miércoles, 11 de diciembre de 2013

La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.


Manifestación del Verbo de Dios a los hombres, 25 de diciembre
 
La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.
La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.

Con la solemnidad de la Navidad, la Iglesia celebra la manifestación del Verbo de Dios a los hombres”. En efecto, éste es el sentido espiritual más importante y sugerido por la misma liturgia, que en las tres misas celebradas por todo sacerdote ofrece a nuestra meditación “el nacimiento eterno del Verbo en el seno de los esplendores del Padre (primera misa); la aparición temporal en la humildad de la carne (segunda misa); el regreso final en el último juicio (tercera misa)” (Liber Sacramentorum).

Un antiguo documento del año 354 llamado el Cronógrafo confirma la existencia en Roma de esta fiesta el 25 de diciembre, que corresponde a la celebración pagana del solsticio de invierno “Natalis solis invicti”, esto es, el nacimiento del nuevo sol que, después de la noche más large del año, readquiría nuevo vigor.

Al celebrar en este día el nacimiento de quien es el verdadero Sol, la luz del mundo, que surge de la noche del paganismo, se quiso dar un significado totalmente nuevo a una tradición pagana muy sentída por el pueblo, porque coincidía con las ferias de Saturno, durante las cuales los esclavos recibían dones de sus patrones y se los invitaba a sentarse a su mesa, como libres ciudadanos. Sin embargo, con la tradición cristiana, los regalos de Navidad hacen referencia a los dones de los pastores y de los reyes magos al Niño Jesús.

En oriente se celebraba la fiesta del nacimiento de Cristo el 6 de enero, con el nombre de Epifanía, que quiere decir “manifestación”; después la Iglesia oriental acogió la fecha del 25 de diciembre, práctica ya en uso en Antioquía hacia el 376, en tiempo de San Juan Crisóstomo, y en el 380 en Constantinopla. En occidente se introdujo la fiesta de la Epifanía, última del ciclo navideño, para conmemorar la revelación de la divinidad de Cristo al mundo pagano.

Los textos de la liturgia navideña, formulados en una época de reacción contra la herejía trinitaria de Arrio, subrayan con profundidad espiritual y al mismo tiempo con rigor teológico la divinidad y realeza del Niño nacido en el pesebre de Belén, para invitarnos a la adoración del insondable misterio de Dios revestido de carne humana, hijo de la purísima Virgen María.
 

Natividad

 
Natividad
Worship of the shepherds by bronzino.jpg
Natividad de Jesús, de Bronzino
Nombre oficialNatividad de Nuestro Señor Jesucristo
TipoCelebración religiosa
Celebrada porIglesia católica
UbicaciónEn la liturgia católica, esta solemnidad da comienzo al tiempo de Navidad
Comienzola noche del 24 de diciembre, con culmen en la llamada Misa de Gallo
Términoel 25 de diciembre
MotivoNacimiento de Jesucristo
Costumbrescelebraciones eucarísticas y representaciones artísticas alusivas
AdvientoNatividadSagrada Familia
Natividad, acortación de Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, es por antonomasia la conmemoración litúrgica del nacimiento de Jesús en Belén de Judá. Es celebrada por la Iglesia católica con carácter de solemnidad en la noche del 24 al 25 de diciembre, extendiéndose a las llamadas Misas del día. En la liturgia, la celebración de la Natividad inaugura el llamado tiempo de Navidad. En Occidente empezó a conmemorarse a mediados del siglo IV; se celebró por primera vez en Constantinopla en el año 379.
Por extensión, se denomina Natividad a un tema tratado abundantemente en las artes pictóricas, a partir del arte paleocristiano y bizantino de los siglos V y VI, tema que adquiere su máximo desarrollo en el arte medieval, como parte del ciclo referido a la vida de Jesús.

 


La Natividad como celebración litúrgica

El acontecimiento del nacimiento de Jesucristo es narrado en el Nuevo Testamento por dos evangelistas, Lucas y Mateo, dos de las fuentes bíblicas utilizadas en la celebración litúrgica de la Natividad. El pasaje de Lucas 2:1-14 es utilizado por la Iglesia católica en la Misa de medianoche, también conocida como Misa de Gallo.
Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.

 
Representación del nacimiento de Jesús en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.
La narración continúa con una serie de detalles: los pastores que cuidaban sus rebaños por los alrededores reciben la visita de un ángel que les anuncia el nacimiento del Niño que será el salvador y a continuación van todos juntos a adorarle para después proclamar la noticia por todas partes. Un conjunto de detalles anecdóticos como la presencia del buey y la mula no forman parte de los escritos neotestamentarios ni de la celebración de la Natividad, sino que la tradición los incorporó más tarde a partir de los evangelios apócrifos.
En cambio, el evangelio de Mateo centra su atención en la genealogía paterna de Jesús. En las celebraciones litúrgicas católicas de la Natividad, el pasaje de Mateo 1:1-25 es leído en la Misa de vigilia, en tanto que el prólogo del evangelio de Juan (Juan 1:1-8) es proclamado en la llamada Misa del día.

Dionisio Exiguus

El sistema que se utiliza actualmente fue ideado por el monje Dionisio el Exiguo, a quien el papa Bonifacio I pidió que encontrara un sistema para calcular la fecha de la Pascua.
Dionisio decidió utilizar el nacimiento de Cristo como punto de referencia en vez del sistema que se utilizaba hasta entonces. Calculó erróneamente que Jesús nació el 25 de diciembre del año 753 AUC (ab urbe condita, desde la fundación de Roma), tomando entonces el año que apenas comenzaba, 754 AUC, como el año 1 D.C..
Este sistema no fue aceptado en aquella época, aunque siglos después fue adoptado por varias poblaciones hasta convertirse en el sistema predeterminado de facto. La fecha del 25 de diciembre fue adoptada como la fecha de la Navidad y, por extensión, en las celebraciones litúrgicas.

Error en el sistema de fechas

Mucho tiempo después, se descubrió que el sistema de Dionisio era inexacto, ya que había calculado erróneamente la fecha del nacimiento de Jesús. Dionisio estableció el año inicial de la era D.C. entre 5 y 7 años después del que debió haber sido, por lo que Jesús nació aproximadamente entre el año 5 a. C. y 7 a. C.
El sistema no pudo ser alterado pues la mayoría del mundo lo había aceptado, y promover un cambio tan radical sería sumamente difícil. Es por esto que al ver el nacimiento de Jesús en un año anterior al año 1 no debe sonar extraño, pues se debió a un error. No se contó el año 0, porque en la numeración romana ni en la griega hay 0.

Representaciones en el arte


 
La Nativité de Louis Cretey. Óleo sobre lienzo de la segunda mitad del siglo XVII, expuesto en el Detroit Institute of Arts.
Las escenas del nacimiento de Jesús fueron cambiando a través de los siglos y conforme a las costumbres y modas impuestas por los propios artistas. Durante la Edad Media lo más común es la representación de María tendida en su lecho con el niño a su lado, envuelto en refajos. En el siglo XIII Jesús está metido en el pesebre y hay un intercambio de miradas entre la madre y el hijo. A finales de la Baja Edad Media se empieza a representar a María con su hijo en brazos. Durante los siglos XIV y XV la escena se hace más cálida e íntima pues se representa a María alimentando al niño.
Los artistas flamencos van añadiendo detalles más o menos pintorescos, como la participación de José a la hora del baño del recién nacido.[1] A partir del siglo XVI entran en escena los pastores adorando al Niño. Los pastores ofrecen animales de granja, frutos y otros obsequios. A veces en una misma obra se añade al tema central otros que pueden estar relacionados, como la anunciación del ángel a los pastores, el coro de ángeles, etc. El siguiente paso se da en los abundantes retablos monumentales del siglo XVII en que todo el retablo es una descripción de la Natividad y todo lo relacionado con ella. Aparece además el símbolo del cordero.

