miércoles, 2 de abril de 2014

Una profunda crísis espiritual.




"Vivimos en la mayor revolución de la historia: un enorme levantamiento espontáneo de la entera especie humana: no la revolución planeada y realizada por un partido político determinado, o una raza, o una nación, sino un profundo hervir elemental de todas las contradicciones interiores que siempre ha habido en el hombre, una revelación de las fuerzas caóticas que hay dentro de todo el mundo. Eso no es algo que hayamos elegido, ni es algo que tengamos libertad para evitar.

Esta revolución es una profunda crísis espiritual del mundo entero, manifestada ampliamente en desesperación, cinismo, violencia, conflicto, contradicción interna, ambivalencia, miedo y esperanza, duda y creencia, creación y destrucción, progreso y regresión, apegos obsesivos a imágenes, ídolos, consignas, programas que solo amortiguan un momento la angustia general hasta que vuelve a irrumpir afuera en una forma aún más aguda y aterradora. No sabemos si estamos construyendo un mundo fabulosamente prodigioso o destruyendo todo lo que hemos tenido, todo lo que hemos logrado jamás".

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