jueves, 3 de abril de 2014

Desde hoy, un nuevo santo español: el jesuita canario José de Anchieta, misionero en Brasil

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Desde hoy, un nuevo santo español: el jesuita canario José de Anchieta, misionero en Brasil
El Papa Francisco ha firmado esta mañana el decreto de canonización del jesuita José de Anchieta, Apóstol del Brasil. El 24 de abril el Papa Francisco presidirá una eucaristía de acción de gracias en la iglesia romana de San Ignacio. Misionero jesuita nacido en la localidad tinerfeña de San Cristóbal de la Laguna en 1534,  dedicó su vida a la evangelización y defensa de los derechos de los indígenas.
Los jesuitas de Canarias se suman a las celebraciones de acción de gracias.
El Papa ha firmado esta mañana el decreto de canonización del Beato José de Anchieta, junto con el de otros dos beatos: la mística misionera, María de la Encarnación (Guyart) y el obispo, Francisco de Montmorency-Laval. Los tres, junto con el Hermano Pedro y la joven Catalina Tekakwitha, habían sido beatificados en 1980 por Juan Pablo II. Según la diócesis nivariense el Papa explicó a los obispos de las provincias eclesiásticas de Sevilla y Granada, entre las cuales se encuentran las dos diócesis del archipiélago, el pasado 8 de marzo en su visita “ad limina”, que estos tres nuevos santos se presentaban como paradigmas, modelos de la evangelización de América, tanto del norte como del sur. Con San José de Anchieta, 53 son los santos jesuitas.
La Iglesia romana de San Ignacio acogerá el próximo jueves 24 de abril a las 18 horas, la Misa de acción de gracias por la canonización del Padre Anchieta que será presidida por el Papa Francisco y en la que estará presente el obispo nivariense, D. Bernardo Álvarez.
La canonización de Anchieta se trata de una “canonización equivalente” o extraordinaria, que no está fundada en un milagro reciente del beato y que acontece cuando el papa reconoce y ordena el culto público y universal de un siervo de Dios, sin haber pasado por el procedimiento ordinario de la canonización formal, porque la veneración al santo ha sido realizada desde antiguo y de forma continua por la Iglesia.
San José de Anchieta
De ascendientes vascos (Juan de Anchieta), emparentado con San Ignacio de Loyola, José de Anchieta nació el 19 de marzo de 1534 en San Cristóbal de La Laguna. Tras su formación inicial en Canarias, su familia lo envió a la Universidad de Coimbra (Portugal) regentada por los jesuitas. Tras su ingreso en la Compañía de Jesús, alentado por las cartas de San Francisco Javier, pide ser enviado a misiones.
Desde 1553, en que llega a Brasil acompañando a su amigo y provincial P. Manuel de Nóbrega, comenzará su misión empeñado en atender a los pueblos indígenas, aprendiendo su lengua y adoptando muchas de sus costumbres. Pondrá en marcha una misión en Piratininga (la actual Sao Paulo) con objeto de ofrecer formación muy práctica a las comunidades indígenas: artesanía, construcción, alimentación, medicina, evangelización, escritura.
Su afán de paz y de servicio a todos, incluyendo a quienes podían considerarse sus enemigos en diferentes conflictos bélicos de los que fue testigo, al igual que su notorio afán de aprendizaje con investigaciones sobre la naturaleza del entorno o su notable talento literario (poesía, narrativa, teatro) han hecho de él un ejemplo digno de nuestra memoria y de nuestro reconocimiento.
José de Anchieta SJ fue uno de los inspiradores de un modelo de evangelización respetuoso con los pueblos y las culturas indígenas, y debemos situarlo en la estela de otros muchos grandes hombres, como los dominicos Francisco de Vitoria, Bartolomé de las Casas, o el jesuita Ruiz de Montoya. No es extraño que posteriormente, otros grandes jesuitas canarios (José Arce Rojas o Francisco Díaz Taño) desempeñasen un papel fundamental en el desarrollo de las misiones jesuitas entre guaraníes (actualmente Paraguay, Brasil y Argentina) y chiquitos (actualmente Bolivia).
Los jesuitas de Canarias y en Canarias
En la actualidad, seis jesuitas canarios viven y trabajan en América Latina. Paraguay, Brasil y Ecuador son sus actuales destinos, donde se dedican a la educación, la espiritualidad y el acompañamiento de los pueblos indígenas.
En las islas Canarias, los jesuitas tratan de acompañar a quienes se comprometen con el servicio de la fe y la promoción de la justicia. Colaboran con muchas otras personas e instituciones en la educación, el diálogo entre la fe y la cultura, la promoción de una sociedad más justa y la espiritualidad.
Se sienten agradecidos por la labor realizada por el Colegio San Ignacio de Loyola y por Radio ECCA(institución en alianza con el Gobierno de Canarias), obras que heredan una tradición de presencia educativa que se remonta cuatro siglos, con presencias en muchas ciudades canarias. Subrayan hoy la importancia del diálogo entre la Fe y la Justicia, entre la Fe y la Cultura y apoyan a instituciones como Intermón o Entreculturas, con las que se sienten institucionalmente comprometidos.
Desde el Centro Fe-Cultura Loyola, o desde las Casas de Espiritualidad de Los Lagares (Tafira) y Manresa (La Caridad, Tacoronte), acompañan a quienes buscan un sentido más allá del materialismo cultural tantas veces dominante.
9 de junio
Además de sumarse a los múltiples actos de celebración que se reparten a lo largo de estos días por diferentes lugares, principalmente en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna y de una programación radiofónica especial de Radio ECCA, el próximo 9 de junio, fiesta del ya santo José de Anchieta, la Compañía de Jesús en Canarias culminará tres días de celebraciones religiosas en la Iglesia de San Francisco de Borja, en Las Palmas de Gran Canaria, encomendada actualmente a los jesuitas. En ella invitarán a “agradecer a Dios el ejemplo de San José de Anchieta y de tantas presencias que nos invitan a la lucha esperanzada por los más desfavorecidos, también ahora, en estos tiempos que nos toca vivir”.