Véase también

Notas

  1. Ir a Maestro del Ciclo de Vyssy Brod (1350), en el Museo de Praga

Bibliografía consultada

  • ORTELLS, Alfredo (ed.). (1996). Leccionario: Reformado por mandato del Concilio Vaticano II y promulgado por S.S. el papa Pablo VI. 10ª edición. ISBN 84-288-0248-3.
  • DUCHET-SUCHAUX, Gaston y PASTOUREAU, Michel. La Biblia y los santos. Alianza Editorial. ISBN 84-206-9478-9.

Otros artículos


Vida de Jesús: Nacimiento de Jesucristo
Previo
Visitación de María a Isabel
Nuevo Testamento
Eventos
Posterior
Anunciación a los pastores
 
 

Oficio de Lectura, 31 de Diciembre
El nacimiento del Señor es el nacimiento de la paz
De los sermones de san
León Magno, papa
Sermón 6 en la Natividad del Señor, 2-3. 5

Aunque aquella infancia, que la majestad del Hijo de Dios se dignó hacer suya, tuvo como continuación la plenitud de una edad adulta, y, después del triunfo de su pasión y resurrección, todas las acciones de su estado de humildad, que el Señor asumió por nosotros, pertenecen ya al pasado, la festividad de hoy renueva ante nosotros los sagrados comienzos de Jesús, nacido de la Virgen María; de modo que, mientras adoramos el nacimiento de nuestro Salvador, resulta que estamos celebrando nuestro propio comienzo.
Efectivamente, la generación de Cristo es el comienzo del pueblo cristiano, y el nacimiento de la cabeza lo es al mismo tiempo del cuerpo.
Aunque cada uno de los que llama el Señor a formar parte de su pueblo sea llamado en un tiempo determinado y aunque todos los hijos de la Iglesia hayan sido llamados cada uno en días distintos, con todo, la totalidad de fieles, nacida en la fuente bautismal, ha nacido con Cristo en su nacimiento, del mismo modo que ha sido crucificada con Cristo en su pasión, ha sido resucitada en su resurrección y ha sido colocada a la derecha del Padre en su ascensión.
Cualquier hombre que cree –en cualquier parte del mundo–, y se regenera en Cristo, una vez interrumpido el camino de su vieja condición original, pasa a ser un nuevo hombre al renacer; y ya no pertenece a la ascendencia de su padre carnal, sino a la simiente del Salvador, que se hizo precisamente Hijo del hombre, para que nosotros pudiésemos llegar a ser hijos de Dios.
Pues si él no hubiera descendido hasta nosotros revestido de esta humilde condición, nadie hubiera logrado llegar hasta él por sus propios méritos
Por eso, la misma magnitud del beneficio otorgado exige de nosotros una veneración proporcionada a la excelsitud de esta dádiva. Y, como el bienaventurado Apóstol nos enseña, no hemos recibido el espíritu de este mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, a fin de que conozcamos lo que Dios nos ha otorgado; y el mismo Dios sólo acepta como culto piadoso el ofrecimiento de lo que os ha concedido.
Y qué podremos encontrar en el tesoro de la divina largueza tan adecuado al honor de la presente festividad como la paz, lo primero que los ángeles pregonaron en el nacimiento del Señor?
La paz es la que engendra los hijos de Dios, alimenta el amor y origina la unidad, es el descanso de los bienaventurados y la mansión de la eternidad. El fin propio de la paz y su fruto específico consiste en que se unan a Dios los que el mismo Señor separa del mundo.
Que los que no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios, ofrezcan, por tanto, al Padre la concordia que es propia de hijos pacíficos, y que todos los miembros de la adopción converjan hacia el Primogénito de la nueva creación, que vino a cumplir la voluntad del que le enviaba y no la suya: puesto que la gracia del Padre no adoptó como herederos a quienes se hallaban en discordia e incompatibilidad, sino a quienes amaban y sentían lo mismo. Los que han sido reformados de acuerdo con una sola imagen deben ser concordes en el espíritu.
El nacimiento del Señor es el nacimiento de la paz; y así dice el Apóstol: Él es nuestra paz; él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, ya que, tanto los judíos como los gentiles, por su medio podemos acercarnos al Padre con un mismo Espíritu.
Oración
Dios todopoderoso y eterno, que has establecido el principio y la plenitud de toda religión en el nacimiento de tu Hijo Jesucristo, te suplicamos nos concedas la gracia de ser contados entre los miembros vivos de su Cuerpo, porque sólo en él radica la salvación del mundo. Por Nuestro Señor Jesucristo.
 

NacimientoBELÉN: Donde nació Jesús(Etim. Hebreo beth lechem, "casa de pan".Padre Jordi Rivero, XII, 2005
En esta página: Belén ayer y hoy | Representación del Belén
Ver también:
Belén  |  Tierra Santa
Belén ayer y hoy
Pueblo en que nació JesúsBelén es uno de los pueblos más antiguos de Palestina, situado 8km. al sur de Jerusalén. Belén fue asentamiento de beduinos hace más de cinco mil años. La llamaban Éfrata (Ephrathah, ¿fructífera?). Su nombre en hebreo (Bet leehem: casa del pan).  En Belén nació Nuestro Señor Jesucristo, descendiente del Rey David que también nació allí.
En la Biblia, la ciudad se llama Belén de Judá, para distinguirla de otra localidad homónima de la tribu de Zabulón.  Raquel, esposa de Jacob, muere al dar a luz a Benjamín y es sepultada en el camino de Éfrata. Jacob erigió allí el sepulcro de Raquel (Cf. Gn 35, 19-20) que es muy venerado en la actualidad por los judíos por ser considerada como la madre de la nación. Ella es también venerada por cristianos y musulmanes por lo que el lugar de su tumba sigue siendo objeto de continuas fricciones. Los judíos la controlan en la actualidad.
Al oriente de Belén está el pueblo de Beit Sahour donde se encuentran los Campos de Rut. Según la tradición aquí ocurrió el relato bíblico del libro de Rut, en el que un rico propietario local se enamora de una pobre viuda moabita, al llegar esta acompañando a su suegra Noemí. El hijo de Rut y Boaz es Obed, padre de Jesé, padre de David (cf Rut 4, 17-22).
El profeta Samuel unge a David como rey de Israel en Belén, remplazando a Saúl (cf 1Sam 16, 1-14). La cisterna dentro de la Basílica de la Natividad, en el sitio en el que los cristianos pusieron una fuente bautismal, es el tradicional lugar del "pozo de David" (2Sam 23, 13-17).
Roboam, nieto de David gobierna entre el 928 y 911 a.C. y construye muros y torres de defensa en Belén pero dos siglos más tarde ya la ciudad ha quedado devastada. El profeta Miqueas anuncia la promesa de Dios para Belén en el contexto de la destrucción de Samaria, la deportación de sus habitantes y de la invasión de Judea por parte de Senaquerib:
Miqueas 5:1Mas tú, Belén Efratá,
aunque eres la menor entre las familias de Judá,
de ti me ha de salir
aquel que ha de dominar en Israel,
y cuyos orígenes son de antigüedad,
desde los días de antaño.

El Nuevo Testamento relata que Jesús nació en Belén porque José, siendo de la casa de David, debía ir a Belén desde Nazaret con su esposa embarazada a cumplir con el censo. (Cf. Lc 2, 1-5). Así se cumplió lo anunciado por los profetas.
Jesús nació hacia el año 6 o 7 a.C en una de las muchas cuevas donde se guardaban animales.

En el centro de Belén se encuentra la Iglesia de la Natividad, construida directamente sobre la cueva donde nació Jesucristo. La primera construcción se remonta al reinado de Constantino, 330 A.C. Es, por tanto, una de las estructuras Bizantinas más antiguas. Las grandes puertas de la catedral fueron clausuradas para evitar la fácil penetración y profanación del santuario por los no creyentes.

