Mensaje espiritual
Dios ha creado su obra maestra, que es María Santísima. No sólo ha puesto en Ella lo mejor y más excelente, sino que le ha dado un Corazón que es la Joya del universo.
A María debemos acudir si estamos atados por nuestras culpas y caídos en tierra, porque Ella levanta a los caídos y obtiene la Misericordia de Dios para los que se le confían.
No desesperemos si en la vida hemos cometido muchos pecados, pues la Virgen es Refugio de los pecadores y obtiene para nosotros la salvación de Dios.
Y si no hemos cometido grandes pecados, se lo debemos a Ella que nos ha cuidado con un amor de predilección y no ha permitido que cometiéramos grandes faltas.
De cualquiera de las dos maneras, es necesario que sepamos que María nos ama con un amor inmenso y que todo lo que ha permitido que sucediera en nuestra vida ha sido para bien y para acercarnos más a Ella y a Dios. Por eso no desesperemos y tengamos confianza en esta buena Madre, que cuida de nosotros y es nuestra tabla de salvación.
María ha sido creada por Dios para que tenga compasión de sus hijos y fue elevada a tan alto trono en el Cielo, para que con su poder los pudiera socorrer mejor.
Si tememos acercarnos a Dios por nuestros pecados, no temamos acercarnos a María pues es la toda Piedad para sus hijos. Ella es Purísima, y el pecado la horroriza. Pero también es Misericordiosa y tiene compasión de sus pobres hijos pecadores y pasa su mano bendita por las heridas que ha dejado el pecado y las cura y las medica.
Saltemos de gozo porque tenemos una Madre tan buena en el Cielo, que también está en la tierra, a nuestro lado, pues Ella posee un cuerpo glorioso como el de su Hijo y eso le permite estar en todos lados al mismo tiempo. Además Dios la participa de su Omnipotencia, Omnisciencia y Omnipresencia.
Felices de nosotros que tenemos a María constantemente a nuestro lado y nunca estamos solos en este mundo.
¡Viva María!
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