Hoy, 16 de julio, conmemoramos a Santa MARÍA MAGDALENA POSTEL, Fundadora.
SANTA MARÍA MAGDALENA POSTEL (1756-1846) nació en Barfleur, un pueblo de pescadores en Normandía, al noroeste de Francia; en vida le tocó padecer los desmanes de la Revolución Francesa.
Santa María Magdalena Postel fue bautizada con el nombre de Julia. A la edad de 9 años perdió a sus padres. Ingresó entonces al monasterio benedictino de Valognes.
Al poco tiempo dejó el convento para ayudar a muchachas sin recursos en su lugar natal, donde luego fundó una escuela. Además le gustaba enseñar el catecismo a los niños.
Cuando estalló la Revolución en 1789 y las órdenes religiosas fueron proscritas, Santa María Magdalena Postel se dedicó durante diez años a la peligrosa labor de esconder a sacerdotes fugitivos, y de ayudarlos a huir a Inglaterra.
En 1798 se volvió terciaria franciscana, pero prosiguió su fecunda labor educativa. A los pocos años fue nombrada directora de una escuela grande en Cherburgo a la que acudían 300 niños, una experiencia que marcó positivamente su vocación.
Encaminada en su labor pedagógica, Santa María Magdalena Postel fundó en 1807 el Instituto de las Hermanas de las Escuelas Cristianas de la Misericordia, cuya principal encomienda era educar.
No obstante, debido a la turbulencia de la época, no consiguió una matriz para su congregación sino hasta 1832, cuando logró adaptar una antigua abadía benedictina en St-Saveur-le-Vicomte, lugar donde murió casi a los 90 años de edad.
En 1925, Santa María Magdalena Postel fue canonizada por el papa Pío XI. Sus restos mortales reposan en St-Saveur.
SANTA MARÍA MAGDALENA POSTEL nos enseña el valor de actuar con discreción en épocas turbulentas.
SANTA MARÍA MAGDALENA POSTEL (1756-1846) nació en Barfleur, un pueblo de pescadores en Normandía, al noroeste de Francia; en vida le tocó padecer los desmanes de la Revolución Francesa.
Santa María Magdalena Postel fue bautizada con el nombre de Julia. A la edad de 9 años perdió a sus padres. Ingresó entonces al monasterio benedictino de Valognes.
Al poco tiempo dejó el convento para ayudar a muchachas sin recursos en su lugar natal, donde luego fundó una escuela. Además le gustaba enseñar el catecismo a los niños.
Cuando estalló la Revolución en 1789 y las órdenes religiosas fueron proscritas, Santa María Magdalena Postel se dedicó durante diez años a la peligrosa labor de esconder a sacerdotes fugitivos, y de ayudarlos a huir a Inglaterra.
En 1798 se volvió terciaria franciscana, pero prosiguió su fecunda labor educativa. A los pocos años fue nombrada directora de una escuela grande en Cherburgo a la que acudían 300 niños, una experiencia que marcó positivamente su vocación.
Encaminada en su labor pedagógica, Santa María Magdalena Postel fundó en 1807 el Instituto de las Hermanas de las Escuelas Cristianas de la Misericordia, cuya principal encomienda era educar.
No obstante, debido a la turbulencia de la época, no consiguió una matriz para su congregación sino hasta 1832, cuando logró adaptar una antigua abadía benedictina en St-Saveur-le-Vicomte, lugar donde murió casi a los 90 años de edad.
En 1925, Santa María Magdalena Postel fue canonizada por el papa Pío XI. Sus restos mortales reposan en St-Saveur.
SANTA MARÍA MAGDALENA POSTEL nos enseña el valor de actuar con discreción en épocas turbulentas.
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