martes, 17 de diciembre de 2013

Consejos Saludables: Que es la Diabetes?






El término diabetes técnicamente se refiere a cualquier desorden del metabolismo que ocasione una sed excesiva y un aumento considerable en la producción de orina. Así existe un raro desorden llamado diabetes insípida causado por una deficiencia en la producción de vasopresina una hormona que regula la reabsorción de agua en los riñones y que es producida por la glándula pituitaria. Esta enfermedad causa una sed constante y la eliminación de grandes cantidades de orina diluida.

Sin embargo por lo general cuando se usa el término diabetes se hace para referirse a la condición conocida como diabetes mellitus. Este es un desorden del metabolismo de los azúcares o carbohidratos causado por una falta de producción de la hormona insulina o por una incapacidad del organismo para utilizarla efectivamente. La insulina es una hormona producida por el páncreas que regula el nivel de azúcar en la sangre. La diabetes hace que los carbohidratos no puedan ser utilizados por el organismo para producir energía. Como resultado estos se acumulan en la sangre. A esto se le conoce como hiperglucemia y puede ser causante de numerosos problemas de salud tales como enfermedades de los riñones, pérdida de la visión y problemas vasculares y cardiacos. Como el cuerpo no puede utilizar efectivamente los carbohidratos recurre a las grasas como una fuente alterna de energía. El resultado es una alteración en el balance ácido-alcalino del cuerpo que si se perpetúa puede eventualmente producir convulsiones y coma diabético.

Dos Tipos de Diabetes

Existen dos tipos principales de diabetes mellitus. La diabetes tipo I o insulinodependiente por lo general comienza en la niñez o la adolescencia aunque existen casos en que a causa de daños al páncreas se presenta a otras edades. Quienes padecen esta condición tienen muy poca o ninguna capacidad para producir insulina y dependen de inyectarse esta hormona para sobrevivir. Esto además de llevar una dieta estricta en términos de los azúcares ingeridos. La diabetes tipo uno es por lo general más severa que el otro tipo de diabetes.

La diabetes tipo II es mucho más común y generalmente comienza después de los 40 años de edad. En este tipo de diabetes el páncreas retiene al menos cierta capacidad para producir insulina. Sin embargo o bien esta no es suficiente o el organismo no la utiliza en forma eficiente. Muchos de estos pacientes pueden controlar su diabetes meramente con la dieta mientras que otros requieren en adición medicamentos orales que reducen el nivel de glucosa en la sangre. En algunos casos la diabetes se sale de control y se hacen necesarias, al menos temporeramente, inyecciones de insulina.
Los Síntomas de la Diabetes.

Ambos tipos de diabetes producen una diversidad de síntomas entre los cuales se encuentran sed y hambre constantes, y una excesiva producción de orina. En la diabetes tipo I también se puede producir una significativa pérdida de peso.

Las Causas de la Diabetes

Al parecer existe un fuerte factor hereditario que predispone hacia ambos tipos de diabetes. Sin embargo, como ocurre con muchos factores hereditarios la presencia de factores ambientales puede proveer las condiciones adecuadas para que esta predisposición se manifieste o por el contrario puede ayudar a evitar que la condición se produzca. La obesidad y el consumo excesivo de grasas son factores precipitantes en la diabetes tipo II. Se sospecha que en ambos tipos de diabetes, pero particularmente en la diabetes tipo, I pueden estar involucrados procesos autoinmunes. Estos son procesos en los que células del sistema inmunológico que debieran ir destinados a atacar virus o bacteria, atacan nuestro propio cuerpo.

Alternativas Naturales Contra la Diabetes

La meta en el tratamiento de la diabetes es reducir y mantener a un nivel adecuado el nivel de azúcar en la sangre. La alimentación es un factor primordial para lograr esta meta. El ejercicio, ciertos suplementos nutricionales, y la práctica de la  oración también ejercen efectos positivos para controlar la diabetes y para evitar los daños ocasionados por la misma.