A la cueva del nacimiento se desciende desde el interior de la basílica por dos escaleras cortas. El piso de la cueva ha sido cubierto de mármol. El lugar del nacimiento está marcado por una estrella de plata que tiene un orificio para poder ver el piso de piedra original. En la estrella están inscritas las palabras: "Hic De Virgine Maria Iesus Christus Natus Est" (Aquí, de la Virgen María, nació Cristo Jesús). Cincuenta y tres lámparas se mantienen aquí encendidas día y noche. Aquí se celebra diariamente la Misa de Navidad, con los creyentes de rodillas sobre el piso.

Cuando los magos de oriente  llegaron a Jerusalén los pobladores supieron dar instrucciones: El Mesías debía nacer en Belén. Pero ellos mismos no fueron.  Los magos sí fueron y encontraron al Niño Dios.

En la actualidad, la población de palestinos cristianos de Belén ha quedado muy reducida por los conflictos de la región. Jesús es el Príncipe de la Paz pero cuenta con nosotros para que su paz se establezca. Recemos por Belén, que pronto reine en ella la auténtica paz.

El "Belen" o "Nacimiento"Representación del nacimiento de Jesús (ver arriba)
Como comenzó la tradición de hacer un Belén.
La Encarnación es central en la espiritualidad de
San Francisco de Asís. El quiso que la gente comprendiera el amor de Jesús y cómo vino al mundo. En la Navidad de 1223 el santo hizo una representación viviente del nacimiento de Jesús. Preparó un establo e invitó a personas del pueblo para hacer una representación con personas de verdad, con un verdadero pesebre y animales. Le llamo “crèche”, que es "cuna" en francés. La gente del pueblo, hombres, mujeres y niños vinieron con antorchas encendidas. Una vez más, pastores vinieron a adorar al niño. Esta devoción fue relatada por Tomás de Celano.
Aquella idea gustó y empezaron a hacerse representaciones por toda Italia. En los siglos XIV y XV en la ciudad de Nápoles empezaron a hacer las primeras figuras que representaban el nacimiento de Jesús.

Hoy día el tradicional Belén se representa en todos los países donde hay cristianos. El nacimiento puede ser bendecido por un sacerdote. Hay una tradición en que los niños ponen una paja en el pesebre (o en el establo si el nacimiento es pequeño) cada día, representando así una buena obra que le ofrecen al Niño Dios.

San Francisco comprendió que la pobreza de la Sagrada Familia era una invitación a renunciar a los apegos materiales e imitarle en una auténtica sencillez evangélica. Sólo así podemos ser sinceros cristianos. 
Las familias, postradas ante el pesebre, adoran al Niño Dios como lo hicieron los pastores. Le piden su presencia continua para ser una familia como la Sagrada Familia.
Hoy tú puedes dar a conocer el amor de Dios haciendo un Belén cada Navidad. Que todos recuerden la humildad de Dios, su misericordia y perdón.

El Papa bendice las figurillas del Niño Jesús traídas por miles de pequeños
Miles de niños y niñas de Roma acuden cada año durante el adviento al encuentro del domingo con el Papa llevando en sus manos imágenes del Niño Jesús. Es una antigua tradición romana, según la cual, en estos días las familias preparan en sus casas el Belén, que en muchas ocasiones es realmente artístico. Los papás entregan este día a los más pequeños la imagen del Niño para que sea bendecida en este domingo por el Santo Padre.
Se trata de un momento de alegría y convivencia familiar particularmente querido por el obispo de Roma.  Así lo reconoció cuando, dirigiéndose a los presentes en la plaza de San Pedro, explicó que «una de las expresiones populares de la espera gozosa de la Navidad es la preparación del portal de Belén en las familias. En las casas cristianas, en estos días, se escoge un rincón adaptado para poner las figuras, dejando un espacio, entre María y José, para el Niño. Al pensar en todas las familias cristianas que preparan sus belenes, os bendigo con gusto a vosotros chicos y chicas de Roma que, coordinados por el Centro de Parroquias de Roma habéis venido en gran número trayendo las imágenes del Niño Jesús».
 

Navidad

 
Navidad
Mural - Birth of Christ.jpg
Mural de la Iglesia de San Juan Bautista en el río Jordán que muestra el nacimiento de Jesucristo.
Origen de la celebraciónCristianismo
Día de celebración25 de diciembre
Celebrado desdeSiglo IV
Lugar de celebraciónInternacional
La Navidad (latín: nativitas, ‘nacimiento’)? es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la Pascua de resurrección y Pentecostés. Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la Iglesia ortodoxa rumana. En cambio, se festeja el 7 de enero en otras iglesias ortodoxas, que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano para pasar al calendario conocido como gregoriano, nombre derivado de su reformador, el papa Gregorio XIII.
Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es ‘misa (mass) de Cristo’. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa ‘noche de bendición’. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la Natividad (es decir, el nacimiento) de Jesús de Nazaret.
Existen varias teorías sobre cómo se llegó a celebrar la Navidad el 25 de diciembre, que surgen desde diversos modos de indagar, según algunos datos conocidos, en qué fecha habría nacido Jesús.

 


Formación de la Navidad como fiesta de diciembre

Según la Enciclopedia Católica,[1] la Navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas de Ireneo ni en la lista de Tertuliano acerca del mismo tema, las cuales son las listas más antiguas que se conocen. La evidencia más temprana de la preocupación por la fecha de la Navidad se encuentra en Alejandría, cerca del año 200 de nuestra era, cuando Clemente de Alejandría indica que ciertos teólogos egipcios “muy curiosos” asignan no solo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como 25 pashons copto (20 de mayo) en el vigésimo octavo año de Augusto. Desde 221, en la obra Chronographiai, Sexto Julio Africano popularizó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. Para la época del Concilio de Nicea I en 325, la Iglesia Alejandrina ya había fijado el Díes nativitatis et epifaníae.

Adopción de la fecha de Navidad como 25 de diciembre


 
Un árbol de Navidad.
Existen diversas teorías sobre el origen del 25 de diciembre como día de la Navidad. Según defiende William J. Thige, ya en el siglo III se celebraría el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, aún antes de que los romanos celebraran la fiesta del Sol invencible (Sol Invictus).[2]
Según otros autores, la celebración de esta fiesta el 25 de diciembre se debe a la antigua celebración del nacimiento anual del dios-Sol en el solsticio de invierno (natalis invicti Solis),[3] adaptada por la Iglesia católica en el tercer siglo d. C. para permitir la conversión de los pueblos paganos.[4]
En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre,[5] aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes.
En el Imperio romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre.[6] Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha,[7] finalmente el papa Liberio decreta este día como el nacimiento de Jesús de Nazaret en 354. La primera mención de un banquete de Navidad en tal fecha en Constantinopla, data de 379, bajo Gregorio Nacianceno. La fiesta fue introducida en Antioquía hacia 380. En Jerusalén, Egeria, en el siglo IV, atestiguó el banquete de la presentación, cuarenta días después del 6 de enero, el 15 de febrero, que debe haber sido la fecha de celebración del nacimiento. El banquete de diciembre alcanzó Egipto en el siglo V[cita requerida].
Algunos mantienen que el 25 de diciembre fue adoptado solamente en el siglo IV como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano Constantino I el Grande se convirtiera al cristianismo para animar un festival religioso común y convertir a los paganos en cristianos. La lectura atenta de expedientes históricos indica que la primera mención de tal banquete en Constantinopla no sucedió sino hasta 379, bajo San Gregorio Nacianceno. En Roma, puede ser confirmado solamente cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la sanción por el emperador Constantino[cita requerida].
Sin embargo, los primeros discípulos de Cristo (llamados posteriormente cristianos en Hechos 11:26) no celebraban la Navidad,[6] [8] divergencias con respecto a la fecha de nacimiento han hecho se adoptara el 25 de diciembre como fecha oficial de su natalicio y el 6 de enero como la Epifanía (Esto todavía se celebra en Argentina, Armenia, Chile, Colombia, Ecuador, España, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela).[8]
Algunas tradiciones de la Navidad, particularmente las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule, como son el árbol de Navidad. Allí la Navidad se conoce como Yule (o jul).[9]

