lunes, 14 de abril de 2014

PROMEDIANDO EL DÍA



¡Ya!

Estamos transcurriendo este día que la Providencia amorosa de Dios nos ha concedido, y podemos tener la tentación de decir que mañana haremos tal cosa, mañana seremos mejores, mañana perdonaremos, etc. Pero debemos pensar que el mañana quizás no se nos conceda, por eso tenemos que comenzar a hacer las cosas hoy, ahora, ya.
Hay un dicho que dice: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, y es una gran verdad, especialmente en lo que respecta a nuestra conversión y santificación. Hoy estamos vivos, pero mañana ¿quién sabe si amaneceremos?
Al menos, si vamos a programar el futuro, digamos: Mañana, si Dios quiere, haré tal cosa, iré a tal lugar, etc.
Pero comencemos hoy mismo a ser más buenos, más santos. ¡Ya! tenemos que hacer lo poco o mucho que el Señor nos permite hacer, con alegría y dándole gracias que estamos vivos para poder obrar de acuerdo a su voluntad.

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