martes, 8 de abril de 2014

Déficit Atencional.


Guía para docentes en general.



QUE NO DEBE HACERSE En el transcurso de un día escolar, el maestro dice y hace centenares de cosas. Cada una de sus palabras, gestos y acciones afecta a los alumnos con los que trabaja.
La lista siguiente de lo que no debe hacerse ha sido cuidadosamente preparada para que la consideren todos los profesionales cuando trabajan con estos niños especiales.

No se debe suponer que el alumno es holgazán en el aula. Lo típico es que un niño con trastorno por déficit de atención o discapacidad de aprendizaje no sea holgazán. Existen otras razones para su mal desempeño.

No hay que dejarse engañar por el desempeño errático o suponer que el alumno trabaja mal deliberadamente, ya que se ha observado que a veces realiza la tarea que se le ha asignado. El desempeño inconsistente es característico de este desorden. Los alumnos a veces pueden realizar el trabajo, y otras veces no.

No hay que renunciar nunca. Estos alumnos a menudo ponen a prueba la paciencia del maestro y pueden desalentar a cualquiera. Por difícil o frustrante que resulte, estos niños necesitan que el maestro persista y crea en su capacidad para tener éxito.

No hay que renunciar al empleo de técnicas para la modificación de la conducta. Los alumnos con TDA suelen no responder bien a dichas técnicas ni al refuerzo positivo durante períodos prolongados. Es necesario reformar, revisar y modificar a menudo el sistema de manejo de la conducta. El esfuerzo vale la pena.No hay que dejar de hacer participar al personal de apoyo. Pida coo­peración al equipo de consulta o de estudio de alumnos. Ellos lo ayudarán a realizar observaciones, aportando estrategias de manejo de la conducta y de enseñanza en el aula, asistiendo a las reuniones con los padres, proporcionando información y realizando las derivaciones necesarias. El trabajo con los otros profesionales del establecimiento aligera la carga.

No hay que dejar de comprometer a los padres. Invítelos a visitar la escuela, a observar, al niño en el aula, y a reunirse con usted para planificar estrategias conjuntas en beneficio del niño. Sea sensible a las frustraciones y los temores de los padres. A ellos les resulta doloroso y les crea tensión tener un niño con problemas y necesidades especiales. Hágales saber que su preocupación primordial es ayudar a ese niño a tener éxito y a sentirse bien consigo mismo.
No hay que rodearse de colegas negativos que critican a los alumnos, que no son abiertos o receptivos a las nuevas técnicas y estrategias, o que no han actualizado sus aptitudes.
No hay que escuchar a los maestros anteriores que sólo quieren referirse a los rasgos y características negativos de los alumnos. Suponga lo mejor acerca del niño. Permita que cada alumno comience el año con un cuaderno nuevo y limpio.

No hay que olvidar a ese alumno tranquilo que se sienta al fondo y es muy fácil que pase el año inadvertido y anónimo.

No hay que tener miedo de modificar, hacer excepciones y alterar las tareas asignadas, cuando sea necesario. La meta es el éxito del alumno, crearle autoestima y conservarla. Con algunos niños, esto exige flexibilidad y medidas especiales. Es bueno y justo hacer ex­cepciones para ciertos alumnos con necesidades especiales.

PREVENCIÓN DE LOS PROBLEMAS CONDUCTUALES EN EL AULA MEDIANTE TÉCNICAS DE MANEJO.Entre los factores más importantes para prevenir los problemas de conducta, en particular con niños que tienen necesidades especiales (por ejemplo, TDA/TDAH, discapacidad de aprendizaje), se cuentan:

*La claridad de las expectativas.
*Enseñar lo que es aceptable e inaceptable en el aula.
*Estructura y rutina.
*Productibilidad, consistencia.
*Mucha práctica, modelado y revisión de las expectativas y reglas conductuales
*Consecuencias claras y justas.
*Persistencia.
*Comprensión, flexibilidad y paciencia por parte del maestro.
*Cortar el paso a los problemas con tácticas preventivas.
*Ayuda del maestro, de persona a persona.
*Estos niños tienen una especial necesidad de que el aula esté estructurada y no sea caótica. *Necesitan sentirse seguros dentro de los parámetros de su clase, y conocer exactamente lo que se espera de ellos en cuanto al estudio y la conducta.Enseñe susreglasLas reglas deben ser pocas, claras y amplias. Muchos maestros hacen que los alumnos discutan, decidan y redacten por escrito las reglas del aula, para que la clase las sienta como propias