Prohibición de la celebración de la Navidad

Durante la Reforma protestante, la celebración del nacimiento de Cristo fue prohibida por algunas iglesias protestantes, llamándola "Trampas de los papistas" y hasta "Garras de la bestia", debido a su relación con el catolicismo y el paganismo antiguo. Después de la victoria parlamentaria contra el Rey Carlos I durante la Guerra civil inglesa en 1647, los gobernantes puritanos ingleses prohibieron la celebración de la Navidad. El pueblo se rebeló realizando varios motines hasta tomar ciudades importantes como Canterbury, donde decoraban las puertas con eslóganes que hablaban de la santidad de la fiesta. La Restauración de 1660 puso fin a la prohibición, pero muchos de los miembros del clero reformista, no conformes, rechazaban las celebraciones navideñas, utilizando argumentos puritanos.
En la época colonial de los Estados Unidos, los puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad, y su celebración fue declarada ilegal en Boston de 1659 a 1681. Al mismo tiempo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguieron las celebraciones libremente. La Navidad cayó en desgracia en los Estados Unidos después de la Revolución, porque se consideraba una costumbre inglesa.

 
Frontispicio y página con el título A Christmas Carol (Un cuento de Navidad) correspondiente a su primera edición de 1843, con ilustraciones de John Leech. Este libro contribuyó a la rehabilitación de la Navidad en países de habla inglesa.
En la década de 1820, las tensiones sectarias en Inglaterra se habían aliviado y algunos escritores británicos comenzaron a preocuparse, pues la Navidad estaba en vías de desaparición. Dado que imaginaban la Navidad como un tiempo de celebración sincero, hicieron esfuerzos para revivir la fiesta. El libro de Charles Dickens Un cuento de Navidad, publicado en 1843, desempeñó un importante papel en la reinvención de la fiesta de Navidad, haciendo hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración familiar.
La Navidad fue declarada día feriado federal de los Estados Unidos en 1870, en ley firmada por el Presidente Ulysses S. Grant, pero aún es una fiesta muy discutida por los distintos líderes puritanos de la nación.
En la actualidad, algunas iglesias Bautistas independientes, algunas congregaciones paraprotestantes de carácter radical, así como la secta de los Testigos de Jehová (fundada por Charles Taze Russell) no celebran la Navidad, porque la consideran una festividad pagana y su celebración no aparece prescrita en la Biblia. Además, rechazan que el 25 de diciembre sea la verdadera fecha del nacimiento de Cristo.
Cabe mencionar que los Testigos de Jehová en sus inicios sí celebraba la Navidad, no de un modo religioso como tal, pero sí a manera de socializar entre sus miembros dicha fecha. El cambio de actitud hacia dicha festividad se debió al parecer a las nuevas enseñanzas distintivas de su nuevo líder religioso, el juez Joseph Franklin Rutherford.

Fiestas no cristianas del 25 de diciembre


 
Alegoría de Cristo en forma del dios solar Helios o Sol Invicto conduciendo su carroza. Mosaico del siglo III d. C. de las grutas vaticanas en la Basílica de San Pedro en el techo de la tumba del Papa Julio I.

 
Los aztecas también celebraban el nacimiento de uno de sus dioses en invierno: Huitzilopochtli.

 
Celebración del Capac Raymi, era liderada por el Emperador Inca. Alusión hecha por Guamán Poma.
La fecha de nacimiento de Jesús no se encuentra registrada en la Biblia. Por esta razón, no todas las denominaciones cristianas coinciden en la misma fecha. Los orígenes de esta celebración, el 25 de diciembre, se ubican en las costumbres de los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio del invierno (desde el 21 de diciembre), alguna fiesta relacionada al dios o los dioses del sol, como Apolo y Helios (en Roma y Grecia), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli (en Tenochtitlan), entre otros. Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, solo para volver a otro ciclo.
  • Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del "Natalis Solis Invicti" o "Nacimiento del Sol invicto", asociada al nacimiento de Apolo. El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno, y que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a. C., el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano. De esta fiesta, se tomó la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo. Otro festival romano llamado Saturnalia, en honor a Saturno, duraba cerca de siete días e incluía el solsticio de invierno. Por esta celebración los romanos posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones se asemejan a las actuales tradiciones de Navidad y se utilizaron para establecer un acoplamiento entre los dos días de fiesta.
  • Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad, cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa.
  • Los mexicas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario. "Por esa razón y aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas."
  • Los incas celebraban el renacimiento de Inti o el dios Sol, la fiesta era llamada Cápac Raymi o Fiesta del sol poderoso que por su extensión también abarcaba y daba nombre al mes, por ende este era el primer mes del calendario inca. Esta fiesta era la contraparte del Inti Raymi de junio, pues el 23 de diciembre es el solsticio de verano austral y el Inti Raymi sucede en el solsticio de invierno austral. En el solsticio de verano austral el Sol alcanza su mayor poder (es viejo) y muere, pero vuelve a nacer para alcanzar su madurez en junio, luego declina hasta diciembre, y así se completa el ciclo de vida del Sol. Esta fiesta tenía una connotación de nacimiento, pues se realizaba una ceremonia de iniciación en la vida adulta de los varones jóvenes del imperio, dicha iniciación era conocida como Warachikuy.

Cálculo de la fecha de Navidad según los Evangelios


 
Adoración de los pastores, obra de Gerard van Honthorst que escenifica la Navidad. Fue presentada el 25 de diciembre de 1622.
Algunos expertos han intentado calcular la fecha del nacimiento de Jesús tomando la Biblia como fuente, pues en Lucas 1:5-14 se afirma que en el momento de la concepción de Juan el Bautista, Zacarías su padre, sacerdote del grupo de Abdías, oficiaba en el Templo de Jerusalén y, según Lucas 1:24-36 Jesús nació aproximadamente seis meses después de Juan. 1Cronicas 24:7-19 indica que había 24 grupos de sacerdotes que servían por turnos en el templo y al grupo de Abdías le correspondía el octavo turno.
Contando los turnos desde el comienzo del año, al grupo de Abdías le correspondió servir a comienzos de junio (del 8 al 14 del tercer mes del calendario lunar hebreo). Siguiendo esta hipótesis, si los embarazos de Isabel y María fueron normales, Juan nació en marzo y Jesús en septiembre. Esta fecha sería compatible con la indicación de la Biblia (Lucas 2:8), según la cual la noche del nacimiento de Jesús los pastores cuidaban los rebaños al aire libre, lo cual difícilmente podría haber ocurrido en diciembre. Cualquier cálculo sobre el nacimiento de Jesús debe estar ajustado a esta fuente primaria, por lo que la fecha correcta debe estar entre septiembre y octubre, principios de Otoño. Además, debe tomarse en cuenta el censo ordenado por César al tiempo del nacimiento del Hijo de Dios, lo cual obviamente no pudo haber sido en diciembre, época de intenso frío en Jerusalén, la razón es que el pueblo judío era proclive a la rebelión y hubiera sido imprudente ordenar un censo en esa época del año.
Como los turnos eran semanales, tal y como lo confirman los manuscritos del Mar Muerto, descubiertos en Qumrán, cada grupo servía dos veces al año y nuevamente le correspondía al grupo de Abdías el turno a finales de septiembre (del 24 al 30 del octavo mes judío).[10] Si se toma esta segunda fecha como punto de partida, Juan habría nacido a finales de junio y Jesús a finales de diciembre. Así, algunos de los primeros escritores cristianos (Juan Crisóstomo, 347-407) enseñaron que Zacarías recibió el mensaje acerca del nacimiento de Juan en el día del Perdón, el cual llegaba en septiembre u octubre. Por otra parte, según los historiadores, cuando el Templo fue destruido en el año 70, el grupo sacerdotal de Joyarib estaba sirviendo. Si el servicio sacerdotal no fue interrumpido desde el tiempo de Zacarías hasta la destrucción del templo, este cálculo tiene al turno de Abdías en la primera semana de octubre, por lo que algunos creen que el 6 de enero puede ser el día correcto.
En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirmó que "Nuestro Señor fue concebido el 8 de las calendas de abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la Pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día en que murió". Si fue concebido el 25 de marzo, la celebración de su nacimiento se fijaría nueve meses después, es decir, el 25 de diciembre.[11]

