VATICANO, 24 Jul. 17 / 12:44 pm (ACI).- El Papa Francisco, que ha seguido atentamente el caso de Charlie Gard, expresó su cercanía a los padres del bebé “en este tiempo de inmenso sufrimiento”, tras la decisión de finalizar su larga batalla legal y dejar “ir a nuestro hijo y que esté con los ángeles”.
Greg Burke, Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, señaló hoy en un comunicado que “el Papa Francisco está rezando por Charlie y sus padres, y se siente especialmente cercano a ellos en este tiempo de inmenso sufrimiento”.
“El Santo Padre pide que nos unamos en oración para que ellos puedan encontrar el consuelo y el amor de Dios”, señaló Burke.
Chris Gard y Connie Yates, padres de Charlie, de 11 meses, anunciaron hoy que detendrán su batalla legal contra el hospital británico Great Ormond Street, pues el deterioro de la salud del bebé ha llegado a un punto “sin retorno”, y el tratamiento experimental que buscaban ya no es viable.
En un mensaje difundido a la prensa, los padres del bebé indicaron que “como dedicados y amorosos padres de Charlie, hemos decidido que ya no es el mejor interés para Charlie seguir buscando un tratamiento y dejaremos ir a nuestro hijo y que esté con los ángeles”.
Un portavoz de la Conferencia de Obispos de Inglaterra y Gales expresó la cercanía de la Iglesia a sus padres, así como su compasión "por ellos y por su hijo".
"Es por Charlie, sus padres y su familia que todos nosotros rezamos, esperando que puedan, como una familia, recibir el apoyo y el espacio para encontrar paz en los días venideros".
"Su despedida a su pequeño y precioso bebé toca los corazones de todos los que, como el Papa Francisco, han seguido su triste y compleja historia. La vida de Charlie será cariñosamente apreciada hasta su fin natural", señalaron.
Charlie Gard fue internado en septiembre de 2016 en el hospital Great Ormond Street de Londres (Reino Unido). En el centro médico le diagnosticaron el síndrome de agotamiento mitocondrial, una rara enfermedad genética que causa debilidad muscular progresiva y puede provocar su muerte en el primer año de vida.
Sus padres lograron recaudar más de un millón de dólares para llevar a su hijo a Estados Unidos, para que participe en un tratamiento experimental. Sin embargo, el hospital británico evitó esta decisión y, tras una extensa batalla legal, obtuvo el permiso del Tribunal Europeo de Derechos Humanos para desconectar a Charlie.
Recientemente, nuevas evidencias hicieron que el hospital pida la reconsideración del caso ante un juzgado, y la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó darle la ciudadanía a Charlie y a sus padres para que pudieran viajar y realizar el tratamiento. Pero ya era demasiado tarde.
Los análisis más recientes de la salud de Charle, indicaron sus padres, revelan que su enfermedad llegó a un “punto sin retorno”.
“Ahora vamos a pasar nuestros últimos preciosos momentos con nuestro hijo Charlie, que lamentablemente no llegará al tiempo de su primer cumpleaños, en solo dos semanas”, señalaron sus padres, y pidieron privacidad.
Al finalizar su mensaje, los padres del bebé le aseguraron que “te amamos mucho. Siempre lo hemos hecho y siempre lo haremos, y lamentamos que no pudimos salvarte”.
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