzado toda su plenitud: (bóveda de cañón apuntada y bóveda de arista). Posteriormente, cuando en 1140, surgió el estilo gótico en la benedictina abadía de san Denis, los cistercienses aceptaron rápidamente algunos conceptos del nuevo estilo y empezaron a construir en los dos estilos, siendo frecuentes las abadías donde conviven dependencias románicas y góticas de la misma época. Con el paso del tiempo, el románico se abandonó.
Al prescindir de todo lo superfluo, el estilo cisterciense consiguió unos espacios desnudos, conceptuales y originales que lo hace plenamente identificable.

Influencia en el papa cisterciense Eugenio III

Eugenio III era hijo espiritual de Bernardo.36 Como se ha explicado, antes de ser elegido papa, estuvo 10 años en Claraval siendo monje bajo la autoridad espiritual de su abad Bernardo. Después, durante otros 5 años, fue abad de un monasterio filial de Claraval, por lo tanto, seguía manteniendo esa relación de dependencia espiritual.
Ya siendo papa, mantenían frecuente correspondencia entre ellos, pidiéndole Eugenio, que le escribiera un tratado sobre las obligaciones de ser papa. El abad así lo hizo y escribió el tratado De Consideratione en 5 libros. El primero lo escribió en 1149, el segundo en 1150, el tercero después del desastre de la cruzada en 1152 y los dos últimos a continuación.37 Es su tratado más conocido y aunque lo escribió para el papa Eugenio, en la práctica, lo estaba haciendo también para todos los papas posteriores.38 De hecho, se conoce la importancia que muchos papas han dado a este texto.
Bernardo seguía sintiéndose su padre espiritual, así lo manifestó repetidamente en el prólogo de De Consideratione: «el amor que os profeso no os considera como Señor, os reconoce por hijo suyo entre las insignias y el esplendor de vuestra excelsa dignidad...Os amé cuando eras pobre, igual os he de amar hecho padre de los pobres y de los ricos. Porque bien os conozco, no por haber sido hecho padre de los pobres dejáis de ser pobre de espíritu».39
En este escrito, insiste en la necesidad de la vida interior y de la oración para aquellos que tienen las mayores responsabilidades de la Iglesia. Escribió sobre el peligro de dejarse llevar por los asuntos de Estado y descuidar la oración y las realidades de lo alto.40
Sobre los poderes del papa, le escribió defendiendo la supremacía del poder espiritual y el derecho de la Iglesia a emplear los ejércitos seglares41 Se basaba en las palabras que los apóstoles dijeron a Jesús cuando lo apresaron, recogidas en el Evangelio de san Lucas, que él interpretó para fundamentar de nuevo «la doctrina de las dos espadas», presente en el pensamiento cristiano desde los inicios de la Edad Media:42
Si la espada material no perteneciese a la Iglesia, el Señor no habría replicado «Es bastante» a los apóstoles cuando le dijeron «Aquí hay dos espadas», sino «Es demasiado». Por tanto, de la Iglesia son la espada espiritual y la espada material, pero esta ha de ser manejada para la Iglesia, y aquella, por la Iglesia.
De consideratione41
También le escribió que el poder del papa no es ilimitado:43
Yerras si, como creo, piensas que tu poder apostólico es el único instituido por Dios (dice el apóstol:) «No hay poder que no proceda de Dios...Todos han de estar sometidos a las autoridades superiores». No dice «la autoridad superior», como si se refiriese a una, sino «las autoridades superiores», como si se refiriese a varias. Por tanto, tu poder no es el único que procede de Dios, también proceden de «Él», el poder de los medianos y de los pequeños.
De consideratione43
Estaba convencido de que todos los cargos de la Iglesia procedían directamente de Dios y así lo escribió al papa:44
Reflexiona que la santa Iglesia romana no es la señora, sino la madre de las iglesias. Vos no sois el señor de los obispos, sino uno de ellos.
De consideratione44