Celebración litúrgica

En la actualidad, prácticamente todas las Iglesias cristianas históricas (Iglesia católica, Iglesia ortodoxa, Comunión anglicana, diversas Iglesias protestantes, etc.) otorgan a la solemnidad de la Natividad o Navidad una importancia tal que se la antecede de un tiempo de preparación, el Adviento, de la misma forma que la Cuaresma constituye el tiempo de preparación para la Pascua.[Nota 1]

En la Iglesia católica

Con la celebración de la Natividad en las vísperas del 25 de diciembre se inicia en la Iglesia católica el llamado «tiempo de Navidad», que abarca la celebración de la Sagrada Familia (domingo infraoctava de la Natividad), la solemnidad de Santa María, Madre de Dios (1 de enero, es decir, la octava de la Natividad), la solemnidad de la Epifanía del Señor (6 de enero) y la fiesta del Bautismo del Señor (domingo después de Epifanía), con la que concluye ese período.[12] [13] El período de la Natividad también incluye otras festividades tales como la de san Esteban, protomártir (26 de diciembre), la de san Juan, apóstol y evangelista (27 de diciembre) y la de los Santos Inocentes (28 de diciembre).[14]
Es costumbre que se celebren varias misas en Navidad, con distinto contenido según su horario. Así, la noche anterior (Nochebuena) se celebra la famosa Misa de Gallo o Misa de Medianoche; en algunos lugares se oficia una Misa de la Aurora que acompaña el amanecer del 25 de diciembre, de forma de vivir la noche de Navidad como una vigilia festiva. Finalmente, también se celebra la Misa del día. En la basílica de San Pedro y en el marco de la Misa del día, el papa predica un mensaje de Navidad a todos los fieles del mundo. Desde el «balcón de las bendiciones», imparte luego una bendición solemne conocida como Urbi et orbi (en latín: A la ciudad (de Roma) y al mundo).

En las Iglesias ortodoxas


 
Imagen que representa la adoración de los Magos de Oriente y los pastores. Los cristianos ortodoxos celebran la Navidad y la Epifanía de forma integrada.
Las Iglesias orientales por no aceptar el calendario propuesto por el papa Gregorio XIII, aún usan el calendario juliano y por lo tanto la Navidad la celebran el 25 de diciembre pero que, según el calendario gregoriano, es 7 de enero. Aunque la Iglesia Armenia la celebra el 6 de enero, junto con la Epifanía.
Se exceptúan las Iglesias de Alejandría, Rumania, Bulgaria, Albania, Finlandia, Grecia y Chipre; que sí festejan Navidad el día 25 de diciembre.
Cabe señalar que en Belén, ciudad de nacimiento de Jesucristo, la Navidad se celebra dos veces. Pues la Basílica de la Natividad es administrada por la Iglesia católica que celebra Navidad el 25 de diciembre; y la Iglesia ortodoxa de Jerusalén que la celebra el 6 de enero.
En esa iglesia hay una caverna subterránea con un altar sobre el lugar en el que según la tradición nació Jesús. El punto exacto está marcado por un agujero en medio de una estrella de plata de 14 puntas rodeada por lámparas de plata.

En el Protestantismo

Aunque hasta el siglo XIX algunas Iglesias protestantes dejaron de celebrar Navidad, para desligarse del catolicismo,[Nota 2] la mayoría, comenzando por Lutero, continuaron celebrándola el 25 de diciembre. En Estados Unidos compartieron la Navidad católicos y protestantes desde 1607, año en que se celebró por primera vez esa fiesta en Norteamérica.[15]

En el Mormonismo

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o mormones, quienes no se consideran una Iglesia Protestante ni Reformada, sino una Iglesia Restaurada, no obstante que se unen al mundo en la celebración navideña tradicional manifiestan lo siguiente:
"Nosotros creemos que el 6 de abril es el cumpleaños de Jesucristo, de conformidad con lo indicado en la revelación citada en Doctrina y Convenios 20:1, en la que claramente se fija el día como el cumplimiento de mil ochocientos treinta años desde el advenimiento del Señor en la carne. Admitimos que nuestra aceptación se basa en la fe en las revelaciones modernas, y de ninguna manera se presenta como el resultado de una investigación o análisis cronológicos. Nosotros creemos que Jesucristo nació en Belén de Judea, el 6 de abril del año 1 antes de J.C.” (Fuente: Jesús el Cristo, por James E. Talmage. Capítulo 9, páginas 108-109.)
La Navidad es celebrada por la mayoría de los cristianos, aunque algunos (como los Testigos de Jehová y algunas denominaciones protestantes) consideran que, al no indicar en la Biblia la fecha del nacimiento de Jesucristo ni ordenar celebrarla, no hay razón para celebrar o crear una fiesta por ese motivo.[cita requerida] Así también muchos protestantes creen que la Navidad no debe ser motivo de disputas por no seguir las viejas tradiciones de la Iglesia Católica o por saber la fecha exacta del nacimiento de Jesús.[cita requerida]

