¿Qué hemos de entender por magisterio?
Es el ejercicio de la función de enseñar que compete a un obispo sobre la comunidad que le ha sido encomendada. El obispo, por tanto, es el maestro máximo de la fe sobre sus fieles y ejerce el magisterio cuando les enseña el contenido de la fe.
¿Qué es el magisterio ordinario?
Es la función de enseñar que ejercen los obispos en comunión con el Papa sobre la comunidad que le ha sido encomendada.
Se llama ordinario, porque se ejerce ordinariamente mediante la catequesis y la predicación, sin ninguna solemnidad especial.
Exige de los fieles nuestra adhesión al contenido de la fe enseñado, si bien no está libre en absoluto del error. (CIC n. 753; Catecismo, n. 85, 2034)
¿Qué es el magisterio extraordinario?
Es la función de enseñar que ejerce el Papa solemnemente
Un obispo que no esté en comunión con el Papa, ¿puede enseñar la fe?
Al no estar en comunión con el Papa, no puede ejercer el magisterio ordinario que le compete. (Catecismo, n. 2034).
Si un obispo puede equivocarse y se exige que me adhiera a su enseñanza, ¿qué debo hacer si me enseñan algo que sé que está equivocado?
En primer lugar, nuestra fuente de conocimiento de la verdad revelada no proviene exclusivamente de la que recibimos de nuestro obispo (o del Papa) sino que la fe se recibe ex auditu (según lo oido) por el testimonio de otros fieles y otros sacerdotes, de nuestro conocimiento de la Santa Biblia y de la Tradición de la Iglesia.
En segundo lugar, todo docente puede equivocarse, pues todos somos falibles, por lo que será imprescindible nuestro discernimiento para asegurarnos el contenido exacto de la fe.
En todo caso, debemos siempre respeto a la enseñanza recibida, aunque pueda contener algún error sin mala fe, del mismo modo que respetamos lo que nos enseña con buena intención nuestro padre o nuestra madre, aunque ellos tampoco están libres del error.
Un obispo o el Papa, ¿puede ejercer alguna actividad intelectual que no constituya magisterio ordinario ni extraordinario?
Si un obispo (o el Papa) dicen "buenas tardes" cuando es por la mañana, no ejercen una actividad magisterial. Esto no es magisterio.
Un obispo (o el Papa) que dan una clase de física o dictan una conferencia ante un auditorio o escriben un libro sobre un tema, incluso teológico, no ejercen el magisterio episcopal.
Nuestro Santo Padre Benedicto XVI, en su fructífera obra "Jesús de Nazaret" precisa esto al comienzo de la misma, reconociendo que dicha obra no debe ser interpretada como un acto magisterial suyo como sucesor de Pedro.
El magisterio se ejerce cuando el obispo o el Papa se dirigen a sus fieles con la intención de impartir una catequesis o una predicación en el ámbito de una congregación de fieles reunida para tal fin.
Del mismo modo, también se ejerce el magisterio cuando un obispo (o el Papa) escribe una carta u otro documento con la intención de dirigirse a sus fieles para ilustrarles sobre la fe.
Es el ejercicio de la función de enseñar que compete a un obispo sobre la comunidad que le ha sido encomendada. El obispo, por tanto, es el maestro máximo de la fe sobre sus fieles y ejerce el magisterio cuando les enseña el contenido de la fe.
¿Qué es el magisterio ordinario?
Es la función de enseñar que ejercen los obispos en comunión con el Papa sobre la comunidad que le ha sido encomendada.
Se llama ordinario, porque se ejerce ordinariamente mediante la catequesis y la predicación, sin ninguna solemnidad especial.
Exige de los fieles nuestra adhesión al contenido de la fe enseñado, si bien no está libre en absoluto del error. (CIC n. 753; Catecismo, n. 85, 2034)
¿Qué es el magisterio extraordinario?
Es la función de enseñar que ejerce el Papa solemnemente
Un obispo que no esté en comunión con el Papa, ¿puede enseñar la fe?
Al no estar en comunión con el Papa, no puede ejercer el magisterio ordinario que le compete. (Catecismo, n. 2034).
Si un obispo puede equivocarse y se exige que me adhiera a su enseñanza, ¿qué debo hacer si me enseñan algo que sé que está equivocado?
En primer lugar, nuestra fuente de conocimiento de la verdad revelada no proviene exclusivamente de la que recibimos de nuestro obispo (o del Papa) sino que la fe se recibe ex auditu (según lo oido) por el testimonio de otros fieles y otros sacerdotes, de nuestro conocimiento de la Santa Biblia y de la Tradición de la Iglesia.
En segundo lugar, todo docente puede equivocarse, pues todos somos falibles, por lo que será imprescindible nuestro discernimiento para asegurarnos el contenido exacto de la fe.
En todo caso, debemos siempre respeto a la enseñanza recibida, aunque pueda contener algún error sin mala fe, del mismo modo que respetamos lo que nos enseña con buena intención nuestro padre o nuestra madre, aunque ellos tampoco están libres del error.
Un obispo o el Papa, ¿puede ejercer alguna actividad intelectual que no constituya magisterio ordinario ni extraordinario?
Si un obispo (o el Papa) dicen "buenas tardes" cuando es por la mañana, no ejercen una actividad magisterial. Esto no es magisterio.
Un obispo (o el Papa) que dan una clase de física o dictan una conferencia ante un auditorio o escriben un libro sobre un tema, incluso teológico, no ejercen el magisterio episcopal.
Nuestro Santo Padre Benedicto XVI, en su fructífera obra "Jesús de Nazaret" precisa esto al comienzo de la misma, reconociendo que dicha obra no debe ser interpretada como un acto magisterial suyo como sucesor de Pedro.
El magisterio se ejerce cuando el obispo o el Papa se dirigen a sus fieles con la intención de impartir una catequesis o una predicación en el ámbito de una congregación de fieles reunida para tal fin.
Del mismo modo, también se ejerce el magisterio cuando un obispo (o el Papa) escribe una carta u otro documento con la intención de dirigirse a sus fieles para ilustrarles sobre la fe.
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