Ver: El provincial de España habla en Magis Radio sobre Anchieta y su canonización
Contacto: Juan Luis Veza Iglesias SJ, superior de los jesuitas de Canarias:
jlveza@probesi.org 651 428 202

Dipinto anonimo del Seicento, probabilmente il più antico esistente dell’Anchieta. La sua figura non ancora abbellita, in modo particolare la deformazione alla schiena, corrisponde perfettamente alla descrizione data dal primo biografo Simão de Vasconcelos. (Olio su cedro; © collegio “São Luís”, São Paolo). Dipinto anonimo, probabilmente risalente alla metà del Settecento, dal titolo: “Ven. P. Ioseph de Anchieta / Brasiliae Apostolus / Novi Orbis / thaumaturgus”. Sembra che la base dell’opera siano stati i ritratti antichi, però i forti ritocchi non hanno conservato molto del volto originale del venerabile. Questo ritratto, nel Novecento, è diventato classico. (Olio su tela; © “Museu Paulista”, São Paulo.) Incisione fatta da Juan Laureano per il libro Compendio de la vida de el Apóstol de el Brasil, nuevo taumaturgo y grande obrador de maravillas, V.P. José de Anchieta …, pubblicato a Jerez (Andalusia) nel 1677. È il primo ritratto che introduce il motivo mariano nell’iconografia del servo di Dio; della sua fisionomia invece – volto glabro e magro, naso aquilino, pettinatura semplice con tonsura – si può soltanto dire che essa non contraddice quella degli antichi ritratti brasiliani. Incisione fatta da Carlo Grandi (attivo a Roma nel 1750-1755) per il libro di Longaro degli Oddi SJ, Vita del Venerabile Servo di Dio P. Giuseppe Anchieta della Compagnia di Gesù, detto l’apostolo del Brasile …, pubblicato a Roma nel 1758. Il venerabile è raffigurato con i soliti animali selvaggi; nello sfondo lo si vede sulle colline mentre battezza gli indigeni e sul lago intento a chiamare lo stormo d’uccelli. (© Postulazione generale della Compagnia di Gesù.)  Cromolitografia dell’incisione del Coppa (no. 17), fatta dalla nota casa editrice Benziger & Co. (Einsiedeln, Svizzera) e molto divulgata in vari formati nei decenni intorno al 1900. (© Postulazione generale della Compagnia di Gesù.) La statua di bronzo “Anchieta che catechizza Bartira”, opera di Antonio Eduardo Sá, è una delle quattro sculture angolari poste sulla base marmorea del grande monumento al maresciallo Floriano Peixoto, ubicato nell’omonima piazza a Rio de Janeiro, dove è stato inaugurato nel 1910. Il gesuita rappresenta l’evangelizzatore del paese, tra altre sculture che simbolizzano la popolazione indigena, i colonizzatori portoghesi e gli allora schiavi africani.  Monumento dell’Anchieta a Reritiba davanti alla casa dove morì nel 1597; ora la casa fa parte del santuario dedicato al beato, mentre la città con legge statale del 30 dicembre 1921 è stata rinominata “Anchieta”, in onore del venerabile. Il monumento è dell’anno dopo, 1922, primo centenario dell’indipendenza del Brasile, ed è stato realizzato dallo scultore udinese Giuseppe Rosada, che dal 1915 lavora a Campinas (SP). I tre bassorilievi sulla colonna illustrano eventi della vita del gesuita, per es. il battesimo degli indigeni. Parimenti nel 1922, il presidente dello Stato di São Paulo offrì ai viaggiatori il “Caminho do Mar”. Questo antico cammino, che collegava il litorale con l’altopiano, fu marcato da monumenti che ricordano la storia dello Stato. Su uno