Tradiciones navideñas

La Navidad es la fiesta cristiana más popularizada, pese a que la Iglesia considera que es más importante la Pascua. Y por tal motivo es la que contiene más tradiciones:
  • La cena de Nochebuena (24 de Diciembre-25 de Diciembre) consiste en un banquete que abarca desde la víspera del día de Navidad hasta pasada la medianoche. Se celebra en honor al nacimiento de Cristo que tuvo lugar en la medianoche, al comienzo del día 25 de Diciembre; de manera parecida al banquete judío del Pésaj. Tradicionalmente se come pavo, bacalao, cerdo, cordero y otros platos, dependiendo del lugar en que se celebre o las tradiciones de la familia. Tradicionalmente en las familias cristianas o reuniones de cristianos se suele realizar un rezo a medianoche en honor al nacimiento de Jesús y en señal de agradecimiento a Dios.
  • Los belenes, pesebres o nacimientos navideños consisten en la representación del nacimiento de Jesús, mediante una maqueta de Belén y sus alrededores, en la que las figuras principales son el establo en donde nació Jesús, la Sagrada Familia, los animales y los pastores, también los 3 reyes magos y una estrella con una estela que también suele colocarse en lo alto del árbol de Navidad. Según la tradición san Francisco de Asís fue su inventor. En Argentina, México, Colombia, Guatemala, Panamá, Nicaragua, Costa Rica, Paraguay, Venezuela, Perú, Chile y Bolivia, la figura del Niño no se coloca hasta la llegada de la Navidad, fecha en que se celebra su nacimiento, y luego de ser «arrullado» es colocado entre José y María.
  • La corona de Adviento, corona hecha a base de ramas de ciprés o pino atada con un listón rojo en la cual se colocan cuatro velas por lo general de color rojo las cuales marcan los cuatro domingos de adviento anteriores al día de Navidad, las familias se reúnen a su alrededor cada domingo, se enciende una vela y se recitan oraciones y villancicos como preparación al Nacimiento de Jesús. Esta tradición es más recurrente en la Iglesia Católica ya que la corona debe ser bendecida en la Iglesia.
  • Los villancicos, canciones o cantos alusivos al nacimiento de Cristo o a la Sagrada Familia. Algunos como Noche de Paz tienen versiones en varios idiomas o ritmos, con el mismo o distinto nombre.
  • El Árbol de Navidad, un elemento decorativo para el que se suele emplear una conífera (o árboles artificiales) decorada con adornos. Al ser un árbol de hoja perenne simboliza el amor de Dios. Tiene su origen en Alemania donde el evangelizador san Bonifacio instauró la tradición.
  • Las Posadas son una serie de fiestas populares, que recuerdan el trayecto de San José y la Virgen María para llegar a Belén. Estas celebraciones tienen lugar del 16 al 24 de diciembre en México y sus países vecinos.
  • La Novena de Aguinaldos, costumbre católica en la que las familias o grupos de personas se reúnen a rezar un novenario, del 16 al 24 de diciembre, consumir platos típicas de Navidad, como buñuelos o la natilla y cantar villancicos, además de divertirse, y hacer juegos motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Fue escrita por Fray Fernando de Jesús Larrea en el siglo XVIII.
  • Las piñatas consisten en una olla de barro adornada con picos y papel picado o figuras de cartón adornadas con papel picado de colores, ambas rellenas de dulces, fruta y en ocasiones juguetes y confetti, que se rompen en cada uno de los días de las Posadas. Según la tradición la piñata debe llevar 7 picos ya que cada uno representa los 7 pecados capitales.
  • Las chocolatadas son celebraciones para niños durante las semanas previas al 24 de diciembre en el Perú. Consiste en espectáculos infantiles, bailes, y entrega de regalos para todos. Se le denomina así pues es infaltable el chocolate caliente y el panetón (pan de dulce con frutas confitadas).
  • Un globo de papel seda es un artefacto volador que en países como Colombia se suelta durante la celebración de la Navidad; en esta temporada los medios de comunicación y las empresas lanzan campañas que buscan eliminar esta práctica por los riesgos que implica soltar un elemento como este con fuego en su interior; sin embargo sigue siendo una tradición muy arraigada a las personas y no es extraño ver globos durante el 24 y 25 de diciembre por los cielos de algunas sus más importantes ciudades.

Alumbrados Navideños


 
El alumbrado navideño de Clifton Mill, en Ohio.
También se han convertido en una muestra de la época navideña, en donde las calles, avenidas, plazas, parques, ríos, lagos o montañas se transforman en hermosos escenarios para el disfrute de los habitantes del lugar o visitantes. La mayoría de las ciudades de Occidente, y una buena parte de Oriente, colocan alumbrados llamativos y coloridos, algunos de gran belleza, en sus calles, principalmente en las calles más concurridas, además de árboles de Navidad de gran tamaño, belenes, etc. También la gente coloca luces navideñas en los balcones y ventanas de sus casas. Especialmente llamativos son los adornos y alumbrados navideños de Alemania, Estados Unidos y algunas ciudades de Europa oriental e Hispanoamérica.


Personajes míticos de la Navidad


 
Dedek Mraz, la versión del Papá Noel en Eslovenia.
Es frecuente en algunas regiones o países la tradición de que algún personaje o personajes, visite a los niños para dejarles regalos bajo el árbol de Navidad. Los más conocidos son:
  • Carbonilla es el encargado de dar carbón en vez de un regalo a los niños que se portaron mal. Para algunos es acompañante de los Reyes Magos, y para otros, de Santa Claus.
  • Los Duendes navideños de la mitología popular navideña.

 
Regalos navideños bajo el árbol.

La Navidad en la actualidad


 
La calles de Torà (Lérida, España) durante las fiestas de Navidad.
Aparte del origen cristiano de la Navidad, esta fiesta ha ido mezclando su carácter religioso con la tradición de convivencia familiar, debido en gran medida a la popularidad de esta celebración y a la mercadotecnia.
Es desde el siglo XIX cuando la Navidad empieza a afianzarse con el carácter que tiene hoy día, pues en ese siglo se popularizó la costumbre del intercambio de regalos; se creó a Santa Claus y regalar tarjetas de Navidad. Costumbres que con el tiempo la mercadotecnia (en especial la norteamericana) aprovecharía para expandir la Navidad por el mundo dándole un carácter distinto al religioso, y con temas que poco o nada tienen que ver con la tradicional celebración navideña.
La Navidad es celebrada por los cristianos, pero también los no cristianos y algunos ateos utilizan la Navidad, como mero festejo de convivencia social y familiar. Hoy día el país que celebra más la Navidad mundialmente es Puerto Rico: sus festividades navideñas comienzan desde el día después del día de acción de gracias (noviembre) y culminan en febrero, en la celebración de la candelaria. También es destacable que en muchos lugares de Europa y América hay una creciente tendencia, impulsada principalmente desde las parroquias locales, para recuperar el sentido religioso de la Navidad y su verdadero significado.

La Navidad en las artes, la televisión y el cine


 
El Greco. Natividad.

En el arte

La conmemoración del Nacimiento de Jesús es, junto con la celebración de su Pasión, Muerte y Resurrección, uno de los principales acontecimientos del Año Litúrgico Cristiano. Por ello, es un tema que ha interesado a los artistas de todos los tiempos, independientemente del marco geográfico y cronológico en el que desarrollaron su actividad.
Muchas historias ficticias navideñas se recrean con temas de esperanza o relatos milagrosos. Varios han llegado a ser parte de la tradición local navideña. Entre los más populares están el ballet de Tchaikovsky, El Cascanueces y la novela de Charles Dickens, Cuento de Navidad (en inglés: A Christmas Carol). Estos a su vez han sido llevados al cine o televisión, con adaptaciones a algún programa en especial o sin ellas.
Las representaciones de la Navidad varían, pues van desde las representaciones del nacimiento de Cristo, hasta imágenes de eventos navideños. Entre las pinturas del nacimiento de Cristo, se encuentran las que representan la adoración de los pastores o la de los Reyes Magos. Y entre alguno sus exponentes están: Fra Filippo Lippi, Fra Angelico, Sandro Botticelli, El Greco, entre muchos otros. Y Andréi Rubliov y Kiko Argüello en iconos. En cuanto a otras imágenes navideñas, se encuentran carteles, timbres postales, tarjetas, etc.

En la televisión

Desde la década de 1980 numerosas series de TV han sacado al aire en su momento capítulos especiales de Navidad. Las series animadas como Los Simpson, Winnie Pooh, Peanuts, Futurama, Padre de familia, The Cleveland Show, American Dad o de imagen real como Drake & Josh, ICarly o Big Time Rush Algunos incluso son parte de la historia misma, en lugar de solo ser un capítulo especial. Incluso algunos animes japoneses tienen algún capítulo navideño, como Love Hina, Ranma 1/2 y Shin Chan.
En España los días de Nochebuena y la madrugada de Año Nuevo suelen emitirse espacios musicales, especial importancia tiene el programa Noche de fiesta, emitido en TVE del año 1999 al 2004. El día de nochebuena Antena 3 emite varios capítulos de Los Simpsons desde el año 2001, mientras que TVE ofrece en nochevieja un programa de humor con alguna pareja de humoristas importantes: Cruz y raya, Los Morancos o Martes y Trece, entre otros. En los últimos años las cadena privadas dejan la nochebuena o nochevieja a series con altas audiencias, como es el caso de Aquí no hay quien viva, La que se avecina, Sé lo que hicisteis... o Escenas de matrimonio. El presentador vasco Ramón García, más conocido como Ramontxu es la imagen típica de las campanadas con su capa, mientras que el resto de las cadenas cuenta con actores o presentadores famosos.
En México, Televisa sacó al aire tres telenovelas con temática navideña: Un Cuento de Navidad (1999), Rayito de Luz (2000) y Navidad sin fin (2001), además de que transmitió el especial de Navidad de El Chavo del Ocho. Otros canales, como Televisa o TV Azteca, emiten programas especiales enfocados a la celebración de la Navidad, como "acompañantes de mesa".
En Gran Bretaña y los países de la Commonwealth existe la tradición de que la Reina Isabel II dirija un mensaje de Navidad a las 3 de la tarde, transmitido por televisión; igualmente lo hace el rey Juan Carlos I en España a las 9 de la noche.
En Colombia desde el inicio de la televisión en 1954, las agencias gubernamentales como las desaparecidas Inravisión y Radio Televisión Nacional de Colombia se han encargado de transmitir el rezo de la Novena de Aguinaldos, mientras que en la última década los canales privados Caracol y RCN producen sus propios especiales navideños. Desde hace más de 30 años, Caracol transmite un especial navideño de Sábados Felices y Jorge Barón Televisión produce la infaltable Fiesta de los Hogares Colombianos. El 24 de diciembre a las 8 P.M. se acostumbra emitir el saludo de Navidad del Presidente de la República al pueblo y a las Fuerzas Armadas.

