Mateo 17, 10-13. Adviento. Digámosle a Jesucristo que entre en nuestras almas y que renueve toda nuestra vida. | |
Los discípulos preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?». Él respondió: «Sí, Elías debe venir a poner en orden todas las cosas; pero les aseguro que Elías ya ha venido, y no lo han reconocido, sino que hicieron con él lo que quisieron. Así también harán padecer al Hijo del hombre». Los discípulos comprendieron entonces que Jesús se refería a Juan el Bautista. Oración Introductoria Jesucristo, creo verdaderamente que has venido a este mundo a salvarme. Quiero estar contigo ahora en actitud de escucha; háblame y dime lo que tú quieras. Quiero pedirte perdón por todas las veces que no he sabido escucharte ni a Ti ni a mi prójimo, y concédeme la gracia de ser fiel a tus consejos. Habla Señor, que tu siervo escucha. Petición Señor Jesucristo, dame el regalo de ser dócil a tus consejos y de saber escucharte. Concédeme ver tu mano amorosa y tu gran cuidado en todos los acontecimientos de mi vida. Ayúdame también a acrecentar mi esfuerzo por ayudarte a Ti y a tu Iglesia. Meditación del Papa Francisco Con inteligencia humilde y abierta "buscad y encontrad a Dios en todas las cosas", como escribía san Ignacio. Dios actúa en la vida de cada hombre y en la cultura: el Espíritu sopla donde quiere. Buscad descubrir lo que Dios ha obrado y cómo proseguirá su obra. [...] Y para buscar a Dios en todas las cosas, en todos los campos del saber, del arte, de la ciencia, de la vida política, social y económica se necesita estudio, sensibilidad, experiencia. Algunas de las materias que tratáis pueden incluso no tener relación explícita con una perspectiva cristiana, pero son importantes para captar el modo en el que las personas se comprenden a sí mismas y el mundo que las rodea. Que vuestra observación informativa sea amplia, objetiva y oportuna. Es necesario también tener una atención particular respecto a la verdad, la bondad y la belleza de Dios, que deben considerarse siempre juntas, y son preciosos aliados en el compromiso en defensa de la dignidad del hombre, en la construcción de una convivencia pacífica y en custodiar con premura la creación. (S.S. Francisco, 14 de junio de 2013). Reflexión El tiempo de adviento es el periodo propicio para cultivar en nuestros corazones la capacidad de acoger a Jesucristo en nuestras vidas. Cristo está esperando que le abramos las puertas de nuestro corazón y que confiemos totalmente en Él para que podamos ser plenamente felices. Ahora es el tiempo de que escuchemos totalmente a Jesucristo que nos quiere decir: "Te amo y quiero hacerte feliz". ¡Cuántas veces hemos sido indiferentes ante la voz de Dios que toca a las puertas de nuestro corazón! Cristo nos ofrece la felicidad, pero no es obligatoria. Nosotros tenemos la libertad de decirle sí o no. Digámosle a Jesucristo que entre en nuestras almas y que renueve toda nuestra vida. Propósito Haré una visita al Santísimo Sacramento y pondré en sus manos las preocupaciones que tengo. Diálogo con Cristo Jesucristo, ahora tengo la firme determinación de escucharte y de ver tu amorosa mano en mi vida. Te quiero pedir perdón por todas las veces que no he querido escuchar tu voz ni aceptar la felicidad que me ofreces. Quiero aprovechar este momento para cambiar de opinión y decirte que quiero ser feliz a tu lado. Sé que sólo Tú eres la fuente de toda alegría y de la plena felicidad, y ya no quiero desaprovechar más esta oportunidad de recibirte, acogerte y permanecer a tu lado. No quiero ser como los que hicieron con Juan el Bautista lo que quisieron. No quiero tratarte mal. Al contrario, quiero amarte y nunca separarme de ti. Un auténtico cristiano no puede oír el nombre de Cristo sin emoción (Card. Newman, Sermón del Dom. II de Cuaresma: mundo y pecado) sábado 14 Diciembre 2013Sábado de la segunda semana de AdvientoSan Juan de la Cruz Leer el comentario del Evangelio por San Agustín : Los profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan (Mt 11,13) Eclesiástico 48,1-4.9-11.
