martes, 8 de abril de 2014

Moniciones para el Domingo de Ramos Ciclo A











Moniciones Ciclo A. Domingo Ramos.

Monición de entrada

Muy buenos (días - tardes - noches)
Damos inicio a la solemne celebración del Domingo de Ramos y de este manera iniciamos la Semana Santa, que nos conducirá a la Gran fiesta de la Pascua. Jesús, condenado a muerte, padece, sufre y muere en la cruz, pero Dios nuestro Padre, lo resucita para que viva para siempre y así sea nuestro Guía, Señor y Maestro. Que esta Eucaristía nos ayude verdaderamente a vivir en profundidad este misterio que celebramos.
(Si hay bendición de Ramos se puede leer la monición del Misal o Libro de la Seda)

Monición a la primera lectura (Isaías 50, 4-7)

Esta primera lectura está tomada del Tercer Cántico de Isaías. El Siervo de Yavé es un hombre fiel al Señor. En medio de los sufrimientos mantiene la esperanza en Dios. Está siempre a la escucha de lo que Dios habla, dispuesto siempre a cumplir su voluntad aunque esto lo lleve al sufrimiento y a la muerte. Es el anuncio de lo que vivió el mismo Jesús. Pongan mucha atención a este mensaje.

Monición a la segunda lectura (Filipenses 2, 6-11)

Esta segunda lectura es un precioso himno a la Encarnación nos presenta a Cristo Jesús en su humanidad, que se vació de sí mismo en servicio a todos los seres humanos, terminando en la muerte y una muerte de cruz. Exaltado sobre todas las cosas, por eso recibe el nombre sobre todo nombre. Escuchemos.


Monición al Evangelio (Mt 26, 14-27.66)

Jesús fue a Jerusalén con el grupo de discípulos a celebrar la pascua judía. Pero esta vez, la pascua iba a ser diferente. Jesús es consciente de ello y lo afronta. Hoy contemplaremos el itinerario doloroso del Mesías. Jesús es el cordero pascual. Será el paso definitivo de la muerte a la vida, para Jesús y para cuantos creemos en Él. Escuchemos.


Oración universal

Respondan, por favor: "Escúchanos con amor, Padre"

  • Por la Iglesia, que sufre en sus miembros, que quiere hacer suyo el sufrimiento de toda la humanidad; para que sepa decir al abatido una palabra de aliento. Roguemos al Señor.
  • Por la unión de las Iglesias; para que el sacrificio de Cristo nos reúna en la unidad a los hijos de Dios dispersos. Roguemos al Señor.
  • Por los enfermos, los moribundos y todos los que sufren; para que, apurando el cáliz de la pasión, a semejanza de Cristo paciente, tengan la firme esperanza de participar con Él en su gloria. Roguemos al Señor.
  • Por nosotros, que nos disponemos a celebrar la Pascua del Señor; para que su muerte y resurrección se cumplan en nuestra vida, Roguemos al Señor.
  • Por la fidelidad de los esposos, de los sacerdotes, de todos los cristianos a nuestra fe. Roguemos al Señor.
  • Para que todos los difuntos compartan la resurrección de Cristo, igual que han compartido ya con él la muerte. Roguemos al Señor.
  • Por un aumento en las vocaciones en la Vida Religiosa y Sacerdotal, en toda la Iglesia en particular, para nuestra Congregación del Santísimo Redentor. Roguemos al Señor.
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