En el cine

El cine con temática navideña se divide en 3 categorías:
  • Las relacionadas con la historia del nacimiento de Cristo, relatos navideños o Santa Claus:
  • Las películas cuya historia se desenvuelve en época navideña:
  • Las películas con historias relacionadas con la Navidad:
Existen otras películas de producción religiosa que circulan en fechas próximas a la Navidad, distribuidas por asociaciones religiosas:

En la música

Los primeros himnos específicos en honor de la Navidad datan del siglo IV, en la Antigua Roma, y fueron escritos en latín. Un ejemplo de ellos es el Veni redemptor gentium, compuesto por Ambrosio, el entonces arzobispo de Milán.
Adeste fideles
Fragmento del Adeste fideles, utilizado durante las bendiciones de la Navidad desde el siglo XVII.

A lo largo de la historia, las canciones dedicadas a la Navidad han ido variando en estilos.
Actualmente la totalidad de cantantes y grupos aprovechan el tirón navideño para sacar canciones dedicadas a las Navidad o álbumes completos del tema, con canciones propias o adaptaciones de temas populares.

Véase también

Notas

  1. Ir a Cabe señalar que la Comunión Anglicana y numerosas Iglesias protestantes siguen en la liturgia un esquema de lecturas bíblicas muy similar al de la Iglesia católica postconciliar, ya que el actual Revised Common Lectionary (primera edición de 1992) es el resultado de una serie de obras litúrgicas previas inspiradas en el Ordo Lectionum Missae (1969), fruto del Concilio Vaticano II. Las diferencias suelen ser menores y propias de las Iglesias particulares, tales como la de la Iglesia de Inglaterra en su Common Worship Lectionary.
  2. Ir a Algunos anglicanos, puritanos y severos, fueron más lejos y prohibieron celebrar la Navidad en Gran Bretaña en el 1552. Por esa razón, el 25 de diciembre era en 1640 un día laborable. En 1660, Carlos II volvió a rescatar la fiesta de Navidad. De nuevo se prohibió en la época victoriana, hasta ser restablecida a mediados del siglo XIX.

Referencias

  1. Ir a Cfr. http://ec.aciprensa.com/n/navidad.htm
  2. Ir a Cf. http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=21603
  3. Ir a Enciclopédia Barsa. São Paulo. 1968. pp. 437,438. 
  4. Ir a New Catholic Encyclopedia (ed. de 1967), Vol. III. pp. 656. 
  5. Ir a "Christmas", The Catholic Encyclopedia, 1913.
  6. Ir a: a b "El verdadero origen de la Navidad"
  7. Ir a "El verdadero origen de la Navidad"
  8. Ir a: a b "Navidad"
  9. Ir a "Fiesta de Yule: Navidad"
  10. Ir a ver: Shemarjahu Talmon (1958) "The Calendar Reckoning of the sect from the Judean Desert. Aspects of the Dead Sea Scrolls"; Scripta Hierosolymitana IV:162-199, Jerusalén. También: Antonio Ammassari (1992) "En los orígenes del calendario navideño"; Euntes Docete 45:11-16.
  11. Ir a "La Navidad era una fiesta universal entre los cristianos ya en el siglo V"
  12. Ir a Augé, Matías (febrero de 1997). Liturgia. Historia. Celebración. Teología. Espiritualidad. Barcelona: Centre de Pastoral Litúrgica. pp. 232-234. ISBN 84-7467-322-4. http://books.google.com.ar/books?id=bhGD6NPmEZwC&pg=PA233&dq=%22Tiempo+de+Navidad%22+Liturgia&hl=es&sa=X&ei=ZgYtUpOIGaWZiAKWyYGIAQ&ved=0CCsQ6AEwADgK#v=onepage&q=%22Tiempo%20de%20Navidad%22%20Liturgia&f=false. Consultado el 8 de septiembre de 2013. 
  13. Ir a Gutiérrez, José Luis (2006). Liturgia. Madrid: Ediciones Rialp. p. 171. ISBN 84-321-3589-5. http://books.google.com.ar/books?id=QmLKJOE3KKUC&pg=PA171&dq=%22Tiempo+de+Navidad%22+Liturgia&hl=es&sa=X&ei=3ggtUsnuGefTiwLMt4GADA&ved=0CEgQ6AEwBg#v=onepage&q=%22Tiempo%20de%20Navidad%22%20Liturgia&f=false. Consultado el 8 de septiembre de 2013. 
  14. Ir a McKenna, Megan (1999). El Adviento y la Navidad, día a día. Santander: Sal Terrae. pp. 331-488. ISBN 84-293-1318-4. http://books.google.com.ar/books?id=mdK9vJa6dKkC&pg=PA351&dq=%22El+adviento+y+la+navidad,+d%C3%ADa+a+d%C3%ADa%22+%22Tiempo+de+Navidad%22&hl=es&sa=X&ei=dR8tUq25JYOsiQKhj4CgDg&ved=0CCwQ6AEwAA#v=onepage&q=%22El%20adviento%20y%20la%20navidad%2C%20d%C3%ADa%20a%20d%C3%ADa%22%20%22Tiempo%20de%20Navidad%22&f=false. Consultado el 8 de septiembre de 2013. 
  15. Ir a Historia de la Navidad

Bibliografía

Enlaces externos

 
 
 

Natividad de nuestro Señor Jesucristo
fecha: 25 de diciembre
hagiografía: Abel Della Costa
Pasados innumerables siglos desde de la creación del mundo, cuando en el principio Dios creó el cielo y la tierra y formó al hombre a su imagen; después también de muchos siglos, desde que el Altísimo pusiera su arco en las nubes tras el diluvio como signo de alianza y de paz; veintiún siglos después de la emigración de Abrahán, nuestro padre en la fe, de Ur de Caldea; trece siglos después de la salida del pueblo de Israel de Egipto bajo la guía de Moisés; cerca de mil años después de que David fuera ungido como rey; en la semana sesenta y cinco según la profecía de Daniel; en la Olimpíada ciento noventa y cuatro, el año setecientos cincuenta y dos de la fundación de la Urbe, el año cuarenta y dos del imperio de César Octavio Augusto; estando todo el orbe en paz, Jesucristo, Dios eterno e Hijo del eterno Padre, queriendo consagrar el mundo con su piadosísima venida, concebido del Espíritu Santo, nueve meses después de su concepción, nace en Belén de Judea, hecho hombre, de María Virgen: la Natividad de nuestro Señor Jesucristo según la carne.
oración:
Oh Dios, que de modo admirable has creado al hombre a tu imagen y semejanza, y de un modo más admirable todavía restableciste su dignidad por Jesucristo, concédenos compartir la vida divina de aquel que hoy se ha dignado compartir con el hombre la condición humana. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