Su doctrina

Misticismo


Cristo abrazado a san Bernardo
Francisco RibaltaMuseo del Prado.
Obra capital del misticismo español
y de una gran expresividad devocional.45
Fue el primero que formuló los principios básicos de la mística, contribuyendo a configurarla como cuerpo espiritual de la Iglesia católica.46
Su devoción a la humanidad del Redentor se trató de una innovación basada en el Cristo de los Padres y de san Pablo.47 Su forma de relacionarse con Cristo, llevó a nuevas formas de espiritualidad basadas en la imitación de Cristo.48
Su teología mística tuvo como fin principal mostrar el camino de la unión espiritual con Dios.49 Su doctrina de búsqueda de unión a Dios se inspiró en el estudio de las escrituras y de los padres de la Iglesia,50 así como en su propia experiencia religiosa.51 El esquema de la mística bernardiana propone ascender desde lo más profundo del pecado original hasta lo más elevado del amor, la unión mística con Dios. En este ascenso enumeró 4 grados de amor, descritos en su tratado Del amor de Dios:52
...En primer lugar, pues, se ama el hombre a sí por sí mismo, pues es carne, y no puede gustar nada fuera de sí...más, cuando ve que no puede subsistir por sí, comienza a buscar a Dios por la fe, y a amarle, como que le es tan necesario. Ama, pues, en el segundo grado a Dios, pero por sí, no por Él mismo. Ya después que comenzó, con ocasión de la propia necesidad, a reverenciarle y frecuentarle, meditando, orando, obedeciéndole, poco a poco en virtud de este género de familiaridad, se da a conocer Dios y consiguientemente se hace también más dulce, y así... pasa al grado tercero, para amar a Dios no ya por sí, sino por Él mismo... en este grado se está mucho tiempo...y desde entonces, juntándose a Él será con Él un espíritu...cuando se entra en estas grandezas espirituales y divinas habría de ser despejado de todas las enfermedades de la carne...
Del amor de Dios53
Conocemos tres venidas del Señor… hay una venida intermedia… oculta, sólo la ven los elegidos, en sí mismos…pero, para que no pienses…que… la venida intermedia son invención nuestra, oye al mismo Señor: «El que me ama guardara mi palabra; mi Padre lo amará y vendremos a fijar en él nuestra morada»…gracias a esta venida, nosotros que somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen del hombre celestial...
Sermón 5 en el Adviento54
La influencia del pensamiento de Bernardo sobre misticismo y devoción mariana en las órdenes religiosas europeas fue muy importante. Obsérvese los cuadros de devoción de este artículo que corresponden a encargos de franciscanos, capuchinos y cartujos de Italia y España, alguno de ellos realizado casi quinientos años después de su muerte.

Devoción mariana

En el occidente cristiano y a partir de finales del siglo XI, se desarrolló masivamente el culto popular a la Virgen María. Bernardo tuvo un papel importante en la propagación de ese culto mariano. Su teología sobre María fue rápidamente aceptada por los fieles y sus sermones se difundieron por toda la cristiandad. El más conocido, es Del acueducto55 :
...tan grande acueducto...sobrepasase los cielos y pudiese llegar a aquella vivísima fuente de las aguas que está sobre los cielos...¿Cómo llegó este nuestro acueducto a aquella fuente tan sublime? [...] Según está escrito: la oración del justo penetra en los cielos...¿Quién será justo, si no lo es María, de quien nació para nosotros el sol de justicia? [...] Sea lo que fuere aquello que dispones ofrecer, acuérdate de encomendarlo a María, para que vuelva la gracia, por el mismo cauce por donde corrió, al dador de la gracia...aquello que deseas ofrecer, procura depositarlo en aquellas manos de María... a fin de que sea ofrecido al Señor, sin sufrir de Él repulsa...
Del acueducto56
La figura de María no se entendía como hoy. Así el abad mostró sus dudas sobre la Inmaculada Concepción...con toda certeza, sólo la gracia hizo limpia a María del contagio original... La fiesta de la Inmaculada Concepción es una fiesta que desconocen los ritos de la Iglesia, ni recomienda la tradición antigua.57 No se puede afirmar que patrocinara laAsunción de María (en esto coincidía con la corriente antiasuncionista que entonces predominaba).58

