domingo, 22 de diciembre de 2013

JUAN PABLO II: El Papa Francisco realizó una visita a su tumba en el octavo aniversario de su muerte



Queridos amigos y hermanos del blog: Karol Józef Wojtyła, nacido en Polonia el 18 de mayo de 1920 fue el papa número 264 de la Iglesia católica, desde el 16 de octubre de 1978 hasta su muerte el 2 de abril de 2005. Juan Pablo II fue uno de los líderes más influyentes del siglo XX, tuvo un papel determinante en la caída del imperio soviético, y puso freno a la teología de la liberación, distinguiendo la obra social en favor de los pobres de la politización de la religión.

El 13 de mayo de 1981, intentó asesinarle en la plaza de San Pedro Mehmet Ali Agca, si bien nunca se supo con certeza quienes fueron los mandantes del atentado. Fue perdonado públicamente por su víctima Juan Pablo II, que le visitó en la cárcel italiana de Rebibbia, y que nunca se repuso plenamente de las secuelas que le produjeron las heridas de los disparos de Agca.

El papa Wojtyla visitó en su labor apostólica 129 países. Hablaba 14 idiomas, beatificó a 1.340 personas y canonizó a 483 santos,

El 19 de diciembre de 2009, Juan Pablo II fue proclamado venerable por su sucesor, el papa Benedicto XVI, quien posteriormente presidió la ceremonia de su beatificación el 1 de mayo de 2011. Ayer que se cumplió el octavo aniversario del fallecimiento del Beato Juan Pablo II, recordamos ese 2 de abril de 2005, en el que la Iglesia universal se unía en la oración, por su amado Pastor, que durante sus 26 años de Pontificado llevó por todas las plazas del mundo el Evangelio de la esperanza y del amor de Cristo.

El Papa Francisco visitó su tumba

Así lo indicó ayer la Oficina de Prensa de la Santa Sede, en un comunicado en el que precisa que la visita se produjo a las 19 horas locales, “después del cierre de la basílica del Vaticano”. “El papa estaba acompañado -prosigue la nota- por el cardenal Angelo Comastri, arcipreste de la basílica vaticana y por el secretario personal, monseñor Alfred Xuereb”.

“El papa estuvo largo tiempo arrodillado en oración silenciosa delante de la tumba del beato Juan Pablo II, en la capilla de San Sebastián”, la cual está situada en la basílica del Vaticano. Añade el comunicado que “también se detuvo brevemente en recogimiento delante de las tumbas del beato Juan XXIII y san Pio X”.

El comunicado precisa que “tanto la visita de antes de ayer en las Grutas del Vaticano, como la de ayer en la basílica expresa la profunda continuidad espiritual del ministerio petrino de los papas, que Francisco vive y siente intensamente”. Y concluye recordando que este sentimiento se ve también “en los repetidos coloquios telefónicos con su predecesor Benedicto XVI”.

Palabras de Benedicto XVI y del Cardenal Bergoglio 

Y el 2 de abril del 2012, Benedicto XVI, recordaba a su amado Predecesor, exhortando a ser Misioneros del amor de Cristo a la humanidad, al recibir a unos cinco mil peregrinos de Madrid, que habían venido al Vaticano, para agradecerle su viaje a España, para la Jornada Mundial de la Juventud. Los alentó «a testimoniar -en todo momento y por doquier con valentía y fidelidad- la potencia y la luz de Cristo que transforma el mundo y es el mejor de los amigos».

Benedicto XVI recibió en audiencia, en el Aula Pablo VI -animada por un ambiente de gran alegría y fervor- a esos numerosos y queridos amigos, evocando al beato Juan Pablo II y sus palabras fueron recibidas con un conmovido y gran aplauso:

«Me complace dar la bienvenida, junto a la sede de Pedro, a quienes formáis parte de esta peregrinación, que habéis organizado con ilusión para agradecer al Papa su viaje a España con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. Saludo cordialmente de modo muy especial, a los jóvenes, que son los protagonistas y principales destinatarios de esta iniciativa pastoral impulsada vigorosamente por mi amado predecesor, el beato Juan Pablo II, del que hoy recordamos su tránsito al cielo».

Y hace ocho años, el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Iglesia Argentina, celebraba la Santa Misa en memoria de Juan Pablo II, destacando la coherencia obediencial y trascendental de su corazón a la voluntad de Dios.

«Recordamos a un hombre coherente que una vez nos dijo que este siglo no necesita de maestros, necesita de testigos, y el coherente es un testigo. Un hombre que pone su carne en el asador y avala con su carne y con su vida entera, con su transparencia, aquello que predica», decía el Card. Bergoglio, de Juan Pablo II y añadía «este coherente que por pura coherencia se embarró las manos, nos salvó de una masacre fratricida; este coherente que gozaba tomando a los chicos en brazos porque creía en la ternura. Este coherente que más de una vez hizo traer a los hombres de la calle, para hablarles y darles una nueva condición de vida. Este coherente que cuando se sintió bien de salud pidió permiso para ir a la cárcel a hablar con el hombre que había intentado matarlo».

Es un testigo, dijo el Card. Bergoglio y terminó su homilía repitiendo las palabras: «Lo que necesita este siglo no son maestros son testigos». Y en la encarnación del Verbo, Cristo es el testigo fiel. Hoy vemos en Juan Pablo una imitación de este testigo fiel –reiteró-, para añadir textualmente: «Y agradecemos que Juan Pablo haya terminado su vida así, coherentemente, que haya terminado su vida siendo simplemente eso: un testigo fiel».


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