Esta mañana antes de concluir su habitual Audiencia General de los miércoles con el rezo del Padre Nuestro, en el Aula Pablo VI del Vaticano, Benedicto XVI ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que para que se multipliquen todos los esfuerzos para ofrecer una rápida respuesta a los dramáticos problemas de la infancia en el mundo, en el marco del vigésimo aniversario de la Convención de los derechos del niño.
"Pasado mañana tendrá lugar en las Naciones Unidas la Jornada Mundial de Oración y de Acción por los Niños, en ocasión del 20 aniversario de la adopción de la Convención de los derechos de los menores. Mi pensamiento se dirige a todos los niños en el mundo, especialmente a cuantos viven en condiciones difíciles y sufren a causa de la violencia, de los abusos, de la enfermedad, de la guerra o del hambre.
Os invito a uniros a mi oración y, al mismo tiempo, hago un llamamiento a la Comunidad internacional para que se multipliquen los esfuerzos para ofrecer la adecuada respuesta a los dramáticos problemas de la infancia. Que no falte el compromiso generoso de todos para que se reconozcan los derechos de los muchachos y sea respetada cada vez más su dignidad".
La fe cristiana ha inspirado una de las creaciones artísticas entre las más inspiradas de la civilización universal: las catedrales, verdaderas gloria de la Edad Media cristiana. Sobre este tema, Benedicto XVI ha desarrollado esta mañana su catequesis habitual de los miércoles durante la audiencia general que se ha celebrado en el Aula Pablo VI del Vaticano ante 8 mil fieles y peregrinos llegados de todas las partes del mundo.
Fue sobre todo gracias al ardor y al celo espiritual del monaquismo, ha recordado el Santo Padre, que se construyeron las primeras iglesias abaciales, en las cuales la liturgia podía ser celebrada con dignidad y solemnidad y donde los fieles también se recogían en paz para rezar. Así nacieron las iglesias y las catedrales románicas. Luego, las grandes catedrales góticas fueron la culminación arquitectónica de una síntesis de fe y de arte, expresada armoniosamente en el lenguaje universal y fascinante de la belleza, que traducía de esta manera el abrazo entre el alma humana con Dios.
Todos participaban en la construcción y en la decoración de esta casa común, donde los creyentes venían instruidos a la fe cristiana, ha señalado el Pontífice. Hoy, estas obras maestras nacidas en Europa son incomprensibles a los ojos del hombre moderno, si no se tiene en cuenta el alma religiosa que las ha inspirado. Cuando la fe encuentra el arte, ha explicado el Papa, se crea una profunda armonía: pareciera que los dos quisieran hablar de Dios, convirtiendo en visible lo Invisible.
Este concepto es el que quisiera compartir durante mi encuentro con los artistas el próximo 21 de noviembre en la Capilla Sixtina, ha dicho el Pontífice. Una propuesta de amistad entre espiritualidad cristiana y arte, ya cultivada por Pablo VI y Juan Pablo II y que Benedicto XVI quiere reiterar. ¿Qué es la belleza que escritores, poetas, compositores traducen en su lenguaje -ha afirmado- si no refleja el esplendor eterno del Verbo hecho carne? ¡Que el Seños nos ayude a redescubrir la belleza como camino para conocer y amar a Dios!
Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua, presentes en el Aula Pablo VI, que han participado en la audiencia:
"Queridos hermanos y hermanas: Las catedrales, una de las creaciones artísticas más elevadas de la humanidad, son fruto de la fe de la Edad Media cristiana. Las catedrales románicas se caracterizan por la solidez de sus muros, sus bóvedas y sus líneas simples y esenciales. Como novedad, introdujeron las esculturas, realizadas con una finalidad más pedagógica que de perfección técnica. En los Pórticos de estas iglesias, predomina la representación de Cristo como juez universal, significando que Él es la puerta que lleva al Cielo. Entrando en la Iglesia y participando en la celebración litúrgica, los fieles podían gustar un anticipo de la bienaventuranza eterna. La Catedral gótica, verdadera síntesis armónica de fe y de arte, se diferenció de la románica por su impulso vertical y su luminosidad, intentando expresar en sus líneas arquitectónicas el anhelo del alma a Dios. La escultura gótica, representando escenas del Evangelio, de los misterios del año litúrgico, de la Virgen María o de los santos, hizo de las catedrales una “Biblia de piedra”. Tanto el arte románico como el gótico no se pueden comprender sin tener en cuenta el alma religiosa que los ha inspirado. Además, nos recuerdan que la vía de la belleza es un camino privilegiado para acercarnos al Misterio de Dios."
Antes de finalizar la audiencia general, como siempre, el Santo Padre se ha dirigido a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados. Queridos jóvenes, amad a la Iglesia y cooperad con entusiasmo en su edificación. Queridos enfermos, vivid la ofrenda de vuestro sufrimiento como una contribución preciosa al crecimiento espiritual de las comunidades cristianas. Y vosotros, queridos recién casados, sed en el mundo una señal viva del amor de Cristo.