Las fuentes de su doctrina


Un manuscrito español del siglo XIII de sermones de Bernardo de Claraval.
Sus fuentes fueron fundamentalmente las Sagradas Escrituras y también las fuentes de la tradición cristiana. Ambas fueron siempre sus grandes argumentos.59
Bernardo creía en «la revelación verbal» del texto bíblico. Esta creencia, considerada hoy errónea por la teología católica, la heredó de Orígenes, su maestro en Exégesis. Así, en cada palabra de la Biblia buscaba interpretaciones y sentidos desconocidos y ocultos. Cuando no comprendía unas frases o un sentido del texto, se humillaba y pedía a Dios que le iluminara, pues entendía que si Dios había puesto esa palabra o esa frase y no otra, lo hacía por una razón concreta. Esta fe en la revelación verbal le originó importantes periodos místicos que quedaron recogidos en sus escritos.60
Su búsqueda de la interpretación del texto sagrado, sin limitarse al sentido pretendido por el escritor sagrado, para obtener de él la justificación de sus experiencias personales, profundiza en la reflexión y en la contemplación de la misma forma que la Iglesia primitiva y siguiendo la tradición mística de los padres griegos de la Escuela catequística de Alejandría.61
Resulta esclarecedor lo que pensaban de él los dos principales artífices de la Reforma ProtestanteMartín Lutero dijo que «Bernardo supera a todos los demás Doctores de la Iglesia» y Juan Calvino lo alabó: «El abad Bernardo habla el lenguaje de la misma verdad».62
Los libros de la Biblia que más citó y por lo tanto con los que más se identificaba son: el libro de los Salmos 1519 veces; las cartas de Pablo 1388 veces; el Evangelio de Mateo 614 veces; el Evangelio de Juan 469 veces; el Evangelio según san Lucas 465 veces; elLibro de Isaías 358 veces y el Cantar de los Cantares 241 veces.63
La segunda fuente para él era la Tradición. En su tiempo había dos escuelas teológicas contrarias: la escuela antigua o tradicional, de la que él era el principal exponente, y la escuela moderna, patrocinada por Abelardo, basada en especulaciones y en la crítica filosófica de las ideas. Bernardo consideraba estéril la filosofía, pues argumentaba que en nada sirve al hombre para alcanzar su fin último. Despreciaba a Platón y Aristóteles. En cierta ocasión dijo: «Mis maestros son los apóstoles, ellos no me han enseñado a leer a Platón ni a ejercitarme en las disquisiciones de Aristóteles».64 Sin embargo, tenía una concepción neoplatónica del alma humana, que consideraba estaba creada a imagen y semejanza de Dios y destinada a una unión perfecta con Él.65
Los Padres de la Iglesia que más seguía, eran los que entonces se consideraban los maestros más autorizados de la Iglesia: se declaró fiel discípulo de san Ambrosio y de san Agustín, los llamó las dos columnas de la Iglesia y escribió que difícilmente se apartaría de su parecer (en el Tratado sobre el bautismo). En moral, su referencia era Gregorio Magno.64 Copió, sin citarlo, con frecuencia a Casiodoro en sus comentarios sobre los Salmos. Muchos bellos pensamientos que describió Bernardo, en realidad son de Casiodoro.64 Entre los Padres griegos, citó a menudo a Orígenes (le encantaba su exégesis alegórica) y a Atanasio. Tenía una gran devoción a Benito de Nursia y a su única obra, la Régula monasteriorum (la regla de los monjes). Esta obra era la maestra de su corazón y de su intelecto, y estaba convencido que, como la Biblia, era un libro directamente inspirado por Dios.66
Cuatro de sus obras tienen similitudes con otras de la literatura patrística:
  1. Los sermones sobre el «Cantar de los cantares». En el Concilio de SensBerenguer de Escocia le recriminó haber copiado descaradamente a OrígenesAmbrosioRexio de Autun y Beda el Venerable.
  2. Los 17 sermones sobre el salmo 90 están copiados de la doctrina de san Agustín
  3. Las 4 homilías de alabanzas de la Virgen María tienen plagios de Ambrosio y de san Agustín
  4. Sobre la gracia y el libre albedrío es un resumen de la doctrina de san Agustín.67