Después surgió como un fuego el profeta Elías, su palabra quemaba como una antorcha.
El atrajo el hambre sobre ellos y con su celo los diezmó. Por la palabra del Señor, cerró el cielo, y también hizo caer tres veces fuego de lo alto. ¡Qué glorioso te hiciste, Elías, con tus prodigios! ¿Quién puede jactarse de ser igual a ti? tú fuiste arrebatado en un torbellino de fuego por un carro con caballos de fuego. De ti está escrito que en los castigos futuros aplacarás la ira antes que estalle, para hacer volver el corazón de los padres hacia los hijos y restablecer las tribus de Jacob. ¡Felices los que te verán y los que se durmieron en el amor, porque también nosotros poseeremos la vida! Salmo 80(79),2ac.3b.15-16.18-19.
Escucha, pastor de Israel, que guías a José como un rebaño,
tú que te sientas en los querubines resplandece delante de Efraín, Benjamín y Manasés. ¡Despierta tu valentía, ven y sálvanos! ¡Oh Dios Sabaot, es hora de que regreses; mira de lo alto del cielo y contempla, visita esa viña y protégela, ya que tu derecha la plantó! Que tu mano apoye al hombre que hace tus obras, al hijo de hombre que has hecho fuerte para ti. Ya no nos apartaremos más de ti, nos harás revivir y tu nombre invocaremos. Mateo 17,10-13.
Entonces los discípulos le preguntaron: "¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?".
El respondió: "Sí, Elías debe venir a poner en orden todas las cosas; pero les aseguro que Elías ya ha venido, y no lo han reconocido, sino que hicieron con él lo que quisieron. Y también harán padecer al Hijo del hombre". Los discípulos comprendieron entonces que Jesús se refería a Juan el Bautista. Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios. Leer el comentario del Evangelio por : San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia Comentario sobre los Salmos, 109 (trad. breviario 2º miércoles Adviento)
Dios estableció el tiempo de sus promesas y el momento de su cumplimiento. El período de las promesas se extiende desde los profetas hasta Juan Bautista. El del cumplimiento, desde éste hasta el fin de los tiempos. Fiel es Dios, que se ha constituido en deudor nuestro, no porque
haya recibido nada de nosotros, sino por lo mucho que nos ha prometido. La promesa le pareció poco, incluso; por eso, quiso obligarse mediante escritura, haciéndonos, por decirlo así, un documento de sus promesas para que, cuando empezara a cumplir lo que prometió, viésemos en el escrito el orden sucesivo de su cumplimiento. El tiempo profético era, como he dicho muchas veces, el del anuncio de las promesas. Prometió la salud eterna, la vida bienaventurada en la compañía eterna de los ángeles, la herencia inmarcesible, la gloria eterna, la dulzura de su rostro, la casa de su santidad en los cielos y la liberación del miedo a la muerte, gracias a la resurrección de los muertos. Esta ultima es como su promesa final, a la cual se enderezan todos nuestros esfuerzos y que, una vez alcanzada, hará que no deseemos ni busquemos ya cosa alguna. Pero tampoco silenció en qué orden va a suceder todo lo relativo al final, sino que lo ha anunciado y prometido. Prometió a los hombres la divinidad, a los mortales la inmortalidad, a los pecadores la justificación, a los miserables la glorificación. ____________________________ Prepárate para la Navidad: qué es el Adviento, cómo preparar la Corona, Pastorelas, oraciones, villancicos, novenas... Especial de Navidad |
*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
sábado, 14 de diciembre de 2013
Así también harán padecer al Hijo del hombre
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