"Pasado mañana tendrá lugar en las Naciones Unidas la Jornada Mundial de Oración y de Acción por los Niños, en ocasión del 20 aniversario de la adopción de la Convención de los derechos de los menores. Mi pensamiento se dirige a todos los niños en el mundo, especialmente a cuantos viven en condiciones difíciles y sufren a causa de la violencia, de los abusos, de la enfermedad, de la guerra o del hambre.
Os invito a uniros a mi oración y, al mismo tiempo, hago un llamamiento a la Comunidad internacional para que se multipliquen los esfuerzos para ofrecer la adecuada respuesta a los dramáticos problemas de la infancia. Que no falte el compromiso generoso de todos para que se reconozcan los derechos de los muchachos y sea respetada cada vez más su dignidad".
La fe cristiana ha inspirado una de las creaciones artísticas entre las más inspiradas de la civilización universal: las catedrales, verdaderas gloria de la Edad Media cristiana. Sobre este tema, Benedicto XVI ha desarrollado esta mañana su catequesis habitual de los miércoles durante la audiencia general que se ha celebrado en el Aula Pablo VI del Vaticano ante 8 mil fieles y peregrinos llegados de todas las partes del mundo.
Fue sobre todo gracias al ardor y al celo espiritual del monaquismo, ha recordado el Santo Padre, que se construyeron las primeras iglesias abaciales, en las cuales la liturgia podía ser celebrada con dignidad y solemnidad y donde los fieles también se recogían en paz para rezar. Así nacieron las iglesias y las catedrales románicas. Luego, las grandes catedrales góticas fueron la culminación arquitectónica de una síntesis de fe y de arte, expresada armoniosamente en el lenguaje universal y fascinante de la belleza, que traducía de esta manera el abrazo entre el alma humana con Dios.
Todos participaban en la construcción y en la decoración de esta casa común, donde los creyentes venían instruidos a la fe cristiana, ha señalado el Pontífice. Hoy, estas obras maestras nacidas en Europa son incomprensibles a los ojos del hombre moderno, si no se tiene en cuenta el alma religiosa que las ha inspirado. Cuando la fe encuentra el arte, ha explicado el Papa, se crea una profunda armonía: pareciera que los dos quisieran hablar de Dios, convirtiendo en visible lo Invisible.
Este concepto es el que quisiera compartir durante mi encuentro con los artistas el próximo 21 de noviembre en la Capilla Sixtina, ha dicho el Pontífice. Una propuesta de amistad entre espiritualidad cristiana y arte, ya cultivada por Pablo VI y Juan Pablo II y que Benedicto XVI quiere reiterar. ¿Qué es la belleza que escritores, poetas, compositores traducen en su lenguaje -ha afirmado- si no refleja el esplendor eterno del Verbo hecho carne? ¡Que el Seños nos ayude a redescubrir la belleza como camino para conocer y amar a Dios!
Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua, presentes en el Aula Pablo VI, que han participado en la audiencia:
"Queridos hermanos y hermanas: Las catedrales, una de las creaciones artísticas más elevadas de la humanidad, son fruto de la fe de la Edad Media cristiana. Las catedrales románicas se caracterizan por la solidez de sus muros, sus bóvedas y sus líneas simples y esenciales. Como novedad, introdujeron las esculturas, realizadas con una finalidad más pedagógica que de perfección técnica. En los Pórticos de estas iglesias, predomina la representación de Cristo como juez universal, significando que Él es la puerta que lleva al Cielo. Entrando en la Iglesia y participando en la celebración litúrgica, los fieles podían gustar un anticipo de la bienaventuranza eterna. La Catedral gótica, verdadera síntesis armónica de fe y de arte, se diferenció de la románica por su impulso vertical y su luminosidad, intentando expresar en sus líneas arquitectónicas el anhelo del alma a Dios. La escultura gótica, representando escenas del Evangelio, de los misterios del año litúrgico, de la Virgen María o de los santos, hizo de las catedrales una “Biblia de piedra”. Tanto el arte románico como el gótico no se pueden comprender sin tener en cuenta el alma religiosa que los ha inspirado. Además, nos recuerdan que la vía de la belleza es un camino privilegiado para acercarnos al Misterio de Dios."
Antes de finalizar la audiencia general, como siempre, el Santo Padre se ha dirigido a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados. Queridos jóvenes, amad a la Iglesia y cooperad con entusiasmo en su edificación. Queridos enfermos, vivid la ofrenda de vuestro sufrimiento como una contribución preciosa al crecimiento espiritual de las comunidades cristianas. Y vosotros, queridos recién casados, sed en el mundo una señal viva del amor de Cristo.
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