Ejemplo A:

1.-Traer los materiales necesarios para el trabajo.
2.-Seguir las instrucciones y no abandonar la tarea.
3.-Mantener bajo control las manos y los pies; no manosear los objetos.
4.-Ser amable y cortés con los otros.

Ejemplo B:

1.-Seguir las instrucciones.
2.-Prestar atención.
3.-Trabajar en silencio en los períodos en que ésa es la indicación.
4.-Hacer cada uno su mejor trabajo.

Exponga la justificación de las reglas. El tiempo que se dedique a enseñar las reglas y a modelar todas las expectativas conductuales está bien usado.

Las reglas, escritas o representadas con dibujos, deben ubicarse en por lo menos un lugar visible. Enseñe con ejemplos. Muestre las reglas en acción, mediante el desempeño de roles (role playing). Esto es adecuado en todos los grados. Se necesitan repaso y práctica frecuentes a lo largo de todo el año escolar.

Para cada expectativa respecto de la conducta, se debe:

1.-Explicar.
2.-Formular por escrito
3.-Demostrar esa expectativa en acción.
4.-Hacer que los alumnos practiquen
5.-Por ejemplo, la práctica de hablar en voz baja: "¿Cómo suena? ¿Es una voz baja?"
6.-Comunicar las reglas y expectativas a los padres, por escrito.
7.-Refuerzo positivoEl refuerzo positivo en el aula no puede reemplazarse por nada. Es la mejor estrategia de manejo de la conducta, y genera autoestima y respeto. Detecte a los alumnos que hacen lo que usted quiere que hagan. Reconozca y elogie los casos específicos. Algunos ejemplos de refuerzo positivo en el aula
8.-Los mejores reforzadores son el reconocimiento y el elogio legítimos.
9.-Recompensar a los alumnos con privilegios (por ejemplo, tareas y responsabilidades en el aula).
10.-Por lo general conviene incentivos y recompensas muy importantes menos que resulten necesarias. Comenzar con recompensas e incentivos pequeños, sencillos.
11.-A muchos alumnos los motivan las recompensas tangibles (autoadhesivos, premios, comida).

Otros reforzadores sugeridos son:

1.-Elegir un juego para disfrutar con un amigo.
2.-Ganar tiempo libre.
3.-Ganar un desayuno o almuerzo con el maestro.
4.-Leer u hojear revistas de interés especial.
5.-Usar la computadora, solo o con un amigo.
6.-Escuchar música con grabador y auriculares.
7.-Trabajar con arcilla, pluma o papel especiales o en pizarra blanca. Ser líder en un juego, quizá como capitán del equipo.
8.-Anular la nota más baja.
9.-El alumno puede abstenerse de hacer una tarea que él elija.
10.-El alumno puede llevar a la clase y mostrar algo que elija.
11.-Reducción del tiempo en penitencia.
12.-Autorización para mascar chicle en momentos determinados. Incentivos en el aula
Los incentivos en el aula son grandes motivadores. Hay dos que a muchos maestros les han resultado particularmente útiles:

13Los alumnos ganan vales o billetes de imitación con los que pueden participar en una rifa o remate semanal, quincenal o mensual..Con los vales o billetes que hayan acumulado pueden comprar juguetes, distintos artículos o privilegios autorizados por el maestro.
• El maestro va reuniendo fichas o bolitas en una jarra cuando observa que los alumnos están haciendo algo bien o se comportan correctamente. Una vez llena la jarra, toda la clase gana una reunión especial (por ejemplo, con palomitas de maíz, pizza, helados), alguna actividad o un paseo.