¿Qué día concreto del año nació el Señor? Es imposible para nosotros saberlo, no se ha conservado ningún documento extrabiblico que dé una precisión al respecto, y los evangelios -siempre parcos y ajustados a los mínimos datos indispensables para la proclamación de la fe- no dan el gusto a nuestros «deseos biografistas», así que no tenemos ni manera de saber, ni de deducir en qué fecha habrá nacido. Gracias a algunas indicaciones del capítulo 2 de San Lucas, podemos calcular que el nacimiento se produjo entre el año 8 y el 6 aC., es decir, una diferencia de entre 6 y 8 años del cálculo realizado por Donisio el Exiguo en el siglo VI basándose en Lc 3,1 (y que dio lugar a nuestra división en «antes de Cristo» y «después de Cristo»). A pesar de este error en las cuentas, el año «752 ab Urbe condita» (es decir, desde la fundación de Roma) ha quedado como marca simbólica del cambio de era.
La fecha del 25 de diciembre en la que lo celebramos en la actualidad está ya atestiguada en documentos del siglo IV (el Cronógrafo del 354), superponiendo el nacimiento del «Sol de Justicia» (símbolo bíblico proveniente de Malaquías 3,20) a la celebración pagana del solsticio de invierno en Roma, con las fiestas Saturnales, que daban, junto con las celebraciones de dios persa Mitra -muy apreciado en Roma- unos días antes, un color festivo peculiar a toda esta semana. Una costumbre de las Saturnales era que los esclavos, por ese día, se sentaban a la mesa de su dueño y comían como personas libres.
Fue sin duda el conjunto de resonancias simbólicas, esta libertad de los esclavos, junto con el comienzo del nuevo vigor solar, junto con la costumbre ya arraigada del fasto divino en estos días, lo que fue llevando a que los cristianos le dieran su peculiar color a este día, hasta reemplazar por completo el origen pagano. Incluso no debe descartarse que la noche del 24 fuera la más apta para que los cristianos consideraran celebrarar el Nacimiento, ya que esa noche era la única sin dioses paganos, puesto que la fiesta de Mitra habia terninado el 23 y Saturno venía el 25, por lo tanto en clave cristiana podía ser considerada una «noche buena». Naturalmente esto es hipótesis, ya que carecemos de documentos que nos cuenten de primera mano cómo y por qué los cristianos reemplazaron la fiesta romana por su propia fiesta. De hecho, en la iglesia de Oriente esta fecha no cuajó nunca, celebrándose más bien la Epifanía (manifestación), el 6 de enero, que aglutina en una fecha única el acontecimiento de la manifestación de Jesús en carne y de la adoración de los pobres y de los paganos.

Sobre la Kalenda de Navidad, es decir, la proclama con la que comienza el martirologio de hoy ("Pasados innumerables siglos...") puede leerse el texto de Alejandro Olivar, pág 22ss, que comenta la versión anterior a la reforma del Martirologio del 2001, pero cuyos elementos están en el origen de la versión actual.
Lo cierto es que los símbolos tienen una vida enteramente propia, que no coincide con lo que queremos racionalmente hacer con ellos. Puede ser que alguien se esfuerce en que «armar el belén» sea una tradición, o que un otro se esfuerce por «quitar crucifijos del espacio público», pero esos esfuerzos nada pueden, absolutamente nada, contra la vida de unos símbolos que nacen, se desarrollan, se transforman, mutan, se resignifican, y también a veces mueren, sin que podamos controlarlos con nuestro poder.
Para el cristiano el 25 de diciembre es la Navidad, pero es mucho más que la navidad de los regalos, de los encuentros familiares -a veces un poco forzados-, de los villancicos y los belenes; sin dejar de ser también todo eso, como fruto de alegría y gratuidad del Nacimiento por excelencia, es por sobre todo la fiesta del misterio de la Encarnación, de ese prodigio admirable, y casi innombrable de un Dios creador del hombre que se hace su propia creatura, se hace hombre. Tan grande y difícil de formular es este misterio que la misa de Navidad se expande en tres direcciones, y efectivamente ese día hay tres misas que son distintas entre sí: la misa de medianoche (llamada normalmente «Misa de gallo»), la de la aurora, y la del día, que evocan tres aspectos del misterio, que podemos encontrar claramente expuestos en cada unos de los evangelios que se leen en la misa:
-La manifestación gloriosa de Dios en la carne del hombre, escondida a los poderosos y comunicada a los pobres y humildes (Lucas 2,1-14, misa de la noche).
-La humildad de la carne que «muestra y oculta», así que sólo puede verlo y glorirse de ello quien presta atención a lo que «se ha dicho», como los pastores de Belén, que se maravillaban con lo que habían visto y oído (Lucas, 2,15-20, misa de la aurora).
-El misterio eterno de la Encarnación, que elige un momento de la historia, un pueblo particular, unos protagonistas concretos para realizaar un designio y plan escondido desde toda la eternidad (Juan 1,1-18, misa del día).
Todas las lecturas, oraciones y prefacios en la misa, y las antífonas y lecturas en al liturgia de las horas giran a lo largo de este día en torno a estos acentos. Lo que queda claro es que no se trata en ningún caso de la celebración del «cumpleaños de Jesús» en el sentido en que recordamos de cada persona un acontecimiento que se hunde en el pasado; no es la irrupcion de Jesús en aquel momento lejano de la historia humana, sino la irrupción hoy de un Dios que manifiesta toda su plenitud en la realización del plan eterno de ser engendrado en el seno de su propia creatura.
La carta de un amigo es reconfortante, pero lo es mucho más su presencia; un pagaré es útil, pero su pago lo es en mayor grado; las flores son bellas, pero las supera la hermosura de su fruto. Los antiguos padres recibieron las amistosas misivas de Dios, nosotros gozamos de su presencia; ellos tuvieron su promesa, nosotros el cumplimiento; ellos el pagaré, nosotros el pago. Solamente amor nos pide Dios como tributo particular para celebrar este misterio; sólo ese pago pide a cambio de todo lo que ha hecho y de lo que ha sufrido por nosotros. «¡Hijos! -nos llama- ¡Dadme vuestro corazón!» Amarle es nuestra suprema felicidad y la más alta dignidad de la criatura humana. (San Pedro Crisólogo, citado por Butler).

El establecimiento en Roma a mediados del siglo IV del 25 de diciembre como fecha de celebración del Nacimiento, y su extensión a las restantes iglesias, queda apenas esbozado en este escrito. Sobre el tema conviene leer el artículo del Butler-Guinea, tomo IV, pág. 609 y ss., con su bibliografía, en parte vigente. Los textos de Lucas y Mateo que se refieren al nacimiento están cargados de problemas históricos y teológicos. Una mirada histórica la muestra John Meier en «Un Judio Marginal», tomo I, especialmente Cap. 8, pág 219ss., Verbo Divino, 1998; la problemática desde un punto de vista más teológico puede verse en R. Brown, «El nacimiento del Mesías», Cristiandad, 1982. Charles Perrot tiene un Cuaderno Bíblico (nº 18) dedicado al tema de «Los relatos de la infancia de Jesús», Verbo Divino, 1980, que puede resultar interesante para quien nunca ha tomado contacto con la problemática literaria de los evangeliso de infancia de Mateo y Lucas; Meier y Brown pueden resultar abrumadores para empezar.  Imágenes:
-La Sagrada Familia, grabado en color en la Galería Albertina de Viena, siglo XV.
-Natividad, de Bicci Di Lorenzo (Florencia, 1373-1452), panel de madera en el Wallraf-Richartz Museum de Colonia.
-Natividad, de Michel Anguier, 1665, mármol, en St Roch, París.
 

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