La madre le respondió: Toma un poco de arena y cierra la mano con fuerza…
La niña así lo hizo y reparó que cuanto más fuerte apretaba la arena con la mano, con más velocidad la arena se escapaba.
-¡Madre, pero así la arena se cae…!
La madre le dijo: Ya lo sé, ahora abre completamente la mano.
La niña así lo hizo, pero vino un viento fuerte y se llevó consigo la arena que quedaba en su mano.
-¡Así tampoco consigo mantenerla en mi mano…!
La madre siempre sonriendo le dijo: Ahora toma otra vez un poco de arena y mantenla en la mano como si fuera una cuchara…, bastante cerrada para protegerla y bastante abierta para darle libertad.
La niña así lo hizo y vio que la arena no se escapaba de la mano y estaba protegida del viento.
-ES ASÍ COMO SE HACE DURAR EL AMOR…
Anónimo.
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