LA ATENCIÓN: OBTENERLA, CONCENTRARLA, CONSERVARLAConseguir y mantener el interés y la atención de nuestros alumnos no es siempre una tarea fácil. Conseguir que un alumno con TDA/TDAH permanezca concentrado y trabajando constituye un desafío monumental para los maestros, y exige experimentar con diversos enfoques. Modos de lograr la atención de los alumnos

Emplee técnicas diversas para hacer indicaciones a los alumnos: apagar las luces, hacerlas titilar, tocar el timbre, levantar la mano (como señal de que también ellos deben levantar las manos y cerrar la boca hasta que todos estén callados), tocar un compás en el piano o con la guitarra, etcétera.

Varíe su tono de voz: alto, bajo, susurrante. Dé una orden en voz alta: "¡Escuchen! ¡Listos! ¡Basta!". A continuación permita unos segundos de silencio, y proceda a dar instrucciones en un tono de voz normal.

Contacto visual. El alumno debe mirarlo mientras usted habla, sobre todo si le está dando instrucciones. Cuando los alumnos tienen escritorios dispuestos en varios grupos, el maestro debe disponer que todos giren sus sillas de modo que queden frente a él cuando así lo indique.
Modele la excitación y el entusiasmo por la lección que se inicia.

Haga a la clase una pregunta sugerente, no muy fácil, capaz de ge­nerar discusión y despertar interés por la lección que se inicia.

A veces es útil "payasear" un poco; un sombrero extravagante o música rara pueden ayudar a atraer la atención de los alumnos.

Misterio. En una caja, una valija o una huida lleve un objeto relacionado con la lección que se inicia. Este es un modo excelente de generar adivinanzas y puede conducir a discusiones o actividades escritas de muy buen nivel.

Antes de leer un relato o capítulo, emplee estrategias introductorias (véase el capítulo 10, sobre artes del lenguaje): mediante la discusión, con poemas, ayudas visuales, etcétera, incorpore las experiencias pasadas de los alumnos.
9. Obtenga un ambiente tranquilo antes de empezar a enseñar.Cómo concentrar la atención de los alumnos

Cuando presenta una lección y da instrucciones, emplee estrategias multisensoriales.

Utilice ayudas visuales. Escriba palabras clave o dibuje figuras en el pizarrón, o bien use el retroproyector en el transcurso de su exposición.

Para destacar los puntos importantes, emplee colores: tizas de color en el pizarrón, v rotuladores de color con el retroproyector. Escriba con un color diferente las palabras o frases clave, los distintos pasos de los problemas de computación, las letras que dan lugar a errores ortográficos en ciertas palabras, etcétera.

Enmarque con sus manos o en una caja de color el material visual en el que usted quiere que los alumnos se concentren.

5. Señale el material escrito en el que usted quiere que los alumnosse concentren: con el dedo, con una regla o con un puntero..Vota: El retroproyector es la mejor herramienta para concentrar la atención de los alumnos en el aula. Con él, el maestro puede escri­bir información en color sin tener que dar la espalda a la clase, con lo cual mejora el manejo en el aula y reduce los problemas de conducta. Los maestros pueden modelar fácilmente, enmarcar la información importante, y a los alumnos les encanta que los llamen para escribir en el transparente.

Los transparentes pueden realizarse de antemano, ahorrando tiempo al maestro. Un transparente puede estar cubierto en parte, a fin de bloquear algún estímulo visual que distraiga. Si se apagan las luces del aula, la pantalla iluminada retiene la atención de los alumnos. Mi consejo es que los maestros que no tienen acceso a un retroproyector hagan todo lo posible para conseguirlo.

Use una linterna. Apague las luces y logre que los estudiantes se concentren iluminando con ella a individuos u objetos.

Siempre que resulte posible, incorpore demostraciones y exposiciones con práctica.
Para atraer a los alumnos, explique el propósito y la pertinencia de la lección siempre que sea posible.

Manténgase visible10. Proyecte su voz y asegúrese de que todos los alumnos pueden oírlo claramente. Tenga en cuenta los sonidos que compiten con usted en el aula (por ejemplo, un acondicionador de aire).

