miércoles, 30 de abril de 2014

Necesidad de oración


Nos dice la Reina de la Paz:
12-9-1983: "¡Orad! Cuando os doy este mensaje no os contentéis con sólo escucharlo. Aumentad la oración y ved lo felices que os hace... Todas las gracias están a vuestra disposición. Todo lo que tenéis que hacer es merecerlas. Para poder hacer eso, ¡orad!" 
21-10-1983: "Lo más importante es rezar al Espíritu Santo para que descienda sobre vosotros. Cuando uno lo posee, lo tiene todo".
28-11-1983: "Hijos míos, ¡orad, orad, orad! Recordad que lo más importante en nuestras vidas es la oración".
25-10-1984: "Sólo oren y Dios les concederá las gracias que ustedes buscan".
8-11-1984: "Oren al Espíritu Santo para que Él los ilumine. Si ustedes supieran cuántas gracias les concede Dios, orarían sin cesar".
30-7-1987: "Hijos, las tinieblas reinan en el mundo entero. Las personas son atraídas por muchas cosas y se olvidan de lo más importante... En la actualidad, muchas personas viven sin fe. Algunos no quieren ni oír hablar de Jesús. ¡Y todavía quieren tener paz y satisfacción! Hijos, esta es la razón por la que necesito vuestras oraciones: La oración es el único camino para salvar el género humano".



Mensaje sobre la oración 

Necesitamos ayuda. 
Sigue hablando el mismo San Agustín y dice: Sería temeraria insensatez pensar que por una parte nos impuso el Señor la observancia de su divina ley y por otra que fuera esa ley imposible de cumplir. Por eso añade: Cuando el Señor nos hace comprender que no somos capaces de guardar todos sus santos preceptos, nos mueve a hacer las cosas fáciles con la gracia ordinaria que pone siempre a nuestra disposición: para hacer las más difíciles nos ofrece una gracia mayor que podemos alcanzar con la oración. Y si alguno opusiere por qué nos manda el Señor cosas que están por encima de nuestras fuerzas, le responde el mismo Santo: Nos manda algunas cosas que no podemos para que por ahí sepamos qué cosas le tenemos que pedir. Y lo mismo dice en otro lugar con estas palabras: Nadie puede observar la ley sin la gracia de Dios, y por esto cabalmente nos dio la ley, para que le pidiéramos la gracia de guardarla. Y en otro pasaje viene a exponer igual doctrina el mismo San Agustín. He aquí sus palabras: Buena es la ley para aquel que debidamente usa de ella. Pero ¿qué es usar debidamente de la ley? A esta pregunta contesta: Conocer por medio de la ley las enfermedades de nuestra alma y buscar la ayuda divina para su remedio. Lo cual quiere decir que debemos servirnos de la ley ¿para qué?, para llegar a entender por medio de la ley (pues no tendríamos otro camino) la debilidad de nuestra alma y su impotencia para observarla. Y entonces pidamos en la oración la gracia divina que es lo único que puede curar nuestra flaqueza.
“El gran medio de la oración” - San Alfonso María de Ligorio. 
Comentario: 
Hay que cumplir los Diez Mandamientos. Pero para cumplirlos necesitaremos de la ayuda de Dios, porque algunos se nos hará imposible cumplirlos sin la gracia del Altísimo. Entonces tenemos que pedir la ayuda del Señor por medio de la oración, para poder cumplir los Mandamientos.
De aquí se deduce aquella verdad que dice: “Quien te creó sin ti, no te salvará sin ti”. Es decir, que Dios nos ha creado sin nuestro consentimiento, por decirlo de alguna manera; pero para salvarnos espera que nosotros colaboremos con nuestra buena voluntad, de lo contrario no nos salvará a la fuerza.
Por eso es que Dios quiere que oremos. Y para hacer oración hay que esforzarse, porque la oración es como un combate, y muchas veces nos cuesta y entonces la dejamos de lado. Es ahí cuando flaqueamos, porque sin Dios y su ayuda, no podemos mantenernos por mucho tiempo en la justicia, y caemos lastimosamente.
Hay que rezar todos los días, perseverantemente, constantemente, porque en el camino de la vida espiritual no hay puntos muertos, sino que o bien se avanza, o se retrocede; y por medio de la oración tenemos que estar en un constante avance.

Si dejamos de rezar, podrá parecernos que todo sigue igual, o que incluso las cosas parecen ir mejor. Pero dejemos un tiempo la oración y veremos cómo es que el diablo esperaba el momento oportuno para asaltarnos y derrotarnos. Y entonces, ojalá que el Señor nos dé una nueva oportunidad para retomar la oración, porque si se nos termina la vida en ese estado, sin oración y en pecado mortal, nos espera el abismo infernal. Así que recemos mientras tenemos el tiempo a nuestra disposición.


Necesidad de oración 


13-05-1982: "Si no se consigue aún resolver los más graves problemas para la Iglesia y para el mundo, a pesar de todos los medios humanos puestos en práctica, es señal de que debéis poner ya ahora toda vuestra confianza en la fuerza de la oración".
27-10-1988: "Orad siempre; orad más; orad con el Santo Rosario.
Con la oración podéis alcanzar todo del Señor.
Con la oración hecha Conmigo, vuestra Madre Celeste, podéis obtener el gran don del cambio de los corazones y de la conversión.
Cada día, con la oración, podéis alejar de vosotros y de vuestra Patria muchos peligros y muchos males".

Palabras de Santa Faustina Kowalska:
A través de la oración el alma se arma para enfrentar cualquier batalla. En cualquier condición en que se encuentre un alma, debe orar. Tiene que rezar el alma pura y bella, porque de lo contrario perdería su belleza; tiene que implorar el alma que tiende a la pureza, porque de lo contrario no la alcanzaría; tiene que suplicar el alma recién convertida, porque de lo contrario caería nuevamente; tiene que orar el alma pecadora, sumergida en los pecados, para poder levantarse. Y no hay alma que no tenga el deber de orar, porque toda gracia fluye por medio de la oración. (Diario #146)

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