Escritos

Sus escritos no son numerosos, ocupan solo los tomos 182 y 183 de la Patrología latina de Migne (compilación de los escritos de los Padres de la Iglesia y de otros escritores eclesiásticos publicados entre 1844 y 1865). Esta cifra es pequeña comparada con otros Padres de la Iglesia. Sus numerosas actividades no le permitieron un trabajo extenso. Por lo general, son obras de ocasión, rápidas, solicitadas por terceros.68 Muestran al hombre de acción, al renovador del Císter, a un reformador de la sociedad laica y religiosa y defensor del papado, también reflejan la seguridad de la personalidad religiosa más influyente del siglo XII, como san Agustín en el siglo V o Santo Tomás en el siglo XIII.69
Dejó una producción de unas 500 cartas, del orden de 350 sermones y varios tratados doctrinales.
Sus escritos más conocidos son los sermones —el sermón en los monasterios de la Edad Media tenía mucha influencia en la formación religiosa e intelectual del monje70 —. Después los tratados, breves pero de enorme valor espiritual para la Iglesia católica, desarrollando una doctrina precisa y coherente.51
Empleó un elegante latín y fue de los escritores más notables de su época, junto a Pedro Abelardo y Gilberto de la Porée.71

Iconografía de san Bernardo


Premio lácteo a san Bernardo
Alonso CanoMuseo del Prado.
El santo arrodillado recibe un chorro de leche de los pechos de una estatua de la Virgen.72
No se sabe cómo era san Bernardo, no existen retratos reales. Sí hay multitud de representaciones figuradas, que corresponden habitualmente a cuadros de piedad y devoción.
En este artículo se presentan cinco ejemplos.
El cuadro, denominado Premio lácteo a san Bernardo, fue pintado por Alonso Cano entre 1646 y 1650 para los capuchinos de Toledo.72Existe otro cuadro parecido, que no se representa aquí, pintado por Murillo y también en el Museo del Prado, donde se aparece la Virgen a san Bernardo para ofrecerle leche de sus pechos como premio por su defensa mariana.73
La leyenda de la lactatio debió ser muy conocida en España, estando incluida en el Cancionero de Úbeda. Un motivo similar mencionó el reyAlfonso X el Sabio en sus Cantigas de Santa María (54 y 93), «narrando el prodigio de la resurrección de un monje cisterciense, que obró la Virgen dándole leche de su seno».74
El cuadro de Francisco RibaltaCristo abrazado a san Bernardo, fue pintado entre 1625 y 1627 para la cartuja italiana de Portocoeli, para la cual trabajó Ribalta en sus últimos años.45