1.-Consejos para ayudar a los alumnos proclives a distraerse
2.-Haga sentar a esos alumnos muy cerca del maestro.
3.-Establezca un contacto ocular directo con ellos.
4.-Ni en el escritorio del niño, ni cerca de sus manos, debe haber nada que pueda distraerlo.
5.-El niño debe estar sentado entre alumnos atentos v concentrados.
6.-Emplee el contacto físico (por ejemplo, una mano en el hombro o en la espalda del niño).
7.-Se pueden utilizar técnicas o incentivos para el refuerzo positivo y la modificación de la conducta (por ejemplo, asignar puntos por haber prestado atención y haberse concentrado en la tarea, tarjetas individuales, contratos y tarjetas para puntuaciones, autoadhesivos, etcétera).
8.-Elogie al alumno cuando está concentrado: "Me gusta el Modo en que Adrián está sentado y mira al pizarrón".
9.-Emplee señales privadas, acordadas con el alumno, para mantener su atención. Por ejemplo, el maestro puede señalarse los ojos para indicar "mira", o los oídos para indicar "escucha".
10.-Cuando se señala y toca el mentón, puede significar "mírame a la cara y presta atención".
11.-Mantener la atención y la participación de los alumnos
12.-La lección debe ser clara en todo momento.
13.-El ritmo de la exposición debe ser brioso, activo.
14.-Prepare de antemano sus materiales, para no perder tiempo.
15.-Emplee figuras, diagramas, gestos, objetos didácticos y material interesante.
16.-Estructure la lección de modo tal que el trabajo pueda realizarse en parejas o pequeños grupos, para lograr la máxima participación Y atención del alumno. El aprendizaje cooperativo es la estrategia y estructura ideal para mantener a los alumnos interesados y participando. En las aulas actuales, es esencial enseñar a aprender.
17.-Emplee interrogatorios de alto nivel. Haga preguntas de final abierto, que requieran razonamiento y estimulen la reflexión y la discusión críticas.
18.-Haga que los alumnos redacten notas breves durante la instrucción.

S. Emplee técnicas para completar. Distribuya un texto con palabras clave omitidas. Haga que los alumnos llenen lo que falta. En otro texto, que los niños resalten con color los puntos esenciales.

Ejemplo:"Este capítulo explica modos de atraer…… de los alumnos, y mantenerlos……..en la tarea".

Pregunte a todos los alumnos por igual. Muchos maestros, sin ad­vertirlo, ignoran a algunos niños del aula. En general, el maestro no se da cuenta de que pasa por alto a algunos alumnos sentados en rincones, o de que pregunta a los varones con más frecuencia que a las niñas. Algunos maestros son proclives a interrogar a los niños que tienen los conocimientos que el docente desea encontrar. Otros maestros llaman deliberadamente a los alumnos que les parecen no preparados o ignorantes de la respuesta. Las estadísticas sobre las expectativas y el desempeño escolar en relación con la etnia Y el género lo demuestran abrumadoramente.

Los niños son muy astutos, muy pronto advierten los hábitos y el sistema del maestro, Y se dan cuenta de cuáles son las probabilidades de que se los llame a hacer aportes en el aula. Los alumnos que perciben que se los hará hablar frente a sus compañeros permanecen más atentos.
Escriba los nombres de los alumnos en paletas de helados, y extráigalas al azar.

Grábese en vídeo o en audio para controlar sus propias tendencias y descubrir a quiénes toma más en cuenta. Advertirlo nos ayuda a realizar un esfuerzo deliberado para responder a los alumnos que podríamos haber estado ignorando. Nota: He ob­servado que yo miro hacia la izquierda v respondo a los niños que están de ese lado con más frecuencia que a los otros.
También tiendo a prestar más atención a los alumnos perturbadores. Después de haberlo advertido, esto, tratando de cambiar.

Disponga una tarjeta en el escritorio de cada niño. Explíqueles que está tratando de ser justo y llamar a todos equitativamente. Pídales que tracen una marca en la tarjeta cada vez que usted los llama. Esto puede hacerse a lo largo de un día, de varios días, o de una semana. Los resultados son a veces muy revelado­res para el maestro, y por lo general a los niños les gusta coope­rar. Por otro lado, ellos consideran que la elección al azar es justa.

