sábado, 21 de diciembre de 2013

LITURGIA: Examen de Conciencia para la Confesión y Comunión Pascual


Queridos amigos y hermanos del blog: la Iglesia, Madre y Maestra, nos da los preceptos para garantizar a los fieles el mínimo indispensable respecto al espíritu de oración y al compromiso moral y ascético. Nosotros debemos escucharla porque Jesús ha dicho a los Apóstoles y a sus sucesores: "Quien os escucha a vosotros me escucha a mí" (Lc 10, 16).

Los preceptos de la Iglesia nos prescriben la participación en la Misa los domingos y las fiestas de precepto, la confesión al menos una vez al año y la comunión en el período pascual, y finalmente, la abstinencia de carne todos los viernes y la abstinencia el miércoles de ceniza y el viernes santo.

Quien observa fielmente tales preceptos es compensado por un vivo sentimiento de amor hacia la Iglesia, su Madre, a la cual dedica gustosamente su tiempo y su compromiso, y hasta su vida a imitación de Cristo Señor (Ef 5, 25).

Al estar promediando la Semana Santa quiero acercarles un Examen de Conciencia que les sirva para preparar una buena Confesión Sacramental que de cómo fruto una muy buena Comunión Pascual:

¿SABES CONFESARTE?

PARA HACER UNA BUENA CONFESIÓN ES NECESARIO:

1. EXAMINAR LA CONCIENCIA: Poner la vida a la luz de Dios para recordar los pecados cometidos desde la última confesión.

2. ARREPENTIMIENTO (Acto de Contrición): Dolerme del mal que he hecho, porque pecando ofendo a mi Padre Dios que me quiere, porque me destruye como persona y como hijo de Dios.

3. DESEO DE CAMBIAR: De nada serviría confesarse si no estuviese dispuesto a rectificar. Sabemos que somos débiles y que podríamos caer en lo mismo otra vez, pero no puede ser ese mi deseo. Así la gracia que recibiré del Señor me ayudará a luchar en esto.

4. CONFESAR LOS PECADOS: Al decir los pecados al sacerdote se los digo a Dios Padre a través de su Hijo, a quien representa el sacerdote, y así tendré también la oportunidad de pedir perdón a mis hermanos en la Iglesia. No puedo ocultar ningún pecado, especialmente los más graves, porque trataríamos sacrílegamente un don de Dios. Si se me olvida alguno, confíe en la misericordia de mi Padre Dios.

5. LA PENITENCIA: Se trata de intentar reparar el mal que he hecho haciendo algo bueno. Normalmente no suele ser proporcionada al mal realizado, porque la Iglesia entera hace penitencia por mí, de este modo, se me invita a ofrecer cosas a Dios por mis pecados y los pecados de los demás.


EXAMEN DE CONCIENCIA:

(Repasa estas preguntas y mira con sinceridad si te has de acusar de ellas, así tu confesión será mas completa y tu alegría mayor).

1. CON DIOS

- ¿Trato personalmente a Dios, rezando, hablando con Él? ¿Estoy atento a lo que Él quiere?

- ¿Creo en su Hijo Jesucristo y vivo sus mandatos? ¿Leo el Evangelio para saber cuáles son?

- ¿Escucho a la Iglesia para estar atento a lo que Jesucristo está pidiendo de mi ahora?

- ¿He dudado o negado verdades de la fe?

- Uno de sus mandatos es «Haced esto en conmemoración mía» ¿Voy a Misa todos los domingos y fiestas? ¿Reconozco que no ir por culpa mía es un desprecio al propio Cristo y una falta de unidad con mis hermanos cristianos?

- ¿He comulgado alguna vez sin las debidas disposiciones?

- ¿Pongo a Dios el primero o hay otras cosas más importantes?

- ¿Pongo interés en formarme o soy conformista y tibio? ¿Leo libros que ayuden a crecer en la fe?

2. CON LA FAMILIA

- ¿Manifiesto respeto a mis padres? ¿Soy para ellos fuente de alegría y ayuda? ¿Discuto frecuentemente con ellos?

- ¿Atiendo bien mi hogar, me preocupo de mi esposa/o y de mis hijos? ¿Venzo la desidia o cansancio para seguir entregándome en casa?

- ¿He discutido con mi mujer/marido delante de mis hijos dándoles mal ejemplo? ¿Reprocho constantemente en vez de buscar que mejore el otro?

- ¿Corrijo con cólera a mis hijos? ¿Me cargan?

- ¿Me preocupo de la fe de mis hijos sabiendo que soy responsable de su educación en la fe?

- ¿En mi familia se ve la TV sin criterio moral, de educación, de posible colaboración con el mal?

- ¿Hago uso correcto de mi vida conyugal íntima conforme al plan de Dios y tal como la Iglesia me enseña.

3. CONMIGO MISMO

- ¿Soy perezoso y dejado con mis cosas, con mi trabajo? ¿Me busco a mi mismo pensando en mi derecho a descansar y hacer lo que yo quiero?

- ¿Soy orgulloso? ¿Desprecio a los demás?

- ¿Soy envidioso? ¿Me fastidia que a otros les vaya mejor que a mí?

- ¿Pongo en peligro mi vida o la de los demás, embriagándome, tomando drogas, fumando en exceso, conduciendo temerariamente...?

- ¿He mantenido relaciones sexuales con mi novio o novia o con otra persona? ¿He buscado el placer conmigo mismo?

- ¿He aceptado pensamientos o miradas hacia otras personas siendo «infiel» en mi interior?

- ¿He sido prudente para no dejarme llevar por el apasionamiento en las manifestaciones de cariño con mi novio/a?

4. CON LOS DEMÁS

- ¿He sido injusto en mis comentarios sobre los demás? ¿He calumniado a alguien?

- ¿He hecho daño con palabras o con obras a los demás? ¿He dañado la fama de personas hablando cosas que los demás no tenían por qué saber?

- ¿Soy caprichoso con mi dinero? ¿Consulto los gastos? ¿Soy codicioso en vez de agradecido a Dios por lo que tengo? ¿Soy generoso con los pobres recordando que no soy dueño, sino administrador de mis bienes? ¿Soy generoso con la Iglesia?

- ¿He robado o estafado a los demás? ¿Cumplo bien con mi trabajo no defraudando a la empresa?

- ¿He dado mal ejemplo a las personas que me rodean? ¿He sido causante del pecado de los demás con mi conversación, modo de vestir, provocación? ¿He reparado el escándalo?

- ¿He colaborado con el mal ajeno?

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