Notas y referencias

  1. Volver arriba Merton, Thomas (1956). San Bernardo, el último de los Padres. Pág. 15. Madrid: Patmos.
  2. ↑ Saltar a:a b Merton, Thomas (1956). San Bernardo, el último de los Padres. Pág. 39. Madrid: Patmos.
  3. ↑ Saltar a:a b c «San Bernardo de Claraval». Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú. Consultado el 10/04/2007.
  4. Volver arriba Ribadeneyra, Pedro (1953). «Vida de san Bernardo, p. 8». Obras completas de san Bernardo. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos.
  5. ↑ Saltar a:a b «San Bernardo de Claraval». Enciclopedia Católica. Consultado el 5/05/2007.
  6. Volver arriba «Exordio Parvo». Monasterio Cisterciense de Santa María de Valdediós. Consultado el 17/06/2007.
  7. ↑ Saltar a:a b Leroux-Dhuys, Jean-Francois (1999). Las abadías cistercienses. Pág. 27. Köln: Könemann Verlagsgesellschaft mbH.ISBN 3-8290-3117-3.
  8. Volver arriba «San Bernardo de Claraval». Jesús Marti Ballester, fundador de Amor y Cruz. Consultado el 06/05/2007.
  9. Volver arriba Merton, Thomas (1956). San Bernardo, el último de los Padres. Pág. 40. Madrid: Patmos.
  10. Volver arriba Merton, Thomas (1956). San Bernardo, el último de los Padres. Pág. 42. Madrid: Patmos.
  11. ↑ Saltar a:a b c Martín, José Luís (2004). «Plena y Baja Edad Media, tomo 4, Pág. 531». Historia de España. Madrid: Espasa Calpe. ISBN 84-670-1577-2.
  12. Volver arriba Merton, Thomas (1956). San Bernardo, el último de los Padres. Pág. 49. Madrid: Patmos.
  13. ↑ Saltar a:a b c Leroux-Dhuys, Jean-Francois (1999). Las abadías cistercienses. Pág. 35. Köln: Könemann Verlagsgesellschaft mbH.ISBN 3-8290-3117-3.
  14. Volver arriba Mundy, John H. (1980). Europa en la Alta Edad Media (1150-1309), p. 14. Madrid: Aguilar. ISBN 84-03-12071-0.
  15. Volver arriba Ribadeneyra, Pedro (1953). «Vida de san Bernardo, p. 16». Obras completas de san Bernardo. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos.
  16. Volver arriba Mundy, John H. (1980). Europa en la Alta Edad Media (1150-1309), p.513. Madrid: Aguilar. ISBN 84-03-12071-0.
  17. ↑ Saltar a:a b Merton, Thomas (1956). San Bernardo, el último de los Padres. Pág. 32. Madrid: Patmos.
  18. Volver arriba Ribadeneyra, Pedro (1953). «Vida de san Bernardo, p. 40». Obras completas de san Bernardo. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos.
  19. Volver arriba Algecirasnoticias.com (ed.): «Bendición de la imagen de San Bernardo, patrón de Algeciras» (21 de agosto de 2013). Consultado el 25 de enero de 2014.
  20. Volver arriba Romera, Esteban (17 de agosto de 2013). «David Segarra realiza la imagen de San Bernardo de Claraval, patrón de Algeciras». ABC Sevilla. Consultado el 25 de enero de 2014.
  21. Volver arriba Pernoud, Régine (1994). «Los orígenes del Temple, p. 9 a 11».Elogio de la nueva milicia templaria. Madrid: Siruela. 84-7844-183-2.
  22. ↑ Saltar a:a b Pernoud, Regine (1994). «Los orígenes del Temple, p. 12».Elogio de la nueva milicia templaria. Madrid: Siruela. 84-7844-183-2.
  23. Volver arriba Pernoud, Regine (1994). «Los orígenes del Temple, p. 16». Elogio de la nueva milicia templaria. Madrid: Siruela. 84-7844-183-2.
  24. ↑ Saltar a:a b Martín Lalanda, Javier (1994). «El Temple y san Bernardo, p. 146». Elogio de la nueva milicia templaria. Madrid: Siruela. 84-7844-183-2.
  25. ↑ Saltar a:a b «San Bernardo de Claraval». Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú. Consultado el 14/04/2007.
  26. ↑ Saltar a:a b c Mundy, John H. (1980). Europa en la Alta Edad Media (1150-1309), p.474. Madrid: Aguilar. ISBN 84-03-12071-0.
  27. Volver arriba Mundy, John H. (1980). Europa en la Alta Edad Media (1150-1309), p.475. Madrid: Aguilar. ISBN 84-03-12071-0.
  28. Volver arriba Merton, Thomas (1956). San Bernardo, el último de los Padres. Pág. 54 y 55. Madrid: Patmos.
  29. ↑ Saltar a:a b c Ribadeneyra, Pedro (1953). «Vida de san Bernardo, p. 39».Obras completas de san Bernardo. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos.
  30. Volver arriba Merton, Thomas (1956). San Bernardo, el último de los Padres. Pág. 56 a 59. Madrid: Patmos.
  31. Volver arriba Durán, Rafael M. (1953). Iconografía española de san Bernardo, pág. 36. Monasterio de Poblet.
  32. ↑ Saltar a:a b Hofstatter Hans H. y Pixa Hannes (1971). Historia Universal Comparada, tomo IV, Pág. 246. Barcelona. Plaza y Janes. ISBN 84-01-60627-6.
  33. ↑ Saltar a:a b Hofstatter Hans H. y Pixa Hannes (1971). Historia Universal Comparada, tomo IV, Pág. 232. Barcelona. Plaza y Janes. ISBN 84-01-60627-6.
  34. Volver arriba Leroux-Dhuys, Jean-Francois (1999). Las abadías cistercienses. Pág. 33. Köln: Könemann Verlagsgesellschaft mbH. ISBN 3-8290-3117-3.
  35. Volver arriba Leroux-Dhuys, Jean-Francois (1999). Las abadías cistercienses. Pág. 34. Köln: Könemann Verlagsgesellschaft mbH. ISBN 3-8290-3117-3.
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Bibliografía