 Alimentación

Reducción del consumo de grasas - En un estudio publicado en la revista Diabetes Care de enero de 1994 se encontró que un incremento moderado en el porcentaje de calorías derivadas de la grasa (del 38 al 43 por ciento) era suficiente para aumentar significativamente la cantidad de personas con intolerancia a la glucosa que desarrollan diabetes. Por otra parte se ha encontrado que ingerir 40 gramos de grasa adicionales cada día puede hacer seis veces más probable que una persona con predisposición a la diabetes la desarrolle. La dieta típica por lo general es demasiado alta en grasa. Sin embargo no todas las grasas son iguales. Las grasas saturadas son las que más problemas causan y son precisamente estas las que muchas personas consumen en exceso. Es recomendable reducir el consumo total de grasas de modo que no representen más del 20 porciento del total de calorías. Las grasas ingeridas deben ser preferiblemente no saturadas.

Otras recomendaciones alimentarias

Algunas recomendaciones alimentarias que pueden ser de utilidad para todas las personas que padecen de diabetes o que están en un alto riesgo de padecerla son:

• Incrementar el consumo de carbohidratos complejos, es decir aquellos derivados de vegetales, granos integrales y aunque en menor cantidad, frutas frescas. Estos carbohidratos tardan más en digerirse que los azúcares simples y liberan sus azúcares naturales de forma más lenta y controlada que los productos hechos a base de azúcares refinados.

• Aumente el consumo de vegetales de colores intensos como el brócoli, la espinaca, la zanahoria y el pimiento ya que estos son ricos en antioxidantes que ayudan a prevenir los daños causados a los pequeños vasos sanguíneos de los ojos.

• Elimine el consumo de azúcar refinado y los productos hechos a base de éste. Por ejemplo, dulces, galletitas y golosinas en general.

• Evite la comida "basura" es decir la que contiene muchas calorías vacías pero muy pocos nutrientes o fibra.

• Reduzca o elimine el consumo de cafeína, alcohol y cigarrillos. El fumar es especialmente dañino para las personas diabéticas ya que estas son susceptibles a daños a los pequeños vasos sanguíneos que suplen a los ojos y a los nervios periferales. El cigarrillo agrava estos daños. El alcohol aumenta los riesgos de daños a los nervios periferales.

• No coma demasiado en una sola comida. Es preferible comer menos en el almuerzo o la cena e ingerir alguna merienda ligera entre comidas.

• Reduzca el número total de calorías

Suplementos

Además de las recomendaciones generales sobre la dieta ya esbozadas, existen algunos suplementos que pueden ayudar a prevenir la diabetes tipo II o a evitar que esta condición empeore.

Cromio - este mineral ayuda a incrementar la actividad de la insulina. La deficiencia de cromio es sumamente común. El alto consumo de productos hechos a base de azúcar refinada agravan la situación ya que este tipo de azúcar roba al organismo de sus abastos de cromio. Existen estudios que demuestran que una deficiencia de cromio en la dieta afecta negativamente la tolerancia a la glucosa. Un estudio llevado a cabo en el hospital de Beijing en China demostró que un grupo de personas en las primeras etapas de la diabetes tipo II que recibió una dosis de 100 miligramos de cromio dos veces al día durante cuatro meses disminuyó significativamente su nivel de azúcar en la sangre. En este estudio se empleó una forma de cromio conocida como picolinato. Algunas buenas fuentes de cromio son los mariscos, los cereales integrales, el jugo de uva, la levadura de cerveza, los mariscos y las habichuelas.

