Seguimos en el mar de Galilea. Esta vez nos fijaremos en los tipos de peces que allí se pueden encontrar. Pero antes hay que explicar que los peces, en la época de Jesús, se clasificaban por los judíos entre permitidos y prohibidos, es decir, entre puros e impuros. La ley mosaica (Levítico 11. 9-12) establecía que sólo podían considerarse comestibles los peces vertebrados, con escamas y aletas, mientras que los demás se consideraban prohibidos. Esta es la razón de fondo del texto en el evangelio, en Mt. 13-48, donde se habla de peces buenos (permitidos por la ley) y malos. Al final de cada captura, por tanto, los pescadores debían reunirse en la playa, y separarse los peces impuros, devolviéndolos al agua. Hoy en día entre los judíos esto sigue vigente.
El mar de Galilea ha sido famoso por su pescado desde antiguo. El pez más famoso es el de san Pedro, pero allí se pueden encontrar muchas más. Hay dieciocho especies de pescado autóctonas en el lago, que se clasifican localmente en tres grupos principales:
En primer lugar el de las sardinas. Actualmente, en temporada alta, decenas de toneladas de sardinas son capturadas cada noche. Se parece a la sardina de agua salada, y puede encontrarse en enormes bancos. Se utilizaban mucho para conservas. Estas sardinas constituyeron una parte importante de la dieta diaria en todo el país, especialmente para los que vivieron cerca del lago.
Otro tipo es el llamado biny. Consiste en tres especies de la familia de la carpa. Su nombre viene de una palabra semítica que designa al “pelo”, y se debe referir a las lengüetas típicas de los bordes de la boca del pez. Son pescados carnosos muy populares en banquetes y en la celebración del sábado.
Las sardinas aparecen muchas veces mencionadas en los evangelios como “peces pequeños”, en contraste con las otras dos especies, que eran mayores. Se las menciona claramente en el milagro de la alimentación de los cuatro mil. De acuerdo con Mt 15. 34 y Mc 8. 5-7, “cinco panes y unos pocos peces pequeños” era todo lo que los discípulos de Jesús tenían para comer. A su vez, el milagro en el que el Señor da de comer a los cinco mil aparece en los cuatro evangelios. Mt. 14 17, Mc. 6 38 y Lc. 9 13 mencionan “cinco panes y dos peces.” Pero la versión de Juan (Jn 6 9) es ligeramente diferente y en ella se especifica que el pan es de cebada, y se usa otra palabra griega para el pescado: opsaria (pez pequeño) en lugar de ichthyes (peces). Podemos suponer que estos peces pequeños no son los individuos jóvenes de las grandes especies, sino que eran sardinas y por tanto, pequeñas por naturaleza. Éstos, con pan, de hecho, han constituido la dieta habitual de la población local.
En la Iglesia de la Multiplicación que fue construida para conmemorar el milagro realizado por Jesús, en Tabgha, se muestran dos peces pequeños en un mosaico del siglo sexto. Vemos una cesta con cuatro panes con un pez a cada lado. Sin embargo, estos peces no parecen ser del mar de Galilea. Todos los peces capturados en el mar de Galilea tienen una sola aleta dorsal, mientras que los que figuran en el mosaico tienen dos aletas dorsales. El artista que diseñó el mosaico de Tabgha probablemente llegó desde el extranjero para hacer su trabajo y usó un patrón sin asegurarse de su corrección echando un vistazo a los peces del lago.
Del pez de San Pedro, que es el más común del lago y famoso, hablaremos la semana que viene, si Dios quiere.
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