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  • Leroux-Dhuys, Jean-Francois (1999). Las abadías cistercienses. Köln: Könemann Verlagsgesellschaft mbH. ISBN 3-8290-3117-3.
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Enlaces externos



San Bruno
Hay varios santos con este nombre, siendo San Bruno, el fundador de los cartujos, el mas conocido.

San Bruno, obispo11 de octubre
c925- 965
Llamado "el Grande", era el hijo menor del emperador Enrique y de santa Matilde. Desde niño fue dado a los estudios, le gustaba leer a Prudentius. En 953 lo nombraron obispo de Colonia, Alemania. Su influencia ayudó a la consolidación de los estados germánicos.

San Bruno, mártir, OSB. Cam.(Tomo como nombre monástico "Bonifacio" por lo que antes del 1970 aparecía en el misal con ese nombre y con fiesta el 19 de junio)15 de octubre
Murió en 1009
Nació en Quefurt, fue educado en la catedral de Magdeburg. Acompañó a Otto III a Italia (996) donde recibió el hábito Camaldolense de San Romualdo.  Nombrado arzobispo de Mersburg, fue enviado a evangelizar a Prussia y Russia. Fue martirizado con 18 compañeros el 14 de febrero.
San Bruno, obispo. 27 de mayo
Murió en 1045.
Nombrado obispo de Wurzburg en 1033. Edificó numerosas iglesias en su diócesis, gastando así toda su fortuna personal. Durante una cena con el emperador Enrique III en Bosenburg, en el Danuvio, cedió una galería y lo mató al instante.
San Bruno y compañeros mártires2 de febreroEl duque San Bruno, en el invierno del año 880, dirigió al ejército del rey Luis III contra los invasores nórdicos. En Ebsdorf su ejercito, atrapado en la nieve y el hielo, fue vencido. Bruno y cuatro obispos, once nobles y muchos otros, fueron asesinados y se les venera como mártires.
San Bruno Seronkuma, mártir3 de junio.
Murió: 1885.
Soldado del rey Mwanga of Uganda, Africa. Bautizado el 18 de noviembre de 1885. Fue quemado vivo pocas semanas después.  Otros santos mártires murieron en la misma persecución, entre ellos Carlos Lwanga.
San Bruno de Segni OSB18 de julio.
1049-1123
Nacido en Solero (Asti) en el Norte de Italia (Piedmont). Estudió en el monasterio de San Perpetuus en Asti y en Bologna. Combatió los errores de Berengarius. En 1079 el Papa Gregorio VII lo nombró obispo de Segni. Se retiró de su sede para hacerse monje en Montecasino, llegando a ser abad. Pero el Papa le pidió que regresase a su diócesis. Era un gran teólogo. Su obra sobre la Eucaristía es clásica.
Canonizado en 1183.

San Bruno
Fundador de los cartujos
6 de octubre.c1035-1101
Nació en Colonia, Alemania, hacia el año 1035. Estudió en Reims y en Paris. Fue ordenado sacerdote y se dedicó a enseñar teología. Fue canciller de la diócesis de Reims. En 1084 se retiró con 6 compañeros para fundar el monasterio de los monjes Cartujos, La Grande Chartreuse, cerca de Grenoble, en los Alpes franceses. Siguen estrictamente la regla benedictina.
El Papa beato Urbano II, quien había sido discípulo de San Bruno, lo llamó a Roma como consejero.  Sin ser liberado totalmente de esa misión, fundó otra casa en Roma, La Torre de Calabria, donde mas tarde se retiró. Rehusó la sede de Reggio. Fue un gran exegeta bíblico y escribió sobre los salmos y las cartas de San Pablo.
Murió en Squillace (Calabria) el año 1101.

Se alegra mi espíritu en el SeñorDe una carta de san Bruno, presbítero, a sus hijos cartujos


San Bruno Rezando en el Desierto, Pintura del 1763






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