LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Abril 21
Triste cosa es morir, sin haber sabido vivir; triste cosa es vivir, sin llegar a aprender a morir.
Ambas cosas se relacionan tanto entre sí, que es imposible separarlas; has de vivir sabiendo que vas a morir; has de llegar a morir con la alegría de haber sabido vivir.
Vive de veras el que no centra en el momento presente lo que hace sino que ha aprendido a darle un sentido de proyección hacia más adelante: el que quiere ser cada día un poco mejor, el que se esfuerza por ir mejorando las condiciones de su hogar, el que anhela un mundo mejor, unas relaciones más humanas y más cristianas entre los hombres.
El momento arrastra los lastres del pasado y se proyecta hacia el porvenir...
Mira qué importante es hacer bien lo que estás haciendo en este momento, pues tendrá proyección en el porvenir. Esto es lo que se llama "vivir en prospectiva"
“Ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar” (Jn 16,22). Lo que vivimos no tiene límites cerrados, todo tiene su proyección escatológica, todo está ordenado al futuro Reino de Dios, futuro que tú debes hacer ya presente en el mundo que te ha tocado vivir.
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