dei pannelli di “azulejos” si vede Anchieta che predica il Vangelo agli indigeni presenta una scena più pacifica. Nel 1981, quando la croce fu trasferita a causa della riurbanizzazione, gli originali “azulejos” dell’artista e storico paulista José Wasth Rodrigues (1891-1957), ormai scoloriti, furono sostituiti da copie fatte dal ceramista Gerardo Garaba. (Foto: © Carlos David Neyra, 2012.) Tra le quasi 700 opere del pittore e cronista Benedito Calixto de Jesus (1853-1927), uno dei più grandi esponenti della pittura brasiliana dell’inizio del Novecento, varie sono dedicate a José de Anchieta. Alcune raccontano la sua storia, come quella grande del 1901: “Il poema alla Vergine Maria”, 1901. (Olio su tela; © Collegio “São Luis”, São Paulo).  Dettaglio della statua di bronzo di padre de Anchieta in cammino, nella Praça Narciso de Andrade ad Itanhaém (SP), un’opera del 1945 di Luiz Morrone (1906-1998), uno dei più prolifici scultori del Brasile. La sua attuale ubicazione data dal 1998, dopo l’urbanizzazione della piazza. Per il quarto centenario della fondazione di São Paulo (1954), fu eretta nella Praça da Sé una grande statua di bronzo, su un piedistallo di granito: “Padre José de Anchieta S.J., Apostolo do Brasil”, scolpita dall’artista italiano Heitor Usai, giunto in Brasile nel 1927. (Fotografia: © Percival Tirapelli, 2007/2013.)  Nel 1960, il governo brasiliano regalò al popolo di Tenerife, luogo natale di Anchieta, una statua di lui, realizzata a São Paulo dall’artista italo-brasiliano Bruno Giorgi (1905-1993) ed installata a San Cristóbal de La Laguna, dove appunto è nato José. Lo stesso artista scelse il luogo dove collocare la statua, all’ingresso della città, e raffigurò il gesuita canarino che cammina verso il mare, ma con la testa girata verso Santa Cruz: “È stato il suo ultimo sguardo alla città, dove nacque”. Con la mano alzata in benedizione e un saluto d’addio egli si muove con passi sicuri verso Coimbra e poi il Brasile. Nel 1982, in commemorazione della beatificazione di José de Anchieta, il pittore friulano Giuseppe Ciotti (1898-1991) fece per il Collegio Pio Brasiliano a Roma un ritratto in cui egli riprese vari motivi iconografici classici: l’apostolo, il taumaturgo, il devoto della Madonna, il poeta. In fondo si vede pure l’antica residenza, ora santuario, dove morì il beato. . Icona del beato José de Anchieta, opera del fratello Charles de São Gregorio Magno nel 2002.  Due panelli di “azulejos” di Cláudio Pastro nel Pátio do Colégio (2009), al centro di São Paulo, che raccontano la storia del santo, con ben noti episodi come la composizione del poema alla Vergine sulla spiaggia di Iperoig e anche quello dello stormo di uccelli che adombrarono Anchieta ed i suoi compagni nella barca.  Due panelli di “azulejos” di Cláudio Pastro nel Pátio do Colégio (2009), al centro di São Paulo, che raccontano la storia del santo, con ben noti episodi come la composizione del poema alla Vergine sulla spiaggia di Iperoig e anche quello dello stormo di uccelli che adombrarono Anchieta ed i suoi compagni nella barca. San José de Anchieta, patrono dei catechisti brasiliani: immagine in stile manga, realizzata dallo Studio Ebi a Brescia (Italia) alcuni giorni prima della canonizzazione. (© Paolo Linetti).



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