Después de hacer una pregunta, concédale al alumno una pausa de por lo menos cinco segundos. Muchos niños necesitan más tiempo para procesar el interrogante, reunir sus ideas y expresarlas. Trate de reformular, haga preguntas de sondeo, a aguarde un poco más. A los alumnos que no logran respondér, dígales que volverá a ellos más tarde, y efectivamente hágalo.
Tome medidas especiales. Sea sensible con los alumnos que sus compañeros consideran malos estudiantes, incapaces de responder. Establezca acuerdos privados con el niño que tiene este problema, para ayudarlo a reforzar su autoestima. Le puede proponer que en adelante levante la mano cerrada cuando no desea que us­ted lo llame, y la mano abierta en caso contrario.
Métodos para la respuesta al unísonoEn lugar de llamar a un alumno en particular (lo que les da la oportunidad de "levantar vuelo" a los niños proclives a distraerse), intente otros métodos para evaluar la comprensión.1. Emplee pizarras individuales. Cada alumno puede tener una en su escritorio, o bien el maestro las reparte cuando es necesario. Ante una pregunta o un problema de matemáticas, los niños buscan la respuesta en sus pizarras v, cuando el maestro lo indica, las alzan y las presentan para que él las vea.Nota: Muchos maestros que emplean pizarras individuales piden que los alumnos lleven a clase una media vieja donde guardan la tiza, c que utilizan como borrador.9. Métodos directos de enseñanza. Los alumnos deben observarlo cuidadosamente mientras usted extiende el brazo y les hace una pregunta. Después de permitirles algún tiempo para pensar, deja caer el brazo, preferiblemente con un chasquido de dedos u otra señal auditiva. Ante esta indicación, los alumnos deberán dar la respuesta al unísono.3. Método de señalar v tocar. Señale a la izquierda de una palabra (por ejemplo, de una lista escrita en el pizarrón o en un transparente para retroproyector). Explique a los alumnos que cuando usted señala una palabra ellos deben tratar de leerla mentalmente. Cuando, a continuación, usted la toque con el puntero o la ti­za, ellos tendrán que pronunciar la palabra en voz alta. Señale entonces una palabra, deje pasar unos segundos para que los niños
CONSEJOS PARA DAR INSTRUCCIONES Vale la pena dedicar algún tiempo a asegurarse de que las instrucciones son claramente entendidas por todos los alumnos. Siguiendo los consejos que damos a continuación puede ayudar a los niños a seguir sus instrucciones.

1.-No comience a dar las instrucciones hasta que la clase esté en completo silencio.
2.-Aguarde a que todos le presten atención. Tal vez necesite acercarse a algunos alumnos y tocarlos o darles alguna indicación física para que se concentren en usted.
3.-Explique claramente, con lentitud y concisión.
4.-Hable dando el frente a los alumnos.
5.-Emplee instrucciones multisensoriales, visuales y verbales. Por ejemplo, escriba en el retroproyector o en el pizarrón algunas palabras o frases clave, números de páginas, indicaciones gráficas.
6.-Dé ejemplos de lo que hay que hacer, muéstrele a la clase.
7.-No abrume a los alumnos con demasiadas instrucciones al mismo tiempo.
8.-Si encarga deberes que los alumnos deberán presentar al día si­guiente o en el curso de la semana, haga que los registren en su ca­lendario. Ayúdelos a realizar un registro correcto, y deje el encargo escrito en el pizarrón o en otro lugar visible hasta el final del día, como recordatorio.
9.-Controle que la clase haya comprendido, haciendo preguntas espe­cíficas. Por ejemplo:
El maestro: ¿Tenemos que hacer los problemas 8 y 12? La clase: No.El maestro: ;Por qué no?La clase: Sólo tenernos que hacer los impares.
10.-Haga que algunos alumnos repitan o reformulen las instrucciones para estar seguro de que han comprendido.Dé instrucciones completas, incluyendo lo que usted espera que los alumnos hagan después de haber terminado la tarea.

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