Magnesio - las deficiencias de magnesio pueden alterar el metabolismo de la glucosa y contribuir a los daños causados por la diabetes. Algunos de los resultados de una deficiencia crónica de cromio son alta presión arterial, pérdida ósea, enfermedades vasculares. Algunos investigadores incluso sugieren que un bajo nivel de magnesio en la dieta puede ser un factor que precipite ambos tipos de diabetes en personas susceptibles. Algunas buenas fuentes de magnesio son los albaricoques, los guineos, los granos íntegrales y el salvado de trigo.

Potasio - el potasio ayuda a aumentar la producción y la eficiencia de la insulina. Alimentos ricos en potasio son los guineos o bananos, las papas, los productos lácteos y los granos integrales.

Vitamina B6 - esta vitamina ayuda a aumentar la eficiencia de la insulina. También ayuda a prevenir la retinopatía diabética, una de las principales causas de la pérdida de visión en las personas diabéticas. El nivel de vitamina B6 tiende a ser bajo en las personas mayores de 50 años. Algunas fuentes alimentarias de vitamina B6 son el pescado, el pavo, los aguacates, el brócoli, las papas, los pimientos rojos y las nueces.

Vitamina E - la vitamina E actúa como antioxidante y también posee propiedades como anticoagulante. Además ayuda a metabolizar mejor los azúcares. Puede ayudar a prevenir la arterioesclerosis y las complicaciones vasculares comunes en las personas diabéticas. Estas complicaciones son responsables de los daños a los riñones y los ojos causados por la diabetes.

Vitamina C - ayuda a reducir la necesidad de insulina, prevenir problemas vasculares y mantener la salud de los ojos.

Plantas medicinales - existen varias plantas, como la bardana y el fenogreco que poseen la capacidad de reducir los niveles de glucosa en la sangre. Sin embargo, ninguna es un sustituto para la administración de insulina. La utilización de estas plantas en personas diabéticas sólo debe hacerse bajo el cuidado profesional ya que en ocasiones pueden ocasionar un descenso rápido en el nivel de azúcar.

Por otra parte, existe un buen número de plantas que no alteran significativamente el nivel de azúcar en la sangre pero poseen propiedades sumamente valiosas para la prevención y el tratamiento de las complicaciones de la diabetes. Dos de estas son:

Arándano (blueberry) - Ayuda a evitar la destrucción de los pequeños vasos sanguíneos del ojo conocida como retinopatía diabética que ocasiona la pérdida de visión en pacientes diabéticos. (Más información sobre el arándano).

Ginkgo Biloba - Aumenta la circulación en los pequeños vasos sanguíneos, especialmente en los del cerebro. En el caso de las personas diabéticas los problemas circulatorios en las piernas son frecuentes y pueden incluso culminar en amputaciones. El ginkgo ayuda a mejorar la circulación en las piernas, contribuyendo a prevenir estos problemas.

El Ejercicio

el ejercicio ayuda tanto a prevenir la diabetes en personas que están a riesgo, como a evitar muchas de las complicaciones en las personas que ya la padecen. Investigaciones llevadas a cabo en la Universidad de Tufts en Massachusetts indican que el ejercicio aeróbico regular reduce el riesgo de desarrollar diabetes aun en los casos en que no produzca pérdida de peso. Otros estudios demuestra que las personas diabéticas que se ejercitan con regularidad tienen un tienen un riesgo menor de muerte que las que no se ejercitan. Una de las formas en que el ejercicio ayuda es incrementando el nivel de cromio en los tejidos. Otra es mejorando la capacidad del organismo para utilizar la insulina disponible.

El ejercicio con pesas o de resistencia también ayuda. Este ejercicio incrementa la masa muscular. Puesto que el músculo requiere más calorías que la grasa el resultado es un aumento en la tasa metabólica. Es decir se queman más calorías, lo que hace más fácil bajar de peso, algo que es deseable para la gran mayoría de quienes padecen de diabetes. Las personas con buena masa muscular también son menos susceptibles a desarrollar diabetes ya que a mayor masa muscular menos cantidad de insulina se necesita para llevar la glucosa de la sangre a los tejidos.

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